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Fuente Colaje Imágenes Google

Ya anunciamos en un post anterior (Monitorización de Precisión de la Humedad del Suelo, Agricultura, Recursos Naturales y la USDA Soil Taxonomy) que, en materia de taxonomía, volvemos a tropezar en los mismos errores que se cometieron en el pasado. Desde un punto de vista de la ciencia básica, una taxonomía debe inventariar y representar los recursos edáficos y clasificarlos conforme a ciertos criterios que acuerden los expertos de nuestro ámbito y otros afines con vistas a comprender la variedad/diversidad de tipos de suelos en las que dividimos el continuum edafosférico. Una vez recogidos los criterios, se desarrolla una estructura y ya irán surgiendo el número de tipos o edafotaxa, sean los que sean en número.

Sin embargo, los usuarios potenciales, y tanto más cuando procedan de campos muy dispares de la ciencia, desean representaciones espaciales de las propiedades que a ellos les interesan de cada cuerpo o recurso natural considerado.  Con tal motivo, y basado en una taxonomía básica o natural, los expertos deberán elaborar constructos taxonómicos artificiales adecuados para los diferentes usos que se desean. Obviamente, el número de tipos debería ser menor en los segundos que en los primeros, por cuanto se trata de elaborar un producto amigable o de fácil manejo por los usuarios. Así se ha hecho en otros ámbitos. Eso sí, tanto unos como otros requerirán cambios con el tiempo, ya que el progreso científico nos obliga a cambiar nuestras perspectivas antiguas por otros acordes con los conocimientos de la ciencia en un momento dado de la historia.  ¡No hay mal que cien años dure!.

Resulta casi imposible elaborar un producto cartográfico que sirva para ambos fines simultáneamente sin vernos obligados a tomar decisiones que introduzcan mayor artificialidad que la ya de por si tienen los mapas básicos o llamémosles científicos. Desde el punto de la filosofía de la ciencia se trataría de comenzar a construir una casa por el tejado soslayando los cimientos y tanto más aun cuando no es en absoluto necesario.  Vimos el caso de los regímenes de humedad y temperatura del suelo en el post enlazado al inicio de esta entradilla.

Así pues criterios y estructuras taxonómicas deben ir por delante. Sin embargo, como veremos en los dos resúmenes traducidos, extraídos recientemente del Soil Science Society of America Journal, seguimos tropezando en la misma piedra. El problema estriba en que aunque no formalizada si existe una ciencia de la taxonomía(s), empero la mayoría de los expertos de diferentes disciplinas consideran que no son relevantes para elaborar las suyas. Obviamente no han leído nada sobre el tema. Error mayúsculo e imperdonable, más aún cuando, por ejemplo, este bloguero junto a los famosos Richard Arnold, Robert Ahrens (antiguos jefes del Soil Survey Staff), Luca Montanerella (Expresidente del Panel Intergubernamental de Suelo) y otros colegas, hemos trabajado con vistas a cerrar tan lamentable brecha, publicando algún libro y varios artículos. Pero no hay manera, y esta es la segunda ocasión, por cuanto ya ocurrió lo mismo con la clasificación de suelos de la FAO (WRB). No hay más ciego que no quieren ver.

Debido a que los artículos se encuentran en copyright y en una revista de pago, me limito en esta ocasión a mostraros los resúmenes traducidos al español castellano, omitiendo el texto original en inglés que puede obtenerse al pichar en los hipervínculos.  En el paper que lleva por títuloFundamental Changes in Soil Taxonomy” leeréis justamente todo lo contrario, es decir como el utilitarismo domina el pensamiento de los taxónomos. En el segundo paperChanging the hierarchical placement of soil moisture regimes in Soil Taxonomy” se retoma el tema del edafoclima (Monitorización de Precisión de la Humedad del Suelo, Agricultura, Recursos Naturales y la USDA Soil Taxonomy), tan criticado por muchos expertos y que no debería haber sido incluido jamás, ya que se trata de un factor formador. ¿Por qué no pues incluir todos?….. Imposible. Empero en su momento, los arquitectos de la USDA-ST elaboraron un producto muy utilitarista destinado preferentemente a la agronomía, y el agua es capital importancia para la producción agropecuaria (sesgo utilitarista ampliamente reconocido por muchos colegas). Ya hemos mostrado que además de que no era de rigor contemplarlo, por cuanto ni tan siquiera es actualmente requerido al por disponer de otras fuentes  muchísima y más precisa información meteorología y climática en acceso abierto. Todo ello sin tener en cuenta que la ciencia del cambio climático nos ha terminado por demostrar que el clima cambia tan rápidamente con el tiempo, que resulta difícil encontrar suelos maduros/desarrollados  que no sean policíclicos (su génesis obedece a la acción de diferentes tipos climáticos temporalmente secuenciados).

Ciencia básica y ciencia aplicada. Las dos son inexcusablemente imprescindibles, empero al mezclarlas y pasarlas por la batidora realizamos, sí o sí, una clasificación extremadamente artificial, que limita su valor científico, en detrimento de que las básicas son fundamentales con vistas al progreso de le edafologíaVan en busca del Santo Grial. Nosotros nos cavamos nuestra propia tumba, por lo que luego no echamos la culpa a otros.

Para finalizar, la estructura resulta ser uno de los aspectos más importantes de las taxonomías, ya que al tener que recordar/manejar miles de tipos, nuestro aparato cognitivo se enfrenta a series limitaciones a la hora de comprenderlas/usarlas eficientemente. Y por esta razón casi todas las clasificaciones de los más disparatados recursos naturales, son jerárquicas con menos de siete niveles y con ramificaciones que eviten  superar ese número digamos que mágico. Todas son fractales o multifractales etc.   Nuestra mente lo hace inconscientemente, empero nuestra consciencia no profundiza tanto ¿¿?? …….

 Juanjo Ibáñez

Continúa…….

Fundamental Changes in Soil Taxonomy

Mark H. Stolt & Brian A. Needelman

Resumen

La taxonomía de suelos se ha vuelto cada vez más compleja durante los últimos 50 años, y el número de taxones ha crecido casi exponencialmente. Esta complejidad resta valor a la capacidad de la taxonomía de suelos para satisfacer las necesidades de usuarios cada vez más diversos. Revisamos los objetivos de la taxonomía de suelos, discutimos los problemas actuales con la aplicación de la taxonomía de suelos y presentamos algunos cambios sugeridos para iniciar una discusión abierta sobre la realización de cambios fundamentales. Nuestro objetivo es desarrollar un diálogo entre la comunidad científica que conduzca a un documento revisado que no haya perdido los detalles críticos que requerimos pero que pueda cumplir con los objetivos de nuestro sistema de clasificación de suelos al ser un documento relevante para la amplitud de usuarios potenciales. No estamos proponiendo cambios a la arquitectura general de la taxonomía de suelos, sino más bien sugiriendo cambios fundamentales en las definiciones, criterios, conceptos y formato (lo que se enfatiza dentro de cada categoría). Estos cambios potenciales pueden ser moderados, extensos o conceptuales. Los cambios de ejemplo incluyen simplificar la definición de materiales orgánicos del suelo (cambio moderado), mover el régimen de humedad del suborden al nivel familiar (cambio extenso) y armonizar significados en toda la jerarquía (cambio conceptual). Creemos que los cambios intencionados y bien diseñados en la taxonomía de suelos tienen el potencial de crear un sistema que sea menos complicado, más fácil de usar y que pueda servir como una herramienta eficaz y atractiva para que la comunidad de la ciencia del suelo llegue a otras disciplinas y comunidades que utilizan información de suelos.

Changing the hierarchical placement of soil moisture regimes in Soil Taxonomy

Mark H. Stolt  et al. First published: 06 January 2021

Resumen

Cambiar la ubicación jerárquica de los regímenes de humedad del suelo en la taxonomía del suelo

La humedad y la temperatura del suelo son propiedades del suelo vinculadas al clima e incorporadas a la taxonomía del suelo a través de las amplias clases de regímenes de humedad y temperatura. Aunque ambas son variables importantes en la formación del suelo y el uso de la tierra, el régimen de temperatura del suelo (STR) se aplica con mayor frecuencia a nivel de familia de la taxonomía de suelos, mientras que el régimen de humedad del suelo (SMR) se aplica a nivel de suborden. El Grupo de Trabajo de Taxonomía de Suelos de la Soil Science Society of America está cuestionando si mover SMR al nivel de familia creará un sistema que sea más eficiente mientras proporciona más información para el usuario en las categorías superiores. Con el fin de promover el diálogo, la transparencia y la documentación de la justificación de las decisiones tomadas, se discuten los pros y los contras de trasladar los SMR ústicos, xéricos y údicos del suborden a la familia. Para explorar este cambio potencial, utilizamos la diversidad de Shannon (ΔH) como un índice del cambio en el número y la abundancia de tipos de suelo dentro de un área específica de orden a suborden comparando los subórdenes actuales y un grupo revisado de subórdenes caracterizados por horizontes de diagnóstico. El análisis indicó un ΔH relativamente pequeño para la mayor parte del país considerando las clases de suborden actuales y un ΔH sustancial transmitido utilizando el cambio de clasificación propuesto. Mover los SMR a nivel familiar tiene el potencial de reducir el número de subgrupos de taxones en casi un 50% sin perder la información actual dentro de cada taxón. Los argumentos en contra son que los SMR tienen connotaciones de génesis y morfología y proporcionan una forma de agrupar tipos de suelos similares y mostrarlos en mapas a gran escala. Los patrones de distribución del suelo a escala regional y continental a menudo son el resultado de diferencias en el clima del suelo. Un cambio en la jerarquía de SMR dentro de la taxonomía de suelos podría restar importancia a la relevancia de la humedad del suelo, lo que puede resultar en una pérdida de su reconocimiento como factor determinante en la morfología, geografía y ecología del suelo.

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