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Paisaje Agrario Maorí. Fuente:Ministry for Culture and Heritage

Ya os comentamos en un post anterior como la llegada de los Maoríes a Nueva Zelanda transformó sus paisajes prístinos, si bien, poco añadimos acerca de su agricultura (“Culturas Aborígenes, Paisajes, Incendios y Suelos. El Pueblo Maorí en Nueva Zelanda«). Recientemente El European Journal of Soil Science ha publicado un monográfico sobre el biochar o biocarbón, que como muchos de vosotros sabéis, comenzó a investigarse fanáticamente a partir de su descubrimiento en las Terras Pretas do Indio amazónicas, de las que tanto os hemos hablado. Los contenidos de este número especial son sorprendentes reveladores, por lo que merecen abordarse en un post aparte, con tintes que no se si calificar como sociológicos o psicológicos. A pesar de todo, existen algunos artículos que como el que da lugar a este entrega, atesoraban un contenido interesante. Se trata del manejo de suelos en los denominados Jardines Maoríes Preuropeos. Hablamos de la gestión que la cultura maorí hacía de sus suelos agrarios con vistas a la producción de cultivos. Abajo os muestro un material relativamente abundante escrito a toda velocidad, por lo que contendrá algunos errores, especialmente dada la premura en su traducción/redacción. Pido disculpas por ello. Tan solo exponeros antes unas breves líneas centradas principalmente en los aspectos etnoedafológicos que considero más relevantes, entre el material leído.  

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Recreación de los Jardines Maoríes: Fuente: Chris Gregory’s Alphathreads

Al parecer, El Pueblo Maorí atesoraba sorprendentes conocimientos de los suelos que aún perviven en su lengua. Del mismo modo, discernían entre diferentes tipos de suelos. La gestión de sus cultivos incluía principalmente el trasporte de arena y gravas a sus parcelas, pero también las enmendaban con limo, arcillas, conchas (carbonatos) materia orgánica carbonizada (es decir utilizaban biocarbones), etc. Por lo que se sabe. su sistema de manejo incluía sutilezas como la de cubrir el suelo con una especie de mulching, con vistas a que la cobertura superficial no fuera presa de la erosión eólica. De este modo modificaban sus suelos antropogenéticamante hasta el punto de que algunos autores los han clasificado en dos tipos diferentes de Antrosoles  Plágicos (plagen, plácico). También construían montículos en donde depositaban las semillas de las especies a cultivar, principalmente batata. En una de las fuentes consultadas se menta que, por sus tradiciones y tabúes, no podía añadirse abono orgánico sin tratar . Así pues, la gestión de los jardines Maoríes, al parecer contemplaban procedimientos que hoy se consideran modernos ya que las gravas, el mulching y las enmiendas precocinadas (como los biocarbones), (…) Jardines Maoríes resultan ser otro ejemplo, del ingenio de los primeros agricultores o cazadores/recolectores/agricultores que muestran como la agricultura nació ya con su vista puesta en el suelo.

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Recreación de algunas prácticas Maoríes del Manejo del Suelo. Fuente:  Mike Burtenshaw The Open Polytechnic of New Zealand

Tan solo señalar adicionalmente que (i) los análisis realizados sobre aquellos biochar constatan su recalcitrante composición y dificultad para  biodegradarse (algo bastante natural cuando la materia orgánica es carbonizada, como ocurre tras un fuego natural); y (ii) que ya se han detectado la adición de biochar indígena en tres continentes, como lo son: América del Sur (la Amazonía), Asía (Nepal), y ahora vemos que también en Oceanía. Seguro que con el tiempo irán saliendo a la luz otros muchos ejemplos. Os dejo con el material recopilado y traducido apresuradamente (so pena de eternizarme), pidiendo de antemano disculpas.

Juan José Ibáñez

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Antrosoles de los jardines Maoríes. Fuente Nelson Mail

Culturas Aborígenes, Paisajes, Incendios y Suelos. El Pueblo Maorí en Nueva Zelanda (como los Maoríes transformaran sus paisajes prístinos)

The stability of biochar, a form of charcoal intentionally made to be added to soil to sequester carbon (C) and improve its function, remains unclear. As it is not feasible to perform long-term (decades, centuries) laboratory experiments to assess biochar evolution after soil amendment, the study of ancient archaeological charcoals can help to identify characteristics (and possibly molecular markers) associated with the decomposition and preservation dynamics of biochar in specific pedoclimatic environments.

La estabilidad de biocarbón, una forma de carbón vegetal intencionalmente elaborado con vistas a ser añadido al suelo para secuestrar el carbono (C) y mejorar su función, sigue estando poco clara desde un punto de vista científico. Ya que no es factible realizar a largo plazo (décadas, siglos), experimentos de laboratorio para evaluar la evolución del biochar tras su incorporación al suelo, el estudio de los antiguos carboncillos arqueológicos puede ayudarnos a identificar las características (y posiblemente marcadores moleculares) asociados a la dinámica de la descomposición y de la preservación del biochar en entornos edafoclimáticos concretos.

 In this study, the chemical composition of the organic carbon fractions of three charcoals from pre-European Maori gardens of New Zealand (buried >25 cm depth) was thoroughly assessed. Complementary short-term incubations of charcoals in sand were used to (i) evaluate the stability of C in the short-medium term, (ii) model its mineralization processes and (iii) estimate the C turnover.

En este estudio, la composición química de las fracciones de carbono orgánico procedentes de tres carbones de pre-europeos de los jardines maoríes de Nueva Zelanda (enterrados a más de 25 cm de profundidad) fue analizada a fondo. Incubaciones complementarias a corto plazo de los carbones de leña en la arena fueron utilizadas llevados a cabo al objeto de (i) evaluar la estabilidad de carbono a corto-medio plazo, (ii) modelar sus procesos de mineralización y (iii) la estimación de su reciclado. Omitimos aquí los sofisticados métodos llevados a cabo por los autores

The oldest buried deposit (770±50 years BP) still retained un-charred or weakly charred lignocellulosic material, indicating that such material survived decomposition processes for several centuries. The amount of organic C mineralized in 109 days was <0.5% of the initial charcoal-C. No differences in MRT among samples were detected in spite of inferred differences in thermal impact. Longer-term incubations are needed to obtain better estimates of C turnover rates in charred material.

El depósito más antiguo enterrado (770 ± 50 años) aún conservaba material lignocelulósico débilmente carbonizado, lo que indica que este tipo de material ha resistido los procesos de descomposición durante varios siglos. La cantidad de C orgánico mineralizado en 109 días era inferior al 0,5% del carbón de leña inicial. Se necesitan las incubaciones a largo plazo con vistas a obtener mejores estimaciones de las tasas de retorno de C en el material carbonizado.

Fire, either natural or anthropogenic, has contributed to the development of the landscape of New Zealand (McGlone & Wilmshurst, 1999). Polynesians settled in New Zealand c. 1200–1400AD (McGlone & Wilmshurst, 1999) and made widespread.

Fuego, ya sea natural o antropogénico, ha contribuido al desarrollo del paisaje de Nueva Zelanda. Los Polinesios se establecieron en Nueva Zelanda alrededor de 1200-1400AD.

Ver este ppt (posee imagines del manejo del suelo muy interesantes)

Māori commonly amended soils by adding sand and gravel but did they deliberately use charcoal as a addition? Deeply held beliefs concerning and sacred and profane meant the use of animal dung as manure was totally abhorrent Various tapus (taboos) played and important part in the agricultural life of Māori Food must not be contaminated by unsanctioned contact with manure including human wasteColenso (1880) described the transportation and addition of sand to garden soils as an annual task.

Los suelos destinados a la producción por el pueblo Maorí comúnmente recibían arena y grava y carbón. Creencias profundamente arraigadas entre lo sagrado y lo profano implicaba que el uso de estiércol como abono eras aborrecido. Varios tabúes jugaron una parte importante en la vida agrícola de los maoríes alimentación no debe ser contaminado por el contacto no autorizado con estiércol incluyendo desechos humanos, habiéndose sido descrito el transporte y la adición de arena anualmente a los suelos de sus jardines.

McFadgen classified Māori plaggen soils as varying between two types. One where sediments are thickly spread 20cm-30cm deep but poorly mixed with base soil and one where transported sediments are well mixed with the base soil. Gumbley believes sand was added at the position of individual puke (mounds) and the excavated soil dispatched by sand was used to form the planting mound

McFadgen clasifica los antrosoles maoríes como suelos plaggen discerniendo entre dos tipos. Uno donde los sedimentos añadidos alcanzaban espesores de unos 20-30cm de profundidad, aunque escasamente mezclados con los materiales edáficos y otro en donde los mentados materiales transportados resultaban adecuadamente mezclados con los del suelo base. Gumbley cree arena se añadía a los montículos la posición del individuo Puke (montículos) removiéndose en el suelo para formar el montículo de siembra

Results:

One site had 67% added sand and gravel (range 49-86%) equivalent to 2 litres of added sand per litre of soil. The  second site had 47%( range 31-87%) 70% added sand is roughly equivalent to adding 2 litres of sand per litre of soil. Coarse sand additions common practice but not on all Māori garden areas.What about charcoal? Did we have the equivalent of terra preta soils Māori garden areas? What is the evidence?Elsdon Best describes a  treatment for some soils.

Uno de los lugares inspeccionados contenía un 67% de arena y grava agregada (49-86%) equivalente a 2 litros de arena añadida por litro de suelo. El segundo sitio atesoraba aproximadamente un 47% (rango 31-87%) 70% de arena añadida, más o menos equivalente a la adición de 2 litros de arena por litro de suelo. Adiciones arena gruesa práctica común, pero no en todas las zonas ajardinadas de los maoríes. ¿Qué pasaba con el carbón? ¿Era similar al de las terra preta amazónicas? ¿Se han detectado evidencias?

Manuka brush or second growth is cut and spread over the field and left lying there until planting time is near. Then set fire to so a layer of charcoal and ash covers the earth. Residue of burned brush called “kota”. Cover again with mānuka to prevent wind blowing away the kota before mound forming and planting. No deliberate effort to create a slow burning environment that would result in more charcoal.Reporting on Waimea West these authors describe Māori gravel soil is so dark when wet to appear black in contrast to natural brown of parent soils. They conclude dark appearance results from the presence of charcoal introduced during preparation of the land. No recent analysis of these soils found but it requires further investigation.

El material de Manuka de segundo crecimiento se corta y extendía sobre el campo dejándose tendido allí hasta poco antes de la siembra. A continuación, prendían dando lugar a una capa de carbón y ceniza que terminaba cubriendo la superficie del suelo. El residuo de la quema era denominado «kota». De nuevo la tierra era cubierta con Manuka para evitar la acción erosiva del viento que exportara el material antropogénicamente generado, antes de formar montículos y realizar la  siembra. No se llevaban a cabo esfuerzos deliberados con vistas a crear un ambiente de combustión lenta que se traduciría en más carbón. Al informar sobre el Ostete de Waimea estos autores describen los maoríes grava del suelo es tan oscuro cuando está mojado aparezca negro en contraste con marrón natural de los suelos de los padres Concluyen resultados de apariencia oscura de la presencia de carbón introducido durante la preparación de la tierra. Ningún análisis reciente de estos suelos se encontró pero requiere de mayor investigación.

Reporting on Māori  soils  in mid-Waikato Basin. Charcoal present was from original podocarp/broadleaf forest rather than pioneer seral species and was deposited from original burn off. However they do comment that mānuka charcoal was present in other sites.

Al informar sobre los suelos maoríes a mediados de Waikato Cuenca.

El Biocarbón (charcoal) presente procedía era de los bosques de podocarpos de hoja ancha originales, en lugar de las especies pioneras de su sucesión ecológica y se deposita tras su quema.  Sin embargo ellos comentan algunos autores sostienen que carbón Manuka también se encontraba presente en otros sitios.

Conclusion

Reporting on Maori soils in mid-Waikato Basin. Charcoal present was from original podocarp/broadleaf forest rather than pioneer seral species and was deposited from original burn off. However they do comment that mānuka charcoal was present in other sites.Māori have an extensive knowledge of different soil types with many linguistic terms for soil types. 

The use of sand and gravel to modify soil in kūmara gardens was common and well embedded in traditional agricultural knowledge. Further experimental work is need to investigate the effects. Reports of burning wood to create ashes for soil modification relate to specific sites or types of soil.  There is no evidence pointing to the deliberate production of charcoal as a soil additive in pre-contact Māori kūmara gardening with the exception of Waimea West. The occurrence of elevated levels of charcoal in some soils result from the original forest burning where a reduced oxygen or slow burning event occurred.

Conclusión

Al informar sobre los suelos maoríes de la Cuenca de Waikato: El biocarbón o biochar presente se generaba de biomasa extraída de bosques originales de podocarpos de hoja ancha, más que de las especies pioneras de la sucesión ecológica tras su transformación por el fuego. Sin embargo ellos comentan que el carbón Manuka se encontraba presente en otros lugares. Los Maorí atesoraban un amplio conocimiento de los diferentes tipos de suelo, usando numerosos términos lingüísticos que daban cuenta de los tipos de suelo.

El uso de arena y grava a la hora de modificar el suelo de aquellos ancestrales jardines era común y bien integrado en los conocimientos agrícolas tradicionales. Son necesarios muchos más estudios experimentales con vistas a investigar los efectos que producción en el suelo y su productividad.

Los informes de la quema de madera para producir las cenizas que a la postre modificaban las condiciones del suelo se refieren a sitios o tipos de suelo específicos. No hay pruebas sólidas que apunten a la producción deliberada de carbón como un aditivo para el suelo en pre-contacto maoríes kumāra jardinería con la excepción del Oeste de Waimea. La presencia de niveles elevados de carbón en algunos suelos,podría deberse a la quema forestal original donde se produjeron, con una reducción de oxígeno o un evento de combustión lenta.

Del artículo: en su Introducción:

These pre-European gardeners cultivated mainly kumara, also known as sweet potato (Ipomea batatas L.), in a system involving planting mounds (pukes) directly formed by adding sand or gravel to the topsoil; other additives included ash, silt and clay materials, burnt scrub, shell and fireplace charcoal (Gumbley et al., 2004; A. Hoffmann, unpublished information). Through these processes, Polynesians created anthropogenic soils currently known as ‘historical Maori gardens’ (McFadgen, 1980) and also referred to as ‘plaggen soils’ or Anthrosols in

the literature (IUSS, 2006). Archaeological remains of historical M¯aori gardens found in numerous locations of New Zealand have helped understand the functioning of these pre-European settlements (Gumbley et al., 2004; W. Gumbley, unpublished information; A. Hoffmann, unpublished information).

Estos jardineros pre-europeos cultivan principalmente Kumara, también conocida como batata (Ipomea batatas L.), en un sistema que implica la plantación sobre de montículos (Pukes) directamente formados por la adición de arena o grava a la capa superior del suelo. Otras enmiendas incluían incluyen cenizas, limo y arcillas, matorral quemado, conchas y  carbón de chimenea A través de estos procesos, los polinesios crearon sus propios suelos antropogénicos actualmente conocidos como Jardines Históricos Maoríes, clasificados coniforme a la WRB como «suelos plaggen o Antrosoles (IUSS, 2006). Los restos arqueológicos de los jardines históricos maoríes se esparcen por numerosos lugares de NuevaZelanda, ayudando a entender el funcionamiento y edad de aquellos  asentamientos pre-europeos.

This is of special interest in New Zealand as these gardens represent environments similar to those to which biochar may be added in the future. The use of biochar, biomass thermochemically converted in an oxygen-limited environment, as a soil conditioner has gained interest as a means to sequester carbon (C) sustainably and simultaneously improve soil functions without having a negative impact on the environment and human health in the short or long term (Verheijen et al., 2009; IBI, 2012). Understanding the stability of biochar in specific soils is paramount for assessing its C sequestration capacity and potential. Once quantified, biochar may obtain monetary value, apart from its agricultural value, through the C credit market. It is assumed that charred material (such as charcoal) is more recalcitrant than other types of organic compounds common in soil and this is attributed to the intrinsic chemical and biochemical stability of condensed aromatic groups

Tales prácticas son de especial interés con vistas a rescatar el patrimonio que representen las culturas aborígenes de Nueva Zelanda, que algunos consideran equivalentes a los que las culturas amazónicas de Brasil y su enigmático Biochar que tanto intriga a los expertos contemporáneos. El uso de biochar, la conversión termoquímica de la biomasa en un entorno de oxígeno limitado, como acondicionador del suelo ha despertado el interés como medio para secuestrar el carbono atmosférico (C) de manera sostenible, al mismo tiempo que pudieran mejorar las funciones del suelo sin tener un impacto negativo sobre el medio ambiente y la salud humana en el corto o largo plazo. La comprensión de la estabilidad de biochar en suelos específicos es de suma importancia para evaluar la capacidad del secuestro de C. Una vez cuantificado, el biochar puede obtener valor monetario, además de su valor agrícola, a través del mercado de los de crédito carbono. Se supone que el material carbonizado (tal como carbón vegetal) es más recalcitrante que otros tipos de compuestos orgánicos comunes en el suelo y esto se atribuye a sus intrínsecas propiedades químicas al parecer condicionada por la estabilidad de grupos aromáticos condensados que su combustión genera.

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