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Horizontes fuertemente orgánicos de las macetas y macetones de la casa de este impresentable Blogger. Fíjense en el espesor del horizonte orgánico, sin abono de ningún tipo excepto su propio  pisssssss. Foto: Juan José Ibáñez

¿Puede el pis ayudar a alimentar al mundo?. Así versaba la nota de prensa sobre la cual publicamos nuestro post titulado Orina humana, sostenibilidad y Seguridad Alimentaria. Pues bien, debido al escatológico éxito de aquel post, así como a mis “incontinentes estudios” sobre el tema llevados a cabo en mi propia casa, hoy os redacto como primicia mundial” los resultados de 15 años de indagaciones. Repitamos la pregunta: ¿Puede el pis ayudar a alimentar al mundo?…. Necesariamente debo enfatizar que la respuesta es afirmativa. ¿Y fertilizar las plantas de las macetas, macetones y jardines caseros? Pues no, no resulta necesario fertilizarlas, al menos en unas zonas urbanas densamente contaminadas por la escasa calidad del aire, rico también en sustancias tan nutritivas como contaminantes y las venenosas. ¿Qué experimento he llevado a cabo? Simplemente, utilizar unas tres veces al año mi propia orina. Las deposiciones atmosféricas, van al ritmo de las veleidades de políticos y ciudadanos, aunque también colaborar para bien y para mal. Tal modo de proceder ha permitido que no usara fertilizantes de ningún tipo. Ya comentamos en un post precedente que la orina resulta ser rica en los nutrientes de los fertilizantes más utilizados, es decir NPK (nitrógeno, fósforo y potasio), más otros oligoelementos. No soy un troglodita, es decir no se trata de salir a “mear a la terraza”, sino de que, una vez por trimestre, recogía mis purines en un recipiente y durante un  tiempo (dependiendo el número de macetas y macetones que uno atesore) los aplicaba en cantidad “moderada”. Y así crecieron, sin más problemas que algunas escasas plagas que atajé con métodos biológicos y sabiduría edafológica, hasta árboles que alcanzaron más de tres metros de altura y un magnolio de cinco. Ahorro de dinero, pero también colaborar a evitar contaminar las aguas.   

Sin embargo, deben tomarse algunas medidas adicionales muy sencillas. Por ejemplo: ¿por qué retiramos los restos muertos de las plantas?, es decir la denominada necromasa de la que tanto os he hablado.  Cuando no se ha producido ninguna plaga, deben dejarse secar y una vez perdida el agua desmenuzar en trocitos pequeños, dejándolos donde los recogimos. Estos aportan carbono orgánico, algún nutriente y tamponan las fluctuaciones de las temperaturas, evitando, por ejemplo, el efecto de las heladas, aireando adicionalmente el suelo. Del mismo modo, no espante a las aves urbanistas que visiten su hogar. Ellas también depositarán sus heces, ayudando a fertilizar estos huertos florales.

La enmienda con la orina, la realizo cuando el suelo no se encuentra ni muy seco, ni muy húmedo, de tal modo que no se lixivie y salga inmediatamente a través del agujero impidiendo el drenaje, por exceso de liquido o por las grietas quese producen en el medio edáfico la escasez de agua en las épocas de precipitaciones escasas. De este modo favorecemos que los nutrientes urinarios, sean retenidos por los agregados del suelo. Me comentaba un amigo botánico, pero que también trabaja en la jardinería de casas particulares que, la mayor parte de las plantas mueren en Madrid, por el exceso de agua, es decir debido a que se riegan más de la cuenta, anegando el suelo y no dejando respirar las raíces de los vegetales. Dar a la vida lo que esta necesita: ¡No te excedas compañero(a), que el agua es un recurso escaso.

Sin embargo, barrunto que deben surgir limitaciones, como mínimo por el principio de precaución. Cuando enfermamos de alguna infección solemos ingerir antibióticos y/o otras sustancias muy tóxicas. Cuando el consumo es excesivo, se secreta por la orina, pudiendo causar la muerte de los microrganismos del suelo. En estos casos, la presencia de niños pequeños que pueden llevarse a la boca parte del suelo debe evitarse, ya que potencialmente se corre el riesgo de que enfermen.

¿Y las Plagas? Durante los primeros años de vivir en mi vivienda actual, algunas plantas, tenía problemas con las cochinillas. Empero curiosamente, a pesar de que, por aquel entonces, primero utilice un plaguicida específico (prohibido excepto en casos imprescindibles), y luego mis propias manos (lucha biológica), al año siguiente volvía a resurgir el problema. Pero un día leyendo material bibliográfico para redactar un post sobre los insectos sociales del suelo, me topé con el comportamiento de unas hormigas concretas muy curiosas. Eran ganaderas y sus rebaños consistían en manadas de cochinillas, de las que a la postre se alimentaban. Así pues… pensé….. el problema son las hormigas, que no su ganado, es decir las cochinillas. Dicho y hecho., comencé una batalla campal contra las hormigas y sus nidos. Finalmente fueron vilmente derrotadas y las cochinillas también desaparecieron.

Conociendo, razonando y ensayando podríamos evitar el uso de sustancias tóxicas y/o contaminantes, ahorrado dinero y mejorando la calidad ambiental. Echar la mano a los agroquímicos tan solo beneficia a las multinacionales y fomenta su propia pereza.

¡No yo contamino!, utilizo la orina al modo tradicional. Pero cuidado, en su casa usted alberga miles de ¡contaminantes!. Lea completa la siguiente noticia………..

Fíjense en el suelo ricamente orgánico de las macetas de mi terraza.

Juan José Ibáñez

Continúa……

La Comisión Europea propone eliminar miles de sustancias químicas presentes en casa

El veto afecta a productos de uso común como cosméticos, ropa o sartenes antiadherentes

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Cadena SERHoy – 13:18 h CEST

La Comisión Europea ha presentado una hoja de ruta para restringir el uso de miles de sustancias químicas presentes en productos tan cotidianos como latas de conserva, ropa impermeable, cosméticos o utensilios de cocina antiadherentes. Se trata de una propuesta que tiene que recibir todavía el visto bueno de los estados, pero de salir adelante sería el veto más grande que se haya hecho nunca a este tipo de sustancias. «Estas sustancias químicas se llaman contaminantes cotidianos porque están en todas partes», resume Tatiana Santos, responsable de políticas de productos químicos de la Oficina Europea de Medio Ambiente……..Son sustancias que podemos encontrar en biberones, pañales, chupetes, ropa, menaje de cocina, muebles, o cosméticos y que, en determinados casos, pueden provocar problemas de salud. «Son sustancias muy tóxicas que pueden provocar cáncer, trastornos hormonales, de fertilidad, obesidad, diabetes y otras enfermedades», puntualiza Santos.

Una de esas sustancias son los PFAS, también conocidos como contaminantes eternos porque se mantienen durante años en el medioambiente. Santos menciona, de hecho, que el 99% de la población tiene este tipo de sustancias en su cuerpo y que pasan de padres a hijos……….

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