Como ya comentamos en el siguiente post, los organismos del suelo desempeñan funciones esenciales, la biota edáfica es esencial para el mantenimiento de su estructura y dinámica de cualquier ecosistema terrestre, incluyendo los agrarios. También comentamos (ver post adjuntos al final de este) que no existe ni un solo inventario total de la biodiversidad del medio edáfico de ningún suelo del planeta, debido a la gran cantidad de expertos que tal empresa requeriría. A la hora de clasificar la biodiversidad del suelo, excluyendo criterios taxonómicos, cabe utilizar varios tipos de criterios. Obviamente un enfoque taxonómico puro y duro resulta ser el más completo. Sin embargo puede resultar tedioso para los no iniciados y reiteramos que no existe. Generalmente, el método más utilizado consiste en agrupar los distintos taxa biológicos en según su tamaño, para detallar después los taxa más representativos a nivel supraespecífico. Este es el enfoque que ha realizado la FAO, entre otras instituciones, por lo que en este post abordaremos tal perspectiva, aunque ya adelantamos que adolece de varios problemas dignos de consideración. Así podemos hablar de microflora, microfauna, mesofauna, macrofauna, megafauna y macroflora siguiendo el gráfico que exponemos a continuación:   

 

 

 

Clasificación por Tamaño de los Organismos del Suelo

Fuente FAO Portal

 

Lo primero que ya me llamó la atención de esta propuesta es la falta de ciertos grupos taxonómicos, como lo son los virus (¿y los priones, si pueden considerarse como entes vivos?). Pero existen dificultares de mayor envergadura, que iremos narrando. Ya la propia FAO reconoce que las clasificación por tamaños, adolecen del defecto de que muchas especies de un mismo taxon puedan recaer en diferentes segmentos de tamaño según la especie, edad y fase del ciclo de vida en que se encuentren. Por esta razón, como puede observarse en el gráfico, algunos de ellos se encuentran a caballo entre dos (y posiblemente más) clases en función de la envergadura de los sus cuerpos.

 

Obviamente existen otros tipos de clasificaciones, como la que atiende a su posición en las redes tróficas, que ya analizaremos en otro post. Digamos tan solo que incluso algunas especies tan solo viven parte de su ciclo vital en el suelo, por lo que resultaría absurdo señalar si son hipogeas (bajo la superficie) o epigeas, es decir no realmente edáficas. Empero la FAO no tiene este hecho en cuenta. Del mismo modo, las plantas, por ejemplo, suelen mantener parte de su biomasa en el seno del suelo y parte fuera de él, por lo que mentar que son aéreas resulta tan erróneo como defender que son edáficas. Sin embargo la FAO vuelve a clasificarlas como organismos edáficos. Otros taxa viven en la interfase entre el suelo y la atmósfera, como son los que habitan en el mantillo u hojarasca en descomposición. De nuevo, contemplar estas últimas como puramente edáficas (hecho en el que reincide la FAO) puede ser confuso y confundente, en algunos taxa (aunque no en todos). 

 

Del mismo modo, debemos recalcar que la biomasa de las especies de una clase de tamaño suele ser inversamente proporcional a su abundancia, número de individuos, longitud de su ciclo de vida y tasa metabólica, por lo que no debe jamás inferirse que las especies más grandes son las que aportan más biomasa al suelo, sino que más bien ocurre todo lo contrario, aunque siempre es peligroso generalizar.

 

En cualquier caso, siguiendo la perspectiva de la FAO, podemos distinguir pues entre:

 

Microflora: Abarca a las bacterias, arqueas, cianobacterias, hongos, actinomicetos, mixomicetos y levaduras, fundamentalmente (¿virus?). Nótese que ya aquí nos encontramos con diversos grupos tróficos. Así, por ejemplo, las algas son productores primarios (fotosintéticos), mientras que existen hongos descomponedores y otros incluso depredadores  (carnívoros) de la “microfauna”. Recordemos que algunos actinomicetos son los que desprenden el agradable olor que dimana el suelo tras las lluvias. La biomasa de este grupo es formidable y seguramente supere a la de los restantes. En cualquier caso, como clase de tamaño, se les considera los descomponedores de la materia orgánica por antonomasia (¿no será por las algas no?). Posiblemente sean el grupo con mayor diversidad de especies (cuando el concepto de especie es aplicable, lo cual no ocurre en muchos casos) y ubicuos en todo tipo de suelos.

 

Microfauna: Se trata de animales (incluyendo como no a los protozoos) cuyo tamaño es menor de 1 mm de diámetro. En la figura aparecen protozoos, nematodos, tubelarios y rotíferos. Echamos pues en falta a los tardígrados, entre otros grandes grupos taxonómicos.  Generalmente se trata de organismos acuáticos, que no terrestres en el sentido estricto del término, por cuanto habitan en las películas intersticiales de agua en la matriz del suelo. Generalmente se alimentan la de microflora, pero también pueden ser depredadores o consumidores de las raíces, como los nematodos fitoparásitos, algunos de los cuales puedan causar graves plagas. También abundan depredadores, protozoos etc. que se alimentan de otros elementos de la microfauna, e  incluso de la mesofauna, como lo hacen los nematodos entomófagos. Finalmente no debemos olvidarnos de los parásitos que viven en el interior de otros organismos edáficos que, con independencia de su tamaño, les sirven como huéspedes.

 

Mesofauna: Tal grupo de tamaños incumbe a los organismos cuyo diámetro esta comprendido en el rango de 0.1 a 2 mm. Los taxa más abundantes son los microartrópodos  tales como los ácaros, colémbolos, pequeños miriápodos, etc., así como gusanos del tipo de los enquitreidos. Poseen una capacidad limitada de excavar túneles o canales, viviendo más comúnmente en los poros del suelo. Se alimentan de restos orgánicos, microflora, microfauna y otros invertebrados de su tamaño. No se puede despreciar su capacidad de generar estructura, como los mentados canales. En los suelos que no habitan los lumbrícidos, muchos biólogos opinan que los enquitreidos ocupan su lugar como ingenieros o generadores de estructuras edáficas. 

 

 

 

Los Organismos más grandes del Mundo:

Uno de ellos resulta ser un microorganismo y el otro

un elemento de la “megaflora” del Suelo: Fuente

Eldredge 1998: Life in Balance

 

Macrofauna y Magafauna: Este grupo incluye a organismos de 2 o más mm de diámetro, por lo que son visibles sin utilizar lupas o microscopios.  Entre los taxa más representativos de esta clase de tamaño encontramos desde vertebrados como las serpientes, lagartijas, conejos, topos, zorros, tejones, etc. Es decir se trata de organismos escavadotes que viven, hibernan y/o se alimentan de otros organismos del suelo. Empero la mayoría de ellos no pueden considerarse como especias propiamente edáficas, si bien pueden llegar a afectar a su estructura, porosidad, etc. Otros taxa, más propiamente edáficos, son los invertebrados que viven en su seno y se alimentan exclusivamente de otras especies o materiales edáficos, o que viven en la interfase con la atmósfera bajo la condición previamente aludida.  Entre los destacados por afectar muy positivamente a mejorar las propiedades físicas del suelo cabe mentar a las lombrices de tierra, termitas, muchas especies de hormigas, pero también los ciempiés, milpiés,  larvas de otros artrópodos escorpiones, caracoles, etc.,etc. Vamos, que se trata de una fauna bastante variada por ser reconocida y mejor estudiada que la meso y microfauna, lo cual no implica que sean más diversas taxonómicamente que las que albergan las mentadas clases de tamaño.

 

Megaflora: Finalmente, aunque la página Web de la FAO no utiliza tal vocablo, se considera a los sistemas radiculares de los vegetales, tanto pos su biomasa, efectos físicos, químicos y biológicos, así como por generar un hábitat idóneo para la proliferación, alimentación, etc., de la ingente cantidad de organismos de menores dimensiones que forman parte de las rizosferas, con sus micorrizas y microorganismos simbiontitos, como los fijadores de nitrógeno.

 

Para terminar tan solo mentar una paradoja digna de consideración que ya comentamos en el siguiente post.  Sabemos tampoco sobre la biología del ecosistema suelo que, conforme a la clasificación de tamaños que acepta la FAO, un “microorganismo” micorrizógeno llamado Armillaria es, para sorpresa de todos, el segundo de mayores dimensiones detectado hasta el momento sobre la faz de la Tierra (10.000 Kgr.), como bien se señala en la ilustración precedente. No cabe duda de que una clasificación por tamaños puede tener algún valor divulgativo, empero genera más problemas de los que solventa.

 

Juanjo Ibáñez

 

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21 comentarios

  1. Natalia he tenido que quitar tu tf, porque si no podría llamarte cualquier sinverguenza. Si quieres dar mails a alguine jamás uses internet porque lo puede ver cualquiera. Si quieres hablar con nostros, arriba de la página, en donde pone "contacto", puedes poner mensajes particulares a los que escribimos estas páginas.

    Lo siento pero es por tu bien y tu seguridad. Puede ser muy peligroso.

    Afectuosamente

    Juanjo Ibáñez

  2. es muy buena la informacion y estar i mejor si pudieran ponerla en parrafos mas pequeños para jovenes como yuo puesto que no nos gusta n}mucho leer

  3. ME A SERVIDO TODO LO QUE A ESCRITO SOBRE EL SUELO YA QUE NESECITABA MUCHO DE LO QUE ESCRIBIO EN EL DOCUMENTAL GRACIAS POR PRESTARNOS ALGUNAS DE LAS INFORMACIONES QUE NECESITABA

  4. este tema es muy importante ya q m sirvio para mis trabajos, me gustaria q implementaran mas el tema nose pero algo le falta espero y le complemente gracias y muchas felicidades que dios los bendiga siempre.

  5. por que no aparece lo que yo pedi esto es algo muy diferente aunque parece casi igual

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