Desde su nacimiento como disciplina científica, la edafología se ha reducido al estudio de los suelos emergidos. De mismo modo, el paradigma agronómico que ha guiado su desarrollo ha soslayado el análisis de “otros” cuerpos naturales cuya consideración como suelos o no-suelos resulta ser más materia de consenso que una realidad incuestionable. De estos últimos ya hablaremos en otros post. Los sedimentos de los humedales o zonas húmedas (lagunas, marismas, deltas, albuferas, e incluso las zonas fóticas de las plataformas continentales no fue abordada por casi ninguna taxonomías clásicas hasta que recientemente algunas han comenzado a incorporar tales “entes” También es cierto que el CSIC editó en los años 50 un libro de gran impacto (y en varias lenguas) en donde el profesor Kubiena presentaba una clasificación edafológica que incluía suelos sumergidos (de diversas clases). Si bien tal monografía adquirió una gran popularidad en Europa, también lo es que pronto cayó en el olvido frente a las orientaciones agronómico productivistas, y con ella la idea de considerar como edafotaxa tales cuerpos naturales. No debemos extrañarnos, suele ocurrir lo mismo con muchos científicos visionarios cuyas propuestas se adelantaron a su época. Empero con el cambio de las demandas sociales en materia de información edafológica las concepciones clásicas del suelo comenzaron a tambalearse. Hoy en día, interesan tanto o más los temas ambientales que los agronómicos, por lo que pronto se volvió a redescubrir la dinamita. Ante la recalcitrante inercia de la USDA, otros investigadores de EE.UU. comenzaron a desarrollar en paralelo clasificaciones de los suelos sumergidos. A este país le siguieron varios y finalmente la FAO con su WRB de 2006, aunque de forma muy tibia. Actualmente en el mundo anglosajón también ha comenzado a hablarse de suelos hídricos. Hagamos pues un breve repaso de un tema. ¿Qué son los suelos hídricos?. Adelantemos que no se trata concretamente de los suelos de los humedales, ni exactamente los que conciernen al estudio de la hidroedafología.

 

 

Suelos Hídricos

 

¿Qué son los suelos de las zonas húmedas? ¿Pueden considerarse los suelos hídricos (“hydric soils”) su objeto de estudio?.  Sinceramente tras leer varios documentos sigo albergando dudas, ya que “cada maestrillo tiene su librillo” y estamos hablando de una proposición que aun es materia de debate por parte de la comunidad científica de edafólogos. En otras palabras, todavía no se ha logrado un consenso sobre esta materia y menos aun en lo concerniente a su defición. Pero como por alguna parte hay que empezar, veamos lo que se menta en este documento:

 

 

 

Suelos no Hídricos

 

Hydric soils can be either organic or mineral soils. Organic hydric soils are commonly referred to as peat or muck. organic soils formed in waterlogged situations, where decomposition is inhibited and plant debris slowly accumulates, are called Histosols. All histosols are hydric soils except Folists, which are freely drained soils occurring on dry slopes where excess litter accumulates over bedrock. Mineral hydric soils are those soils periodically saturated for sufficient duration to produce chemical and physical soil properties associated with a reducing or anaerobic environment. Under conditions of a fluctuating water table, mineral soils may exhibit a variety of contrasting colours within the soil profile. Mineral hydric soils are usually gray and/or mottled immediately below the surface horizon, or have thick, dark-colored surface layers overlaying gray or mottled subsurface horizons. The Munsell Soil Color Charts contain pages, called gley pages, with color chips for the gray, blue, and green colors often found in mineral hydric soils.

 

While the formation of hydric soils is influenced by the interactions of several soil-forming factors (climate, parent material, relief, organisms, and time), the overriding factor is water. The unique characteristics of hydric soils result from the periodic or permanent inundation or saturation. Prolonged soil saturation results in the displacement of oxygen within the soil pore spaces by water. After the remaining oxygen concentration has been depleted by organisms, anaerobic conditions develop in the soil and organisms reduce other available compounds for energy. Depletion of the oxygen in the soil or reduction in other chemicals present in the soil can be measured

as an electrochemical quantity, referred to as the redox potential.

 

 

 

 

Kubiena  propueso en los años 50 la 

clasificación de los suelos sumergidos   

 

Si ustedes lo prefieren, una definición más explícita puede encontrase en el siguiente enlace. Del mismo modo, la NCRS de EE.UU, es un poco más explícita al definir los suelos hígricos como:

 

The current definition of a hydric soil — This definition has been consistent in the overall concept that hydric soils are those soils that are sufficiently wet in the upper part to develop anaerobic conditions during the growing season.

 

The list of field indicators of hydric soils.The field indicators are morphological properties known to be associated with soils that meet the definition of a hydric soil. Presence of one or more field indicators suggests that the processes associated with hydric soil formation have taken place on the site being observed. The field indicators are essential for hydric soil identification because once formed, they persist in the soil during both wet and dry seasonal periods

 

De acuerdo a la NRCS, se consideran suelos hídricos a los que cumplen las siguientes condiciones:

 

The concept of hydric soils includes soils developed under sufficiently wet conditions to support the growth and regeneration of hydrophytic vegetation. Soils that are sufficiently wet because of artificial measures are included in the concept of hydric soils. Also, soils in which the hydrology has been artificially modified are hydric if the soil, in an unaltered state, was hydric. Some series, designated as hydric, have phases that are not hydric depending on water table, flooding, and ponding characteristics”

 

Por tanto podemos definir a los suelos hídricos, como a todos aquellos que sufren condiciones de hidromorfía, lo que conlleva situaciones estacionales o permanentes de encharcamiento de agua y anaerobiosis. Por tanto la vegetación que crece sobre ellos esta adaptada a tales ambientes (hidrofítica), diferenciándose de la del resto de su entorno. Visto de esta forma, apenas existen diferencias entre lo que tradicionalmente se consideraban suelos hidromorfos y actualmente suelos hídricos. Se trataría pues de edafotaxa que “si” son incluidos en las clasificaciones tradicionales de suelos, pero en los que se subraya el estudio de todas aquellas propiedades ligadas al agua (las que conciernen a la disciplina de la hidroedafología). Nótese, que desde esta perspectiva, se incluyen tanto los suelos cuyas taxonomías indicaban al más alto nivel de la jerarquía tal circunstancia, ya fuera en profundidad (Gleysoles), ya por impedimentos del drenaje que inducían la presencia de de laminas de agua más o menos temporales en superficie  (Estagnosoles), como a los que a niveles inferiores eran subdivididos por poseer alguno de estos rasgos, pero con menor intensidad (por decirlo de alguna forma). En este último caso podría se, como la hace la WRB de la FAO, de calificadores gleycos y estágnicos. Sin embargo, los suelos hídricos no parecen contemplar a los suelos sumergidos permanentemente por láminas de agua, como lo hacía la antigua propuesta de Kubiena y algunas clasificaciones modernas, como la WRB (aunque su definición se me antoja muy deficiente, como ya analizaremos en su momento).    

 

 

Edafólogo inspeccionado si los suelos son hídricos o no

 

En el siguiente enlace la NCRS también puede encontrarse una serie de criterios, así como un glosario, para la caracterización de los suelos hídricos, que parte esencialmente de los ya empleados en la USDA Soil Taxonomy. Del mismo modo, de su portal puede bajarse una Guía de campo con vistas a su identificación. Básicamente, podemos decir que los suelos hídricos se clasifican por sus regímenes de humedad. Adicionalmente, incluimos el enlace otra página Web en donde se habla de suelos Hídricos. Se trata de la del Macaulay Institute del Reino Unido. En este último, para mi decepción vuelve a hacerse excesivo énfasis en las funciones de edafotransferencia, a pesar de que ya advertí que no me parece el mejor camino para comenzar a sentar las bases de una nueva disciplina. 

 

 

Suelos hídricos y algunos Podzoles que

pueden confundirse con los primeros

 

En cualquier caso, una lectura atenta de la primera definición, elaborada por edafólogos estadounidenses pioneros de la hidroedafología, personalmente no me saca de dudas, ni observo ningún atisbo de novedad importante, ya que no alude explícitamente a la presencia de una lámina de agua de espesor variable sobre el solum. De no contemplarlos, como parece ser el caso, habría pues que discernir entre suelos hídricos y suelos sumergidos. De todos modos, reiteramos que en USA se están estudiando y clasificando estos últimos bajo el vocablo de “wetland soils” o suelos de la zonas húmedas como analizaremos pronto en esta bitácora.

 

Por lo que he podido leer en los enlaces mentados de la NCRI, lo que están haciendo los edafólogos norteamericanos es reclasificar los edafotaxa de los antiguos inventarios de suelos con vistas a extraer nuevos mapas, basados sobre modificaciones nomenclaturales, que identifiquen y disciernan mejor que los clásicos, los edafotaxa con problemas de hidromorfía, hecho que vincula a estos últimos con la emergente disciplina de la hidroedafología, y como corolario, con la iniciativa denominada Zona Crítica Terrestre. Sin embargo, anticipemos que si los organismos estatales, o al menos los de UK y EE.UU. no incluyen los sedimentos de los humedales como suelos hídricos, en otras páginas web no ocurre lo mismo.

 

 

Mapa de Suelos Hídricos en EE.UU.

 

Juan José Ibáñez

Compartir:

4 comentarios

Deja un comentario