Antonio Bello Pérez

Departamento de Agroecología: Centro de Ciencias Medioambientales. CSIC

Artículo de Opinión

Reproducido de la Revista Camp Verd (La Revista d’Agricultura Ecológica, Nº 4, 2009).

Nota del Administrador del Blog. Antonio Bello, me ha solicitado que incluyera este (como aperitivo) artículo de divulgación suyo en nuestro blog. Se trata de un placer y un honor.

El modelo agroalimentario es un fracaso, está obsoleto y hay que cambiarlo puesto que los responsables de la política agraria se han limitado a acciones puntuales que han provocado gran parte de los desastres actuales (1, 2, 3).

Agroecología y conocimiento Campesino
Agroecología y conocimiento Campesino
Obtención del Jamón Ibérico

Dehesas en donde se alimenta la cabaña porcina que da lugar al sabroso y sano jamón Ibérico. fuente: El Blog del Jamón Ibérico.

Para darnos cuenta de ello basta con analizar cinco palabras claves: Nemagón (4), Telone (5, 6), glifosato (7), bromuro de metilo (8) y transgénicos (1). Los gobiernos responsables están planteando una reestructuración de la Ciencia, que algunos centran en el incremento de sueldos; otros, que basta con una compensación moral y los que opinan que con esta reestructuración se está produciendo su desmantelamiento (9). Los científicos responsables sólo pedimos que esta reestructuración se lleve a cabo con la participación de los ciudadanos, puesto que ello es transparencia y democracia (2), “aunque debemos recordar que sin personas no sirve de nada el resto” (10, 11, 12).

Agroecología es una manera de producir, de comercializar y de vivir, una manera de pensar, una manera de crear, una manera de hacer” (11). Hay que destacar que no se puede gestionar de un modo eficaz el territorio sin la participación de agricultores y ganaderos; para ello, tenemos que tratar de armonizar el conocimiento científico y técnico con el “Saber” del campo, a través de programas de IPA que permitan una gestión agroecológica del territorio desmitificando la ciencia, puesto que la investigación no suele escuchar las necesidades de los sectores agrarios, sino las demandas irracionales del mercado. Por ello las políticas agrarias deben dar un cambio total, llegando a considerar la producción de alimentos como un asunto de seguridad para los ciudadanos dentro del Estado (3).

Los programas de IPA son fundamentales para dar impulso a las políticas agrarias, puesto que se cuenta con la opinión de agricultores y ganaderos, siendo necesario respaldar a aquellos investigadores que están próximos a los campesinos, incluyéndolos como miembros de honor de sus comités científicos asesores. Se debe tener en cuenta, sobre todo, “la memoria agraria, la ilusión de las gentes, la cultura rural, la raíz social, la adaptación al entorno, el calor humano”.

Hay que hablar de equipos multiprofesionales, armonizando ciencia y humanidad”, aspectos que tanto se han tenido olvidados. Se debe analizar, sobre todo, los problemas y experiencias de los agricultores, teniendo en cuenta que su principal factor limitante es la escasez de tiempo, para fijar objetivos y elaborar programas de IPA adaptados a la realidad del campo, puesto que suelen responder como nadie a la eficacia de aquellos investigadores que aportan soluciones en la gestión de los sistemas agrarios. La investigación en Ciencias Agrarias debe cambiar basándose en modelos de IPA (11).

Referencias.

(1) Bello A. 2008a La papa transgénica y la Agroecología: Esperpento, Ciencias Agrarias y Política. Agropalca 1, 19 p.

(2) Bello A. 2008b. La agroecología como elemento armonizador en el mundo agrario. Agrocalpa 2, 21.

(3) Bello A, A Gómez Sal, MA Díez-Rojo, JA López-Pérez, L de León Frascolla. 2009. Agroecología e investigación participativa. Enfoques frente a la crisis para la producción agraria. La Tierra del Agricultor y Ganadero, UPA Cuadernos 14, 32-37.

(4) Boix V. 2007. El parque de las hamacas. El químico que golpeo a los pobres. Edit. Icaria, 320 pp.

(5) Díez-Rojo MA, I Castro, JA López-Pérez, MR González López, C. Martínez, A Bello. 2009. La biodesinfección de suelos como alternativa a los fumigantes químicos. Agropalca 5, 24-25.

(6) Dungan RS, SR Yates. 2003. Degradation of fumigant pesticides. 1, 3dicholopropene, methyl isothiocyanate and methyl bromide. Vadose Zone  Jour. 2, 279-286.

(7) Jackson W, W Berg. 2009. Un proyecto agrario para los próximos cincuenta años (The New York Times, 4 enero). Agropalca 4, 9 p.

(8) MBTOC 2008. Evaluations of 2008 Critical Use nominations for methyl bromide and related matters. Final Report. UNEP, Nairobi, 111 pp.

(9) Puigdomenech P. 2009. 70 años en la historia de la ciencia europea. El País, 15 nov., 39 p.

(10) SEAE 2009. Entrevista A Bello, doce preguntas agroecológicas: ¿cuántas décadas deben pasar hasta lograr tener alimentos libres de contaminantes? SEAE 7, 6-8.

(11) UCCL 2009. Entrevista A Bello, responsable del grupo de Agroecología del CSIC. Agricultura Familiar 212, 14-15.

(12) William Engdahl F. 2009. GMO scandal: The long term effects of genetically modified food on humans. Scientific tests must be approved by industry. http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=14570

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9 comentarios

  1. Mi enhorabuena a Antonio por el artículo. No se puede decir más con tan pocas palabras y no entiendo como se puede intenter marginar a una cabeza así, de la que deberiamos estar orgullosos y de la que debería sacarse provecho. No sé donde están todos los que se llaman sus amigos y todas las personas que se han beneficiado en alguna medida de sus ideas. De lo que no cabe duda es de que tiene el respeto , la admiración y el agradecimiento del sector agrario y debería tener el de los gobernantes.

  2. Le escribo desde una conocida agencia de comunicación. Estaríamos interesados en poder contactar con usted para poder facilitarle contenido de uno de nuestros clientes. Por ello agradeceríamos que nos facilitaran un correo y nombre de contacto.

    Un saludo.

  3. Estimada Sonia,

    Gracias por tu comentario.

    Me gustaría que me aclararas si te refieres al administrador del blog (quien te escribe) o a Antonio Bello. Supongo que será el último. Supongo que el Dr. Bello responderá afirmativamente. Pero en cualquier caso necesito tu aclaración para hablar con Antonio Bello y solicitarle su permiso, si fuera el caso. Por mi parte no habría problema

    Un cordial Saludo

    Juanjo Ibáñez

  4. Sonia, tras tu mail, Ya le he pasado tus datos a Antonio Bello.

    Un cordial saludo y gracias por interesarte por este serio problema.

    Juanjo Ibáñez

  5. María,

    Ya sabes de sobra que yo fui un «disidente» de Antonio ya que nuestros carácteres chocaban por ser ambos muy fuertes, que no nuestras ideas.

    Y sabes que aun así hemos mantenido mutuamente nuestra amistad y apoyo mutuo.

    Efectivamente resulta muy lamentable que Antonio formara a decenas de personas, que muchas ellas sacaran sus plazas gracias a la sólida formación que les dio y su apoyo, que durante años corretearan a su alrededor como mariposas para sacar partido y que ahora «si te he visto no me acuerdo», cuando no le arremeten algunos con puñales por la espalda.

    Y esto ya nos dice la moral, ética y catadura de muchos investigadores actuales, ¡sí!, esos que hablan de objetividad científica y dedican todos sus esfuerzos hacia la mejora de la sociedad. Jaja. Estamos criando cuervos. Y quizás también cobardes, ya que cada vez hay más miedo y más adulación al poder, caiga quien caiga, incluso a los que deben agradecerle «eternamente» poder disfrutar de un trabvajo tan maravilloso como el nuestro.

    Yo que también «amo a la ciencia», aunque algunos me critican porque dicen que la ataco, me pregunto que tipo de «amor» atesoran esos personajillos parásitos, chupópteros y desagradecidos. Y tu y yo sabemos que son muchos, ya que Antonio fue incansable.

    Que lástima. Su silencio y cobardía lo dice todo, contrastando con las varias asociaciones de agricultores que se ponen en contacto contigo, con Antonio e incluso conmigo horrorizados por el tema.

    Son algunos de estos últimos los que comentan que Antonio era la excepción, más que la regla, entre los científicos de su ámbito. Y eso lo dice todo. Si luego los investigadores se lamentan de que los agricultores no colaboran, en lugar de acusarles de su falta de cultura científica, debían recapacitar sobre sus necias y lamentables actitudes.

    Al fin y al cabo nos pagan los ciudadanos con sus impuestos y no nuestras instituciones, que no dejan de ser meras correas de trasmisión, a nenudo muy mal engrasadas. ¿A quien debe uno pleitesía?.

    Un abrazo

    JuanjoIbáñez

    Todo muy lamentable.

  6. De hecho, si es muy lamentable que los que se supone velan por la seguridad y el desarrollo de las diferentes sociedades se encuentren orientados mas hacia la corrupción, y al consumismo de los agroquimicos, transgenicos y demas «super productos».

    Aca en Mexico existen pocas personas que estan intentando aplicar la investigación participativa, sin enbargo, vamos a pasos muy lentos (a mi parecer) ya que hemos tenido difernetes intentos, y muchos de ellos han sido fracasos debido a el poco interes y especialmente el seguimiento. De lo más actual, que he escuchado sobre la investigación participativa es de Tomas Villasante de la universidad complutense y me parce que realmente es un gran avance, claro esta que sería necesaria una verdadera aplicación en su metodología.

    Estoy totalmente deacuerdo en el hecho de que la agroecología es una forma de vivir, y creo que es por ello, pues hay que dejar de lado muchas «comodidades» de nuestros tiempos, que se tienen tantos fracasos. Pero, hay que seguir intentando una armonia con nuestro entorno y un verdadero desarrollo. Hace tiempo (discutiendo con unos prof.) llegamos a la conclusión de que un verdadero desarrollo no es la aplicación constante de nuevas tecnologías, sino el bienestar en la forma de vida.

    Gracias por este espacio y las interesantes publicaciones

  7. Estimado Xicotencatl, si leiste el post de este dia, notaras que ha habido en México personas que han trabajado en ese sentido. como el Efraim Hernández Xolocotzi. Esta el Dr. Carlos Alberto Ortiz Solorio y la pleyade de alumnos de ambos. En la Conafor de México tenemos el PROCYMAF o Desarrollo Forestal Comunitario, basado en Plan de Acción Comunitario. E

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