Nadie duda de que el crecimiento demográfico de la población mundial exigirá un incremento de la producción alimentaria. Sin embargo, preocupa menos que un planeta con recursos finitos no pueda soportar un crecimiento indefinido en lo concerniente al uso de sus recursos, ya sean renovables o no renovables. Pasó la época en la que los amantes de la tecnología confiaban en que tales dificultades serían solventadas por futuros progresos en el ámbito de la investigación, desarrollo e innovación. Como ya mentamos en nuestro post “la perdida de biodiversidad en la agricultura industrial”, esta última perspectiva, llevada al extremo por la Revolución Verde, tuvo resultados devastadores: cambio climático, contaminación de suelos y aguas, pérdida de biodiversidad, etc. Del mismo modo, somos ya legión los ciudadanos que rechazamos un progreso en manos de las tecnologías que proporcionan las multinacionales sin escrúpulos, apátridas y expoliadoras, que tan solo buscan beneficios económicos, secuestrando el futuro de los pueblos, como también su soberanía alimentaria. Mientras tanto, organismos internacionales como la FAO y la UNEP nos alertan de la necesidad de incrementar las producciones, enviando mensajes contradictorios en lo que respecta a las directrices  seguir. Todo el mundo soslaya la importancia de alcanzar un pacto sobre el control demográfico, que evite el insostenible envejecimiento de la población. Ante tal disyuntiva, resulta difícil diseñar una hoja de ruta que no termine por dilapidar los ya maltrechos recursos de la biosfera y geosferaActualmente, basculamos entre dos políticas diametralmente opuestas: (i) aquellos que buscan un futuro preservando genuinamente el medio ambiente (como es el caso de los defensores de la agricultura ecológica), a pesar de reconocer que debe seguir progresándose en la materia, y (ii) los que nos prometen que los tocagenes y su biotecnología solucionarán el problema “si se lo permiten las huestes de analfabetos ambientalistas (ver por ejemplo el título de una de las noticias que os ofrecemos hoy: Peter Davies: No se podrá dar de comer a todo el planeta sin biotecnología). Personalmente me encuentro muy preocupado por que los perversos cantos de sirena de estos últimos terminen de calar definitivamente en la  clase política. Por un lado, desconocen, ignoran o desdeñan el daño ambiental que pueden causar los transgénicos y sus packs de fertilizantes y plaguicidas (contaminación), así como la práctica para reducir la variedad de los paisajes en pocos pero extensos monocultivos que diezman la biodiversidad. Pero al mismo tiempo, una buena parte de ellos, buscan nuevas variedades de plantas transgénicas que, a la postre, serán comercializadas por las desaprensivas multinacionales de la agroindustria.  Dicho de otro modo, la comercialización de tales productos recae justamente en manos de los que contaminan y secuestran las mentadas soberanías alimentarias. Resumiendo nos venden otra nueva Revolución negra vestida de Verde, basada en la mismas premisas que la precedente y cuyas consecuencias serán aun más devastadoras. Lamentablemente, los gobiernos capitalistas neoliberales de los países desarrollados y emergentes, es decir los “chicago boysinvierten mucho en la perspectiva biotecnológica y muy poco en la que desean una buena parte de los ciudadanos. Así pues el panorama resulta desolador: devorar los recursos biogeosféricos, incrementando las desigualdades sociales hasta límites insoportables. Posiblemente existan alternativas paliativas (…)
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Finca Agropecuaria en el Trayecto entre Tlacotalpan y Huatulco (México). Foto: Juan José Ibáñez
Posiblemente existan alternativas paliativas un tanto draconianas aunque quizás lleguen a fructificar. Pongamos un ejemplo. Al igual que los biorreactores de algas son una alternativa viable y esperanzadora ante el voraz consumo de tierra para cultivar biocombustibles (que como coralario reducen el uso de los suelos con vistas al abastecimiento de los alimentos a nivel mundial, a la par que destruyen hábitats naturales biodiversos casi inexplorados), posiblemente podríamos a comenzar a generar comida“sintética” por esa misma vía, por muchas reticencias que tengamos, y con razón.
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Juan José Ibáñez, Los Andes Perú. Foto: Consuelo Ibáñez
Desde mi punto de vista, lo que no podemos es volver a ser engañados por los biotecnológos y a agroindustria. Si bien el señor Peter Davies comenta que “no se podrá dar de comer a todo el planeta sin biotecnología”, habría que preguntarle a que coste humanitario y ambiental. Mienten, al defender que su propuesta evitaría la expropiación a la naturaleza de más ecosistemas naturales, por cuanto justamente se han arrasado cientos de miles de hectáreas de espacios naturales vírgenes con fines agroenergéticos. Mienten al presentar sus prácticas agrarias como respetuosas hacia los campesinos, al estilo de las que llevan a cabo en Europa, cuando en otros muchos países menos desarrollados rocían y envenenan a la población con sus pesticida desde el aire (contaminando , suelos y aguas de agroquímicos), a la par que expropian la tierra a los pueblos indígenas (con la anuencia de muchos gobiernos corruptos), dando lugar tanto a gravísimos problemas de salud publica, merma de la ya mentada soberanía alimentaria, etc..
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En vista de todo ello, los principales problemas al que se enfrenta la humanidad resultan ser de naturaleza socioeconómica y geopolítica, bajo los cuales subyace la ética. Invertir a favor de las multinacionales y en contra de prácticas agroecológicas sustentables impide avanzar por el camino correcto. Podríamos haber progresado mucho más en los estudios agroecológicos y el uso sustentable de los suelos, si los dirigentes no se hubieran inclinado a favor del capitalismo salvaje dimanante de la escuela de chicago que solo beneficia a las reiteradas multinacionales. Suya es la culpa y el futuro les obligará a justificar tal falta de moralidad ante la inmensa mayoría de la humanidad.
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Control biológico de las enfermedades delas plantas. Fuente Danish Center for Biological Control

Hoy presentaremos tres noticias extensas que muestran, por donde deben ir los derroteros de la investigación agronómica, las mentiras de la peudorevolución biotecnológica y el desconcierto de organismos como la FAO o la ONU, que se apuntan a cualquier propuesta añadiendo las guindas a pasteles contaminados: con el incesante aumento grupos de foros, paneles, agencias y grupos de expertos, muy lustrosos en apariencia pero absolutamente inoperantes en la práctica. ¡Tirar el dinero ante su absoluta carencia de poder real”.
Juan José Ibáñez

La agricultura sostenible del siglo XXI: auge del control biológico y sistemas de producción integrada

Actualmente la agricultura está basada en un sistema intensivo de producción que requiere un alto consumo de combustibles fósiles y el empleo masivo de fertilizantes y productos fitosanitarios. Así, según Naciones Unidas, la agricultura consume el 69% del agua potable, ocupa el 11% de la superficie terrestre (1,5 billones hectáreas, de las cuales el 50% es destinado a pastoreo para animales) y emplea el 11% del petróleo. No obstante, es creciente una mayor concienciación en materia de seguridad alimentaria y los consumidores demandan sistemas más sostenibles que preserven el medioambiente y la biodiversidad. Uno de los mayores desafíos radica en la reducción de riesgos e impacto de los productos fitosanitarios sobre la salud humana y el medioambiente mediante el uso de nuevas tecnologías englobadas en sistemas de producción integrada que reduzcan los residuos y minimicen el impacto medioambiental.
Emilio Marín Manzano
Ingeniero agrónomo. Emprendedor proyecto Control Biológico
TENDENCIAS EMERGENTES
En los últimos años se han producido notables cambios encaminados hacia una agricultura más sostenible. Destacamos cinco tendencias principales:
1. Auge del Control Biológico impulsado por el legislador
Es creciente una mayor concienciación en materia de seguridad alimentaria y los consumidores demandan sistemas más sostenibles que preserven el medioambiente y la biodiversidad
La Unión Europea (UE) está impulsando una agricultura más sostenible a través de nuevas legislaciones entre las que destaca la Directiva 2009/128, la cual establece un marco para alcanzar un uso sostenible de los productos fitosanitarios. A finales de este año todos los países miembros deberán presentar Planes Nacionales encaminados a reducir su uso. Destaca el plan francés, “Ecophyto”, en el que se persigue la reducción del 50% de consumo de fitosanitarios en agricultura y espacios verdes para 2018. En Dinamarca existe otro plan, “Green Growth Action Plan”,que apunta a duplicar la superficie de agricultura ecológica en 2020. Se trata en ambos casos de planes ambiciosos, pero dan una idea clara sobre el cambio emergente. En Francia esperan conseguir una reducción del 20 – 30% mediante la transferencia de buenas prácticas agrícolas y conocimiento.
2. Normativas más exigentes para el registro de productos fitosanitarios
En las últimas dos décadas se ha producido una armonización a nivel europeo de la legislación referente al registro de esta serie de productos. Así, los registros nacionales pasaron a un registro único europeo, en el que se establecieron normas uniformes en cuanto a evaluación, autorización y comercialización dentro de la UE. En los últimos años se han caído centenares de materias activas, en particular insecticidas, debido en gran medida a su desfavorable perfil toxicológico y más de 1.000 materias activas han quedado reducidas a menos de 300.
3. Reglamentos más estrictos en cuanto al Límite Máximo de Residuos (LMR) de plaguicidas
Todos los alimentos para consumo humano o animal están sujetos por regulación a un contenido máximo de residuos de plaguicidas en su composición con el fin de proteger la salud. El LMR de plaguicidas en los alimentos se sitúa de manera general en 0,01 mg/kg y éste se ha venido reduciendo progresivamente durante los últimos años haciendo necesario el empleo de alternativas a los productos químicos. En muchos países las normativas limitan a cinco el número de materias activas que pueden ser detectadas en análisis multiresiduos e incluso los grandes grupos de distribución han establecido límites más exigentes. Por ello, los agricultores deben recurrir al empleo de tecnologías alternativas.
No obstante, llama la atención que mientras en Europa se fijan las máximas restricciones y rigurosos controles en materia de seguridad alimentaria no se apliquen ningún LMR para productos agrícolas provenientes de fuera de la UE.
4. Auge de los Sistemas de Producción Integrada
El concepto de Producción Integrada ó IPM (Integrated Production Management) comenzó en Estados Unidos hace más de 20 años y se ha ido extendiendo progresivamente. Se trata de una aproximación amplia para un control de plagas y enfermedades mediante técnicas que persiguen el menor impacto medioambiental y mantener a estas por debajo del umbral en el que sus efectos puedan resultar ser devastadores para los cultivos.
Diferentes técnicas son contempladas: control biológico; control químico; prácticas culturales (por ejemplo, mecánicas); rotaciones de cultivos; tratamientos de semillas; variedades resistentes; empleo equilibrado de la fertilización; gestión eficiente del riego; monitoreo de plagas y depredadores; conservación de la fauna auxiliar, etc.
IPM acepta niveles tolerables de plagas, no persigue el 100% de control. A partir de 2014, con la Directiva 2009/128, IPM será obligatoria en la UE.
5. Auge de la Agricultura Ecológica.
Según FiBL (Instituto de investigación de Agricultura Ecológica de Suiza) la superficie de áreas cultivadas bajo agricultura ecológica supera los 30 millones de hectáreas, frente a por ejemplo más de 100 millones hectáreas de cultivos transgénicos. En estas cifras más del 50% de la superficie corresponde a áreas dedicadas a pastoreo ó bosques sin cultivar y supone menos del 1% del área agrícola cultivable. Debido a ello, el potencial de crecimiento es enorme, y en mercados maduros es uno de los pocos segmentos que crece hoy en día. Según la consultora BCC Research, en 2009, el mercado de productos orgánicos representó 55 billones de $ liderados por Europa, Estados Unidos y Australia.
AUGE DE LA BIOTECNOLOGÍA, MÁS ALLÁ DE LOS CULTIVOS TRANSGÉNICOS
La biotecnología ha desarrollado un gran número de estrategias que pueden ser empleadas en agricultura y estas no se limitan a los organismos modificados genéticamente.
Y, como casi siempre, el conocimiento tiene raíces antiguas. Por ejemplo, en 1835 se determinó que el problema que afectaba al gusano de seda era el hongo Beauveria bassianaque actualmente se emplea como medio de control de determinadas plagas (trips, mosca blanca, pulgones, cochinillas, etc.). En 1878, en Rusia se descubrió que el hongo Metarhizium anisopliae controlaba la larva del escarabajo de la remolacha. Actualmente, se emplea para control de insectos del suelo. A principios del siglo XX un bacteriólogo japonés descubrió una bacteria, Bacillus thurigiensis, y en 1911 una empresa alemana descubrió su efecto insecticida siendo en 1922 cuando se empleó como insecticida por primera vez. En 1930 otro hongo muy conocido para el control de hongos patógenos del suelo, Trichoderma sp., fue ya utilizado.
Dentro de las nuevas tecnologías encaminadas hacia una agricultura más sostenible destaca el Control Biológico que se basa entre otras en el empleo de las siguientes tecnologías:
1. Microorganismos
De las 23 divisiones principales de la vida sólo tres (animales, plantas y hongos) pueden ser observados por los ojos humanos. Los microbios aportan más del 80% de la biomasa y nuestra dependencia de ellos es total ya que purifican el agua, procesan desechos, convierten los alimentos en azúcares y polisacáridos útiles, combaten microbios foráneos, fijan Nitrógeno atmosférico y lo convierten en nucléotidos y aminoácidos, etc. Queda de manifiesto la grandeza de lo pequeño.
Dentro de los microorganismos están incluidos bacterias, hongos, virus, nematodos y protozoos principalmente. Generalmente, se caracterizan por su escasa toxicidad sobre otros organismos presentes en el ambiente y por ser manejables para ser tratados industrialmente, es decir, cultivados en masa, envasados, almacenados y comercializados como otros productos convencionales.
A nivel agrícola, tanto las bacterias como los hongos tienen un modo de acción complejo en el que destacan los siguientes mecanismos: antibiosis (exudación de sustancias tóxicas que actúan a concentraciones muy bajas); competencia por nutrientes o nicho ecológico; parasitismo (utilización del patógeno como alimento por su antagonista) y depredación (el antagonista se alimenta de materia orgánica entre la que se encuentra el patógeno).
Destacamos una bacteria gram +,Bacillus thurigiensis (Bt), anteriormente citada. Se trata del organismo entomopatógeno de Control Biológico que ha alcanzado mayor éxito a nivel comercial en agricultura. Las endotoxinas de Bt tienen efecto insecticida sobre Lepidópteros, Coleópteros y Dípteros. La tecnología Bt de los cultivos transgénicos es posible gracias a esta bacteria de la familia Bacilaceae. Otras bacterias relevantes son Bacillus subtilis, empleada para el control de hongos patógenos del suelo, Botrytis sp.,royas, etc.; Bacillus pumilus (oidio, royas, etc.). Y entre algunos de los hongos más relevantes se encuentran los siguientes: Beauviera bassiana (Coleópteros), Trichoderma sp. (hongos patógenos del suelo), Verticillium lecanii (áfidos, Tisanópteros, mosca blanca, etc.),Paecilomyces lilacinus (nematodos), Metarhizium anisoplinae (Homópteros), etc.
También existen bacterias rizosféricas, las cuales habitan el sistema radicular de los cultivos, y aparte de estimular el crecimiento vegetal mediante la síntesis de fitohormonas, vitaminas, ácidos orgánicos, etc. se emplean como biofertilizantes ya que se caracterizan por fijar Nitrógeno atmosférico (Azotobacter vinelandii), solubilizar Fósforo (Bacillus megaterium) y movilizar Potasio (Frateuria aurantia), Hierro (Thiobacillus ferrooxidans), Zinc (Thiobacillus thioooxidans) y otros micronutrientes. Estas bacterias permiten reducir las dosis de fertilizantes convencionales y minimizar los problemas asociados a la contaminación de nitratos que suponen un grave problema medioambiental.
2. Extractos vegetales
De las plantas prácticamente se aprovecha todo, desde las hojas hasta las semillas, y un gran número de especies tienen aplicaciones a nivel agrícola. Entre algunos ejemplos citamos los siguientes: timol (acaricida); ajo y eugenol (nematicida); cítricos y té (oidio); algas (bioestimulante); Derris Indica(acaricida); Annona squamosa (lepidópteros); etc.
Uno de los extractos más ampliamente estudiados es el aceite de neem, cuya sustancia activa, azadiractina, contiene más de 20 limonoides y presenta acción insecticida para el control de pulgón, mosca blanca, algunos trips, cochinillas, etc. El neem (Azadirachta indica juss.) es el árbol milenario empleado en la medicina tradicional hindú (aryuveda). Como sucede con otros extractos vegetales, el aceite se extrae del mesocarpio de la semilla mediante una extracción en frío y se formula en forma de suspensión concentrada tras una destilación de los componentes activos.
La clave de los extractos vegetales radica en la identificación de los compuestos (terpenoides, flavonoides, limonoides, etc.) con efecto insecticida, fungicida o nematicida, mediante la separación y purificación por cromatografía en capa fina (TLC) y líquida de alta presión (HPLC). Y, a diferencia de un producto fitosanitario que presenta una única materia activa aislada y con la máxima pureza, los extractos vegetales contienen un número amplio de sustancias beneficiosas lo que le confieren un modo de acción amplio y eficaz.
3. Enemigos naturales: depredadores y parasitoides
Según IOBC (International Organization for Biological Control) más de 170 especies de enemigos naturales son producidos regularmente para controlar más de 100 plagas. La suelta de insectos beneficiosos es una técnica creciente y cada vez cobra más importancia que los productos empleados en protección de cultivos respeten la fauna auxiliar. En este caso se emplean insectos que resultan ser depredadores (se alimentan de otros insectos) o parasitoides (viven o se desarrollan en el interior del insecto) del insecto plaga que se quiere combatir. Y, las especies utilizadas son muy diversas destacando entre otras: Phytoseiulus persimilis y Ambliseius swiski (ácaros fitoseidos depredadores de araña roja); orius (chinche depredador de pulgones, ácaros, huevos de lepidópteros y de adultos de trips); otros heterópteros, como miridos y antocoridos; Eretmocerus mundus y Encarsia Formosa (parasitoides de mosca blanca); Aphidius colemani y Aphelinus mali (parasitoides de pulgones).
Otro ejemplo de éxito del uso de enemigos naturales como herramienta para el control de plagas es el coccinélido Coccinella septumpunctata, conocido como «mariquita de siete puntos». Es una especie muy común que presenta una amplia distribución geográfica y que se trata de una voraz depredadora de una de las plagas que causa más problemas en agricultura ecológica, el pulgón.
Un debate muy interesante gira en torno al Convenio de Biodiversidad Biológica (CBD) por el cual los países tienen derechos soberanos sobre sus recursos genéticos. Así, existen acuerdos que regulan el acceso a estos recursos y se establece el reparto de los beneficios. En el caso de Control Biológico, en donde los beneficios económicos son muy reducidos comparados por ejemplo con los generados por la industria farmacéutica, existe un intenso debate ya que este convenio podría limitar el desarrollo de esta tecnología.
4.Feromonas
Otra línea de productos en auge y con enormes oportunidades son las feromonas, las cuales son clasificadas como semioquímicos y en las que la comunicación entre individuos es intraespecífica. Existen diversos tipos: agregación, sexual, alarma, etc. Una de las grandes ventajas de las feromonas es que son selectivas y sólo se dirigen a la especie objetivo. En agricultura predominan las feromonas sexuales y se presentan en un difusor dentro de una trampa. Existen tres grupos principales:
Monitoreo: Se colocan un número definido de trampas para determinar el nivel de población y definir el momento de comenzar a realizar los tratamientos.
Captura masiva: Mayor número de trampas son empleadas y con ello se consigue reducir la población. Esta tecnología tiende al sistema “Attract & Kill” (Atraer y Matar) y consiste en incorporar un insecticida a una dosis muy reducida. Esta es la tecnología predominante que se utiliza para el control de la mosca de la fruta en cítricos y frutales de hueso (Ceratitis capitata).
Confusión sexual: El acoplamiento entre los machos y las hembras de la especie nociva es evitado consiguiéndose la reducción del desarrollo de las poblaciones. Es la tecnología que se ha impuesto en España para el control de la polilla del racimo en viña (Lobesia botrana) o para el control de Cydia pomonellaen manzano.
EL FUTURO DE LA AGRICULTURA SOSTENIBLE PASA POR EL CONTROL BIOLÓGICO AUNQUE AÚN QUEDA MUCHO CAMPO POR DESARROLLAR
El tamaño de la industria de Control Biológico supera los 2 billones de $ según BCC Research, es decir, un 4% de la facturación de la industria de fitosanitarios en 2011 (42 billones de $). Se estima que dependiendo de cada país puede suponer entre 1 – 5% del mercado aunque con tasas de crecimiento de dos dígitos anuales y con perspectivas de superar 4 b$ en 2014. Según fuentes del sector, en 2020 podrían alcanzar los 10 b$.
Se trata de una industria muy fragmentada y atomizada, con empresas pequeñas, muchas de ellas puestas en marcha por científicos o profesores de Universidades y en otros casos resultado de “spin off” de centros de investigación oficiales.
Las ventajas de control biológico frente a otras alternativas se pueden resumir en las siguientes:
Óptima toxicología al ser biodegradables, no ser cancerígenos ni mutagénicos. Por ello, presentan menor riesgo medioambiental, sin daño para la fauna acuícola y terrestre, ni para la salud humana.
Cero residuos y sin plazos de seguridad. Por ello, el agricultor puede entrar en el campo a tratar antes de la cosecha sin ninguna limitación.
Selectividad, es decir sólo afectan a la especie objetivo.
Diverso y complejo modo de acción a través de síntesis de metabolitos, toxinas, antagonismo, competencia, etc. lo que provoca que sea más difícil la aparición de resistencias.
Respeto de la fauna auxiliar y conservación del equilibrio ecológico.
No obstante, hay aspectos que ralentizan su introducción y desarrollo, entre los que destacan:
Existe mucho desconocimiento y falta investigación y desarrollo sobre este tipo de productos.
Baja fiabilidad y consistencia en la calidad de los productos. En los últimos años en algunos países se han introducido muchos productos de baja calidad y dudosa procedencia.
Lento modo de acción y falta del efecto de choque y rapidez que muestran algunos productos fitosanitarios.
Baja compatibilidad con dificultades en las mezclas que realizan generalmente los agricultores.
Reducida fecha de caducidad de determinadas formulaciones a base de microorganismos (p.e. 6 meses para determinados hongos y bacterias).
Influencia de factores bióticos y abióticos: presencia de otros organismos, pH, temperatura, humedad, desecación o radiación ultravioleta afectan a la eficacia de las aplicaciones.
El proceso de registro en la UE es extremadamente complejo, requiere inversiones económicas elevadas y puede llegar a demorarse por varios años. Debido a estos factores y al haber incluido estas soluciones en la misma directiva que los productos fitosanitarios se han creado barreras de entrada que además obstaculizan la creación de un mercado transparente.
Las gravísimas dificultades económicas por las que atraviesa el campo español actualmente, causado en gran medida por los bajísimos precios en origen en comparación con los precios finales de los consumidores, complica la aceptación de estas nuevas tecnologías ya que la rentabilidad de muchas explotaciones agrarias es negativa.
REFLEXIONES FINALES SOBRE EL CAMBIO EMERGENTE HACIA UNA AGRICULTURA SOSTENIBLE
1. SÍ es posible una agricultura más sostenible, sin residuos y respetuosa con la salud humana, medioambiente y trabajadores. Es importante que la agricultura se dirija hacia un control integrado en el manejo de plagas y enfermedades y que los agricultores tengan a su disposición distintas herramientas, reguladas minuciosamente por el legislador en cuanto a toxicología y residuos.
2. Sin embargo, nos queda mucho por hacer y nuestro desconocimiento es enorme. Resulta vital la transferencia de buenas prácticas agrícolas y de conocimiento, y en particular, en biotecnología y nuevas soluciones en Control Biológico. Y, haciendo referencia al libro de Carl Sagan, Los dragones del Edén, en el que citando al matemático Jacob Bronowski remarca: “Ciencia no es más que una palabra latina que significa conocimiento y nuestro destino es el conocimiento”. En este caso en soluciones que nos encaminen hacia una agricultura más sostenible.
3. TODOS podemos colaborar y promover una agricultura más sostenible mediante pequeñas acciones como la compra a productores locales, consumo de productos ecológicos, participación en grupos de consumo, huertos urbanos, etc. Individualmente podemos participar en este cambio.
1 comentario
Escéptico | 27/03/2012
Dos dudas que me surgen
-1) En cuanto a los extractos vegetales versus fitosanitarios: ¿si son mezclas complejas no plantea eso más dificultades para llegar a estar seguros de que ninguno de sus muchos componentes, algunos posiblemente muy difíciles de detectar, pueda afectar a la salud?Recordemos que ahora el principio que parece querer aplicarse a todo es que nada debe usarse a no ser que se demuestre sin ningún género de duda que no puede causar el más mínimo problema. ¿Se va a aplicar eso a unas cosas sí y a otras no?
-2)En cuanto a los enemigos naturales: en la naturaleza los depredadores no extinguen a sus presas por muy voraces que sean. Parece probable, pues, que los agricultores que los usen no se librarán de un nivel basal, probablemente no muy bajo y además con fluctuaciones periódicas, de las plagas. ¿Compensará la consiguiente reducción de valor de la cosecha? ¿No habrá que cultivar más terreno para obtener la misma producción? Creo que no debemos olvidar que un problema grave es el del exceso de superficie cultivada que no deja mucho sitio libre a la naturaleza más o menos virgen.
En cualquier caso, y a pesar de mis dudas, interesante todo estudio y trabajo en estas áreas.

Peter Davies: No se podrá dar de comer a todo el planeta sin biotecnología

Entrevista a Peter Davier, asesor del Gobierno de Obama y experto en Fisiología Vegetal con 42 años de experiencia, cree que los criterios políticos no deben anteponerse a los científicos en la lucha contra el hambre.
Pregunta. ¿Cómo contribuye la biotecnología a lograr una agricultura sostenible?
Respuesta. En primer lugar porque aumenta los rendimientos y no es necesario roturar nuevas tierras. Y esto es bueno porque queda más tierra disponible para la fauna y la flora salvaje. En un experimento realizado en 2010 en el Estado de Indiana, en cultivos de maíz, se logró un aumento espectacular en la producción, llegando a las 19 toneladas por hectárea, muy por encima de los máximos rendimientos obtenidos a finales de los 90, en torno a 9,5 toneladas. Además, los cultivos biotecnológicos requieren un uso menor de pesticidas, hasta en un 80%
P. ¿Un cultivo atacado por una plaga es más propenso a contraer hongos?
R. Así es. Un cultivo de maíz atacado por el taladro es más propenso a contraer hongos, que pueden producir toxinas cancerígenas.
P. ¿Hay menos herbicidas en los organismos modificados genéticamente?
R. Muchos de los antiguos herbicidas eran más tóxicos, poco selectivos y permanecían más tiempo en el terreno. Actualmente se utilizan cultivos resistentes al glifosato, un herbicida que inhibe una reacción en las plantas que no afecta a insectos, animales personas. Este herbicida es más seguro, ya que se degrada rápidamente en la tierra sin dejar residuos. El uso de estos cultivos optimiza la aplicación de herbicidas, reduciendo su uso hasta en un 20%.
P. ¿Qué otras ventajas medioambientales aportan?
R. Se está trabajando en variedades tolerantes a la sequía, muy útiles en zonas áridas como África y que pueden permitir un uso más eficiente del agua.
P. Si prescindimos de la biotecnología, ¿es posible alimentar a toda la población con la agricultura actual
R. De ninguna manera se puede hacer con agricultura ecológica. La agricultura convencional puede ser suficiente para dar de comer a Europa, pero no a todo el planeta. En estos mismos términos se ha expresado recientemente Peter Brabeck-Letmathe, el presidente de Nestlé. Habrá que producir un 70% más de alimentos, en especial en los países en desarrollo.
P. ¿Qué diferencias hay entre los alimentos ecológicos o convencionales y los transgénicos?
R. No hay diferencias de sabor; donde sí puede haber diferencias es en el nivel de residuos de pesticidas. La biotecnología permite obtener alimentos con características nutricionales mejoradas, como el arroz dorado con vitamina A, muy útil para prevenir la ceguera en países con deficiencias nutritivas.
P. ¿Por qué son tan costosos estos proyectos biotecnológicos
R. Una investigación puede costar 135 millones de euros por la exigencia de numerosos test, la presión de grupos ecologistas y los rigurosos procesos regulatorios. Es muy difícil que las universidades puedan acometerlos, y hay que recurrir a las multinacionales.
P. ¿Europa va muy por detrás?
R. Un ejemplo. En EE.UU. ya existe un maíz con ocho genes: tres para protegerles de los insectos aéreos, tres para combatir los insectos de tierra, y dos para hacer la planta resistente a dos herbicidas distintos. El maíz que se utiliza en la UE tiene quince años de antigüedad.
Autor: Javier Nates
3.comentarios
3 ISMAEL | 10/02/2012 Ciudadad de México, México
O sea, mejor le ponemos vitamina A al arroz en lugar de trabajar en reducir las deficiencias nutritivas que de tiempo atrás existen en África. Para un biotecnológo allí termina la historia, para la gente de razón, o razonable, apenas empieza el problema porque debe preguntarse ¿desde cuándo y por qué una sociedad africana tiene deficiencia nutricional? En una cadena de preguntas que indaguen sobre las causas de la escasez de alimentos, sobre los impedimentos de la gente para producir sus alimentos en cada país o localidad y sobre su pésima distribución llegaremos a descubrir que ‘la solución biotecnológica alimentaria’ tiene su origen en intereses económicos y en una manera bastante rupestre de pensar. No digo que la biotecnología no deba usarse pero ¿por qué no se piensa en remediación de suelos inmensos y de recuperación de ríos, lagos, lagunas y mantos de agua degradados por la un sin fin de causas. Tal vez porque no existe un mercado apetitoso que pague por esa biotecnología, a lo mejor es hora de ir creándolo ¿no?
No se podrá, ni con biotecnología ni sin biotecnología. Con biotecnología el equilibrio admite mayor nivel de congestión. Lo que hay que hacer es controlar la natalidad…..

La ONU diseñará una nueva agencia para proteger biodiversidad

La llamada Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES por su sigla en inglés) se presenta como una «interfaz científico-normativa» entre al menos 90 países, que «generará el conocimiento y desarrollará las capacidades» necesarias para proteger la diversidad biológica, informó un comunicado oficial.
FUENTE | EFEverde; 25/04/2012
La operatividad del nuevo organismo, que tendrá su sede en la ciudad alemana de Bonn, fue definida el fin de semana en la capital panameña en una reunión a la que asistieron representantes de varios organismos de la ONU, entre ellos el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
HITO PARA REVERTIR LA PÉRDIDA Y LA DEGRADACIÓN DE LA BIODIVERSIDAD

 

Achim Steiner, vicesecretario general de la ONU y director ejecutivo del PNUMA, destacó que las decisiones tomadas en Panamá son el resultado «positivo» de «años de debate y negociaciones políticas, a menudo complejas», y representan «un hito en términos de la futura respuesta de la humanidad para revertir la pérdida de biodiversidad y la degradación de los ecosistemas».
La IPBES tendrá entre sus principales funciones «identificar y priorizar información científica clave requerida» por quienes formulan políticas públicas «y catalizar los esfuerzos para generar nuevos conocimientos» en el área de protección de la biodiversidad.
También «realizar evaluaciones regulares y oportunas del conocimiento sobre diversidad biológica, así como «proporcionar y solicitar apoyo financiero y de otro tipo para las necesidades de mayor prioridad relacionadas directamente con sus actividades» de investigación.
En ese marco, se prevé el establecimiento «de un fondo fiduciario para recibir contribuciones voluntarias de gobiernos, organismos de las Naciones Unidas, organizaciones intergubernamentales y otros actores, tales como el sector privado y fundaciones».
INFORMACIÓN CIENTÍFICA PARA TODO
«La IPBES puede ayudar a garantizar que los países en desarrollo accedan a información científica sólida para formular políticas que protegiendo la diversidad biológica y los servicios de los ecosistemas, aborde el alivio de la pobreza y promuevan el crecimiento con equidad», afirmó la representante del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Helen Clark.
Asimismo, el director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), José Graziano da Silva, recalcó que «la diversidad biológica es esencial para la seguridad alimentaria global», por lo que celebró la creación de la plataforma.
«Con la erosión de la diversidad biológica, la humanidad pierde el potencial para adaptar los ecosistemas agrarios a los nuevos retos como el aumento de la población y el cambio climático. El logro de la seguridad alimentaria para todos está intrínsecamente ligado al mantenimiento de la diversidad biológica», alertó da Silva, según el comunicado.
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1 comentario
1. matilde | 25/04/2012
La ONU está ya sobredimensionada. ¿Un nuevo organismo?: más personas con sueldos magníficos. Lo mismo sucede en la Unión Europea, la FAO etc. Los organismos internacionales debían reducirse en un 80%; serían más operativos. Con la tremenda crisis económica actual no se pueden sostener tantos privilegiados, que además son superfluos en su mayoría.
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3 comentarios

  1. Lo que en realidad quieres decir el bueno de Peter Davies es:

    No se podran hacer fabulosos negocios dando de comer a todo el planeta sin biotecnologia.

    El habla por Nestle, Monsanto , Cargill , ect y los estados que manejan a estas corpraciones.

    La naturaleza es tan sabia que es capaz de sustentar a 7000, 8000, 9000, o 10.000 millones de habitantes , lo que no es capaz de sustentar es la estupidez de unos muchos y la avaricia de unos pocos.

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