Manglares y secuestro de carbono: Entre el Niño y la Luna
Fuente: Colaje imágenes Google y phys.org: Grafico: “Cubierta de manglar de dosel cerrado en el noroeste y oeste de Australia siguiendo la oscilación de 18,6 años en el rango de marea causada por el bamboleo lunar”. Crédito: Autor proporcionado, CC BY
Ya os hemos hablado de los manglares, su secuestro de carbono, como también de las turberas y los suelos hidromorficos, como por ejemplo, los gleysoles. No nos repetiremos abundando en explicaciones ya reiteradas en los casi 3.000 post que ya alberga nuestra bitácora. De hecho, la primera noticia da cuenta de varias de las características de los suelos de los manglares. En general, así como condiciones de encharcamiento o inundación prolongada o casi total a lo largo del años. Los suelos hidromórficos suelen acumular materia orgánica, al no poder ser descompuesta rápidamente por anegarse el solum y descender los niveles de oxígeno disuelto que se requieren para su oxidación aeróbica (ver por ejemplo, Los Suelos de un Manglar y su Degradación: Repercusiones sobre el Secuestro de Carbono y Los suelos de los manglares y su fertilidad ante los huracanes y el ascenso del nivel del mar). Por tal secuestro de carbono, están siendo muy estudiados, con vistas a conocer los procesos implicados, la cantidad de gigatoneladas de CO2 secuestrado en este tipo de ecosistemas alrededor del mundo, así como los riesgos de que el cambio climático, conviertan estos sumideros, en emisores de gases de invernadero. La primera noticia, es un estudio de naturaleza local/regional), que a mí personalmente no me reporta novedad alguna. Ahora bien, mejor un post didáctico que las extravagancias y dudosas conclusiones de una enorme plétora de publicaciones.
La segunda nota de prensa, por el contrario, me ha dejado obnubilado. Basta pues que en esta entradilla mostremos el título (el contenido lo tenemos al final del post): ¿Qué causó la mayor mortandad de manglares del mundo? Un bamboleo en la órbita de la luna es en parte culpable .Y esto sí que es una novedad, de ser cierto. Digamos que el trabajo parece estar muy bien fundado y diseñado, por lo que hay que tenerlo en cuenta, testarlo y corroborarlo. La conjunción de El Niño y el bamboleo orbital de la Luna, generó una catástrofe, más natural que las debidas al calentamiento climático.
Personalmente, obtengo más información enriquecedora de muchos estudios sobre cambio climático, cuando encuentro descripciones de fenómenos como este, que en lo concerniente a las predicciones, que seguirán fallando dada la naturaleza no-lineal/ compleja, del sistema climático. Ya sabemos que el mundo exterior al planeta ha venido afectando a la biosfera, a lo largo de su historia de las más variopintas maneras. Sin embargo, la historia de la segunda noticia, constata la complejidad de muchos problemas con los que nos enfrentamos a la hora de entender la estructura y dinámica de Gaia y Gea. Una narración muy digna de un proceso curioso y sorprendente, aunque tan solo sea a nivel local. Y este viene a ser un análisis de muy pocas variables que dan lugar a cambios sorprendentes en la trayectoria de los sistemas. La sinergia de los sistemas del mundo natural es sorprendente y enormemente difícil de dilucidar, les gusta a los modeladores del clima, o no. Os dejo pues con ambas noticias, haciendo énfasis especialmente acerca de la segunda, de la que os adelanto “Durante el verano de 2015, 40 millones de manglares murieron de sed. Esta vasta mortandad, la más grande jamás registrada en el mundo, mató a ricos bosques de manglares a lo largo de 1.000 kilómetros de costa en el Golfo de Carpentaria de Australia”. tachin, tachin…….
Juan José Ibáñez
Continúa……….
Los manglares mexicanos han estado capturando carbono durante 5 000 años
por la Universidad de California – Riverside
Los investigadores han identificado una nueva razón para proteger los bosques de manglares: han estado manteniendo silenciosamente el carbono fuera de la atmósfera de la Tierra durante los últimos 5.000 años.
Los manglares prosperan en condiciones que la mayoría de las plantas no pueden tolerar, como las aguas costeras saladas. Algunas especies tienen raíces verticales conductoras de aire que actúan como snorkels cuando las mareas son altas, dando la apariencia de árboles flotando sobre pilotes.
Un equipo de investigación dirigido por UC Riverside y UC San Diego se propuso comprender cómo los manglares marinos frente a la costa de La Paz, México, absorben y liberan elementos como el nitrógeno y el carbono, procesos llamados ciclo biogeoquímico.
Como estos procesos son impulsados en gran medida por microbios, el equipo también quería aprender qué bacterias y hongos están prosperando allí.
El equipo esperaba que el carbono se encontrara en la capa de turba debajo del bosque, pero no esperaban que el carbono tuviera 5.000 años de antigüedad. Este resultado, junto con una descripción de los microbios que identificaron, ahora se publica en la revista Marine Ecology Progress Series.
«Lo especial de estos sitios de manglares no es que sean los más rápidos en el almacenamiento de carbono, sino que han mantenido el carbono durante tanto tiempo«, dijo Emma Aronson, microbióloga ambiental de la UCR y coautora principal del estudio. «Es órdenes de magnitud más almacenamiento de carbono que la mayoría de los otros ecosistemas de la región«.
La turba subyacente a los manglares es una combinación de sedimentos sumergidos y materia orgánica parcialmente descompuesta. En algunas áreas muestreadas para este estudio, la capa de turba se extendió aproximadamente 10 pies por debajo de la línea de agua costera.
Poco oxígeno llega a la capa de turba más profunda, lo que probablemente sea la razón por la que el equipo no encontró ningún hongo viviendo en ella; normalmente los hongos se encuentran en casi todos los ambientes de la Tierra. Sin embargo, el oxígeno es un requisito para la mayoría de los hongos que se especializan en descomponer los compuestos de carbono. El equipo puede explorar más a fondo la ausencia de hongos en futuros estudios de turba de manglar.
Hay más de 1.100 tipos de bacterias que viven debajo de los manglares que consumen y excretan una variedad de elementos químicos. Muchos de ellos funcionan en ambientes extremos con poco o ningún oxígeno. Sin embargo, estas bacterias no son eficientes en la descomposición del carbono.
¿Qué causó la mayor mortandad de manglares del mundo? Un bamboleo en la órbita de la luna es en parte culpable
por Neil Saintilan, The Conversation
Durante el verano de 2015, 40 millones de manglares murieron de sed. Esta vasta mortandad, la más grande jamás registrada en el mundo, mató a ricos bosques de manglares a lo largo de 1.000 kilómetros de costa en el Golfo de Carpentaria de Australia.
La pregunta es, ¿por qué? El mes pasado, los científicos encontraron un culpable: un fuerte evento de El Niño, que condujo a una caída temporal en el nivel del mar. Eso dejó a los manglares, que dependen de las mareas que cubren sus raíces, altos y secos durante una temporada de monzones temprana inusualmente seca.
Caso cerrado. ¿O sí? Si bien la evidencia implica claramente a El Niño, encontramos que este ciclo climático tuvo un cómplice muy grande: la luna.
En nuestro estudio, publicado hoy en Science Advances, mapeamos la expansión y contracción de la cubierta forestal de manglares en los últimos 40 años, y encontramos evidencia clara de que el bamboleo orbital de la luna tuvo un efecto.
Nuestro mapeo también muestra que los manglares se están expandiendo y su dosel se está engrosando en todo el continente, lo que probablemente se deba a niveles más altos de dióxido de carbono. Por espectacular que fuera, el evento de muerte de manglares del Golfo de Carpentaria fue completamente natural.
¿Qué pistas delató el papel de la luna?
Durante los ciclos de El Niño como el de 2015, los niveles del mar caen alrededor de Australia y otros países del Pacífico occidental.
Pero estos ciclos climáticos afectan a toda la región indoaustraliana. Si El Niño fue la causa principal, los manglares en otros lugares también deberían haber sido golpeados. Pero las muertes de estos arbustos y árboles que habitan en las mareas se localizaron en gran medida en el Golfo de Carpentaria. Las tasas de mortalidad fueron más altas a lo largo de las costas que experimentan todo el rango de la marea. Por el contrario, los manglares continuaron prosperando en los límites de marea de los estuarios, hasta las llanuras aluviales donde los efectos climáticos deberían sentirse con mayor fuerza.
Ahí es donde entra la luna, y particularmente el «bamboleo lunar«. En 1728, los astrónomos notaron que el plano en el que la luna orbita la Tierra no está fijo. En cambio, se tambalea hacia arriba y hacia abajo, un poco como una moneda giratoria a medida que comienza a disminuir.
Cuando mapeamos la extensión y distribución de los bosques de manglares australianos en los últimos 40 años, encontramos signos claros del bamboleo de la luna en el trabajo. Este ciclo orbital de 18,6 años resulta ser la razón principal por la que el dosel de los manglares se expande y se contrae alrededor de la mayor parte de las costas de Australia, y explica los patrones de mortalidad de los manglares en el Golfo de Carpentaria.
Es posible que se pregunte por qué el bamboleo tiene tanta influencia sobre si los manglares viven o mueren. Son las mareas. El bamboleo cambia la forma en que la gravedad de la luna tira de los océanos del mundo, por lo que los períodos de mareas excepcionalmente altas son seguidos por mareas excepcionalmente bajas 9,3 años después.
La investigación realizada por científicos de la NASA sugiere que es probable que este ciclo conduzca a grandes inundaciones costeras a principios de la década de 2030, ya que las mareas altas extremas se encuentran con el aumento acelerado del nivel del mar.
El ciclo lunar-manglar es claramente visible desde arriba (ver foto en la cabecera de esta entradilla). Cuando mapeamos los cambios en el denso bosque de manglares en el noroeste y el oeste de Australia, vimos picos claros en el dosel cerrado, donde las hojas y ramas de los manglares se engrosan para cubrir más del 80% del suelo, coincidiendo con la fase de marea más alta del ciclo lunar.
Cuando las mareas están en su punto más alto, el agua inunda los manglares y aporta nutrientes, que aceleran el crecimiento. Estos períodos influyen potencialmente en la cantidad de carbono azul almacenado por los manglares a lo largo de miles de kilómetros cuadrados.
Pero cuando las mareas están en su punto más bajo, los manglares no pueden obtener el agua que necesitan. Durante 2015-2016, el bamboleo lunar redujo el rango de marea en el Golfo de Carpentaria, lo suficiente como para reducir las mareas en un estimado de 40 cm. Los eventos anteriores de muerte de manglares en 1998 y 1982 también coincidieron con estos valles.
En 2015, las mareas a lo largo de la costa norte de Australia cayeron aún más bajo la influencia de El Niño, que mueve el agua de mar al Pacífico oriental. El resultado de la superposición del ciclo lunar y climático en el Golfo de Carpentaria fue la muerte masiva de los manglares.
Un desafío que tuvimos fue distinguir entre los efectos de El Niño y el bamboleo lunar, dado que tienden a ocurrir en el mismo período de tiempo en el Pacífico occidental. Algunos científicos incluso han sugerido que el bamboleo lunar puede contribuir a los intensos eventos de El Niño.
Para descubrir las dos causas, confiamos en una peculiaridad en el bamboleo lunar, y una peculiaridad en la costa.
El momento del bamboleo lunar de los períodos de rango de marea alta y baja se invierte entre las costas con dos mareas altas cada día (mareas semidiurnas) y las que reciben una marea alta cada día (mareas diurnas).
El Golfo de Carpentaria es una de las pocas costas de Australia con mareas diurnas. La mayoría de las otras costas tienen dos mareas altas cada día. En conjunto, esto significó que, en 2015, las costas semidiurnas tenían mareas más grandes de lo habitual, mientras que las costas diurnas raras como las que se encuentran a lo largo del golfo tenían mareas más pequeñas de lo habitual.
Esto explica por qué los manglares en las costas semidiurnas directamente al lado del Golfo de Carpentaria se salvaron durante el verano 2015-16.
Las costas del norte junto al golfo estaban en la fase de marea grande y alta productividad del ciclo de 18,6 años y, por lo tanto, estaban protegidas de El Niño. En el golfo diurno de Carpentaria, la pequeña fase de marea del ciclo de bamboleo lunar se combinó con El Niño. Los niveles más bajos del mar y el rango de marea más bajo empujaron a los manglares al borde.
Curiosamente, los manglares siguieron creciendo cerca de la cabecera de marea de los ríos en el golfo a pesar de El Niño, porque el efecto del bamboleo lunar fue menos pronunciado río arriba.
Esta es una buena noticia para los manglares. Ahora sabemos que los ciclos climáticos naturales a corto plazo como El Niño probablemente no puedan causar muertes generalizadas de manglares por sí mismos. Y podemos anticipar los tiempos de peligro cuando coincide con las mareas bajas traídas por el bamboleo lunar.
Si bien los manglares aún enfrentan un futuro incierto adaptándose a un mundo de alta mar, podemos atribuir la muerte masiva de 2015 a «causas naturales».
Explora más a fondo
Más información: Neil Saintilan et al, The lunar nodal cycle controls mangrove canopy cover on the Australian continent, Science Advances (2022). DOI: 10.1126/sciadv.abo6602
Información de la revista: Science Advances; Proporcionado por The Conversation