Consumidores de raíces y cambio climático

Cuando arreció la crisis económica iniciada en 2008, ya os comenté como la ingente cantidad de notas sobre cambio climático que aparecía diariamente en la prensa general sufrió un brusco descenso en favor de las relacionadas con las investigaciones espaciales que nos informaban sobre lo que se descubría o descubriría en otros mundos. Y así, teniendo las mentes de los ciudadanos cavilando más allá de las nubes, se nos entretenía con vistas a desviar nuestra atención acerca de los fiascos de las negociaciones sobre el calentamiento de la atmósfera,  y especialmente en lo concerniente a las desigualdades sociales y el empobrecimiento de la población, causadas por los depredadores de la economía neoliberal.  Pues bien, a la hora de escribir este post, y como ya advertimos que ocurre bajo el vaivén de los ciclos económicos, renace de las cenizas el interés de la prensa general por todos los temas relacionados con el cambio climático. Eso sí, la mayor parte de los estudios, rememorando el pasado, se me antojan que no tienen ni pies ni cabeza, caso que analizaremos hoy aprovechando una entre otras notas de prensa.  Como ya anuncia el titular de la noticia, ahora se criminaliza a los consumidores de raíces de ser una amenaza con vitas al secuestro de carbono por los suelos. Al parecer en el cambio climático inducido por el ser humano, resulta ser el menor de los culpables. Los autores vuelven a incurrir en dos errores de bulto, o como lo denominamos en nuestro blog falsos tópicos Impregnantes. El primero de ellos, es decir, el denominado “efecto de fertilización de CO2 y cambio climático”, como explicamos en su día (pinchar en el hipervínculo) no tiene ni pies ni cabeza, se mire por donde se mire. Lo mismo puede alegarse del segundo, cuando estos ¿expertos? culpan a que los diseñadores de los modelos climáticos y en especial a los implicados en la circulación general océano/atmósfera, de soslayar, o no tuvieron en cuenta tal o cual proceso, que a la postre devienen en miles de ellos. Este hecho constata la palmaria ignorancia de numerosos científicos implicados en el tema, acerca de en qué consiste un modelo de circulación general. Lamentable y triste asunto, cuando buena parte de la comunidad científica habla de “oídas” acusando a otros de su propia ignorancia. Vayamos ahora al meollo del contenido de esta nefasta noticia, ya que también manifiestan nulos conocimientos sobre ecología del suelo.  

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Comedores  de raíces. Fuente: Forest Keepers Tree Care

Todos o la inmensa mayoría de los ecosistemas atesoran consumidores de vegetación, es decir herbívoros. Ahora bien, la cantidad de biomasa bajo el suelo puede ser del mismo orden de magnitud e incluso superar a la aérea. Sin embargo, los ecólogos tradicionalmente les han prestado escasa atención, como discutimos al hablar de los nematodos del suelo, si bien lo mismo se puede alegar de otros muchos taxa que habitan en el medio edáfico. La cuestión resulta ser enormemente simple. Al igual que los herbívoros aéreos son esenciales en la dinámica de la parte emergida de los ecosistemas, consumiendo biomasa, en el suelo existen otros que llevan a cabo la misma función. Pues bien, ahora se les acusa a estos últimos de ser “responsables” de que las comunidades vegetales no secuestren más carbono de la atmósfera. Francamente no me extraña que se espete tal estupidez, ya que no hace demasiado tiempo también se criminalizó a algunos herbívoros terrestres por sus esperpénticas flatulencias de metano que inmundamente fomentaban el calentamiento atmosférico.

Cabría mencionar aquí que estos animalitos consumidores de raíces son esenciales en el funcionamiento de los ecosistemas y la rizosfera de las plantas. Otra cuestión bien distinta estriba en que por causas humanas, a veces, generen plagas que mengüen el rendimiento de los cultivos.  Por tanto, lo que les debería sorprender a los autores deviene de su propia concepción ramplona de la ecología de los suelos. Los pequeños animales consumidores de raíces son vitales en la estructura y dinámica de los ecosistemas, de tal modo que los primeros colapsarían si se extinguieran los segundos. Si por su culpa se emite más CO2 (suponiendo que este fuera el caso) a la atmósfera, mejoremos nuestra comprensión de los ecosistemas y percatémonos, que con constructos modelo-teórico tan inconsistente ¡no se puede hacer buena ciencia!, sino llegar a conclusiones tan …(mejor me callo). Exponemos a continuación la nota de prensa que llevaba por título Insectos que se alimentan de raíces amenazan a los sumideros de carbono.

Juan José Ibáñez  

 Insectos que se alimentan de raíces amenazan a los sumideros de carbono

Los insectos que se alimentan de las raíces de los árboles afectan a la capacidad de los bosques de actuar como sumideros naturales de carbono y contrarrestar los efectos del cambio climático, informaron medios locales.

FUENTE | Agencia EFE 29/11/2013

 Algunos estudios prevén que el aumento de los niveles atmosféricos de CO2 provocará una especie de ‘efecto de fertilización’ mediante un aumento en el ritmo de la fotosíntesis y el incremento de la biomasa vegetal del planeta.

Pero Scott Johnson, experto en ecología de la Universidad de Western Sydney, y su colega Markus Riegler, consideran que estas proyecciones han soslayado el impacto que puedan tener los insectos que se alimentan de las raíces de los árboles. Para los científicos, estos insectos tienen capacidad para limitar el aumento de la biomasa provocado por el aumento del CO2, el alimento de las plantas en el proceso de fotosíntesis que, en interacción con el agua, libera oxígeno a la atmósfera.

Para efectos del estudio, Johnson y Riegler sometieron a un grupo de árboles jóvenes de eucalipto (Eucalyptus globulus) a diversos niveles de concentración de CO2 y a la presencia los insectos que se alimentan de raíces en un invernadero, según el estudio divulgado por la cadena local ABC. Los niveles de CO2 fijados fueron de 400 partes por millón, que es el actual, y de 600 partes por millón, concentración que se pronostica tendrá el planeta en unas tres a cuatro décadas. Asimismo, los expertos utilizaron un tipo de escarabajo rinoceronte (Xylotrupes Gideon australicus), cuyas larvas viven en la tierra y se alimenta de raíces. En los experimentos, los árboles crecieron con mayor rapidez en ambientes de mayor concentración de CO2, tal y como se esperaba, pero esto se daba solamente en la ausencia de los escarabajos.
En el caso en que no habían escarabajos, la biomasa de brotes y raíces crecieron en un 46 y 35 por ciento, respectivamente, según la ABC. Pero cuando los científicos colocaron escarabajos en ese mismo ambiente de alta concentración de dióxido de carbono, «las plantas básicamente dejaron de crecer» por su incapacidad de «sacar provecho de los altos niveles de CO2», explicó Johnson.

Los investigadores también descubrieron que cuando los escarabajos rinoceronte estaban sobre las hojas, los árboles tenían un 9 por ciento menos de agua que los otros eucaliptos libres de estos insectos.

«Si las plantas no van a crecer como se esperaba o no van a desarrollarse bien, entonces se reducirá el secuestro de carbono», lo que evita que sea emitido a la atmósfera, comentó el investigador australiano.

Post anteriores mentados en nuestra entrada de hoy

Secuestro de Carbono, Nitrógeno del Suelo y Justus von Liebig (los Despropósitos de la Ciencia Contemporánea)

Cambio Climático: Una Batalla Perdida Desde Hace Mucho Tiempo

Con la Cabeza en las Estrellas y los Pies en el Suelo

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