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El extraño y diverso trayecto  a lo largo de 100 metros ininterrumpidos en una rambla del desierto de Tabernas (diciembre de 2014). Fotos y composición del collage: Juan José Ibáñez

En un post precedente publicado en 2007: ”Suelos Hídricos o Suelos de los Humedales según la Taxonomía Americana” os hablábamos por primera vez de la inclusión de los suelos hídricos en algunas clasificaciones edafológicas. Casi ocho años después, aquella entrega sigue siendo la primera en el ranking de la mayoría de los buscadores en lengua castellana cuando se usan esos vocablos. Se me antoja una laguna lamentable, salvo alguna excepción como esta. Y es que los suelos hídricos son, entre otras razones, una parte esencial de la edafosfera, de capital importancia en muchos aspectos, como la conservación de hábitats y preservación de especies biológicas de gran interés. Que nuestras taxonomías no las contemplen, o que los expertos en ciencias del suelo las desprecien, debiera ser motivo de una honda preocupación. Los humedales y por tanto también los suelos hídricos ocupan aproximadamente entre el 4 y el 6% de la superficie terrestre.

Por citar tan solo un ejemplo, más del 50% de la biodiversidad de comunidades vegetales en la zona más árida del occidente Europeo (SE, Español: Murcia y Almería) resultan ser edafófilas, y mayoritariamente edafohidrófilas, según la escuela geobotánica a la que se denomina sinfitosociología, contemplada hasta en esta página Web de la USDA. Reiteramos por enésima vez que cualquier taxonomía universal de suelos en la que se base una cartografía, no debiere estar exclusivamente orientada a la producción agraria. De hecho, así lo reconoció el Servicio de Conservación de los Recursos Naturales de EE.UU cuando comenzó a elaborar el listado de sus suelos hídricos y humedales¿A qué se debe esta ceguera tan latina? No tengo respuesta, sino meras conjeturas. En consecuencia, y debido a que durante los últimos años  se ha progresado mucho en estos temas (clasificación y cartografía de humedales y suelos subacuáticos), en este post retomamos este tema VIEJO con material nuevo. Del mismo modo, debido a que ni tan siquiera la Wikipedia en castellano atesora ningún capítulo, al contrario de lo que ocurre en la inglesa, traducimos buena parte de la misma. En otro post que redactamos simultáneamente a este, traduciremos también la definición y preliminares que proporciona el  Servicio de Conservación de los Recursos Naturales de EE.UU. Esperemos ir rellenando el desafortunado hiato con vistas a intentar convertir «el mentado desierto informativo en en humedal». Recordaremos de paso ciertos aspectos adicionales, muy de moda, y que también conciernen a este tipo de suelos mojados. Por ejemplo, los suelos de los humedales son sumideros de carbono y fuentes de metano, por lo que su estudio resulta ser también relevante en el ciclo del carbono y en las investigaciones sobre secuestro de este elemento químico y el cambio climático. Más aun, cuando en territorios densamente poblados el nacimiento de una red de drenaje resulta ser rica en lagos, la gestión de estos y sus humedales es necesariamente vital con vistas a frenar la polución aguas abajo. Este es el caso por ejemplo de los  Los Grandes Lagos en USA y la alarmante  contaminación de la enorme cuenca del Misisipi. Por lo tanto, vemos pues que existen numerosas y poderosas razones como no soslayar el tema. Comenzaremos este post con una definición de suelos hídricos y dejáramos para otro la traducción de lo escrito en la página Web de la USDA. Veamos si aumentando el tamaño de la letra…….

Humedal (Wikipedia)es una zona de tierras, generalmente planas, cuya superficie se inunda de manera permanente o intermitentemente. Al cubrirse regularmente de agua, el suelo se satura, quedando desprovisto de oxígeno y dando lugar a un ecosistema híbrido entre los puramente acuáticos y los terrestres. La categoría biológica de humedal comprende zonas de propiedades geológicas diversas: ciénagas, esteros, marismas, pantanos, turberas, así como las zonas de costa marítima que presentan anegación periódica por el régimen de mareas (manglares).

Hydric soil (Wikipedia en inglés): Suelos hídricos son aquellos que se encuentran permanente o estacionalmente saturados por el agua, lo que resulta en la aparición de condiciones de carencia de oxígeno (anaeróbicas), como ocurre en los humedales.

Pero continuemos que queda mucho por explicar……..

Juan José Ibáñez

Wikipedia Hydric SoilsSuelos hídricos son aquellos que se encuentran permanentemente o estacionalmente saturados por el agua, lo que resulta en la aparición de condiciones anaeróbicas, como ocurre en los humedales. La mayoría de los suelos son aeróbicos, es decir tienen oxígeno. Tal hecho es de gran relevancia debido a que las raíces de las plantas respiran (es decir, que consumen oxígeno y carbohidratos, mientras liberan dióxido de carbono), por lo que debe haber suficiente oxígeno en el aire entre los poros, indispensable para que pueden vivir la mayoría de las formas de vida del suelo. El aire normalmente se mueve a través de poros interconectados por fuerzas tales como cambios en la presión atmosférica, la acción de lavado del agua de lluvia, o por simple difusión.

Además de raíces de las plantas, la mayoría de las formas de los microorganismos del suelo necesitan oxígeno para sobrevivir. Este es el caso por ejemplo, de los animales del suelo más conocidos, así, como hormigas, lombrices y los vertebrados que habitan en madrigueras. Sin embargo, a manudo, los suelos pueden saturarse de agua debido a lluvias e inundaciones. Tal hecho ralentiza la difusión de los gases atmosféricos en el medio edáfico (hasta 10.000 veces más lento de lo normal) ya que cuando el suelo se satura con agua hay se cierran las rutas o pasillos por donde puede difundiere el aire en la matriz del suelo. Cuando los niveles de oxígeno son muy bajos, se convierte en un serio problema para muchas formas de vida, surgiendo una intensa competencia entre las formas de vida del suelo para absorber las escasas existencias. Si este ambiente con muy escaso oxígeno (anaerobio) se prolonga durante largos periodos de tiempo durante la temporada de crecimiento, las reacciones usuales que acaecen en el suelo, comienzan a cambiar. En los medios edáficos en donde la saturación con agua es muy prolongada y usual, las propiedades que genera la falta de oxígeno son reconocibles por los expertos al describir un perfil. Los suelos con estas propiedades idiosincrásicas son llamados suelos hídricos, y aunque pueden ocupar una parte poco extensa del paisaje, que mantienen funciones importantes en el entorno.

Las plantas que se encuentran en suelos hídricos a menudo poseen lo que se denomina aerénquima, es decir espacios interiores, en los tallos y rizomas, que permiten que el oxígeno del aire pueda ser transportado a los sistemas radiculares. Por lo tanto, muchos humedales se encuentran dominados por especies vegetales que atesoran tal propiedad, como por ejemplo, las espadañas, juncias y lirios de agua.

Un suelo hídrico se define por la ley federal de EE.UU. como «aquél que, en su condición no drenada (natural), se encuentra saturado, inundado o cubierto de agua estancada el tiempo suficiente, durante la temporada de cultivo, como para sufrir una condición anaeróbica que permite el crecimiento y la regeneración de la vegetación hidrófila» (amante del agua) . Este término es parte de la definición legal de un humedal incluido en la Ley de Estados Unidos sobre Seguridad Alimentaria de 1985 (PL 99-198). Tal definición se enmarca en el contexto de las regulaciones de control a las Disposiciones de Conservación de Humedales de la FSA de 1985 (7 CFR 12) y es utilizado por la USDA NRCS para la administración y conservación de debido cumplimiento («Swampbuster«) promulgadas en la FSA de 1985. Al adoptar esta definición en 1985, el Congreso intentó calcular, precisar y acotar la duración del encharcamiento de un suelo hídrico al precisar que estos edafotaxa son hídricos si se encuentran anegados el tiempo suficiente copmo para ser colonizados y poder ser regenerados por especies vegetales adaptadas  a suelos  con condiciones anaeróbicas….

Otra definición común de suelos hídricos la proporciona el Comité Técnico Nacional de Suelos Hídricos (NTCHS) y reza sí: una suelo que se formó bajo condiciones de saturación, inundaciones, o encharcamiento durante el tiempo suficiente, durante la temporada de cultivo, como para que aparezcan condiciones anaeróbicas en la parte superior del mismo».

Otros Materiales

Wetland Soils as Carbon Sinks and Sources of Methane (María Elizabeth Hernández en la Revista Terra Latinoamericana)

Actúan como sumideros de carbono aunque también emiten metano a la atmósfera (…) Aún cuando los humedales ocupan sólo entre 4-6% de la superficie terrestre, ellos desempeñan un papel importante en el ciclo de carbono (C) del planeta. La captación de carbono en humedales se realiza, en su mayoría, a través de las plantas que fijan el dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera y lo convierten a carbono orgánico. Se han reportado productividades de 0.4-32 Mg C ha-1 año-1 para diferentes humedales. La saturación de agua en los suelos de humedales favorece la acumulación de carbono debido a que disminuye velocidad de descomposición de la materia orgánica. En diversos humedales de Norteamérica, se ha reportado que la acumulación de C en los suelos oscila entre 470 y 2902 Mg C ha-1. Los suelos inundados poseen condiciones anaerobias que favorecen la producción de metano (CH4), el cual es considerado un gas de efecto invernadero, con un potencial de calentamiento global 21 veces mayor al del CO2. Las emisiones de CH4 de los humedales situados en diferentes zonas geográficas están dentro del rango de 0.001-1.810 Mg C ha-1 año-1. Con el fin de no sobreestimar el papel de estos ecosistemas como sumideros de C, es necesario hacer un balance entre el C acumulado en la biomasa y el suelo de los humedales, y la emisión de CH4 a la atmósfera. En humedales mexicanos son escasos los estudios de captura de C y emisión de CH4.

Si piso me hundo: los humedales (versión Mexicana) Revista La ciencia y el hombre

José Luis Marín Muñiz, M. Elizabeth Hernández Alarcón y Romeo Ruiz Bello

Cuando escuchamos la palabra “humedal”, obviamente pensamos en algo húmedo, aun sin saber a qué se refiere exactamente dicha palabra. Pero el término alude a una gran variedad de ambientes que comparten características terrestres y acuáticas y que se definen como aquellos sitios en los que el suelo se encuentra inundado, temporal o permanente, con agua dulce o con cierto grado de salinidad, y en donde la mayor parte del año crece un tipo de vegetación adaptada a vivir en tales condiciones. Así, los tres componentes que caracterizan a un humedal son el agua, la vegetación y el suelo.

¿Cuáles son los tipos de humedales?

De acuerdo al tipo de ambiente donde hay humedales, estos se han clasificado en humedales marinos o costeros, como los manglares o cianagas salitrosas; los interiores o continentales, que incluyen a aquellos que se encuentran a la orilla de ríos, lagos o lagunas y que están conectados con ellos (también se incluyen aquí las zonas húmedas aisladas, como pozas con vegetación, pero que no se encuentran conectados a cuerpos de agua), y los humedales construidos por el hombre, que se hacen con el fin de imitar las funciones de los humedales naturales.

Durante mucho tiempo los sitios inundados fueron vistos como lugares lodosos, insalubres y que no prestaban ningún servicio en favor del hombre. Hasta en las viejas películas y en los dibujos animados los sitios inundados, también conocidos como pantanos en esos tiempos, eran vistos como sitios terroríficos de los que difícilmente se podía escapar. Pero en las últimas décadas ha habido un conocimiento cada vez mayor acerca de su funcionamiento y composición.

¿Por qué son importantes?

La importancia de estudiar los humedales radica en los múltiples servicios ambientales que dichos sitios proveen, pues desempeñan un papel importante en el ciclo hidrológico al regular los flujos de agua, y sirven como fuentes de abastecimiento del vital líquido en algunas poblaciones y para tratar las aguas residuales. Los humedales sirven también de hábitat a una gran variedad de especies animales y vegetales; proporcionan materias primas para la construcción y numerosos productos medicinales, artesanales y demás; disminuyen el efecto de las inundaciones y sirven de barrera contra las tormentas y huracanes. Además, tienen un papel esencial en las condiciones climáticas al regular las emisiones a la atmósfera y, por si fuera poco, son sitios que sirven para la recreación. Hoy en día, hasta en los dibujos animados se recalca la importancia de conservar los humedales y también se ha señalado el daño que se ocasiona cuando se destruyen y contaminan dichos sitios, no solo el daño a los animales y plantas que ahí habitan, sino también al hombre.

Importancia y constitución del suelo

El suelo de los humedales es llamado “suelo hídrico” y se define como un suelo formado en condiciones de saturación o inundación prolongada durante la estación de crecimiento de las plantas. El hecho de que el suelo se encuentre saturado de agua hace que pierda oxígeno, lo cual produce cambios en sus propiedades físicas y químicas. La importancia del suelo de humedales se debe a que es el medio en el cual se realizan muchas de las transformaciones químicas que dan lugar a algunos de los servicios ya mencionados. El suelo de humedales es también la matriz en la que se almacenan los nutrientes necesarios para el crecimiento de las plantas.

Los suelos hídricos pueden clasificarse en orgánicos y minerales; la diferencia está dada por las características de los materiales que lo componen (…).

Los suelos orgánicos están compuestos por elementos minerales y materia vegetal en proceso de descomposición, resultado de las condiciones de escasez de oxígeno. En los suelos orgánicos el contenido de materia orgánica es mayor a 20%. Cuando el contenido de materia orgánica es conocido, se puede estimar el contenido de carbono orgánico a partir de dicho dato. Los suelos hídricos orgánicos se pueden reconocer a simple vista por su color oscuro y porque al pisar sobre ellos se sienten esponjosos, chiclosos y resbaladizos, de modo que se sumerge uno fácilmente en ellos. Cuando el suelo se toma con la mano y mancha los dedos, es que también es orgánico.

De acuerdo con las características físicas del suelo, se emplea el término histosol para hacer referencia al material descompuesto, y generalmente este tipo de suelo indica que un alto contenido de material orgánico está presente en los primeros cuarenta centímetros de superficie. Puede ser sáprico, que es cuando el material orgánico está en la etapa más avanzada de descomposición, fíbrico, que indica que la descomposición es baja y aún es reconocible el material vegetal original, y hémico cuando se halla en un estado de descomposición intermedio entre los anteriores.

Los suelos minerales, a su vez, corresponden a aquellos cuyo contenido de material orgánico es inferior a 20%. Los componentes principales de dichos suelos son la arena, el limo y la arcilla, y cantidades variables de arenas y piedras. Este tipo de suelo se forma a partir de materiales transportados por el viento y el agua. Los suelos minerales hídricos son generalmente de color gris opaco o azul verdoso. Cuando en el suelo hay un alto contenido férrico, se aprecia en él un color rojizo, y cuando este tiene un alto contenido de azufre y se encuentra en condiciones de inundación prolongada, el azufre es transformado por ciertas bacterias en gas sulfhídrico, lo que provoca, como consecuencia, un olor a huevo podrido.  Y continua por los “Los humedales en Veracruz”…….

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