Respiración del suelo en ambientes áridos a nivel regional ¿Continental?
Fuente Colaje Imágenes Google
La noticia que discutimos hoy posiblemente sea interesante, aunque desde luego no por sus conclusiones. Como ya citan los autores en su nota de prensa, como veréis al final del post, se trata de un proceso bien conocido y del que hemos hablado en dos posts precedentes. Sin embargo, los investigadores principales inciden en que es la primera vez que se estima a escala continental y, a partir de ahí, defienden su importancia llegando a conclusiones discutibles.
Australia, junto con la Antártida, son dos de los continentes más pequeños del mundo. La cuestión es que la Antártida se encuentra mayoritariamente cubierta de hielo, por lo que atesora “otro tipo de aridez”. Del mismo modo el continente australiano sí es el más árido del planeta, como se atestigua en el mosaico de fotos que encabezan este entradilla. De hecho, la inmensa mayoría de Australia se encuentre en los dominios climáticos, desérticos, áridos y semiáridos. Resumiendo un continente muy especial debido a su pequeño tamaño relativo, ambientes extremos y prolongados déficits hídricos.
Se ha constatado en espacios geográficos de menor extensión que lo que narran los autores es algo habitual en esto tipos de ambientes. De aquí ya una de sus conclusiones resulta fuera de contexto: “las regiones secas tienen una mayor influencia en las variaciones en el ciclo global del carbono de lo que se pensaba”. La coletilla de lo que se pensaba”, resulta ser una falaz estratagema dialéctica que induce a pensar que, hasta la fecha, nadie había descubierto tal aseveración, lo cual no es cierto. Sin embargo, no tienen tampoco reparos para alegar que “. «Nuestros hallazgos, los primeros a escala continental, pueden utilizarse para modelar el clima y, por lo tanto, contribuir a una mejor comprensión de las retroalimentaciones globales de clima y carbono«. Habría que intentar que los autores reflexionan acerca de sus aseveraciones. A la hora de buscar un continente con zonas áridas que puede aportar información relevante al sistema climático tan relevante como la que ellos defienden, no se analiza el caso más singular o idiosincrásico, sino uno representativo.
¿Escala continental? Pues muy bien, pero digamos toda la verdad. Australia es una nación, por lo cual resulta más viable, usar una base de datos estandarizada de todo el “continente”. Del mimo modo, cabría recordar a estos profesionales, que hasta hace poco tiempo, no teníamos la ingente cantidad de información satelital y los sensores adecuados como para abordar el flujo de carbono del suelo de enormes territorios. Por lo tanto, si se les puede otorgar el sentido de la oportunidad, que no de generalidad.
Resumiendo, una información interesante, unos autores que no saben ya como dar publicidad a su publicación, y por ello, recurren e un retórica bastante pedestre. La información que aportan sobre biología del suelo ya la hemos tratado con anterioridad, pero aparece en otras muchas publicaciones.
Os dejo con la noticia
Juan José Ibáñez
Continúa……
Post previos en los que se habla del tema
Ecología del Suelo en zonas Áridas y Semiáridas: Entre la Obviedad y la Incertidumbre
Al final de la estación seca: pulsos de CO2 sobre Australia
Sus investigaciones han proporcionado una explicación sobre cómo se producen las variaciones en los flujos de carbono de la tierra a la atmósfera. Según el profesor Butz, estos resultados son significativos porque sugieren que las regiones secas, como las dominantes en Australia, tienen una mayor influencia en las variaciones del ciclo global del carbono de lo que se creía anteriormente. «Nuestros hallazgos, los primeros a escala continental, pueden utilizarse para modelar el clima y, por lo tanto, contribuir a una mejor comprensión de las retroalimentaciones globales de clima y carbono«, explica el investigador de Heidelberg.
Por Staff Writers; Heidelberg, Alemania (SPX) Abr 02, 2023
Los pulsos de CO2 al final de la estación seca se repiten cada año en la atmósfera sobre el continente australiano, un descubrimiento realizado por un equipo de investigación internacional dirigido por el físico ambiental Prof. Dr. Andre Butz de la Universidad de Heidelberg. Para investigar los flujos de carbono sobre Australia, los investigadores estudiaron las mediciones de CO2 atmosférico. Sus análisis muestran que las emisiones de CO2 aumentan cuando las fuertes lluvias caen sobre el suelo seco, activando así microorganismos en ese suelo. Los hallazgos sugieren que las regiones secas tienen una mayor influencia en las variaciones en el ciclo global del carbono de lo que se pensaba.
El continente australiano está dominado por ecosistemas secos y patrones de precipitación muy variados. En general, al final de la estación seca, cuando comienzan a caer las primeras lluvias, las emisiones de CO2 en Australia aumentan bruscamente. «Este efecto es bien conocido a nivel local, pero nunca se observó a nivel continental«, afirma Eva-Marie Metz, candidata a doctorado en el grupo de trabajo del profesor Butz en el Instituto de Física Ambiental de la Universidad de Heidelberg.
Se analizaron los datos sobre las concentraciones atmosféricas de CO2 obtenidas del Satélite de Observación de Gases de Efecto Invernadero (GOSAT). Utilizando los datos satelitales de 2009 a 2018, los científicos encontraron que el patrón estacional de las concentraciones de CO2 sobre Australia era mucho más dinámico de lo que se suponía anteriormente.
Hasta ahora, la falta de datos de medición en tierra dificultaba descubrir los mecanismos que causan estas variaciones. El equipo de investigación alimentó los datos del satélite GOSAT en un modelo de inversión atmosférica, que se utiliza para estimar el flujo de CO2 a nivel del suelo. Quedó claro que debe haber un mecanismo no descubierto de liberación de CO2 en los ecosistemas terrestres australianos, según el Dr. Sanam Vardag, cuyo grupo también realiza investigaciones en el Instituto de Física Ambiental de la Universidad de Heidelberg.
Otros estudios mostraron que las concentraciones de CO2 siempre aumentan cuando los suelos secos se vuelven a humedecer por las fuertes lluvias. Esto causa el llamado «efecto abedul«, informa el Dr. Vardag. Los microbios del suelo que están inactivos cuando están secos se reactivan por la humedad y se multiplican, haciendo que el suelo «respire» y libere CO2. La fotosíntesis de las plantas no comienza hasta más tarde, por lo que el dióxido de carbono no se une al final de la estación seca, lo que provoca el rápido aumento estacional de CO2 que el equipo internacional de investigadores pudo discernir a nivel continental.
Sus investigaciones han proporcionado una explicación sobre cómo se producen las variaciones en los flujos de carbono de la tierra a la atmósfera. Según el profesor Butz, estos resultados son significativos porque sugieren que las regiones secas, como las dominantes en Australia, tienen una mayor influencia en las variaciones del ciclo global del carbono de lo que se creía anteriormente. «Nuestros hallazgos, los primeros a escala continental, pueden utilizarse para modelar el clima y, por lo tanto, contribuir a una mejor comprensión de las retroalimentaciones globales de clima y carbono», explica el investigador de Heidelberg.
Los resultados de la investigación fueron publicados en la revista «Science». Además de los físicos ambientales de Heidelberg, investigadores del Instituto Max Planck de Biogeoquímica en Jena y del Instituto Max Planck de Meteorología en Hamburgo, así como de Australia, Canadá, China, Francia, Japón, el Reino Unido y los Estados Unidos participaron en la investigación. La financiación fue proporcionada por la Fundación Alemana de Investigación, entre otros.
Informe de investigación: Los pulsos de CO2 impulsados por la respiración del suelo dominan la variabilidad