Filosofía de la Ciencia versus Filosofía de la Investigación: ¿Quién es Bruno Latour?

Bruno Latour es el principal promotor de los denominados “Estudios de la Ciencia” o «Estudios Sociales de la Ciencia”. Pero ¿quien es, que es y que propone Latour? Tras releer pasajes de algunos de sus libros, buscar en el “ciberespacio” y pensar durante muchas horas, he dado con una “posible” explicación de sus perspectivas, que puede resultar fácil de entender para los no iniciados. Obviamente, me dejaré una buena parte de su mensaje en el tintero, pero creo que merece la pena. ¿Es un científico, un filósofo, un sociólogo, un historiador, un epistemólogo, un antropólogo? La primera sorpresa es que nadie sabe como encasillarlo, lo cual me parece una magnífica noticia. ¿Qué ha aportado a la filosofía de la ciencia en su sentido más amplio? En mi modesta opinión, Bruno enfoca su atención sobre la investigación o indagación científica en si misma, más que en su resultado, es decir en la ciencia propiamente dicha. Y es a partir de ahí de donde se puede reconocer la gran originalidad y vigencia de su obra. A mitad de camino entre los filósofos y científicos, parte de ambos colectivos le observan con recelo: atentamente y de reojo, pero con suma desconfianza, a pesar de aglutinar a una legión de seguidores. ¿Qué es lo peor que se le puede achacar? En mi opinión, su obra hechiza al lector, pero su lenguaje, al estilo continental, es farragoso y difícil de seguir. Veamos la abismal diferencia que existe entre el análisis de la ciencia y el análisis de la investigación. Unos miran la obra (ciencia), mientras Latour lo que ocurre entre sus bastidores (la acción tras la representación). Dedicamos este post a Antonio Lafuente, administrador de Tecnocidanos y admirador de la obra de Latour.

 

 

 

Bruno Latour y admiradoras

 

Efectivamente se le ha calificado de casi todo menos de científico: filósofo, sociólogo, historiador, epistemólogo, y antropólogo. Y es tal ambigüedad la que nos informa de la originalidad de su mensaje. Intentaré ser lo más claro y conciso que pueda. Latour no analiza la ciencia con recelo, aunque causa tanta o más desconfianza entre los científicos que los propios filósofos. Como le gusta decir a él, se encuentra entre las barricadas de las ciencias y las humanidades, por lo que está expuesto a que le tiroteen desde ambos lados, en esa imaginaria o real encrucijada a la que se denomina la guerra de las ciencias.

 

Bruno Latour discierne entre la ciencia y las acciones cotidianas de los que la investigan. Los filósofos de la ciencia se han centrado en el primer aspecto, al contrario que los que trabajan en los estudios de la ciencia. Digamos que, por esta razón, pudiera considerarse como antropólogo aunque esto no le resta otros calificativos. Latour analiza más o menos, como dicen los títulos de algunos de sus libros, “La Ciencia en Acción” o “La Vida en el Laboratorio”. Y es aquí en donde se genera una brecha profunda entre sus propuestas y la filosofía de la ciencia al uso. Los científicos lo sabemos muy bien. La analogía entre el resultado de mostrar al público una obra de teatro, es decir ponerla en escena, y la acción “en todos los sentidos” que ocurre entre bastidores, me parece esclarecedora, en la medida de que ofrecen dos visiones muy distintas del “relativismo realista” que defiende. Y al llevar tal proyecto de investigación hacia delante, humaniza la ciencia a través de los actos, intereses, contradicciones, disputas, controversias, relaciones con la sociedad y el poder. etc. etc., de sus practicantes.

 

¿Qué se puede decir más de él? La respuesta es muchísimo. Sin embargo, aquí empiezan los problemas, al menos los míos.  Bruno Latour siguiendo la tradición francesa escribe en parte para los colegas y en parte para él (es decir soslaya a una buena parte del público no habituada al lenguaje farragoso de la filosofía y ciencias afines). Considero que el mensaje de sus libros podía haberse escrito en un lenguaje más sencillo y directo, como suelen hacerlo los anglosajones (una de las pocas virtudes que les otorgo). Lamentablemente no es el caso, al menos en una de sus últimas y más significativas obras: “La Esperanza de Pandora: Ensayos sobre la Realidad de los Estudios de la Ciencia” (1999, traducida en 2001 por Gedisa al castellano).  Probablemente debía haber elegido otro libro anterior para exponeros sus puntos de vista. Sin embargo, ha sido imposible ¿Razón? Utiliza la edafología como ejemplo, diseccionándola, para volver a reconstruirla, al menos en ciertos sentidos. Se puede aprender mucho de tal ejercicio, si se soslayan las continuas “burradas” que espeta sobre esta disciplina (es obvio que sabe poco de la ciencia del suelo, lo que no resta valor a sus apreciaciones). Sin embargo, cuando intento trasmitiros en palabras llanas sus argumentos, tropieza con esa maldita forma de escribir, la creación de vocablos nuevos, la reformulación radical de otros antiguos, sus continuas remisiones a un glosario (al final del libro, como es norma) en el que cada término acaba por remitirte a otro, una y otra vez. Me lo pone muy difícil, pero iremos intentando explicároslo, poco a poco. Ahora bien, tan solo pensar como presentar este primer post me ha llevado muchas horas, así que “piano, piano”. Desde luego no creo que su tipo de narrativa sea del gusto de Alan Sokal.

 

 

 

Alan Sokal del que ya hablaremos en su lucha

Contra las incomposturas intelectuales

 

Terminemos con dos de sus puntos de vista como anticipo, pero también con uno de sus conceptos de nuevo cuño:

 

  • Los hechos científicos son construidos
  • Resulta pernicioso distinguir, en muchos sentidos, entre objetos y sujetos en lugar de considerarlos juntos en un mismo esquema conceptual
  • ¿Qué es un factiche?: la disolución de dos conceptos (hechos y fetiches) para reunificarlo en uno (por decir algo)

 

Juanjo Ibáñez   

 

 

Continuará…….

 

Sumario de los post editados en “Curso Básico sobre Filosofía y Sociología de la Ciencia hasta este post (pinchar en los números para desplegar los post)

 

¿Qué es esa cosa llamada Ciencia?

El Método Científico

Curso Básico sobre Filosofía y Sociología de la Ciencia

Reduccionismo Epistemológico

Ciencia e Inducción [1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13,]

El Círculo de Viena y el Positivismo Lógico [41]

Filosofía de Karl Poper: El Falsacionismo [14, 15, 16, 19, 20, 21, 23, 24, 25, 26]

Filosofía de la Teoría de la Evolución y Sociedad   [17, 18],

Naturaleza y enseñanza de la Ciencia [22]

Las Teorías Científicas Como Estructuras Complejas

La Filosofía de Imre Lakatos  [28, 29, 30, 31, 32]

La Filosofía de Thomás Kuhn [33, 34, 35, 36, 37]

Filosofías Radicales de la Ciencia: Feyerabend y más  [38]

Filosofía de la Ciencia versus filosofías científicas [39]

¿Es la mente fractal? [40]

¿Filosofía Cuántica? [42]

Seredipidad o Serendipia y la Lógica de los Descubrimientos Científicos [43]

El Dudoso Estatus de los Ciencia Modelos de Simulación Predicativos [44]

Filosofía de la Tecnología y Ortega y Gasset [45]

Los Conceptos y Sus Limitaciones: Vivir en la Incertidumbre [46]

Nominalismo, Realismo y Conceptualismo: Sobre el significado de concepto [47]

Pensamiento Analógico y Pensamiento Digital: Acerca de lo Continuo y lo Discreto [48]

El Discurso Científico, Conceptos Contrarios y Jean-Marc Lévy-Leblond [49]

Sobre Ciencia, Filosofía de la ciencia y religión : [50]

Clasificaciones, la Percepción del Mundo y el Progreso Acumulativo de la Ciencia [51]

El Concepto de Especie, Tipos de Suelo y la Filosofía de la Ciencia: Realismo Promiscuo [52]

Números mágicos [53]

Bruno Latour y los Estudios Sociales de la Ciencia [54]

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7 comentarios

  1. Hola Juanjo,

    Este comentario tuyo es como andar en la cuerda floja. Lo he leído

    pensando: ¿se caerá o no se caerá?. Al final, has cruzado con éxito la maroma, pero tu éxito es relativo. Nos prometes seguir hablando de Bruno Latour. O sea que nos prometes que seguirás cruzando la maroma con Bruno sobre tus hombros. ¿Qué ocurrirá?. ¿Se caerá alguno de los dos en la próxima travesía?. Espero leerla cuando toque. Sospecho que M. Latour puede caer en libertad al vacío desde tus hombros,………¡Se admiten

    apuestas!. ¡Hagan juego!.

    Un abrazo y suerte

  2. Emilio,

    Primero yo no me caso con Nadie, Hay muchas cosas de Latour que me gustan y mucho, pero otras no. Lo que yo pretendo es mostrar lo más sencillamente que pueda su "filosofía", ya que no creo que se pueda llamar exáctamente filosofía y él mismo a veces dice que es antropólogo y otras, filósofo y otras historiador.

    Lo que si que es cieryo (en mi opinión) es que no es lo mismo analizar la investigación en acción que la ciencia impresa o hablada y en este sentido humaniza la ciencia mucho restándole gran parte de parafernalia y mostrando su cruda realidad.

    No tengo más remedio, además, de recurrir a el, ya que es el único ejemplo que conozco de una disección fina de la edafología y la botánica de campo. Y como no hay otro deberá cruzar con el la travesía: "juntos pero no revueltos".

    Dos preguntas:

    1. defíneme "maroma"

    2. ¿has leído a Latour".

    Te guste o no, si no lo has hecho te lo recomiendo.

    Un abrazo y no creo que sea problema de suerte, sino de paciencia y tino, aunque el próximo post caerá pronto. Se admiten debates.

    Juanjo Ibáñez

  3. Juanjo,

    Para comenzar respondo a tus preguntas:

    – No, no he leido a Latour, pero lo que de él llevas escrito tampoco me mueve a leerlo (de momento).

    – maroma: Cuerda gruesa (Según el Diccionario del Español Actual de Seco, Andrés y Amorós). Siguiendo con la metáfora del funámbulo, o sea del que atraviesa la cuerda floja.

    En resumen: si quieres que leamos a Latour, dinos por qué. De paso, critícalo tan severamente como puedas.

    Todos saldremos ganando (incluido Latour).

    Un abrazo,

    Emilio

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