Muchos investigadores no parecen percatarse del siguiente error: no se debe intentar resolver un problema ambiental generando otro nuevo. Y este es el caso de la noticia que nos “veden hoy”. Al parecer, un sesudo y concienciado ambientalista, ha demostrado que el material de turba es un excelente absorbente de los vertidos petrolíferos. El problema estriba en que los verdaderos expertos en el tema llevan tiempo advirtiendo que de seguir incrementándose el ritmo de la extracción de turba para diversos propósitos comerciales, acabaremos con este tipo de suelos, que reportan muchos beneficios ambientales. Las turberas tardan cientos de años en formarse, siendo además partes fundamentales de los humedales de todo el mundo y del bioma de Tundra.

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 Las Turberas se encuentran amenazadas por los múltiples uso que quiere hacerse de sus materiales. Fuente: Blog de Rob Edwards

El sesudo noruego, defiende que las propiedades absorbentes de la turba la hacen especialmente apta para absorber el “crudo” de pequeños derrames y grandes vertidos. Si bien el primer caso, “pudiera llegar a ser un posibilidad plausible” en ciertos casos, el segundo deviene en atentado contra el medio ambiente, debido a la ingente cantidad de toneladas que podría requerir paliar la contaminación del derrame de un gran buque petrolero.

Es paradójico que mientras muchos expertos se encuentren afanosamente buscando materiales alternativos que palien la creciente demanda de turba, para jardinería, viveros y otros fines (ver nuestro post “Aprovechamiento de la Turba y Degradación Ambiental de Humedales y Suelos”, aparezcan individuos como este, vendiendo una vez, más una forma de atajar problemas de contaminación totalmente insustentable. Reiteramos que este “experto” mete en el mismo saco la descontaminación de pequeños enclaves de gran valor natural, con vertidos como el del Golfo de México, que demandarían arrasar miles de kilómetros cuadrados de materiales procedentes de estos suelos, asolando paisajes terrestres y poniendo en riesgo la resiliencia de los ecosistemas en los que se encuentra.

Las turberas son uno de los más grandes sumideros de carbono terrestre, además de que, como ya apuntamos en otro post, devienen en bloques de memoria que preservan reliquias arqueológicas, paleontológicas e información paleoecológica muy valiosa.  

Resulta cada vez más palmario que los “brotes verdes” que salen de los cerebros de personajes como este, son de la misma catadura que los de otros muchos vendemotos que tan sólo buscan beneficios económicos, enmascarando sus verdaderos intereses desde ese mugre verdor que huele a desinterés y rapiña de la naturaleza. Lo dicho “intertar” paliar un problema generando otro, con todas seguridad. Inadmisible.

Juan José Ibáñez      

Peat Moss Could Be New Tool for Oil-Spill Clean-Ups

ScienceDaily (Apr. 29, 2010) — Kallak Torvstrøfabrikk in Trøgstad in eastern Norway has developed a peat moss mixture with unusually good absorbent qualities. The material could be a useful tool for clearing up oil-spills after minor incidents or major catastrophes.

The three-man company has traditionally sold treated peat moss as a component of soil for flowering plants and as growth medium. But realising that the peat moss is a remarkably good absorbent, they began to find other potential uses for it.

SINTEF «Expertise broker» Leif Estensen connects researchers with companies that lack research and development experience. Three years ago, he brought Kallak and SINTEF together. An expertise broking project was set up with scientists from SINTEF’s Marine Environmental Technology department, with the aim of testing different types of peat moss and documenting their properties.

The conclusions drawn from the testing programme were quite clear: the peat moss had excellent potential, as since its ability to take up oil was as good as, or in some cases even considerably better than, other products already available on the market.

Used in the «Full City» incident

In the summer of 2009, the Panama-registered «Full City» ran aground off Langesund on the south-east coast of Norway, causing severe oil contamination along much of the coast. This incident gave Kallak Torvstrøfabrikk the chance to demonstrate the efficacy of its new product on land.

Svein Ramstad of SINTEF’s Marine Environment department says that the peat moss was deployed on a geological conservation area near Langesund and at Stavern. The area was heavily contaminated, and particular care needed to be taken. Gravel and stones were mixed with the peat moss and were laid back in their original position, to good effect.

Further activities

Kallak Torvstrøfabrikk has recently developed a series of other products based on its peat-moss absorbent material, such as three metre-long «sausages» and buckets of peat moss, which the fire brigade and operators of heavy machinery can use in the event of spills of oil, diesel fuel or other environmentally hazardous liquids.

The peat moss mixtures have been laboratory tested on various types of crude oil and bunkers oil. In 2008, the little company won an industrial research and development contract with Veolia Miljø for product development and commercialisation, and it is now looking at potential sales elsewhere in Europe.

Story Source: Adapted from materials provided by SINTEF, via AlphaGalileo.

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