Los Suelos de los márgenes de las carreteras, autopistas para las bacterias multiresistentes a los antibióticos

Ya hemos comentado en otro post, que los suelos de los márgenes de las carreteras,son todo un mundo,  desde el punto de vista de la su propiedades, fertilidad, contaminación y biodiversidad. Más aun, se trata de caminos por donde se distribuyen las especies invasivas o invasoras que tanto alteran la estructura de nuestros ecosistemas. Debiéramos recordar el papel de los denominados corredores en la disciplina denominada ecología del paisaje y pensar que, desde ciertas perspectivas, atesoran las mismas propiedades aunque desempeñando un papel negativo para el entorno. Del mismo modo, afectan a los reservorios y propagación de plagas, tanto para el hombre como para la agricultura. Por lo tanto, aunque os comentamos que jugar con el suelo resulta ser saludable para el desarrollo de los niños, no se lo permitáis en estos enclaves. Más aun,  me generan una seria preocupación los jardines y plazas urbanas, aunque aun no he detectado mucha información sobre el tema. ¡Tiempo al tiempo!. La nota de prensa que tratamos en este post, nos señala que además albergan y posiblemente dispersan bacterias multiresistentes a los antibióticos. Se trata pues de corredores en los que se transportan muchas más cosas que personas y mercancías, por desgracia. En consecuencia, tanto nuestras autoridades como los propios hábitos de los ciudadanos debían adaptarse a esta incómoda realidad. Los primeros deben velar por su estado, evitando que se deterioren desde el punto de vista ambiental, como señala la noticia de hoy. Por ejemplo verter en sus márgenes aguas residuales debiera prohibirse en cualquier sitio. Del mismo modo, los ciudadanos debemos velar para que no se conviertan en un vertedero de gérmenes a costa de la costumbre de parar y descansar, o “hacer nuestras necesidades” en los aledaños de las mismas. Hoy por hoy, su problema de contaminación por metales pesados y otros tóxicos, resulta mucho más difícil de solucionar. Eso si, al acordarnos de que también devienen en autopistas de plagas y enfermedades, espero y deseo que seamos un tanto más prudentes.  La noticia es clara y el mensaje conciso, por lo que no abundaremos más sobre el tema “hoy”.

Carreteras, autopistas de personas, mercancías, pero también de sustancias peligrosas, patógenos, etc. Fuente: Care2 make a difference

Juan José Ibáñez 

Bacterias resistentes a antibióticos son más comunes cerca de las carreteras

Las bacterias E. coli resistentes a los antibióticos son mucho más frecuentes en aldeas cercanas a carreteras que en zonas completamente rurales, según un estudio difundido por la Universidad de Michigan.

FUENTE | Agencia EFE 30/09/2011

Este hallazgo sugiere que las carreteras juegan un papel muy importante en la propagación y contención de bacterias resistentes a los antibióticos, comúnmente llamadas ‘súper bichos’.

«Muchos estudios sobre diversas enfermedades infecciosas han demostrado el impacto de las carreteras en la propagación de enfermedades. Sin embargo, éste es el primer estudio que demuestra que las carreteras también influyen en la propagación de bacterias resistentes a antibióticos«, dijo Joe Eisenberg, co-autor y profesor de la Escuela de Salud Pública de la Universidad.

Los investigadores de la Universidad de Michigan, sus colegas de la Universidad San Francisco de Quito y el Trinity College de Connecticut (EE.UU.) estudiaron una región en el noroeste de Ecuador durante cinco años, para centrarse en la resistencia de la E. coli a los antibióticos ampicilina y sulfametoxazol.

El estudio reveló que no sólo el uso individual del antibiótico incide en la resistencia.

«Otros factores importantes que afectan a la propagación de la resistencia son la velocidad a la que se introducen nuevas cepas debido a movimientos desde y hacia la región, así como la mala calidad del agua y de los sistemas de desagüe, que permiten la transmisión de esas cepas resistentes«, añadió Eisenberg. El consumo de antibióticos durante largos periodos de tiempo puede aumentar la resistencia de las bacterias pero si se toman durante lapsos cortos hay otras consecuencias. Las cepas no resistentes mueren, pero las resistentes que puedan alojarse ya en el individuo aprovechan el espacio dejado por las desaparecidas, se multiplican y se convierten en las cepas dominantes. De este modo, precisa el estudio, se aumenta la probabilidad de que ese individuo contagie a otros.

La investigación advierte de que una persona infectada puede contaminar alimentos o agua que pueden estar al alcance de otras personas, por lo que es muy importante controlar las infraestructuras y los sistemas sanitarios.

«Si queremos pensar en cómo lidiar con la resistencia a antibióticos, tenemos que pensar en las condiciones del medio ambiente que causan la propagación de las bacterias de la resistencia a los antibióticos«, concluyó Eisenberg. El estudio se publica en el número de este mes de la revista Journal of the Royal Society Interface.

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