El Problema de los Títulos en las Noticias Científicas (Vino contra las Úlceras; Tabaco contra el Parkinson y Porros Contra el Dolor)

Día a día, uno va curtiéndose en decidir que título llevará un post, lo cual no significa que de vez en cuando no me equivoque, como todos. No se trata de una tarea fácil. Reconozco que he cometido errores de bulto. Así se aprende, tropezando. Debemos reconocer que los títulos son de suma importancia con vistas a llamar la atención de nuestra audiencia “potencial”, aunque no para los que nos siguen asiduamente. “Breves, Objetivos e Impactantes”. Esa suele ser la clave. Ahora bien, muchas veces no acertamos. Hace algún tiempo, un blogger de nuestro sistema de bitácoras escribió un post cuyo encabezamiento rezaba así: “Vino Contra úlceras”. Tras leerlo y meditar pensé: ¿Y porqué no cigarros contra el Parkinson o Porros contra el Dolor? Estos últimos, no resultan ser caprichos, si nos atenemos a la misma lógica que dio lugar al del vino, como vamos a mostrar. Ruego que no se me malinterprete. Este post no esta escrito con intencionalidades perversas, es decir como se trata un ataque a nadie en concreto, y menos aun contra el blogger en cuestión. Pretendo que reflexionemos un poco sobre este asunto, el cual considero más serio de lo que pudiera parecer en primera instancia.

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Bacanal de Tiziano. Madrid, Museo del Prado

A lo largo de nuestra trayectoria como bloggers, JAL y yo hemos mantenido algunas controversias. Ni pensamos igual, ni defendemos lo mismo, siendo adicionalmente nuestros respectivos blogs escritos con estilos y filosofías muy dispares (al margen de los temas, por supuesto). Tal hecho es positivo para nuestro sistema de bitácoras, por cuanto amplia su diversidad. Por tal motivo comenzaré con un caso concreto que me incumbe personalmente. Hace años edité un  post  bajo el título de: “¿Cuánto mide un metro cuadrado de suelo?” Tal pregunta tenía su razón de ser. De hecho, fue reproducido, como ya os indiqué en otra entrega, por un libro de arte contemporáneo. Sin embargo, tras ver día tras día las preguntas que me hacían algunos lectores “visitantes”, que no edafólogos asiduos, entendí que, me había equivocado por completo. ¿Y cuanto mide una yarda? ¿Y cuanto mide un elefante?, y así ad nausean. Un buen día, un ciudadano más avispado que yo dejo en un comentario el enlace a una web que ofrecía transformaciones de unidades métricas y caí en cual era el problema.

No voy a reproducir aquí el contenido del post de JAL, basta con pinchar en el enlace de su post.  Lo que sí debemos entender es que las bitácoras divulgativas son leídas por personas con muy diferentes grados de instrucción. Unos ciudadanos atesoran la cultura suficiente como para extraer la esencia de un contenido, aunque algunos transeúntes no, y entre ellos los más pequeños. Empero en cuestiones de salud el tema se complica mucho. Mi hermana, por ejemplo, la responsable del Blog “Salud Pública y Algo Más”, estába hastiadade que algunos transeúntes consideraban que su espacio era una “consulta médica”, interpelándola con las preguntas más disparatadas, y por los temas más peregrinos.   Sin embargo, si entendemos que escribimos para divulgar, es decir que aceptamos un “compromiso social por la ciencia”, también no nos debe resultar ni extraño ni ajeno tal tipo de vicisitudes, entre otras muchas. Obviamente cada blog tiene su estilo, por lo que algunos se acercan más al gran público, siendo otros más especializados. De ahí, entre otros aspectos, que el número de visitas recibidas sea muy dispar. Personalmente considero que la calidad es importante, pero la popularidad deviene esencialmente de la amplitud de audiencia que busque el blogger.

Del mismo modo, con vistas a evitar malentendidos, me gustaría dejar patente que este post no versa sobre las bondades y defectos de la investigación en cuestión, sino del modo en como la prensa general y/o divulgativa se hace eco de ella.

El hallazgo científico que se detalla en la noticia  “Vino Contra Úlceras”, resulta ser más o menos es el mismo que el que alberga la noticia de madridiario: Algunos componentes del vino son efectivos frente a la Helicobacter pylori, siendo el titular de esta última más ajustado a la realidad, aunque no exento de ciertos problemas, por tratarse de un tema de salud que afecta a tantos ciudadanos, por desgracia. Luego seguiremos con este asunto.

Pero vayamos a otros ejemplos, con vistas a se puedan entender mejor mi opinión e intención. Hace ya algún tiempo, el  Portal Medico de la Facultad de Medicina de la UCM, editó el post titulado: Tabaco y Café En la Enfermedad de Parkinson (encabezamiento correcto y neutro). La noticia hacía referencia a un estudio en el que los autores “decían demostrar” que el consumo de tabaco y café podía resultar beneficioso en el tratamiento de la susodicha enfermedad. Pues bien, por buscar un título equivalente al de la noticia aquí tratada, bien podríamos escribir “cigarrillos contra el Parkinson”. Del mismo modo, el hachís y/o la marihuana (es decir el cannabis) han mostrado que atesoran principios activos beneficiosos en el tratamiento del dolor, así como de otras enfermedades. En consecuencia, siguiendo idéntica racionalidad, podría sugerirse un encabezamiento de la siguiente guisa: “Porros contra el Dolor”. Todos entendemos que no se trata de elecciones acertadas.

La cuestión estriba en que detectar “principios activos” en un producto de consumo, no significa que no los atesoren otros. Y este es el caso de los tres casos mentados. Así JAL explica, acertadamente, que lo que afecta a la bacteria que se encuentra detrás de las dichosas úlceras son unos polifenoles bastante ubicuos (incluso los alberga el suelo, si bien se biopolimerizan en ácidos húmicos, o se degradan en sustancias más simples, rápidamente). Estos se encuentran en nueces, cacahuetes, y otros muchos productos alimenticios.  Por lo tanto, teniendo en cuenta que el vino resulta ser una bebida alcohólica, como el tabaco y hachís, consumibles que albergan drogas, sería más prudente mentar los principios activos y no a estos productos no recomendables como para hacer propaganda de los mismos. Entiendo que vivimos en un país que atesora una acusada “cultura del vino”.  Sin embargo, no ocurre lo mismo en otros muchos, para los cuales tales titulares serían políticamente incorrectos y reprochables.

Empero lo que más me preocupa es que para aquellos “transeúntes” que no adquirieron (por imposibilidad o vagancia) la formación idónea, como para interpretar adecuadamente el titular, y a los que ya de por sí les gusta el alcohol, (…) incrementen más aún las dosis que ingieren, terminando por padecer una gastritis alcohólica, si es que no la adquirieron con anterioridad.

Debemos recapacitar también sobre la idoneidad de ofrecer este tipo de noticias para la prensa general. Una cuestión es que determinados compuestos funcionen in vitro, otra en animales de experimentación y, finalmente, en los humanos. El hábitat (aparato digestivo)  y su microbioma en un ser humano, son mucho más complejos que los procesos observables en experimentos llevados a cabo en placas Petri. Se trata de un sistema muy complejo, por lo que en ellos el todo no funciona como la suma de sus partes. En consecuencia no se puede alegar decir que los polifenoles en cuestión realizarán la tarea deseada hasta que no se compruebe en nuestros propios cuerpos. La prensa general se hace eco (y se encuentra repleta) de este tipo de noticias, la mayor parte de las cuales no terminaron por cuajar. ¡Falsas expectativas!.

Reitero que se me antoja aventurado, desplazar los principios activos por los productos que la atesoran y más aun cuando hablamos de drogas, en lugar de alimentos más saludables. De hacerlo así caemos en los mismos males, ya crónicos que son denunciados por ciudadanos instruidos contra muchas de las noticias que ofrecen los rotativos de la prensa general. Reitero de nuevo que no escribo este post contra nadie en concreto, sino como materia de reflexión. Yo soy el primero en reconocer que también cometo errores.

Recordemos que el consumo de drogas ha sido recurrente en prácticamente todas las culturas humanas, actuales y pasadas. Como botón de muestra entrar en la página de Wikipedia sobre el cannabis y leer, siendo vetadas, unas si y otras no, en diferentes pueblos y civilizaciones. Lo malo de todo este asunto deviene del hecho de que actualmente un ciudadano tiene a su disposición todas y en cualquier época del año, ya sea legal o ilegalmente. Del mismo modo, el pasado nos enseña que tanto la propia clase médica como la farmaindustria se han equivocado al aconsejar o prohibir su uso para determinados fines, como os mostramos en el siguiente post: En el Nombre de la Ciencia: La Farmaindustria. Al parecer, el ser humano necesita evadirse de la cruda realidad, de vez en cuando. Sin embargo, tal hecho, por sorprendente que parezca, ocurre en otros muchos grupos anímales como os hicimos saber con el divertido video sobre la “Amarula” (Naturaleza Políticamente Incorrecta (Y las Orgías de la Sabana). Pero una cosa es el consumo eventual y otra la adicción ¿verdad? Por tanto no conviene tentar al diablo.

Otro día os hablaremos sobre la ubicuidad de los polifenoles y su papel en la naturaleza. Ya estamos en ello.

Juan José Ibáñez

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