Terminada la Reunión del “Steering Committee” de una Red Europea de “Excelencia” Científica (es decir una más entre otras miles), el Chairman abrió el turno para acordar una fecha en la que llevar a cabo el siguiente meeting. Uno de los miembros tenía problemas de agenda y no encontraba hueco, a pesar de que el evento se realizaría unos dos meses más tarde. Tras mucho cavilar sugirió uno de los salones privados en uno de los aeropuertos con mayor tráfico de Europa. Los demás quedamos estupefactos. Durante todo aquel intervalo de tiempo, debía impartir conferencias y charlas, o participar en otros tipos de reuniones de “excelencia”. ¿Y trabajar en temas de investigación cuando? Tiempo después, intentando buscar un sustituto para la misma red (no ya de su  “Steering Committee”), hablé con un colega y le sugerí a una persona. Tras unos segundos de silencio comentó “es que aun es demasiado joven”; “carece de experiencia” Inmediatamente le interpelé ¿Qué edad tiene? Su respuesta fue inmediata: ¡50 años! ¿¿??.

 

 

 

Una Asamblea General Cualquiera

 

¡No me invento nada!, todo es cierto. Desearía pensar que no en todas las disciplinas científicas la madurez “reconocida” se alcanzara a los 90 años. Sin embargo no estoy seguro. Lo  que si es verdad, es que por expreso deseo de mis autoridades, me vi envuelto en tales menesteres desde los 33 años (¡todo un bebé!). Durante más de un decenio, resulté ser el más joven, o uno de ellos, entre decenas de compañeros. Parece obvio que Matusalén entraría a formar parte de tales eventos sin el menor tipo de objeciones. ¿Es normal? Honestamente no lo sé. Pero en muchas ramas de la ciencia ¡sí!. Y el tema da mucho que meditar.

 

¿Qué ocurre cuando se organiza un curso de postgrado en España? Tras ver alguno en la Web, llegué a la conclusión de que, por término general, eran catedráticos, personajes afines a la sociedad científica que los agrupaba y poco más. Siempre los mismos, casi siempre próximos a su jubilación (si ya no se encontraban en ella), raramente expertos de reconocido prestigio internacional y excepcionalmente personas jóvenes con ganas de comerse el mundo por sus ideas revolucionarias (no por su obsesión en llegar a cátedros, que es lamentablemente lo normal).

 

La cuentón estriba en conocer las causas por la que los considerados popes alcanzaron su posición en el establishment. En el ámbito de las ciencias del suelo, raramente encuentro a investigadores de vanguardia en la frontera de esta disciplina, sino antiguas glorias en decadencia, vigentes o viejos cargos de instituciones y algunos aláteres de poca monta. Los realmente buenos, los que deben de estar, generalmente “brillan por su ausencia”.

 

Y así del problema deviene en que, con asqueante asiduidad, la toma de decisiones recae en los fundiraptores y/o este tipo de individuos, que son capaces de matar para ser invitados a impartir charlas. Obviamente, sus ideas distan mucho de ser nuevas y brillantes, por lo que las conclusiones que alcanzan son las que atesoraban en su tierna juventud, con algún toque de postmodernidad que han escuchado o leído mientras realizaban algún vuelo entre un evento y otro. Lo dicho, ¡la conjura de los necios!. A algunos de ellos les he escuchado repetir la misma charla cuatro o cinco veces, sin el más mínimo pudor. ¡Soporífero!.

 

Como escuché decir una vez a un científico de prestigio, la ciencia de vanguardia debe ser “transgresiva”, es decir, rompedora de los viejos paradigmas. Empero si son los popes los que intervienen lo “retro” impera a sus anchas. No se le puede exigir a los que “en el mejor de los casos” aportaron algo importante en su añorada juventud, que presenten novedades dignas de mención, cuando lo natural es que defiendan aquello que les hizo famosos, frente a las agresiones de los “jóvenes “impestuosos”. Y reitero que me refiero al mejor de los escenarios posibles, es decir a aquellos colegas que en su momento fueron “transgresivos”. No son muy numerosos, por cierto. Sin embargo, casi todos se aferran al poder como un político a su “poltrona”. Al fin y al cabo, en esta bobalización galopante, se me antoja que las fronteras entre lo científico, lo político y lo mediático se difuminan a marchas forzadas. 

 

¿Y que hueco suelen ocupar las jóvenes promesas?, sí, esas de ¡50 años o menos!. De tener suerte o padrinos una charlita, en caso contrario toca poster. Ciertos días no se si formo parte de una comunidad científica o de un “cementerio de elefantes”. Desde luego no me arrastraré a los 80 años dando tumbos por el mundo, aunque pudiera. Algo de dignidad me queda, dudando mucho que mi creatividad no esté apunto de agotarse. Pero parece que hago todo lo posible para auto-jubilarme de tanto “jubileo” a los 54 años.

 

Generalmente, los congresos y conferencias actuales, se dividen en simposios temáticos y una conferencia plenaria inaugural, a la que asisten todos los participantes que lo deseen (personalmente suelo escabullirme).  Luego cada grupo se marcha a su cubil. Suele ser en estos plenarios, en donde esa “eterna juventud” cacarea sus achaques físicos y mentales. Empero, eventualmente, a los organizadores no se les “escurre tal ingeniosa idea”. En tales casos, tarde o temprano, los “popes forcejean enfurecidos ante tanta “hostilidad” hacia el establishment. Y si eso ocurre, comienzan a suscitarse tensiones, presiones, extorsiones, “donde dije digo, digo Diego” y (….). Actualmente, como chairman de un simposio en una conferencia internacional que se celebrará el próximo otoño, me encuentro ante una disyuntiva generada por la falta de una de esas tediosas sesiones plenarias y ya comienzo a estar hasta los (….) de tanta (…). Así pues, me temo que no he terminado, sino que el tema………..

 

Continuará en otro post………..

 

Juanjo Ibáñez     

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2 comentarios

  1. Hola Juanjo, con relacion a este articulo, te cuento algo. A un presidente de colombia le preguntan que cuando le daran oportunidad a los jovenes y este sin ningun rubor contesta que cuando esten viejos.

    Hemos tratado que los ultimos presidentes de la SCCS sean menores de 40 años y ahora tenemos una mujer joven y bella (dos atributos que en las mujeres se creen excluyentes) para romper la gerantocrasia.

    Un abrazo

    Raul

    PD. Estoy pensando ir al encuentro de Valencia para visitarlos. Le escribire a Juan Sanchez.

  2. Hola Raúl que bueno saber de vos.

    Por lo que me cuentas y teniendo en cuenta la calebración "del día del suelo", sois de las Sociedades hispanoparlantes más avanzadas, progresistas o en vanguardia (con la salvedad de Argentina que tambien hace cosas interesantes). Por estos lares vamos para atrás como los congrejos. Discriminación positiva en dos aspectos "mujer y edad". Inpensable por aquí.

    Si vienes avísame, ya sabes que hay cierta hostilidad de un colectivo (que no toda) de la Sociedad que no debo nombrar debido a que mi blog les molesta. Ya me aburre soberanamente tanto analfabeto de las TIC. No iré a Valencia al Congreso. Pero me debes una y ya sabes a que me refiero (jejeje). Espero que puedas acercarte a Madrid, quedarte un día para que platiquemos largo y tendido y traerme de los papales para inscribirme en vuestra sociedad.

    Gracias por la información

    Un abrazo

    Juanjo

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