paradoja-alimentaria-en-LA

Fuente: Colaje imágenes Google

La Comunidad Ambiental vivió/sufrió desde finales de 2022 y principios de 2023 a golpe de convenciones y reuniones, una detrás de otra. La última, a fecha de abril de 2023, fue la: “Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua 2023”. Ver Por ejemplo: (i) El agua: en el centro de la crisis climática o (ii) Conferencia sobre el agua: 689 compromisos para no que no pasemos sed. No hablaremos acerca de los resultados, simplemente resumamos que si en las dos primeras hubo compromisos y se prometieron dotaciones económicas (que, con independencia de su idoneidad, jamás se liberan en su totalidad) en la segunda abundan los compromisos, pero nadie se comprometió formalmente a poner un Euro. Abajo os dejo buena información de esta última, como ya hice con las dos anteriores. Los contenidos son interesantes, al margen de que debemos aparentar que todo cambia para que toda sigua igual. Nada nuevo bajo el sol.

Eso sí, como investigador en edafología, observo con una sonrisa en los labios como paulatinamente se presta atención a los recursos edáficos. Por ejemplo, en las tres notas de prensa que os mostramos abajo se menta la indiscutible importancia de los suelos (en siete ocasiones), tema soterrado hasta hace pocos años en el inconsciente colectivo de nuestros gobernantes, científicos y ciudadanos.

Sin embargo, todos deberíamos reflexionar sobre la siguiente hipótesis, dado que gran parte de los mensajes pivotan merodeando un mismo eje, tan simple como: “la civilización actual es progresivamente más insustentable y como corolario la degradación ambiental también”. Todos los componentes del sistema biogeosférico, están interconectados entre sí, por lo que: ¿Por qué no juntarlos y analizarlos holísticamente en una misma convención?

Todo ello me recuerda al insondable misterio de la religión católica al que se denomina la “Santísima Trinidad”: “Un solo problema y tres entidades distintas”. Se me antoja absolutamente ridículo, ya que “divide y vencerás”, como suele ser práctica en las estrategias políticas y militares. 

En mi humilde opinión, más que un tema baladí, resulta ser capital, con vistas a encarar el crudo, largo e infernal invierno que nos espera. Y como bien especifica el refrán “los árboles no nos permiten ver el bosque”. Si uno atiende a analizar los documentos, observará que las causas son las mismas, como también las soluciones, tan solo que son examinadas desde diferentes enfoques o perspectivas (clima, vida, agua), como la santísima trinidad. No me extraña que la religión hable de “misterio”. Pero en este terrenal caso, es decir el tema que nos incumbe, la razón es siempre humana: su soberana estupidez para debatir hasta la saciedad acerca del «sexo de los ángeles”, al que también denominamos “discusiones bizantinas”. Si los tres se encuentran interconectados e interdependientes, o arreglamos los tres o no lo haremos con ninguno.

Como comenté hace ya muchos años, hablar de sistema climático, resulta desafortunado, confuso y confundente. Sustituir el vocablo por el de sistema biogeosférico o alguno de la misma guisa, debería ser clarificador o prioritario. ¿Porqué no biogeosfera en lugar de sistema climático?. ¿Porque Decir Cambio Climático y no Degradación Ambiental?.

Más aun, en las alternativas que se proponen, con vistas a paliar los desmanes contra la biogeosfera planetaria, cada día se enfatiza más en el verdadero meollo del problema, que no es otro que la insostenibilidad de los sistemas geopolíticos y geoeconómicos que padecemos y de la dictadura del tecnoliberalismo, guiado acríticamente por una tecnociencia travestida de ciencia, aunque la segunda parece ser la primera sin cortapisas éticas y morales, es decir al servicio de los poderosos. Y así, actualmente, la ciencia no tiene moral. Por ello vuelven a repetirse razones de peso mil veces manoseadas (aunque no exentas de razón) como el crecimiento demográfico, la conveniencia del decrecimiento económico, un gran reseteo, y la erradicación de las enormes desigualdades entre los ciudadanos de las naciones del mundo.

La paradoja deviene en que los que nos conducen hasta aquí, es decir unos  los lobos que se vistan con pieles de cordero, últimamente espetan: ¿Hacia una Nueva Gobernanza Mundial?: La Globalización Cuestionada por el Capitalismo o El Gran Reseteo: ¿Hacia una Sociedad Sustentable?: Foro Davos, Foro Económico Mundial y el Cuento de Caperucita Roja. ¡cinismo sin fronteras!.

Los investigadores también tenemos parte de culpa, por cuanto los pertenecientes a los diferentes estamentos involucrados hasta la fecha (léase climatólogos, ecólogos, hidrólogos, etc..) prefieren este trinísimo formato”, y así poder espetar en voz más alta la gravedad de “su” problema y seguidamente exigir la necesidad de más y más fondos y personal para sus respectivos ámbitos de indagación/incumbencia. En un foro único no podrían vociferar tantas veces, ni tan alto, y como corolario, menos fondos, fama y gloria.

También están los que no se enteran de nada y echan más leña al fuego, como en la siguiente noticiaEl agua embotellada se bebe los recursos para dar agua potable a todo el Planeta ¿¿??, confundiendo el dinero que transita en este negocio con el ¿calculado? para saciar con agua sana y limpia la sed de la especie humana. Estos sedientos ¿investigadores? confunden verdades, falsas verdades, mentiras, malditas mentiras y estadísticas. Que conste que personalmente también detesto este modelo de negocio, tan inmoral como fraudulento. Empero su desiderata y más aún el titulo es pura bazofia.

Lo dicho, en lo que respecta al Planeta, nos dirigimos hacia el refrán de “entre todos la mataron y ella sola se murió”.

Os dejo pues con la noticia remarcando cuando se habla de suelos. 

Juan José Ibáñez

Continúa……….

Por qué necesitamos una nueva economía del agua como bien común

Las presiones antropogénicas y el cambio climático están alterando los flujos de agua en todo el mundo. Se necesita una mejor comprensión, un nuevo pensamiento económico y un marco de gobernanza internacional para evitar una catástrofe. Johan Rockström, et al.

El agua es el alma de nuestro planeta, esencial para mantener vivos a los humanos y a todas las plantas y animales. Ayuda a hacer circular el carbono y los nutrientes en el aire y en los suelos, y regula el clima. Durante milenios, el ciclo del agua de la Tierra ha proporcionado suministros confiables y condiciones sostenidas propicias para el desarrollo humano. Sin embargo, las presiones antropogénicas ahora están desequilibrando el ciclo, amenazando con socavar la confiabilidad de la lluvia misma.

Los impactos ya se están sintiendo en todo el mundo: en inundaciones devastadoras, como las de Pakistán el año pasado que mataron a 1.500 personas y afectaron a dos tercios de los distritos del país, y en sequías severas como las cinco temporadas de lluvias fallidas consecutivas que han llevado a más de 20 millones de personas al punto de morir de hambre en el Cuerno de África. Mientras tanto, más de 2 mil millones de personas aún carecen de acceso a agua potable, un niño muere cada 17 segundos de enfermedades transmitidas por el agua y 3 mil millones de personas enfrentan inseguridad alimentaria debido a la escasez de agua, cifras que podrían crecer con la población mundial a menos que mejore el suministro de agua (ver go.nature.com/3jkgtry).

Los administradores del agua siempre han tenido que lidiar con la variabilidad natural, construyendo embalses más grandes y aprovechando los acuíferos para combatir la escasez, por ejemplo. Pero los desafíos y tendencias actuales en el resto de este siglo exigen un enfoque completamente diferente: una sacudida radical en la forma en que se gobierna, gestiona y valora el agua, desde las escalas locales hasta las globales, incluida una reevaluación de las necesidades humanas de agua (véase la información complementaria, recuadro S1).

Hoy en día, el sector se concentra en flujos de agua dulce «azul», líquido que se escurre de la tierra y se almacena en ríos, lagos, embalses y acuíferos subterráneos. Las empresas de servicios públicos capturan y extraen esta agua localmente para beber y saneamiento, riego agrícola e industria. Asumen que se repondrá continuamente, naturalmente, dentro de los rangos históricos. En muchos lugares, esa premisa ya no se sostiene.

Mientras la ONU se reúne, hacer que el agua sea central para la acción climática

Cada 1 °C de calentamiento global aumenta la precipitación media global en un 1-3%, y podría aumentar hasta un 12% para fines de siglo en comparación con el período 1995-2014.1. Los impactos se sentirán de manera desigual, con el aumento de la frecuencia y la gravedad de las inundaciones y las sequías. La deforestación, la degradación de la tierra y el desarrollo de infraestructura también están alterando los patrones de precipitación y afectando de dónde proviene y termina el agua.2. La extracción excesiva para el riego y la industria está agravando la escasez de agua en las cuencas fluviales, desde el Colorado en los Estados Unidos y el Yangtze en China hasta el Murray-Darling en Australia.

Para hacer frente a estos crecientes desafíos, el agua debe ser reformulada como un bien común global. Eso significa que los Estados establezcan una obligación bajo el derecho internacional de proteger el ciclo global del agua para todas las personas y generaciones, y reconozcan que las acciones en un lugar tienen impactos en otro, por ejemplo, que la deforestación en Brasil afecta las precipitaciones en Perú. Significa evaluar el papel y el valor económico no solo del agua dulce azul, sino también del agua «verde» que se mantiene en el aire, la biomasa y los suelos. Y significa que los gobiernos y los sectores privados reformulen sus roles y responsabilidades, para desarrollar objetivos, políticas y fondos que puedan remodelar los mercados y administrar mejor los suministros mundiales de agua.

Todos estos desafíos deben examinarse en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua que se celebrará en Nueva York esta semana, la primera reunión de este tipo en casi 50 años. Aquí, destacamos tres áreas en las que la investigación es muy necesaria para apoyar las discusiones.

Comprender completamente todos los flujos de agua dentro y entre las naciones

La gestión del agua dulce a escala mundial significa ir más allá de nuestra fijación actual en la captura de agua azul, que constituye el 35% de toda el agua dulce en tierra, para abarcar también el agua verde, que constituye el 65% restante (véase la información complementaria, Fig. S1). Los flujos de humedad y vapor de la tierra y la vegetación son esenciales para regular el ciclo del agua y asegurar las lluvias futuras, así como para permitir el secuestro de carbono en los suelos y los bosques.

A nivel mundial, hasta la mitad de la precipitación terrestre se origina en agua verde evaporada sobre la tierra, y el resto de la evaporación sobre el océano.3. Por lo tanto, los cambios en el paisaje pueden alterar los suministros de agua en las regiones a favor del viento, así como cambiar los climas locales y los flujos de los arroyos. Por ejemplo, la deforestación en la cuenca del Congo reduce las precipitaciones en los países vecinos, e incluso al otro lado del Atlántico en el Amazonas. El riego pesado de los cultivos en la India puede aumentar el flujo del río Yangtze en China, a través de la humedad transportada a sotavento4.

Inundaciones repentinas: ¿por qué hay más de ellas devastando las regiones más secas del mundo?

Por analogía con las cuencas hidrográficas en tierra, los investigadores se refieren a «cuencas de precipitación» y «cuencas de evaporación» en la atmósfera. En pocas palabras, un cobertizo de precipitación es de donde proviene la lluvia y un cobertizo de evaporación es donde va la evaporación. (Aquí, la evaporación se refiere a la evaporación total del océano y los flujos de agua verde de la tierra, incluso del suelo y los cuerpos de agua, así como la transpiración de la vegetación).

Los investigadores necesitan comprender mejor cómo interactúan estos procesos y cómo los flujos atmosféricos de vapor de agua conectan diferentes regiones. Está surgiendo una nueva visión de la interconectividad, mediante la combinación de bases de datos meteorológicas (incluidas las relativas al vapor de agua, la humedad, la velocidad y la dirección del viento) y modelos informáticos que conectan las fuentes probables y los sumideros.

Para ilustrar, utilizamos dichos datos3,5 para calcular volúmenes, relaciones y flujos de evaporación y precipitación en varias regiones (véase «Cuencas atmosféricas», «Flujos de humedad terrestre a través de las fronteras» e Información complementaria, Fig. S2). En general, los países donde los vientos predominantes soplan desde el océano tienen una fuente abundante y constante de humedad y poca dependencia de otras naciones. Los países sin litoral son más vulnerables a la variabilidad natural y a las prácticas de los vecinos sobre las que no tienen control.

Por ejemplo, Brasil es en gran medida autosuficiente en agua verde y precipitaciones. Encontramos que alrededor del 60% de su lluvia proviene de la humedad evaporada del Atlántico y el 35% de la humedad de las tierras brasileñas, incluida la selva amazónica (ver Información complementaria, Fig. 2a). Gran parte de esta humedad en el aire permanece dentro del país, atrapada por los altos Andes. Pero Brasil también exporta el 25% de su agua verde a países a favor del viento, como Argentina, Bolivia y Colombia. Las precipitaciones en estas naciones disminuirán si continúa la deforestación en la Amazonía6, sin embargo, no existen arreglos políticos o institucionales para abordar esta dependencia.

Mientras tanto, los patrones de lluvia en el África subsahariana están estrechamente entrelazados. Nigeria obtiene el 64% de la humedad que precipita sus precipitaciones desde dentro del continente; de estos, el 22% proviene de dentro y el 42% de fuera de sus fronteras, predominantemente de la cuenca del Congo. A su vez, la tierra nigeriana aporta el 43% del agua evaporada que genera lluvias en países vecinos como Camerún, Guinea y Ghana. Por lo tanto, todos los suministros de agua de estos países están en riesgo de deforestación en África central.

China también depende en gran medida (74%) del agua evaporada de la tierra para su precipitación. De eso, el 44% proviene de la humedad reciclada internamente, y el resto de vecinos contra el viento, incluidos India, Kazajstán y Rusia. La humedad de la tierra china también tiene un papel importante en las precipitaciones en Asia Central y la meseta tibetana.

Además, ningún país adquiere más de la mitad de su humedad dentro de sus propias fronteras, lo que implica que incluso los países más grandes dependen de la evaporación de otras áreas para mantener sus precipitaciones. Incluso Rusia, la más autosuficiente en precipitaciones y con el 45% de su humedad reciclada internamente (ver Información complementaria, Fig. S2a), sigue dependiendo en gran medida de los países vecinos (20%) y del océano (35%).

Esta sorprendente visión de interdependencia supera los problemas transfronterizos existentes en torno a ríos, lagos y aguas subterráneas, que son el foco habitual de la gobernanza y las disputas por el agua. Por ejemplo, la represa del Gran Renacimiento Etíope en el Nilo Azul tiene un impacto en los suministros a Sudán y Egipto río abajo. Los investigadores deben estudiar cómo podrían crecer las divisiones entre países una vez que se comprenda mejor la interdependencia.

Para informar las políticas, los científicos deben evaluar las reservas de agua y los flujos de agua verde y azul, a nivel local y mundial, utilizando satélites, big data y modelos del sistema terrestre. Los investigadores necesitan saber dónde y a través de qué procesos el cambio global está cambiando los ciclos y el suministro de agua dulce. Los impactos y costos de los eventos extremos, como el cultivo de suelos y los extremos del flujo de los ríos, deben estudiarse en el contexto de las cuencas de precipitación y las cuencas de evaporación.

Los hidrólogos, economistas y politólogos deberán establecer presupuestos para el agua verde y azul en todas las escalas, manteniendo las fuentes y los patrones de agua dulce dentro de los rangos típicos de los últimos 12,000 años durante los cuales evolucionaron las civilizaciones humanas (la época del Holoceno). Sin embargo, análisis recientes sugieren que características como la humedad del suelo ya se están desviando de los rangos históricos en algunos lugares, siendo más húmedos o más secos.7.

Repensar cómo se valora el agua y quién la «posee»

Tratar el agua como un recurso colectivo requiere repensar su economía. Actualmente, el agua azul se gestiona y regula en gran medida como un bien público para el consumo de agua potable y el saneamiento. Sin embargo, la propiedad pública infravalora el agua, en el sentido de que el acceso de una persona no limita el de otra, a pesar de que el agua es un recurso finito. Esto promueve un uso excesivo, insostenible e inequitativo. Y desalienta la inversión privada. En 2015, la inversión del sector privado en agua a nivel mundial representó menos del 5% del total de fondos asignados a telecomunicaciones, energía, transporte y otros servicios básicos.8.

El decrecimiento puede funcionar: así es como la ciencia puede ayudar

Los países ricos pueden crear prosperidad utilizando menos materiales y energía si abandonan el crecimiento económico como objetivo. Por el contrario, al agua verde no se le da ningún valor económico, a pesar del hecho de que impulsa el desarrollo económico, estabiliza el cambio climático y asegura la precipitación. Puede ser público, privado o un bien común, dependiendo de dónde se encuentre.

Para gestionar tanto el agua azul como la verde como un bien común global, los gobiernos deben remodelar los mercados del agua, no simplemente arreglarlos cuando fallan. Los gobiernos deben monitorear la humedad del suelo y los flujos de vapor, y establecer políticas que valoren estos flujos como capital natural. La gobernanza y la gestión del agua deben abarcar todas las escalas, conectando las cuencas hidrográficas locales, las cuencas fluviales, las cuencas de precipitación y evaporación y, finalmente, el mundo.

Para atraer negocios e inversiones, los economistas deben valorar el agua como un activo que genera funciones y servicios para el bienestar humano. Esto podría seguir, por ejemplo, el marco establecido en la Dasgupta Review sobre la economía de la biodiversidad, publicada por el gobierno del Reino Unido en 2021 (ver go.nature.com/2om5hho), que establece el valor del capital natural y gestiona los activos naturales dentro de un marco de sostenibilidad. Los investigadores deben evaluar la cantidad de agua verde necesaria para mantener la biodiversidad y los sumideros de carbono en los ecosistemas. Y deben evaluar el «costo social del agua» (similar al «costo social del carbono»), que considera los costos para la sociedad de las pérdidas y daños causados por los extremos del agua y no cumplir con el suministro básico de agua para las necesidades humanas.

Siempre que las empresas privadas se beneficien de subsidios públicos, garantías, préstamos, rescates y adquisiciones, los gobiernos podrían imponer condiciones a los contratos para maximizar los beneficios públicos. Por ejemplo, las enmiendas de 1996 a la Ley de Agua Potable Segura en los Estados Unidos promovieron el acceso equitativo al agua mediante la creación del Fondo Rotatorio Estatal de Agua Potable para subsidiar a las empresas que proporcionan agua a las comunidades desfavorecidas. Del mismo modo, la Ley CHIPS y Ciencia de los Estados Unidos de 2022 obliga contractualmente a los receptores de fondos a maximizar la eficiencia con respecto al agua, los residuos y la electricidad.

Deben desarrollarse nuevas formas de acuerdos público-privados, incluidos permisos, derechos de propiedad y adquisiciones, para contrarrestar el comportamiento de búsqueda de rentas y extracción de valor que ha plagado algunos sectores nacionales del agua. En Inglaterra, por ejemplo, desde la privatización de la industria del agua en 1989, se han pagado £ 72 mil millones (US $ 88 mil millones) a los accionistas como dividendos, mientras que la infraestructura obsoleta ha dejado el sistema de agua plagado de fugas y descargas de aguas residuales.

Algunos trabajos preliminares para remodelar la economía del agua han comenzado: dos de nosotros (M.M. y J.R.) somos líderes de la Comisión Global independiente sobre la Economía del Agua (watercommission.org), que se lanzó en mayo de 2022 en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza. El grupo está evaluando los impactos en el ciclo hidrológico global del cambio climático y ambiental, así como las interdependencias de los países y la cooperación internacional necesaria para tratar el agua como un bien común global. Un llamado a la acción (ver go.nature.com/3zxnw54) y un primer informe de revisión (ver go.nature.com/3twxsok) se publicaron la semana antes de la Conferencia del Agua 2023 de la ONU.

Comience localmente y construya globalmente

La gestión eficaz del agua como un bien común global comienza localmente. Los gobiernos nacionales, las ciudades y las regiones deben definir «misiones» orientadas a objetivos que se sumen a nivel mundial. Por ejemplo, las naciones podrían comprometerse a garantizar que el suministro de agua verde y azul en el ciclo hidrológico dentro de sus fronteras permanezca dentro de un rango manejable, definido por límites o límites planetarios seguros.9. Los objetivos y las estrategias deben diseñarse para iniciar la coordinación, la financiación y las innovaciones.10. Por ejemplo, la Directiva Marco del Agua de la Unión Europea ha requerido, desde 2000, que los estados miembros de la UE desarrollen planes de gestión de cuencas fluviales conjuntamente con el público. Las obligaciones se revisan cada seis años, y el incumplimiento conlleva sanciones legales. Aunque se han realizado progresos, una mayor coordinación de los esfuerzos y el seguimiento contribuirían a aprovechar todo el potencial de la Directiva.11.

Todos los sectores deben participar. La producción de alimentos, por ejemplo, representa alrededor del 75% del consumo de agua dulce a nivel mundial, siendo India el mayor consumidor. India podría, por ejemplo, centrarse en garantizar la continuidad del suministro de alimentos sin imponer presiones sobre el uso nacional del agua verde y azul. Los procesos de producción y consumo deben rediseñarse para minimizar el desperdicio de agua y maximizar el intercambio de agua.

En Australia, la agencia científica nacional, CSIRO, está trabajando para reducir los impactos económicos de las sequías del país en un 30% esta década, haciendo que los datos climáticos sean accesibles para los agricultores para permitirles tomar decisiones informadas sobre el uso del agua. Otros países, como Kenia, están explorando «créditos de agua verde» que recompensan la gestión del agua río arriba beneficiosa para las áreas río abajo.12.

La cooperación y el intercambio de conocimientos serán cruciales para unir las estrategias locales y globales. Al igual que con la contabilidad de gases de efecto invernadero y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la ONU y otros organismos deberán desarrollar mecanismos para supervisar los recursos hídricos del planeta; las discusiones sobre cómo hacerlo deben comenzar esta semana en la ciudad de Nueva York. Nada de lo que nos planteamos aquí será fácil. Pero el futuro del torrente sanguíneo de la Tierra está en juego.

Naturaleza 615, 794-797 (2023)

doi: https://doi.org/10.1038/d41586-023-00800-z

Referencias

  1. Cambio climático 2021: la base de la ciencia física. Contribución del Grupo de Trabajo I al Sexto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (eds Masson-Delmotte, V. et al.) (Cambridge Univ. Press, 2021).

La primera conferencia mundial sobre el agua en 50 años produce cientos de promesas y cero cheques

Nina Lakhani y Oliver Milman en Nueva York

Los compromisos no vinculantes, la escasez de datos científicos y la escasa representación del sur global dejaron mucho que desear en la cumbre

Sáb 25 Mar 2023 00.15 GMT

La primera conferencia mundial sobre el agua en casi medio siglo ha concluido con la creación de un nuevo enviado de la ONU para el agua y cientos de promesas no vinculantes que, de cumplirse, conducirían al mundo hacia el acceso universal al agua potable y al saneamiento.

La cumbre de tres días en Nueva York estimuló casi 700 compromisos de gobiernos locales y nacionales, organizaciones sin fines de lucro y algunas empresas para una nueva Agenda de Acción del Agua, y el progreso en la mezcolanza de promesas voluntarias será monitoreado en futuras reuniones de la ONU. La ONU también creará un nuevo panel científico sobre el agua.

Conferencia de la ONU escucha letanías de desastres hídricos vinculados a la crisis climática

Leer más

En general, los organizadores dijeron que estaban contentos de que los gobiernos y los representantes de la academia, las industrias y las organizaciones sin fines de lucro se hubieran reunido para discutir el tema a menudo descuidado del agua y comprometer miles de millones de dólares para mejorar la seguridad del agua.

Pero admitieron que se necesitaba más que un conjunto de compromisos voluntarios, como un acuerdo global formal, como los acuerdos climáticos de París de 2015 y el pacto de biodiversidad de Montreal de 2022, así como mejores datos y un mecanismo financiero internacional para salvaguardar los suministros de agua.

«Esta conferencia no nos dio un mandato para esto, pero reunimos al mundo para garantizar que haya un seguimiento», dijo Henk Ovink, enviado especial para el agua para los Países Bajos, que coorganizó la conferencia junto con Tayikistán. «Hemos fragmentado la gobernanza del agua en todo el mundo, hemos fragmentado las finanzas y no tenemos suficiente ciencia y datos».

«Sabemos que nuestro trabajo aún no ha terminado y, de hecho, nos estamos quedando atrás en nuestra tarea», dijo Tharman Shanmugaratnam, ministro principal de Singapur y copresidente de un diálogo interactivo de la cumbre. «Pero sabemos que el trabajo se puede hacer. Ahora debemos tratar el agua como un bien común global que debe protegerse colectivamente, en interés de todas las naciones».

Al clausurar la histórica cumbre, António Guterres, secretario general de la ONU, instó a todos a convertir las promesas en acción. «Todas las esperanzas de la humanidad para el futuro dependen, de alguna manera, de trazar un nuevo curso para gestionar y conservar el agua de manera sostenible … Tiene que estar en el centro de la agenda política».

La ONU advierte sobre «drenar la sangre vital de la humanidad» en medio del empeoramiento de la escasez de agua

Leer más

Las conversaciones terminaron con un amplio acuerdo de que el agua debe ser tratada como un bien común global, y que el enfoque mundial del agua debe estar menos aislado dado su nexo con la crisis climática y los alimentos, la energía y la seguridad nacional. Pero sin un acuerdo internacionalmente vinculante, los expertos temen que las promesas puedan disminuir, ya que será difícil hacer que los gobiernos, la industria y las instituciones financieras rindan cuentas.

El viernes por la mañana, más de 100 expertos en agua de instituciones de investigación y grupos de la sociedad civil de los cinco continentes enviaron una carta al secretario general de la ONU criticando la falta de «responsabilidad, rigor y ambición» en la conferencia, argumentando que la escasez de rigor científico y acuerdos vinculantes no lograrán garantizar el futuro del agua más justo, resistente y sostenible que se necesita con urgencia.

«Tratar de resolver uno de los mayores desafíos que enfrenta la humanidad con compromisos voluntarios y soluciones basadas en evidencia a medias es como llevar un cuchillo a un tiroteo: simplemente no es lo suficientemente bueno y representa una traición a los pobres del mundo que soportan la peor parte de la crisis del agua», dijo Nick Hepworth, director ejecutivo de Water Witness.

Charles Iceland, director global de agua en el Instituto de Recursos Mundiales, dijo que solo alrededor de un tercio de estos anuncios fueron «cambios de juego» que mejorarían sustancialmente la crisis del agua. «Creo que los compromisos voluntarios son un buen comienzo… Cada compromiso voluntario tiene un lugar donde se habla de cuánto dinero está disponible, la mayoría de ellos lo dejaron en blanco».

Como joven sin afiliación a una gran organización, no había oportunidad de compartir experiencias de mi comunidad.

Maná Omar

«Necesitamos un acuerdo de París para el agua a nivel mundial, y planes nacionales de agua para cada país, y planes regionales de agua para cada cuenca y acuífero compartidos», agregó Islandia.

Alrededor del 90% de los impactos climáticos están relacionados con el agua, demasiado, muy poco o demasiado sucio, pero solo el 3% de la financiación climática se dedica actualmente a los sistemas de agua del mundo. Los conflictos relacionados con el agua han aumentado considerablemente en los últimos años a medida que disminuyen las fuentes, incluidas muchas disputas internas entre habitantes urbanos y rurales, y pastores y agricultores, según una investigación del Instituto del Pacífico.

Casi 7.000 personas asistieron a la conferencia, pero el sector privado y el norte global estuvieron mucho mejor representados que los expertos y las comunidades con inseguridad hídrica en la primera línea de la crisis del agua desde el sur global, muchos de los cuales fueron excluidos debido a barreras financieras y de visa. Solo una docena de líderes mundiales asistieron a la conferencia, y no hubo protestas y pocos activistas para denunciar las hipocresías del gobierno y las empresas.

Mana Omar, de 28 años, una de las pocas activistas de Fridays for Future Africa en obtener una visa, dijo: «Como joven sin afiliación a una gran organización, no hubo oportunidad de compartir experiencias de mi comunidad», dijo Omar, quien es del árido condado de Kajiado en Kenia, donde las niñas y mujeres de las comunidades indígenas pastorales se enfrentan a un empeoramiento de la violencia de género a medida que la sequía las obliga a viajar más lejos para encontrar agua.

«La agenda de acción sobre el agua debería incluir diversas experiencias, pero faltan demasiadas comunidades y no hay nada legalmente vinculante, así que ¿cómo podemos hacer que los países rindan cuentas?», agregó Omar.

Un portavoz de la ONU dijo que no estaban al tanto de ningún problema de acceso.

La conferencia tampoco abordó la violencia y las amenazas que enfrentan las comunidades que intentan proteger las fuentes de agua menguantes de la minería, la agricultura industrial y otras industrias contaminantes. «Es un evento muy burocrático donde solo las grandes ONG, los gobiernos y las empresas privadas podrían expresarse», dijo Juan Gabriel Martínez, de 34 años, un defensor de la tierra y el agua de Manizales, Colombia, donde la comunidad está siendo atacada por milicias armadas.

Una cuarta parte de la población mundial todavía no tiene acceso a agua potable, mientras que la otra mitad carece de saneamiento básico, que es uno de los objetivos de desarrollo sostenible para 2030. El progreso ha sido lento debido a la falta de inversión financiera de los países ricos, que se ha movido hacia préstamos y no subvenciones, voluntad política insuficiente y un enfoque aislado del agua. Al ritmo actual, el acceso universal al agua potable y al saneamiento no se logrará durante décadas después del objetivo de 2030.

Samuel Godfrey, principal asesor de recursos hídricos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, dijo: «Lo que ha surgido de esto es la necesidad de avanzar hacia los objetivos regionales después de 2030».

Y aunque la cumbre puede haber empujado al mundo en la dirección correcta, como Musonda Mumba, secretaria general de la convención sobre humedales, dijo en su declaración final: «La crisis está en todas partes … no tenemos tiempo».

La población mundial podría alcanzar un máximo por debajo de los 9 mil millones en la década de 2050

Los investigadores van más allá al decir que si el mundo da un «salto gigante» en la inversión en desarrollo económico, educación y salud, entonces la población mundial podría alcanzar un máximo de 8.5 millones de personas a mediados de siglo.

Las nuevas proyecciones de los investigadores de la iniciativa Earth4All para la Fundación Global Challenges se publican como un documento de trabajo People and Planet, 21st Century Sustainable Population Scenarios and Possible Living Standards Within Planetary Boundaries.

El equipo utilizó un nuevo modelo de dinámica de sistemas, Earth4All, para explorar dos escenarios este siglo. En el primer escenario, demasiado poco y demasiado tarde, el mundo continúa desarrollándose económicamente de manera similar a los últimos 50 años. Muchos de los países más pobres se liberan de la pobreza extrema. En este escenario, los investigadores estiman que la población mundial podría alcanzar un máximo de 8.6 en 2050 antes de disminuir a 7 mil millones en 2100.

En el segundo escenario, llamado Salto Gigante, los investigadores estiman que la población alcanza un máximo de 8,5 mil millones de personas alrededor de 2040 y disminuye a alrededor de 6 mil millones de personas para fines de siglo. Esto se logra a través de una inversión sin precedentes en el alivio de la pobreza, en particular la inversión en educación y salud, junto con extraordinarios cambios de política en materia de seguridad alimentaria y energética, desigualdad y equidad de género. En este escenario, la pobreza extrema se elimina en una generación (para 2060) con un marcado impacto en las tendencias de la población mundial.

Los autores argumentan que otras proyecciones prominentes de la población a menudo minimizan la importancia del rápido desarrollo económico.

«Sabemos que el rápido desarrollo económico en los países de bajos ingresos tiene un gran impacto en las tasas de fertilidad. Las tasas de fertilidad disminuyen a medida que las niñas tienen acceso a la educación y las mujeres están económicamente empoderadas y tienen acceso a una mejor atención médica», dijo Per Espen Stoknes, líder del proyecto Earth4All y director del Centro para la Sostenibilidad de la Escuela de Negocios de Noruega.

«Pocos modelos prominentes simulan el crecimiento de la población, el desarrollo económico y sus conexiones simultáneamente», comenta Beniamino Callegari, profesor asociado de Kristiania y miembro del equipo de modelado de Earth4All.

El análisis utiliza diez regiones del mundo como África subsahariana, China y Estados Unidos. Actualmente, el crecimiento de la población es más alto en algunas naciones de África, como Angola, Níger, la República Democrática del Congo y Nigeria, y Asia, por ejemplo, Afganistán.

«Si asumimos que estos países adoptan políticas exitosas para el desarrollo económico, entonces podemos esperar que la población alcance su punto máximo más temprano que tarde», continúa Callegari.

El equipo también analizó la conexión entre la población y el exceso de los límites planetarios, que está vinculada a la capacidad de carga de la Tierra. Contrariamente a los mitos populares públicos, el equipo descubrió que el tamaño de la población no es el principal impulsor de exceder los límites planetarios, como el cambio climático. Más bien, son los niveles extremadamente altos de huella material entre el 10% más rico del mundo lo que está desestabilizando el planeta.

«El principal problema de la humanidad es el carbono de lujo y el consumo de biosfera, no la población. Los lugares donde la población está aumentando más rápido tienen huellas ambientales extremadamente pequeñas por persona en comparación con los lugares que alcanzaron la población máxima hace muchas décadas», dijo Jorgen Randers, uno de los principales modeladores de Earth4All y coautor de The Limits to Growth.

Según las proyecciones demográficas del equipo, toda la población podría alcanzar condiciones de vida superiores al nivel mínimo de las Naciones Unidas sin cambios significativos en las tendencias actuales del desarrollo, siempre que se distribuyeran equitativamente los recursos.

Los investigadores también concluyeron que en los niveles actuales de población es posible que todos escapen de la pobreza extrema y pasen un umbral mínimo para una vida digna con acceso a alimentos, vivienda, energía y otros recursos. Sin embargo, esto requiere una distribución (mucho más) equitativa de los recursos.

«Una buena vida para todos solo es posible si se reduce el uso extremo de recursos de la élite rica», concluye Randers.

Informe de investigación: Personas y planeta, escenarios de población sostenible del siglo 21 y posibles niveles de vida dentro de los límites
planetarios

La población mundial podría alcanzar un máximo por debajo de los 9 mil millones en la década de 2050 (terradaily.com)

Informe de investigación: Personas y planeta, escenarios de población sostenible del siglo 21 y posibles niveles de vida dentro de los límites
planetarios

La nueva proyección es considerablemente inferior a varias estimaciones demográficas destacadas, incluidas las de las Naciones Unidas. Los investigadores van más allá al decir que si el mundo da un «salto gigante» en la inversión en desarrollo económico, educación y salud, entonces la población mundial podría alcanzar un máximo de 8.5 millones de personas a mediados de siglo.

Las nuevas proyecciones de los investigadores de la iniciativa Earth4All para la Fundación Global Challenges se publican como un documento de trabajo People and Planet, 21st Century Sustainable Population Scenarios and Possible Living Standards Within Planetary Boundaries.

El equipo utilizó un nuevo modelo de dinámica de sistemas, Earth4All, para explorar dos escenarios este siglo. En el primer escenario, demasiado poco y demasiado tarde, el mundo continúa desarrollándose económicamente de manera similar a los últimos 50 años. Muchos de los países más pobres se liberan de la pobreza extrema. En este escenario, los investigadores estiman que la población mundial podría alcanzar un máximo de 8.6 en 2050 antes de disminuir a 7 mil millones en 2100.

En el segundo escenario, llamado Salto Gigante, los investigadores estiman que la población alcanza un máximo de 8,5 mil millones de personas alrededor de 2040 y disminuye a alrededor de 6 mil millones de personas para fines de siglo. Esto se logra a través de una inversión sin precedentes en el alivio de la pobreza, en particular la inversión en educación y salud, junto con extraordinarios cambios de política en materia de seguridad alimentaria y energética, desigualdad y equidad de género. En este escenario, la pobreza extrema se elimina en una generación (para 2060) con un marcado impacto en las tendencias de la población mundial.

Los autores argumentan que otras proyecciones prominentes de la población a menudo minimizan la importancia del rápido desarrollo económico.

«Sabemos que el rápido desarrollo económico en los países de bajos ingresos tiene un gran impacto en las tasas de fertilidad. Las tasas de fertilidad disminuyen a medida que las niñas tienen acceso a la educación y las mujeres están económicamente empoderadas y tienen acceso a una mejor atención médica», dijo Per Espen Stoknes, líder del proyecto Earth4All y director del Centro para la Sostenibilidad de la Escuela de Negocios de Noruega.

«Pocos modelos prominentes simulan el crecimiento de la población, el desarrollo económico y sus conexiones simultáneamente», comenta Beniamino Callegari, profesor asociado de Kristiania y miembro del equipo de modelado de Earth4All.

El análisis utiliza diez regiones del mundo como África subsahariana, China y Estados Unidos. Actualmente, el crecimiento de la población es más alto en algunas naciones de África, como Angola, Níger, la República Democrática del Congo y Nigeria, y Asia, por ejemplo, Afganistán.

«Si asumimos que estos países adoptan políticas exitosas para el desarrollo económico, entonces podemos esperar que la población alcance su punto máximo más temprano que tarde«, continúa Callegari.

El equipo también analizó la conexión entre la población y el exceso de los límites planetarios, que está vinculada a la capacidad de carga de la Tierra. Contrariamente a los mitos populares públicos, el equipo descubrió que el tamaño de la población no es el principal impulsor de exceder los límites planetarios, como el cambio climático. Más bien, son los niveles extremadamente altos de huella material entre el 10% más rico del mundo lo que está desestabilizando el planeta.

«El principal problema de la humanidad es el carbono de lujo y el consumo de biosfera, no la población. Los lugares donde la población está aumentando más rápido tienen huellas ambientales extremadamente pequeñas por persona en comparación con los lugares que alcanzaron la población máxima hace muchas décadas», dijo Jorgen Randers, uno de los principales modeladores de Earth4All y coautor de The Limits to Growth.

Según las proyecciones demográficas del equipo, toda la población podría alcanzar condiciones de vida superiores al nivel mínimo de las Naciones Unidas sin cambios significativos en las tendencias actuales del desarrollo, siempre que se distribuyeran equitativamente los recursos.

Los investigadores también concluyeron que en los niveles actuales de población es posible que todos escapen de la pobreza extrema y pasen un umbral mínimo para una vida digna con acceso a alimentos, vivienda, energía y otros recursos. Sin embargo, esto requiere una distribución (mucho más) equitativa de los recursos.

«Una buena vida para todos solo es posible si se reduce el uso extremo de recursos de la élite rica«, concluye Randers.

Informe de investigación: Personas y planeta, escenarios de población sostenible del siglo 21 y posibles niveles de vida dentro de los límites

Imágenes Relacionadas:

Compartir:

Un comentario

Deja un comentario