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Fuente: Colaje imágenes Google

Relación carbono/nitrógeno de los residuos vegetales y sus repercusiones sobre la descomposición (C:N) ha sido tradicionalmente el análisis más utilizado con vistas a estimar la tasa potencial de la degradación de la biomasa y necromasa que se incorporan al suelo. Lo mismo puede decirse al intentar valorar la calidad de la materia orgánica de los suelos (ver también nuestro post:  Tipos de Hojarasca y Residuos Vegetales: Relación con la Descomposición). La cantidad de carbono siempre es mayor que la del nitrógeno y si supera ciertos umbrales, los restos vegetales se descompondrán con suma dificultad. Generalmente bajas C:N dan lugar a una descomposición rápida, acelerándose el ciclo de nutrientes. Del mismo modo, al alimentarse los seres humanos, un elevado contenido en nitrógeno suele dar lugar a alimentos más nutritivos (proteínas). Esta es una razón por la que la rotación de ciertos cultivos con plantas leguminosas (ricas en nitrógeno) sea una de las soluciones empleadas con vistas a mejorar la calidad de los suelos agrícolas.

En cualquier caso cabe diferenciar entre los C/N recomendables u óptimos en la propias hojarasca, al iniciar proceso de compostaje, en compost final, y el que debería considerarse como óptimo o aceptable en los propios suelos (ver paginas web sugeridas al final del post). Digamos también que el rol de los hongos es mayor cuanto más elevado sea el contenido de carbono de los residuos vegetales, al contrario de lo que acaece con las bacterias.  

Los autores del estudio que analizamos hoy afirman que la materia orgánica procedente de plantas domesticadas parece ser más fácil de degradar que la de sus variedades salvajes de las que proceden. Y no debería extrañarnos. “Somos lo que comemos” por lo que cuando más nutritivo sean tanto mejor (el nitrógeno hace las proteínas). Con tal motivo los investigadores implicados analizaron la abundancia y diversidad de los microrganismos del suelo (hongos, bacterias, nematodos) en variedades cultivadas y sus ancestros salvajes. En mi opinión, los resultados tienden a corroborar tal teoría, pero con bastantes limitaciones. Es decir, no son concluyentes. En cualquier caso, que las variedades obtenidas por las culturas campesinas sigan tal tendencia es lógico, ya que de no ser así irían contra sus propios intereses nutricionales “casi siempre”.

Del mismo modo debemos recordar que no todos los procesos de domesticación iban dirigidos a obtener alimentos, por lo que en algunos casos la selección de variedades podría no seguir la tendencia general.  Por todo ello resulta un tanto sorprendente la aseveración que realizan los autores del trabajo; “Conocer estos flujos podrían ayudarnos a utilizar los residuos vegetales de las cosechas a complementar el abonado del suelo y reducir el uso de fertilizantes químicos”. Pues cabría replicar que tal modo de proceder viene realizándose de un modo u otro desde tiempos inmemoriales, siendo el mismo que en muchas propuestas de la agricultura ecológica, como por ejemplo la biofumigación (Desinfección de Suelos (Biofumigación): Abono y Alternativa Ecológica al Uso de Plaguicidas y Fertilizantes Sintéticos). Se trata de una obviedad, que no novedad.  

Finalmente, los resultados obtenidos parecen constatar que entre variedades salvajes y domesticadas, la abundancia más estable fue la de nematodos pudiendo leerse las siguientes líneas “La domesticación no afectó la riqueza de nematodos (….) Los suelos con camadas domesticadas tendían a tener comunidades de nematodos con una mayor abundancia de nematodos de alimentación bacteriana. Resulta que los nematodos bacteriófagos son indicadores de un reciclado rápido de los nutrientes, algo que se omite en la nota de prensa. Tampoco debemos olvidar que trabajar en microcosmos y no en el propio campo, condiciona los resultados, ya que no son los mismos, por lo que las conclusiones (…) Más aun, las propiedades de los suelos condicionan todos los valores aquí apuntados, por lo que de tratarse de otro tipo diferente en cuanto a textura, pH y nutrientes…..

En fin, me quedo con un sabor agridulce.

Juan José Ibáñez

Continúa……..

Las plantas domesticadas ofrecen mejores nutrientes para la recuperación de los suelos

Un equipo científico, liderado por la Universidad Rey Juan Carlos, ha estudiado cómo es posible que la materia orgánica procedente de plantas domesticadas sea más fácil de descomponer.

Las observaciones realizadas confirman que la domesticación de las plantas por parte de los seres humanos puede haber alterado procesos del suelo y a su vez a otros procesos que ocurran en el ecosistema. El conocimiento de estos procesos puede ser utilizado con fines beneficiosos como puede ser la recuperación de fertilidad de los suelos, su restauración mediante regeneración de procesos (como el reciclado de la materia orgánica, observado en este caso), aprovechamiento de residuos vegetales, entre otros.

Al comparar las muestras de hojarasca procedente de plantas domésticas con las de sus parientes silvestres más cercanos, el equipo científico liderado por la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) pudo observar que la hojarasca de los individuos modificados se descomponía más fácilmente provocando, a su vez, cambios en los organismos descomponedores del suelo. En algunos casos, los descomponedores se volvieron más diversos en comparación con aquéllos procedentes de suelos con hojarasca de plantas silvestres; en otros casos, se volvieron menos diversos.

Posibles alternativas a los fertilizantes químicos

En este trabajo se han comparado diferentes muestras del mismo suelo en los que se puso a descomponer hojarasca procedente de plantas domésticas y de sus parientes silvestres más cercanos (amaranto, borraja, col, mijo, achicoria, girasol, lechuga, tabaco, sorgo y maíz) durante tres meses. De una muestra se contaron e identificaron los gusanos nemátodos y de la otra se extrajo el ADN de bacterias y hongos para identificar su abundancia mediante técnicas metagenómicas, que son aquéllas que utilizan el estudio del material genético para ello.

Es probable que la domesticación afecte al reciclado y permanencia de los nutrientes en el suelo, ya que diferentes comunidades de organismos del suelo consumen la hojarasca a un ritmo diferente y liberan los nutrientes de forma distinta. Sin embargo, se necesita más investigación para poder constatar los flujos de nutrientes concretos asociados a la descomposición de cada especie de cultivo. Conocer estos flujos podrían ayudarnos a utilizar los residuos vegetales de las cosechas a complementar el abonado del suelo y reducir el uso de fertilizantes químicos”, explica el investigador de la URJC. 

Este estudio se ha llevado a cabo dentro del proyecto de investigación “Diversificación agrícola: condicionantes evolutivos y efecto sobre los servicios ecosistémicos”, que reúne a investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), Universidad de Wageningen (Países Bajos) y de varios institutos pertenecientes al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Referencia bibliográfica: 

Palomino, J., García-Palacios, P., De Deyn, G.B. et al. Impacts of plant domestication on soil microbial and nematode communities during litter decomposition. Plant Soil (2023). https://doi.org/10.1007/s11104-023-05937-4

FECHA 29/03/2023; FUENTE URJC

Impactos de la domesticación de plantas en las comunidades microbianas y nematodos del suelo durante la descomposición de la hojarasca. Javier Palomino, et al. Planta y suelo (2023)Citar este artículo

 

Propósito

La domesticación de las plantas alteró la calidad de la hojarasca. Dado que los rasgos de la hojarasca se relacionan con las funciones y los organismos del suelo (es decir, la descomposición de la hojarasca y las comunidades de descomponedores del suelo), en este estudio exploramos si los cambios inducidos por la domesticación en la calidad de los residuos vegetales han afectado su descomposición y las comunidades bacterianas, fúngicas y nematocenosis en el suelo.

Métodos

Recolectamos hojarasca de cultivos herbáceos y sus progenitores silvestres, y medimos los rasgos químicos y físicos de la hojarasca. Luego, realizamos un ensayo de descomposición de hojarasca en un suelo común. Después de tres meses de incubación de la hojarasca, medimos la pérdida de masa, la riqueza de nematodos y la composición de la comunidad en diez cultivos. También medimos la riqueza bacteriana y fúngica del suelo y la composición de la comunidad en seis cultivos.

Resultados

Las camadas domesticadas tenían menos carbono (C) y contenido de materia seca de las hojas (LDMC), lo que aceleró la descomposición en comparación con las camadas silvestres. La riqueza fúngica fue mayor en los microcosmos incubados con las domesticadas, mientras que los efectos de la domesticación sobre la riqueza bacteriana difirieron entre los cultivos. La domesticación no afectó la riqueza de nematodos. Los efectos de la domesticación en las composiciones de las comunidades bacterianas y fúngicas difirieron entre los cultivos. Los suelos con camadas domesticadas tendían a tener comunidades de nematodos con una mayor abundancia de nematodos de alimentación bacteriana, en comparación con los suelos alimentados con camadas silvestres.

Conclusión

La domesticación alteró la descomposición a diferentes niveles. La descomposición de la hojarasca aumentó con la domesticación, lo que podría alterar los aportes de recursos en el suelo. La alimentación de los suelos con especies domesticadas tuvo efectos idiosincrásicos en los microbios del suelo, pero efectos consistentes en los nematodos del suelo. En general, la domesticación alteró los vínculos entre los residuos de cultivos y las comunidades del suelo de manera diferente para bacterias, hongos y nematodos.

RELACIÓN CARBONO NITROGENO (C/N) EN LOS ABONOS ORGÁNICOS

Los valores medios y aceptables de la relación carbono nitrógeno del suelo

Relación Carbono – Nitrógeno

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