El fracaso para alcanzar el desarrollo sostenible y la pérdida de la biodiversidad.
Fuente: Colaje imágenes Google
Ya os he explicado varias veces que suelo leer al día entre 40 y 70 noticias sobre medio ambiente, suelos, sostenibilidad, pérdida de biodiversidad y cambio climático. Y esto ha sido así durante los últimos quince años. ¡Ya quizás demasiados! Durante este tiempo os me mostrado buenas y malas noticias desde diferentes perspectivas y ámbito del conocimiento. Cuando hablamos de indagaciones científicas, hemos editado buenas y malas nuevas. Sin embargo, desde el punto de vista de la política científica, prácticamente todo lo que recibo son promesas que son incumplidas, impotencia de la economía globalizada, inoperancia de las instituciones internacionales, reiteradas transgresiones de los gobiernos, choques entre bloques geopolíticos, etc., que dañan o interrumpen al bienestar de los ciudadanos de este planeta. Ya os comenté que muchos consideran el libro de la “Primavera silenciosa, (1964)”, escrito por “Rachel Carson”, como el inicio del activismo ecológico o como lo denominamos en España, “Ecologismo”. Ya os comenté tambien que, de joven, cuando tambié militaba en uno de aquellos grupos, al leer el libro mentado, pensé que era sumamente exagerado. Empero con el tiempo, mis peores augurios han sido desbordados por los hechos puros y duros, “incontestablemente» (“El Colapso del Medio Ambiente: La primavera silenciosa ya está aquí”). Tanto es así que en el post al que denominé “El Gran Reseteo: ¿Hacia una Sociedad Sustentable?: Foro Davos, Foro Económico Mundial y el Cuento de Caperucita Roja”, di ya mi opinión, sobre la enorme responsabilidad de los grandes tenedores del capital. También acusé al Banco Mundial (BM) y al Fondo Monetario Internacional (FMI) por llevar a cabo políticas desafortunadas, estúpidas y crueles que ahondaban en los males ya endémicos de la sociedad del siglo XXI. Hoy no traduzco, sino que simplemente enlazo abajo dos noticias, que hablan por sí solas: “El plan del mundo para hacer que la humanidad sea sostenible está fallando” y (ii) «Las políticas de conservación actuales corren el riesgo de acelerar la pérdida de biodiversidad”. La primera nota de prensa terminaba alegando que los científicos aun podíamos hacer algo. Quizás se tratará de hacer más propuestas, empero los que amasan el capital miran hacia otro lado, y persisten con su insaciable rapiña.
Fijaros en esta frase con la que comienza de la primera noticia, “No hay planeta B, y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU (ODS) se dirigen hacia el precipicio”. En ella, como también en la segunda se defiende que, efectivamente debemos que resetear la economía. Sin embargo. dependiendo de quien lleve la batuta ¿¿??, me temo lo peor. También se critica en como se llevan a cabo los ODS, de tal modo que, hoy por hoy, a menudo terminan dando lugar a gastos inútiles y resultados inoperantes, cuando no contraproducentes. Es decir que los gestores de la ONU, FAO; etc., promueven políticas que a la postre son consensuadas y desnaturalizadas por las Asambleas, ya tras ser aprobadas son rápidamente incumplidas. Se ha puesto también de manifiesto públicamente que el BM y el FMI llevan a cabo políticas inhumanas al exigir-reclamar a los denominados ahora “países de ingresos bajos y medianos (PIBM)” que paguen religiosamente sus deudas y a la par que no tienen prácticamente margen, para desarrollar políticas de ningún tipo excepto las de “sálvense quien puedan”. Y esto lo ha dicho el presidente de la Republica Francesa, que por cierto, a pesar de ser en anfitrión del último foro, promueve la energía nuclear como “verde”. ¿¿??
Sin embargo, la hipocresía de los países que animan e incluso apruebas los grandes pactos, convenios y tratados, mienten como bellacos. Pongamos un ejemplo. La ONU, tras veinte años de negociaciones ha conseguido aprobar un edulcorado “Tratado Global de los Océanos”. Empero inmediatamente la prensa nos informa de que “Rusia y China bloquean movimiento para nuevas reservas marinas antárticas”, así como de que “Noruega estudiaba abrir una vasta zona oceánica a la minería de aguas profundas”. Es decir, de cara a la galería todos se aplauden y se felicitan por lo conseguido, mientras que inmediatamente los países desarrollados son los primeros en incumplir sus tratados.
Del mismo modo, la agricultura actual está siendo muy responsable de los demonios que sacudan a nuestro planeta, empero se necesitan más alimentos para intentar lograr una soberanía alimentaria mundial dando lugar esperpentos como el que actualmente acaece en España “Las claves de la ley del regadío en Doñana: una polémica política y ambiental de alcance europeo”.
Tan solo os narro informaciones exitosas, en algunos casos de iniciativas locales, generalmente muy modestas. ¡algo es algo!.
Por favor, leer las dos noticias procedentes de la Revista Nature, bastante extensas, por cierto, y luego extraer vuestras propia conclusiones.
Las políticas de conservación actuales corren el riesgo de acelerar la pérdida de biodiversidad
“Qué Dios nos pille confesados ante tanto pillaje” y según me llega…..
Juan José Ibáñez