Muchos de vosotros ya sabéis que las turberas o Histosoles, abundan en ciertas partes del mundo, pero no en otras. Generalmente ocupan amplias extensiones en los biomas de tundra y Taiga, así como en los humedales (continentales y costeros) y alta montaña. Conforme en clima se aridifica, escasean más. Así, por ejemplo, en el bioma mediterráneo son muy escasas. Los Histosoles o turberas no pueden ser explotadas agropecuariamente,  a no ser que sean previamente drenadas y rehabilitadas, lo cual genera una gran emisión de carbono a la atmósfera. El calentamiento climático también resulta ser un serio problema con vistas a su preservación. Sin embargo, otro no menos relevante, en donde no escasean deviene de su explotación con fines comerciales, por cuanto, su elevadísima materia orgánica proporciona buenos sustratos para el crecimiento de las plantas domésticas, jardines y viveros. Sin embargo, su importancia aumenta justamente en las regiones geográficas en las que su extensión es menor, por dos razones. En primer lugar, estos suelos suelen ubicarse en humedales que por su alta biodiversidad y valor ecológico pueden y deben estar preservados por ley. Del mismo modo, debido a su ambiente anóxico (falta de oxígeno) los restos vegetales se descomponen muy lentamente, constituyendo bloques de memoria de paleoclimas y ambientes del pasado, en manos de los científicos. Urge pues buscar alternativas que eviten que su explotación alcance limites insustentables, así como que podamos preservar tales reliquias que nos informan sobre la historia de los paisajes en donde acaecen. 

 

 

Laguna y Turberas de Padul. Fuente: Ayuntamiento de El Padul

 

Como nos muestra la noticia de hoy, también, debido a su escasez, su precio aumenta, pudiendo amenazar a la industria de los viveros.  Investigadores de la Universidad de Turín, han llevado a cabo un estudio (supongo que deben haberse publicado algunos más) en búsqueda de alternativas a la extracción masiva de turba haciendo uso de otros sustratos vegetales. Os presentamos seguidamente los resultados obtenidos, tanto en su versión original en suahili, como en una rápida de cosecha propia traducida al español-castellano (que puede contener algún pequeño error, por lo que pedimos disculpas con antelación).

 

 

 

Lagunas de degradación tras la extracción tu turba

Turbera de El Padul (Granada, España). . Fuente: Wikipedia

 

Tan solo mencionar que he sido informado que la turbera de Padul, en Granada (España) que ha aportado abundante y valiosa información sobre los paisajes y paleoclimas mediterráneos durante las glaciaciones corre el riesgo de desaparecer por su sobreexplotación. Al menos esta es la opinión de algunos colegas.   

 

 

 

Pilas de Turba. El Padul España. Fuente: Wikipedia

 

Juan José Ibáñez   

 

Por el Amor de Turba: Alternativas A su Explotación como Sustratos de Cultivo

ScienceDaily (7 de septiembre 2009) «la turba, o materia orgánica en descomposición, ha sido utilizado por los cultivadores comerciales y los jardineros aficionados, desde mediados del siglo 20. La turba se añade a tierra en las macetas con vistas a ayudar a retener la humedad, proporcionando nutrientes adicionales. Debido a que la demanda de turba ha ido creciendo, excesivas hectáreas de turberas están siendo drenadas y destruidas. Tal hecho comienza a generar serias preocupaciones a cerda del impacto ambiental de la extracción de turba de los humedales. Conforme se reducen los suministros de esta material su coste de mercado aumenta. La disminución de los suministros, así como las preocupaciones ambientales y económicas están alentando a los investigadores para encontrar alternativas viables que puedan frenar tal práctica. Investigaciones recientes llevadas a cabo por  Federica Larcher y Valentina Scariot en el Departamento de Agronomía de la Universidad de Turín evaluaron cinco materiales como sustitutos parciales de turba. Los resultados, publicados en HortScience, muestran que estas alternativas pueden ser viables. La camelia, es una planta leñosa que se desarrolla sobre suelos ácidos (acidófila) y que se cultiva a menudo viveros con fines ornamentales. Tres variedades de camelia (…) fueron testadas en combinación con materiales turbosos, conforme a las siguientes alternativas: abono verde como hierba cortada y hojas, piedra pómez, fibras de cáscaras de coco, «turba», y corteza de pino. Cada variedad se cultiva también utilizando como control un estándar comercial de turba en base al musgo del género Sphagnum típica de las miasmas. El crecimiento de las plantas ornamentales y la calidad de los restos de cada cada planta se evaluaron en cada una de las fases del crecimiento del de cultivo: macetas, antes del trasplante, antes y después de la ramificación y al final del experimento. «La alternativa de medios de cultivo probados (…) funcionó tan bien o mejor que el sustrato estándar», conforme a los resultados de la investigación. Sin embargo, el abono verde resultó ser la excepción. Las plantas que crecen sobre este último tuvieron un menor rendimiento. El abono verde también aumentó los niveles de pH, con efectos negativos sobre las plantas.


El impacto de los diferentes sustratos sobre las plantas mostró ser más discernible durante los primeros 2 meses. Sin embargo, tras ese periodo de tiempo, no se observaron diferencias relevantes. «En general, las fibras de coco y corteza de pino resultado ser los  sustitutos o alternativas más adecuadas, siempre mezclados con algo de materiales turbosos, declaró Larcher, agregando que ninguna de las plantas cultivadas bajo los diferentes test mostró signos de desnutrición o toxicidad en ningún  momento durante el estudio. Los autores recomiendan las fibras de coco se recomienda como la mejor opción teniendo en cuenta factores técnicos y económicos. El estudio también recomienda que una adecuada la fertilización y la adaptación de las prácticas de riego idóneas para aprovechar al máximo la fibra de coco mezclado con turba ayudarán a reducir los costes y las pérdidas para los viveros.

 

For Peat’s Sake: Alternative Growing Media

 

ScienceDaily (Sep. 7, 2009)Peat, or semi-decayed vegetation matter, has been used by commercial growers and amateur gardeners since the middle of the 20th century. Peat is added to potting soil to help retain moisture and provide additional nutrients. As the demand for peat grew, acres of peat bogs were being drained and destroyed.

 

Now, concerns about the environmental impact of extracting peat from wetlands are mounting. And as peat supplies are reduced, the cost naturally increases. Diminishing supplies and environmental and economical concerns are encouraging researchers to find viable alternatives to this popular growing medium.

 

A recent research study led by Federica Larcher and Valentina Scariot of the University of Turin’s Department of Agronomy evaluated five materials as partial peat substitutes. The results, published in HortScience, show these alternatives have potential.

 

The study focused on growing camellia, a woody plant that prefers acidic soils and is often grown in containers for decorative purposes. Three varieties of camellia (‘Charles Cobb’s’, ‘Nuccio’s Pearl’, and ‘Dr. Burnside’ ) were tested using a combination of peat and the following peat alternatives: green compost such as grass clippings and leaves, pumice, coconut husks broken down into fibers, composted coconut «peat», and pine bark. Each variety was also grown using the standard commercial Sphagnum peat as a control. Plant growth and the ornamental quality of each plant was evaluated during each phase of cultivation, potting, before repotting, before and after branching and at the end of the experiment. «The alternative growing media tested…performed as well or better than the standard substrate,» the study reports. However, green compost was the exception. Plants grown in green compost had the lowest evaluations in all categories. Green compost also increased pH levels with negative effects on plants.

 

The impact of the different growing media seemed to be most notable during the first 2 months. After that time, no relevant differences were noticed. «Overall, coconut fibers and pine bark resulted in being the most suitable partial peat substitutes,» stated Larcher, adding that none of the plants grown in any mixture showed signs of malnutrition or toxicity at any point during the study. Coconut fibers are recommended as the best option considering technical and economic factors. The study recommends that adjusting fertilization and irrigation practices to make the most of coconut fiber and peat mixtures will help reduce the costs and losses for nurseries.

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12 comentarios

  1. It is genuinely a cool and beneficial piece of information. I’m glad which you basically shared this beneficial data with us. Please stay us informed like this. Thank you for sharing. 151892

  2. […] (sustratos), a menudo generando impactos ambientales no deseables (ver por ejemplo nuestro post “Aprovechamiento de la Turba y Degradación Ambiental). La concepción del suelo como sustrato precede de hecho al nacimiento de la edafología moderna, […]

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