
Mapas de Suelos hechos con Suelos. Fuente Stale.com. Elaborado por Seth Stevenson
2015 Año Mundial del Suelo
Muchos naturalistas son apasionados cuando se trata de hablar, trabajar y disfrutar a cerca de sus objetos de estudio. En el mundo de las ciencias de la naturaleza se trata de un hecho archiconocido. Tampoco resulta extraño que numerosos investigadores lleven a cabo “algún” tipo de colección, ya sean de ciertos animales invertebrados, minerales, rocas, herbarios de plantas, etc., etc. Sin embargo, en materia de suelos no he oído casi nunca hablar de este tipo de actividades lúdicas. Pues bien, al norteamericano Seth Stevenson se le “escurrió” de sus neuronas una actividad bastante original. Se trata de elaborar un Mapa de EE.UU., usando para ello los propios materiales de suelos más idiosincrásicos de cada Estado de la Unión. Seguidamente añadió una leyenda en las que se hablaba de ellos, pero de la cual yo personalmente no atesoro más información de la os proporciono al final de este post. Se me antoja una actividad divertida para todos aquellos que aman los suelos, si bien también debemos reconocer que no atesora un gran valor científico. En cualquier caso, se trata de una manera de divertirse que bien pudiera animar a otros de emularla sobre sus “suelos patrios”. No obstante, se me antojan mejores procedimientos, que de paso estimularían a viajar. Con vistas a cumplir sus objetivos, Gregor envió cartas a los servicios de suelos de los departamentos de agricultura de todos los Estados de EE.UU., recibiendo paulatinamente muestras de los mismos. Curiosamente comenzó por dos de los más “exóticos”, como lo son Hawái y Alaska. Con Kansas tuvo problemas debido a ciertos aspectos legales que se comentan en la página Web que os muestro abajo y de la que extraído esta curiosa noticia.

Mapas de Suelos hechos con Suelos. Fuente Stale.com. Elaborado por Seth Stevenson
En España, por ejemplo, tal contribución de los organismos estatales u autonómicos a un hobby personal como este se me antoja una quimera. Puede ser una idea interesante para algunos de los que nos jubilemos antes, si en lugar de escribir cartas o correos electrónicos, recogemos las muestras con nuestras propias manitas. Se trataría pues de una especie de turismo edafológico, principalmente, aunque no por pura necesidad, para expertos en la materia.
Se me escurre a mí también, que algunos docentes pidieran animar a sus alumnos a llevar a cabo tareas escolares o universitarias basadas en esta idea, si bien concentrada en espacios geográficos menos extensos. Así por ejemplo, en las clases se les pueden explicar los tipos de suelos representativos de un territorio (y a ser posible algún mapa) y luego, solicitarles que viajen por la zona y atinen a coger las muestras representativas de lo que se les ha previamente explicado. Obviamente habría que centrarse en muestras de los horizontes superficiales, así como que detallaran las coordenadas geográficas en donde se llevó a cabo tal curioso muestreo con vistas a la elaboración de tan idiosincrático mapa. Obviamente no he pensado mucho en el tema, ya que pueden proponerse numerosas variantes a este burdo esbozo. Por cierto, el autor jubilado vende este tipo de cartografías y, al parecer, se pueden adquirir por poco menos de 200 dólares.
Sea como sea, y sin mayores pretensiones, se trata de una curiosidad edafológica que me apetecía compartir con vosotros. Quizás, tal vez, algún día me animo, pero viajando personalmente a cada lugar, ¡nada de correos!.
Juan José Ibáñez
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