Incendios Forestales, Erosión del Suelo, Calidad de las Aguas, Contaminación Biológica y Salud Humana (horizontes hidrofóbicos)
Fuente: Colaje Imágenes Google (fuego suelos hidrofobia)
A mi nueva amiga Paloma Etienne ya que sin su incalculable ayuda no hubiera podido salir del atasco informático que me había yo labrado a base de torpezas. Artista, cineasta y animadora cultural, ha resultado también una fantástica informática. Gracias paloma, eres un Soil, perdón un sol.
Los incendios han incrementado su violencia y frecuencia con el cambio climático. No hablamos ya de escenarios, sino de hechos fehacientes. Los biomas mediterráneos (entre otros) comienzan a sufrir, más aun, este proceso natural que, aunque lo consideremos indeseable, forma parte de la idiosincrasia de muchos de sus ecosistemas. Sin embargo, el uso humano insostenible de los espacios geográficos, así como las cada vez más prolongadas sequías, han dado lugar a escenarios desconocidos hasta ahora por la ciencia, es decir en tiempos históricos recientes. La nota de prensa que os ofrecemos hoy, da cuenta de una consecuencia mucho menos estudiada. Todos los expertos en el tema sabemos sobradamente la relación estrecha entre intensidad y frecuencia de los fuegos y la erosión del suelo, que es exportado bajo el vocablo de “producción de sedimentos”, pendientes abajo. Tal hecho, por sí solo, afecta muy negativamente a la calidad de las aguas que consumimos. Del mismo modo, la liberación de tales cantidades de materiales en el litoral, acarrea que las aguas allí albergadas aumenten su turbidez, afectando a todos los ecosistemas de la línea costera. Incluso pude darse el caso de la aparición de floraciones algales en el mar (o lagos, según sea el caso), si se enriquece mucho en nutrientes. Ahora bien, casi todos también desconocíamos que este desastre natural, del mismo modo, también induce una contaminación biológica del agua por microrganismos fecales, indicadores de posibles afecciones por parte de la población de algunas potenciales enfermedades infecciosas. Y sobre tal asunto versa la nota de prensa de la que hablaremos hoy: “El incendio de California provocó un aumento en las bacterias y la nubosidad en las aguas costeras”. Sin embargo, la noticia adolece de ciertas deficiencias y la generalización de los resultados obtenidos debe matizarse.
Por ejemplo, con vistas a entender algunas de ellas os reproducimos aquí el siguiente fragmento de la Noticia: “Cuando un incendio quema un bosque, aumenta la cantidad de residuos/basura vegetal en el suelo y cambia la química de los suelos de una manera que los hace incapaces de absorber agua”. ¿Porqué?. La respuesta resulta ser “Repelencia al agua: horizontes hidrofóbicos”. Cuando la materia orgánica del suelo sufre los efectos de elevadísimas temperaturas, es sometida a cambios drásticos, generando modificaciones biogeoquímicas que la trasforman hasta repeler el agua. ¿Qué significa?. Simplemente que tras tal proceso, los agregados del medio edáfico no pueden absorber el agua, sino que la repelen. Con el tiempo, estos compuestos hidrofóbicos son lavados en la superficie, depositándose a cierta profundidad. Cuando llueva después, el agua volverá a ser repelida pero a cierta profundidad, induciendo a que los centímetros superficiales sobre tal repelente capa del “solum” sean erosionados por la lluvia, al no poder infiltrarse. Resulta que nosotros (Gonzalo Almendros, Mari Carmen Lobo y este impresentable administrador) fuimos unos pioneros en Europa mientras que un tal DeBano. lo hizo en EE.UU. Se puede observar con sencillez tal formación de hidrofobia en un laboratorio, al calentar los agregados de suelos en una mufla a diferentes temperaturas. Se ve fácilmente como al ir elevándose el calor, finalmente los agregados terminan por impedir o repeler todo el agua con la que entran en contacto, formando burbujas de aire en su superficie al ser pues imposible acceder al interior. Abajo o dejo una relación de algunos artículos nuestros y de Debano, aunque ahora tomaron el relevo colegas más jóvenes, como el Presidente de la SECS Jorge Mataix Solera, entre otros.
Sin embargo, la abundancia de bacterias coliformes merece mención aparte. Personalmente no dudo de que fuera el caso en los incendios analizados. Sin embargo, se trata de microorganismos cuya presencia, y especialmente abundancia depende de las densidades de población y actividades de los territorios afectados. Bien pudiera haber ocurrido que, la presencia de estos microbios fuera debida a la ruptura de fosas sépticas, conducción de aguas residuales y un largo etc. Posiblemente, si lo fuegos se produjeran en áreas menos densamente pobladas, no se hubiera producido tal eclosión microbiológica. Creo que se trata de un tema muy a tener en cuenta.
De cualquier forma, una adecuada planificación territorial paliaría estos desastres en cascada. Recordemos hasta la saciedad que, las repoblaciones con especies de crecimiento rápido como eucaliptos y pinos es totalmente desaconsejable. En la P. Ibérica, tanto Portugal como España sabemos sobradamente los estragos que generan.
Abajo os dejo la noticia y material adicional así como los títulos de nuestras publicaciones y las de Debano, que podéis obtener gratis en Internet.
Juan José Ibáñez
Continúa……….
Paloma ettienne
El incendio de California provocó un aumento en las bacterias y la nubosidad en las aguas costeras
por Esprit Smith para NASA Earth News; Pasadena CA (JPL) 04 de marzo de 2022
El incendio woolsey de noviembre de 2018 en los condados de Los Ángeles y Ventura, en el sur de California, dejó más de una cicatriz de quemadura de casi 100,000 acres: también dejó las aguas costeras adyacentes con niveles inusualmente altos de bacterias fecales y sedimentos que permanecieron durante meses.
Para un nuevo estudio, publicado en Nature Scientific Reports, los científicos combinaron imágenes satelitales, datos de precipitación e informes de calidad del agua para evaluar dos parámetros estándar para la calidad del agua costera después del incendio: la presencia de bacterias indicadoras fecales y la turbidez, o nubosidad, del agua.
Las bacterias indicadoras fecales se originan en los tractos gastrointestinales de los seres humanos y otros animales de sangre caliente. Si bien no son dañinos, indican la presencia de otras bacterias y patógenos que se encuentran en las heces que pueden serlo. La turbidez tiene otras implicaciones: el agua turbia y turbia da como resultado que menos luz solar llegue a la vida marina, como las algas marinas y el fitoplancton, que dependen de ella para sobrevivir.
Cuando llueve, la escorrentía generalmente transporta algunas bacterias y sedimentos de la tierra a las aguas costeras. Pero el enorme aumento en ambos después del incendio fue cualquier cosa menos típico.
«Después del incendio, vimos cambios drásticos en la calidad del agua, particularmente en las playas que drenan el área quemada», dijo la autora principal del estudio, Marisol Cira, candidata a doctorado de UCLA y pasante en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en el sur de California. «En esas áreas, tanto las bacterias coliformes totales como los enterococos fueron mucho mayores que los niveles previos al incendio, al igual que el tamaño de la pluma de turbidez«.
Más específicamente, los investigadores concluyeron que el promedio mensual posterior al incendio de coliformes totales, un gran grupo de bacterias indicadoras fecales que se pueden encontrar en el suelo, en las plantas y en los desechos humanos, fue 10 veces mayor que en cualquier mes en los 12 años anteriores de datos. Enterococcus, que indica la presencia de bacterias que pueden causar enfermedades gastrointestinales, fue 53 veces mayor, y muy por encima de lo que se considera seguro para el uso recreativo del agua. (Las autoridades locales emitieron advertencias de calidad del agua en ese momento).
Para evaluar los niveles de turbidez, el equipo del estudio analizó imágenes satelitales de antes, durante y después del incendio. Pudieron estimar el tamaño de las columnas de sedimentos que se movieron hacia las aguas costeras después de los eventos de lluvia, cuando los niveles de turbidez generalmente aumentan. Descubrieron que las áreas superficiales de penachos de turbidez durante la primera tormenta después del incendio de Woolsey fueron aproximadamente 10 veces mayores que las que siguieron a eventos de lluvia similares de años previos al incendio.
Los investigadores señalaron que los niveles de bacterias se mantuvieron altos hasta febrero de 2019 y tardaron seis meses en volver a los niveles previos al incendio; la turbidez se mantuvo alta durante tres meses antes de volver a los niveles anteriores.
Por qué el fuego es responsable
Durante las condiciones normales, el suelo absorbe gran parte del agua que cae cuando llueve, evitando que una gran cantidad de bacterias y sedimentos lleguen a la costa. Pero después de un incendio, ese no es el caso.
«Cuando un incendio quema un bosque, aumenta la cantidad de basura vegetal en el suelo y cambia la química de los suelos de una manera que los hace incapaces de absorber agua«, dijo Christine Lee, coautora del estudio en JPL. «Entonces, en lugar de ser absorbida por el suelo, la lluvia se escurre hacia los cuerpos de agua locales y los sistemas costeros, transportando sedimentos y bacterias con ella«.
Los investigadores también observaron la cantidad de bacterias indicadoras fecales posteriores al incendio en el agua durante diferentes condiciones climáticas. Encontraron que había más bacterias presentes en clima húmedo que en clima seco; pero, en ambos casos, los niveles mensuales promedio de bacterias mostraron aumentos dramáticos y prolongados sobre los niveles previos al incendio.
«Por lo general, cuando hay un pico de bacterias en el agua, solo dura uno o dos días«, dijo Luke Ginger, científico y coautor del estudio de la organización sin fines de lucro Heal the Bay en Santa Mónica, California. «Pero después del incendio, hubo meses de alto nivel sostenido de bacterias. Así que esa era una gran preocupación».
¿Qué sigue?
Las temporadas de incendios forestales son cada vez más largas e intensas; de hecho, los siete incendios forestales más grandes de California registrados han ocurrido durante los últimos cuatro años.
«El cambio climático probablemente exacerbará los efectos que vemos aquí en términos de calidad del agua a medida que los patrones de incendios forestales y lluvias continúen cambiando», dijo Ginger. «Una parte clave en la protección de nuestros ecosistemas y comunidades es comprender estas amenazas emergentes y difundir la conciencia sobre ellas».
Si bien este estudio examinó solo los efectos del incendio de Woolsey de 2018, un próximo proyecto de la NASA llamado KelpFire, financiado por el Programa de Investigación y Educación de la Universidad Minoritaria (MUREP) de la NASA, explorará cuencas costeras adicionales en California. Este esfuerzo profundizará en cómo los impactos relacionados con el fuego como los discutidos en este estudio afectan al ecosistema costero en general, como los bosques de algas marinas.
Algunos artículos nuestros publicados sobre el tema
Almendros,G., Polo,A., Ibáñez,J.J. & Lobo,M.C. 1984. Contribución al estudio de la influencia de los incendios forestales en las características de la materia orgánica del suelo. Rev. Écol. Biol. Sol, 21(1): 7-20. (Since 1992, vol. 29, journal retitled European Journal of Soil Biology).
Almendros,G., Polo,A., Lobo,M.C. & Ibáñez,J.J. 1984. Contribución al estudio de la influencia de los incendios forestales en las características de la materia orgánica del suelo. II. Transformaciones del humus por ignición en condiciones controladas de laboratorio. Rev.Écol. Biol. Sol, 21(2): 145-160. (Since 1992, vol. 29, journal retitled European Journal of Soil Biology).
Ibáñez,J.J., Lobo,M.C., Almendros,G. y Polo,A. 1983. Impacto del fuego sobre algunos ecosistemas edáficos de clima mediterráneo continental en la zona centro de España. Bol. Est. Cen. Ecol., 12(24): 27-42.
Lobo,M.C. e Ibáñez,J.J. 1985. Aportaciones al estudio de la estructura del sistema trófico en suelos afectados por incendios forestales. Aplicación del sistema de Electro-ultrafiltración. An. Edafol. Agrobiol., XLIII (11-12): 1527-1544.
Almendros,G., Ibáñez,J.J., Lobo,M.C. y Polo,A. 1983. Efecto del fuego en las características del humus en un bosque de la zona del Pantano de S. Juan (Madrid). Resum. VI Reun. Bien. Soc. Esp. Hist. Nat., Setiembre 1983, Santiago de Compostela.
Algunos post previos nuestros publicados sobre el tema
Abandono de Tierras, Éxodo Rural e Incendios Forestales
Incendios forestales y Suelos Quemados
Enlaces de Interés citados en el texto
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