Os puedo asegurar como científico, que la actividad de blogger te va cambiando paulatinamente la percepción de las necesidades y perspectivas que ofrece la disciplina a la que te dedicas. Lo que os voy a narrar hoy tan solo es un ejemplo. Llevamos unos meses padeciendo una enorme cantidad y variedad de de desastres naturales (mayo octubre de 2008), que han causado decenas de miles de víctimas y enormes pérdidas económicas. Sin embargo, me he percatado de que no existe una línea de investigación o subdisciplina en la edafología que prepare especialistas con vistas a evaluar las repercusiones, riesgos y los daños que causan en los suelos afectados. Personalmente considero que sería de gran interés, tanto desde el punto de la ciencia básica como aplicada. Me explico.

 

 

 

Inundaciones por desbordamiento de cauces fluviales

Fuente: Liddell Graiger

 

Como su nombre indica, los desastres “naturales” acaecen con cierta recurrencia en un área determinada. Unas regiones son más sensibles a los sismos y vulcanismo, otras a los huracanes y tifones, otras a las inundaciones, etc., etc. Obviamente, un edafólogo puede ser consultado y realizar una valoración de daños, a corto medio y largo plazo. Sin embargo, se trata de estudios “ad hoc”, sin que existan metodologías standard, ni corpus doctrinal teórico que nos sirvan como puntos de partida con vistas a analizar estos temas. Por estas razones, cada uno hace lo que puede y los resultados obtenidos no son equiparables. Cada tipo de desastre natural, debe atesorar sus propias consecuencias idiosincrásicas, también en materia edafológica. A pesar de ello, no es menos cierto que cada una de esas clases necesariamente debe poder ser definida por un conjunto de impactos, que en su totalidad, deben diferenciarla de las restantes. Así por ejemplo, no es lo mismo el efecto erosivo y degradativo de unas inundaciones torrenciales (aguas dulces) que los generados por los tsunamis (aguas salinas). Ambas pueden erosionar sedimentos y degradar los ambientes edáficos, pero los procesos implicados (así como su intensidad) no tienen necesariamente porque ser los mismos. Así por ejemplo, la segunda, al margen de erosionar, como la primera (aunque posiblemente de forma distinta), puede dejar su impronta en forma de salinidad. Ahora bien el tema no acaba aquí. ¿Cuánto suelo se pierde, o se gana, al margen de la erosión de los lechos fluviales en las zonas inundadas? ¿Existe algún tipo de patrón? Posiblemente sí, pero lo desconocemos. Más aun, a menudo, parte de la vegetación natural o cultivada es arrancada (o sepultada por sedimentos), generando movilizaciones y desplazamientos de materiales edáficos que no se cuantifican. De no detectar tales regularidades y estudiarlas sistemáticamente nunca podremos realizar predicciones o hacer simulaciones que nos permitan zonificar los riesgos edafológicos de una región ante un evento catastrófico determinado.

 

Cabe esperar que los paisajes de suelos, suponiendo que otras condiciones ambientales son constantes, no serán los mismos en enclaves muy susceptibles a sufrir determinados eventos catastróficos que en otros que no lo son. Por ejemplo, si una zona es frecuentemente afectada por huracanes, la caída de los árboles remozan los perfiles de los suelos con bastante frecuencia y en abundancia. Por lo tanto no sería extraño una mayor heterogeneidad de sus perfiles y un menor grado de horizonación de los mismos. Dicho de otro modo, los paisajes de suelos en tales áreas deberían ser más jóvenes que los de las las áreas que no sufren estos episodios extremos (siempre teniendo en cuenta la similitud de otros factores ambientales).

 

 

 

Terremotos y deslizamiento de Tierras. Fuente:

Environmental Planning 240 Wiki

 

Los sismos o terremotos también sacuden con cierta frecuencia muchas áreas (donde colisionan las placas tectónicas). Muchas muertes se producen por corrimientos de tierra, avalanchas de rocas o fangos de lodo. Por lo tanto, la erosión y movimiento de materiales edáficos es seria. Sin embargo, cuando tiembla la tierra bajo nuestros pies, en áreas de pendiente, puede y debe darse un movimiento de suelos ladera debajo. Quizás exista algún estudio al respecto. Sin embargo os puedo asegurar que no lo conozco. Comparar terrenos similares, con diferentes grados de magnitud-frecuencia de los sismos, puede aportar valiosa información a la hora de explicar los patrones espaciales de suelos. En otras palabras, al margen de las implicaciones prácticas  (riesgos y cuantificación de daños) la edafología teórica también saldría beneficiada de tales investigaciones “sistemáticas”.

 

No podemos ser exhaustivos, por cuanto cada tipo de desastre natural debe poseer sus propios rasgos idiosincrásicos, como ya mentamos. Sin embargo, a nivel edafológico, la falta de este tipo de estudios es tan conspicua, como para poder aseverar que existe una gran laguna de conocimientos que debiera ser rellenada. Al fin y al cabo, las poblaciones afectadas deberán retornar a cultivar sus suelos si quieren sobrevivir. Resumiendo, necesitamos crear una edafología de los desastres naturales. Un nuevo reto, pero también una nueva oportunidad para el relanzamiento de nuestra disciplina. Todos saldríamos beneficiados.  

 

Juan José Ibáñez  

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5 comentarios

  1. Respecto al Tema de "Edafologia de los Desastres Naturales", en Bolivia, particularmente en el departamento de Potosi, la topografia paisajística es montañoso con relieves escarpados, en el fondo de los mismos se tienen formaciones de terrazas coluvio-aluviales, algunas regiones sufren inundaciones periodicas que alteran completamente el escaso desarrollo de estos suelos afectando completamente la estructura y textura de los mismos, de otro lado por la presencia natural de sales tambien existen salinización y sodizacion en los mismos. Entonces estamos hablando de cambios bruscos en cuanto a paisaje, y caracteristicas fisicas y quimicas de los suelos por lo que no siempre se encuentra una forma de cualificar estos suelos en los estandares conocidos, por lo cual me adhiero a este blog con este comentario

  2. me gusto el reportaje muy bien pero te falto algo como mas sobre desastres naturales npero te felisito

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