Como ya os hemos comentado en numerosas ocasiones, la biodiversidad del planeta dista mucho de ser conocida, siendo nuestros inventarios una muestra pobre y sesgada del árbol de la vida. Numerosos investigadores no consideran a estos “elementos” denominados virus, como seres vivos. No estoy de acuerdo. Ahora bien, esa es otra cuestión. La nota de prensa que os mostramos hoy resulta completamente sorprendente, desconcertante (hallan millones de virus desconocidos ocultos en aguas residuales),“a primera vista” y especialmente preocupante, tanto más cuando aun en muchas partes del mundo se riega sin el menor miramiento con este tesoro de diversidad. Tal hecho afecta a la salud de los campesinos implicados, la contaminación biológica de los alimentos cosechados, así como que en general los suelos sujetos a tales prácticas puedan convertirse en un reservorio inaudito de tal biodiversidad de lo minúsculo”. En el estudio original dicen haberse encontrados virus pertenecientes como mínimo 51 familias desconocidas, batiéndose el record de los Guiness, ya que se trata del metagenoma vírico más importante jamás analizado. Habrá que convertir estos caudales en reservas de la biosfera y patrimonio mundial de la humanidad ¿No? Tampoco no debemos olvidar que la depuración de aguas no erradica muchos de estos pequeños bichitos (por lo que propuestas presuntamente ecológicas como esta “aguas residuales depuradas para frenar la salinización de acuíferos» debieran causar una serena reflexión, por no ser alarmista), cuyo papel en la dinámica de los ecosistemas dista mucho de ser conocido.  ¿Cómo podría explicarse la génesis de tales puntos calientes? No creo que se trate de una tarea difícil, al menos desde el punto de vista de la ecología de los paisajes canijos.

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Diversidad Vírica. Fuente: National Geographic

Las ciudades son receptoras de todo tipo de materiales vivos que antaño procedían fundamentalmente de fuentes cercanas, pero que en la actualidad devienen de todas las partes del planeta (fuentes globales), con su propia carga viral. En el caldo de cultivo de nuestras sabrosas aguas residuales, pueden crecer numerosísimas clases de microorganismos, a los que tales virus atacan. Las ciudades también son ecosistemas en los que habitamos, querámoslo o no, con otros “bichos”, algunos de ellos malignos, además de políticos, banqueros, especuladores financieros y urbanísticos, etc. (quizás los más peligrosos para los ciudadanos). Del mismo modo, una buena parte de los virus (aunque en un porcentaje desconocido) pueden sobrevivir en estos hábitats, esparciéndose como las aguas residuales lo hacen. Desde este punto de vista “paisajístico”, las ciudades se transforman en centros de biodiversidad y sus aguas en museos vivos, zoológicos o jardines botánicos) de parte de la biodiversidad vírica mundial.  Empero tales puntos calientes, “reiteremos una vez más”, son en numerosas partes del Planeta también museos itinerantes. En tal ecología del paisaje microbiana los cursos de aguas residuales se transforman en corredores “ecológicos”, algunos de los cuales, como ya se ha demostrado con organismos biológicos más complejos favorecen la dispersión de especies invasivas o invasoras. Mutatis mutandi, nos hallamos ante los más biodiversos corredores ecológicos y a la par en museos itinerantes de biodiversidad microbiana y especies invasivas o invasoras. Una advertencia al lector, hablar de especies en el mundo vírico resulta ser arto imprudente. El cxoncepto falla aquí como una escopeta de feria. Eso sí, tal hecho no resta valor a tan sorprendente noticia, que espero sea del agrado de todos los amantes de la naturaleza ¿¿??.

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Aguas Residuales. Fuente: KPLR 11

Así, esta portentosa “sociedad tecnológica, globalizada y bobalizada” deviene también en una mega-ecoeficiente máquina de concentrar, generar y radiar la biodiversidad de lo canijo. Desgraciadamente, los que nos dedicamos al medio ambiente, nos lamentamos continuamente, de la pérdida de biodiversidad, tan solo por el mero hecho de que solemos despreciar lo pequeño. Ignorancia absoluta, como constatarían los aláteres de la globalización, así como los defensores de las guerras biológicas y/o el bioterrorismo. Bioterrorismo también es lo que estamos haciendo con muchos suelos.

Como el artículo original se encuentra en acceso abierto, podéis acceder a el pinchando aquí. “que os aproveche”.

Juan José Ibáñez

Hallan millones de virus desconocidos ocultos en aguas residuales

Hasta la fecha, y a pesar de que se sabe que hay muchos más, los biólogos solo han logrado describir unos pocos miles de virus. Pero una nueva investigación acaba de revelar un impresionante mundo de diversidad vírica prosperando debajo mismo de nuestras narices. Publicado online en «mBio», la revista de la Sociedad Americana de Microbiología, el estudio se ha centrado en el análisis de aguas residuales de Norteamérica, Europa y África. Y ha encontrado, de un solo golpe, miles, puede que millones, de virus totalmente desconocidos para la ciencia. Muchos de ellos podrían tener algún papel en la salud de los seres humanos.

FUENTE | ABC Periódico Electrónico S.A. 05/10/2011

Como los científicos saben muy bien, los virus están, literalmente, en todas partes. Durante cada segundo de cada día de nuestras vidas, los seres humanos estamos expuestos a virus allá donde nos encontremos y hagamos lo que hagamos: dando un paseo, en el coche, comiendo, bebiendo, trabajando, durmiendo…

A pesar de ello, nuestro conocimiento del universo de los virus se limita a una pequeñísima fracción de los que en realidad existen. Hay sobre la Tierra cerca de 1,8 millones de especies diferentes, y todas ellas albergan un número indeterminado de virus únicos y específicos de cada uno de esos organismos. A pesar de ello, solo unos 3.000 virus han sido identificados y clasificados hasta la fecha.

FIRMAS GENÉTICAS

Para explorar por lo menos una parte de esta enorme diversidad desconocida y calcular el número de virus diferentes que puede haber «ahí fuera», los investigadores se fijaron en las firmas genéticas de los virus presentes en las aguas residuales de tres continentes. Y se encontraron, en primer lugar, con 234 virus conocidos, pertenecientes a 26 familias víricas bien diferenciadas. Lo cual, de paso, convierte a las aguas residuales en el «hogar» de la mayor diversidad de virus jamás encontrada hasta ahora.

Entre estos virus conocidos encontrados por los investigadores se incluyen patógenos humanos como papilomavirus y otros responsables de varios trastornos estomacales. Otros, sin embargo, estaban relacionados con «vecinos» de las cloacas muy bien conocidos por nosotros: roedores y cucarachas.

En las aguas analizadas también había bacterias, por lo que no resultó extraño para los biólogos que las firmas genéticas de los virus que atacan a bacterias destacaran, por su número, entre todos las demás familias presentes. Finalmente, un buen número de los virus conocidos que se identificaron procedían de plantas, algo que también resulta lógico ya que los vegetales son quizá el alimento más común entre los humanos.

Sin embargo, las aguas residuales analizadas contenían mucho más que esos 234 virus ya conocidos. De hecho, la inmensa mayoría de las firmas genéticas encontradas pertenecían a virus completamente nuevos y desconocidos. Miles de ellos, puede que incluso millones… Lo cual, para Michael Imperiale, biólogo de la Universidad de Michigan y autor principal del estudio, es un hecho muy significativo, ya que seguramente muchos de esos virus desconocidos juegan algún tipo de papel tanto en la salud de los seres humanos como en el medioambiente. Papeles que, sencillamente, aún no se han identificado.

POSIBLES EFECTOS «BENEFICIOSOS»

Sin embargo, no todos los virus tienen, necesariamente, que ser malos para nosotros. «Hay teorías -explica Imperiale- que sostienen que podemos ser infectados por virus que no causen enfermedad alguna y que, al contrario, nos resulten beneficiosos«. Hay ejemplos de esta clase de virus «benéficos» en el mundo animal. Por ejemplo un virus de herpes en ratones que los hace resistentes a las infecciones bacterianas.

En vista del éxito obtenido, los investigadores planean ahora dar el siguiente paso analizando otros ambientes en los que los virus puedan prosperar a sus anchas, como lo hacen en las aguas residuales. Y eso, opina Michael Imperiale, traerá un gran número de nuevos descubrimientos: «Creo que estamos apenas en la punta del iceberg en cuanto a saber cuántos virus puede haber ahí fuera. Y pienso que en el océano, por ejemplo, encontraremos cantidades que superan en varios órdenes de magnitud a las que hemos hallado en las aguas residuales«.

Autor:   José Manuel Nieves

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4 comentarios

  1. […] nueva, como ya comentamos en el siguiente post que trataba de un hábitat un tanto más sucio: “Hallado el Mayor Punto Caliente de biodiversidad Vírica del Planeta: Las Aguas Residuales”. También cabría resaltar que se han publicado varios estudios previos en  los que se afirma […]

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