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Un aprendiz de etnoedafólogo y su hermana epidemióloga hablando con sus asesoras indígenas. No se entendieron bien ya que el ignorante investigador desconocía el quechua y pensaba que por aquellas tierras  todos sabían la lengua del imperio. ¡Santo Dios!. El imbécil soy yo. Foto atribuible a Juan José Ibáñez

 Al arqueólogo George Nicholas  público un artículo alabando el interés de aprovechar el conocimiento indígena y campesino en “The Conversation , reprendiéndolo después en Smithsonian Magazine. Sus opiniones, lamentablemente, causaron las iras de muchos lectores, por lo que seguidamente volvió a escribir la siguiente nota  (que abajo os reproduzco) en “The Conversation” (lo traduzco al español-castellano):Una alianza incómoda: el conocimiento tradicional indígena enriquece la ciencia”. Siento vergüenza. Lamento que los investigadores nos comportamos como una casta que cree estar en posesión de una verdad que no puede ser discutida por nadie ajeno a ella. Hablamos de una actitud intolerable, sectaria, mezquina y yo diría que hasta racista.  Y lo peor es que tal integrismo sigue aumentando en esta casta rebosante de arrogancia, intolerancia y ¿Por qué no decirlo?, de ignorancia. La ciencia no es una religión cuyas verdades deban ser consideradas sagradas, y sus practicantes oradores que se suben a un pulpito y arengan a los feligreses. Se trata de un conocimiento cambiante, que debiera ir progresando con el devenir del tiempo. No hay dogmas en ciencia, ya que atentan contra su propia esencia. Por ejemplo, hace poco más de una decaca, parte de nuestro material genético era considerado ADN basura”. Yo me reí en esta bitácora y (….) hubo polémica. ¡Pero yo escribo en un blog!, y no tiene importancia. Finalmente los comprobaron que de basura no tenía nada, sino que era imprescindible. Ahora bien que intenten cerrar la boca y se recrimine a la editorial por permitir ser atrevido, es digno de esa sacrosanta inquisición que ellos mismos dicen desertar y ser garantes de que aquél lamentable episodio de la historia no vuelva a ocurrir.  Pues bien, resulta ahora que parte de la casta se ha convertido en inquisidora. Mientras a algunos de nosotros nos entusiasma la sabiduría de nuestros antepasados, otros lo desprecian sin haberla analizado, ni siquiera leído. Pues bien en nuestro blog es unaPrima donna”, y por ello atesoramos una categoría (Etnoedafología y Conocimiento Campesino’ ) en la que ya hemos incluido algunos centenares de entradas sobre estos temas. Los pueblos que sobreviven durante siglos o miles de años explotando sus recursos naturales, y agropecuarios, no pueden hacerlo de forma insustentable. Su conocimiento es necesariamente empírico, ya que si no lo consiguen perecen. Más aún, nuestra sociedad moderna, con su tecnociencia, si puede dar lecciones de “como no hacer las cosas mal”, ya que hemos devastado gran parte del planeta en unos 30-40 años. Pero no hay mayor ceguera que la de aquellos que no quiere ver, sordera de los que no desean escuchar, y estupidez de los que no practican el pensamiento crítico.  Fijaros las frases que le espetaron por un artículo en la que se defendía el interés de estudiar y evaluar el mentado tipo de conocimientos: (i) «Creo que el Smithsonian no debería haber publicado un artículo posmodernista y anticientífico tan extremo«; (ii)Este fue un artículo asombrosamente malo que un buen editor de ciencia debería haber bloqueado. El autor tiene un claro conocimiento de su campo, pero carece de una comprensión clara del método científico … una serie de comentarios en contra de la ciencia y posmodernidad se han transmitido como hecho …; (iii) «Sin la innecesaria anti-ciencia hubiera sido un buen artículo» y (iv) «El Smithsonian ha pasado la nueva era y la anti-ciencia, la Izquierda regresiva aparentemente está prosperando allí …»

Cabría argumentar que (i) Son ellos los que no conocen “nada” del método científico; (ii) y que la anti-ciencia más peligrosa la lideran aquellos que dicen defender la ortodoxia, por cuanto la filosofía, sociología e historia de la ciencia, han constado que la buena ciencia es en su inmensa mayoría transgresiva. Pero hay más, ya que pretenden censurar las publicaciones de los que no piensan como ellos.  De ciencia solo pueden hablar los científicos, pero además exclusivamente si son ultra-ortodoxos. Más que un colectivo de sabios, como les gusta que les llamen, se comportan como una secta religiosa de la peor calaña. Si un biólogo evolutivo no se adhiere al darvinismo, es calificado de negacioncita. Si un investigador considera que el clima se está calentando, pero duda de la predicciones de los modelos de circulación general… ¿es tachado de…?. ¡Como no!. ¡Negacioncita!. Es decir se comportan como esos políticos que a pesar de observar día a día como   sus recetas políticas y económicas se traducen en un incremento de la pobreza y desigualdades, llaman populistas a todos aquellos que osan hacer propuestas alternativas. ¡Repugnante!. Empero  George Nicholas, sabe defenderse solito. Os animo a que leáis su réplica contra la intolerancia inherente a esos sabios «sabiondos». ¡la conjura de los necios!. 

Os dejo ya con la nota de prensa de George que no tiene desperdicio, siendo además muy educado.

 

Juan José Ibáñez (la izquierda regresiva anti-científica) según algunos integristas de la tecnociencia

 Continua……..

 An uneasy alliance: Indigenous Traditional Knowledge enriches western science

by George Nicholas | Professor of Archaeology, Simon Fraser University
Los Angeles CA (The Conversation) Feb 27, 2019
An article I published last year in The Conversation and republished in Smithsonian Magazine about Indigenous Traditional Knowledge and western science touched a nerve among some readers. My article discussed examples of Indigenous peoples having detailed knowledge of animal behaviour, coastal ecology and historical events that have only recently been «discovered» or verified by western scientists. Although the article was well received and garnered many readers, there were some harsh criticisms.

In the Smithsonian Magazine online comments, I encountered these opinions:

«I think the Smithsonian should not have published such an extreme postmodernist and anti-science article

«This was an astoundingly bad article that a good science editor should have blocked. The author is clearly knowledgeable about his field but lacks a clear understanding of the scientific method … a series of anti-science and postmodernist rants have been passed off as fact …»

«Without the unnecessary anti-science it would have been a good article.»

«The Smithsonian has gone new-age and the anti-science, regressive Left is apparently thriving there …»

Criticism in academia is healthy. But there was nothing «anti-science» about my article, which asserted that Traditional Knowledge and western science are often complementary. There is nothing anti-science about my work; as an archaeologist, it is heavily informed by science.

Una alianza incómoda: el conocimiento tradicional indígena enriquece la ciencia occidental

por George Nicholas | Profesor de Arqueología, Universidad Simon Fraser. Los Angeles CA (La Conversación) 27 de febrero de 2019

Un artículo que publiqué el año pasado en The Conversation y que volví a publicar en la revista Smithsonian sobre Conocimiento Tradicional Indígena y ciencia occidental conmovió a algunos lectores. Mi artículo discutió ejemplos de pueblos indígenas que tienen un conocimiento detallado del comportamiento animal, ecología costera y eventos históricos que recientemente han sido «descubiertos» o verificados por científicos occidentales. Aunque el artículo fue bien recibido y tuvo muchos lectores, hubo algunas críticas severas.

En los comentarios en línea de la revista Smithsonian, encontré estas opiniones:

«Creo que el Smithsonian no debería haber publicado un artículo posmodernista y anticientífico tan extremo«.

«Este fue un artículo asombrosamente malo que un buen editor de ciencia debería haber bloqueado. El autor tiene un claro conocimiento de su campo, pero carece de una comprensión clara del método científico … una serie de comentarios en contra de la ciencia y posmodernidad se han transmitido como hecho …

«Sin la innecesaria anti-ciencia hubiera sido un buen artículo«.

«El Smithsonian ha pasado la nueva era y la anti-ciencia, la Izquierda regresiva aparentemente está prosperando allí …»

La crítica en el mundo académico es saludable. Pero no había nada de «anti-ciencia» en mi artículo, que afirmaba que los conocimientos tradicionales y la ciencia occidental a menudo son complementarios. No hay nada de anti-ciencia en mi trabajo; Como arqueólogo, está muy informado por la ciencia.

The inaccurate critique by both public and academic arenas and even law courts of Indigenous ways of knowing the world is common. Critics have labeled Indigenous Traditional Knowledge and oral histories as unreliable, incomplete and tainted by outside influences. Some consider «Indigenous science» to be a recent and politically suspect initiative.

It seems only western science can be championed as objective, reliable and neutral.

La crítica inexacta, tanto en el ámbito público como en el académico, e incluso en los tribunales de justicia sobre las formas indígenas de conocer el mundo es común. Los críticos han calificado el Conocimiento Tradicional Indígena y las historias orales como poco fiables, incompletas y manchadas por influencias externas. Algunos consideran que la «ciencia indígena» es una iniciativa reciente y políticamente sospechosa.

Parece que solo la ciencia occidental puede ser defendida como objetiva, confiable y neutral.

Defining «science»
Emerging from the Enlightenment in the late 17th century, science has provided us with a powerful suite of tools – from quantum mechanics to astrophysics, from chemistry to geology – with which to understand the world and everything in (and outside) it. Broadly framed, science is a method or means to systematically study of the world, including the smallest bits of it, through observation and experimentation to find the best explanation. This description holds true regardless of the culture or beliefs of the scientist.

As an archaeologist, I research the intersection of western and Indigenous ways of knowing the world. I have found that these seemingly different knowledge systems sometimes complement and sometimes contradict each other. I have learned that Indigenous people’s understandings of the world include knowledge gained through scientific methods.

Indigenous Traditional Knowledge is reliant on empirical observations, although these empirical findings have been perhaps obscured as they are woven into religious beliefs and worldviews. For example, the study of caribou ecology in the Sahtu region of Canada’s Northwest Territories involved both Dene traditions, language and western biology to help determine caribou population dynamics.

Definiendo «ciencia»

Al surgir de la Ilustración a fines del siglo XVII, la ciencia nos ha proporcionado una poderosa serie de herramientas, desde la mecánica cuántica a la astrofísica, desde la química a la geología, con las cuales entender el mundo y todo lo que está dentro (y fuera de él). En términos generales, la ciencia es un método o un medio para estudiar sistemáticamente el mundo, incluidos los fragmentos más pequeños, a través de la observación y la experimentación para encontrar la mejor explicación. Esta descripción es válida independientemente de la cultura o las creencias del científico.

Como arqueólogo, investigo la intersección de formas occidentales e indígenas de conocer el mundo. He encontrado que estos sistemas de conocimiento aparentemente diferentes a veces se complementan y a veces se contradicen entre sí. He aprendido que la comprensión de los pueblos indígenas del mundo incluye el conocimiento adquirido a través de métodos científicos.

El conocimiento tradicional indígena depende de las observaciones empíricas, aunque estos hallazgos empíricos quizás se hayan ocultado a medida que se tejen en creencias y visiones del mundo religiosas. Por ejemplo, el estudio de la ecología del caribú en la región del Sahtu, en los Territorios del Noroeste de Canadá, involucró las tradiciones Dene, el idioma y la biología occidental para ayudar a determinar la dinámica de la población de caribú.

A double standard?
It is ironic that, at the same time that many are rejecting Indigenous knowledge as inferior to western science, there is a deep and sustained ambivalence towards science by many in North America.

For example, anti-evolutionists continue to press for changes in school curricula based on religious beliefs that defy scientific proof. Some oblivious advocates still believe vaccinations cause autism despite contrary and thorough scientific evidence. We can see the consequences of such anti-science beliefs in the recent measles outbreak in Washington State which has been linked to low vaccination rates there.

This anti-science attitude even extends to my field. The television series Ancient Aliens (now in season 13) explains ancient technologies and places with complete disregard for scientific evidence.

Questioning science
Good science should yield many new insights about, and even reverse theories. Medical ideas have changed over the years as to whether salt, eggs, coffee, alcohol, etc. are bad or good for you. Such shifts can be explained by new evaluative techniques or larger and longer studies.

In the past few years, a series of intriguing initiatives have attempted to replicate previously published, sometimes acclaimed experiments in the social sciences, economics, cancer research and other fields. The success rate for some of these studies is worrying.

Does what has been called the «Replication Crisis» mean that science is not reliable? Of course not. Occasionally, experiments are methodologically flawed or sample sizes too small. These findings reiterate that science is a human enterprise, sometimes prone to personal bias and political motivations.

It is also easy to neglect how quickly new understandings of our world replace old ones.

For example, writing on the nature of science and knowledge almost three decades ago, anthropologist Laura Nader astutely observed: «Science is not a revealed and unambiguous truth – today’s science may be tomorrow’s pseudoscience or vice versa.» She added: «It is preposterous to think that we live at a time when science proponents consider it outrageous to allow that there are different science traditions.»

¿Un doble estándar?

Resulta irónico que, al mismo tiempo que muchos rechazan el conocimiento indígena por ser inferior a la ciencia occidental, existe una profunda y sostenida ambivalencia hacia la ciencia por parte de muchos ciudadanos en América del Norte.

Por ejemplo, los anti-evolucionistas continúan presionando por cambios en los currículos escolares basados en creencias religiosas que desafían las evidencias  científicas. Algunos defensores ajenos todavía creen que las vacunas causan autismo a pesar de la evidencia científica contraria y exhaustiva. Podemos ver las consecuencias de tales creencias anticientíficas en el reciente brote de sarampión en el estado de Washington que se ha relacionado con las bajas tasas de vacunación allí.

Esta actitud anticiencia incluso se extiende a mi campo. La serie de televisión Ancient Aliens (ahora en la temporada 13) explica las tecnologías antiguas y los lugares con total desprecio por la evidencia científica.

Cuestionando la ciencia

La buena ciencia debería proporcionar muchas ideas nuevas e incluso teorías inversas. Las ideas médicas han cambiado con los años en cuanto a si la sal, los huevos, el café, el alcohol, etc. son buenos o malos para usted. Dichos cambios pueden explicarse mediante nuevas técnicas de evaluación o estudios más amplios y más largos.

En los últimos años, una serie de iniciativas intrigantes han intentado replicar experimentos previamente publicados, a veces aclamados, en ciencias sociales, economía, investigación del cáncer y otros campos. La tasa de éxito de algunos de estos estudios es preocupante.

¿Lo que se ha llamado la «crisis de la replicación» significa que la ciencia no es confiable? Por supuesto no. Ocasionalmente, los experimentos tienen defectos metodológicos o tamaños de muestra demasiado pequeños. Estos hallazgos reiteran que la ciencia es una empresa humana, a veces propensa a prejuicios personales y motivaciones políticas.

También es fácil desatender la rapidez con que los nuevos conocimientos de nuestro mundo reemplazan a los antiguos.

Por ejemplo, al escribir sobre la naturaleza de la ciencia y el conocimiento hace casi tres décadas, la antropóloga Laura Nader observó astutamente: «La ciencia no es una verdad revelada y no ambigua: la ciencia de hoy puede ser la pseudociencia del mañana o viceversa«. Añadió: «Es absurdo pensar que vivimos en un momento en que los defensores de la ciencia consideran que es indignante permitir que existan diferentes tradiciones científicas«.

Complementary, contradictory, or catalytic
The methods and goals of western science have been challenged by Indigenous peoples, who have often been the unwilling focus of scientific research (especially in areas like genetics and archaeology). Academics have also challenged scientific methods and goals. However, a critique of science is not a rejection of science.

Indigenous knowledge often complements, but sometimes contradicts the results of archaeology. Why should different methods and different results be shunned when science by design is meant to be challenged? Hypotheses are proposed, tested, accepted or rejected in order to produce reliable and replicable results.

Indigenous knowledge can aid in achieving this in three ways:

1) It strengthens the scientific process by making it less homogeneous in terms of its practitioners’ values and interests, thus increasing objectivity.

2) It offers alternative ideas that serve as multiple working hypotheses (a central concept in science) and move research towards unanticipated results.

3) It helps to affirm that both «scientific explanation» and «oral histories» are products of historical circumstance and cultural context, and subject to controls that ensure accuracy.

Science requires multiple perspectives
Were some of the readers against my article misreading what I was saying about Traditional Knowledge? Or are they against the ideas of Indigenous Knowledge systems?

Do those readers perceive Traditional Knowledge to be an attack on science or western society? Or might some of them be reflecting racist attitudes towards non-Western peoples – even when Traditional Knowledge includes essential aspects of science, such as empirical observation and rigourous testing?

Ultimately, science is a dynamic enterprise that progresses through failure. The late historian Stephen Jay Gould wrote: «How many current efforts, now commanding millions of research dollars and the full attention of many of our best sciences, will later be exposed as full failures based on false premises?»

Science is a multicultural enterprise that benefits from and indeed requires competing views. Indigenous observations, perspectives and values enrich, not threaten, our collective knowledge of the world.

Complementario, contradictorio, o catalítico.
Los métodos y objetivos de la ciencia occidental han sido desafiados por los pueblos indígenas, que a menudo han sido el foco no deseado de la investigación científica (especialmente en áreas como la genética y la arqueología). Los académicos también han desafiado los métodos y objetivos científicos. Sin embargo, una crítica de la ciencia no es un rechazo de la ciencia. El conocimiento indígena a menudo se complementa, pero a veces contradice los resultados de la arqueología. ¿Por qué deberían rechazarse los diferentes métodos y los diferentes resultados cuando la ciencia por diseño debe cuestionarse? Las hipótesis se proponen, prueban, aceptan o rechazan para producir resultados confiables y replicables.

El conocimiento indígena puede ayudar a lograr esto de tres maneras:
1) Fortalece el proceso científico haciéndolo menos homogéneo en términos de los valores e intereses de sus practicantes, aumentando así la objetividad.
2) Ofrece ideas alternativas que sirven como múltiples hipótesis de trabajo (un concepto central en la ciencia) y mueven la investigación hacia resultados inesperados.
3) Ayuda a afirmar que tanto la «explicación científica» como las «historias orales» son producto de circunstancias históricas y contextos culturales, y están sujetos a controles que aseguran la precisión.

 La ciencia requiere múltiples perspectivas.

¿Algunos de los lectores en contra de mi artículo interpretaron mal lo que estaba diciendo sobre el conocimiento tradicional? ¿O están en contra de las ideas de los sistemas de conocimiento indígena?
¿Perciben esos lectores el Conocimiento Tradicional como un ataque a la ciencia o a la sociedad occidental? ¿O podrían algunos de ellos reflejar actitudes racistas hacia los pueblos no occidentales, incluso cuando el Conocimiento Tradicional incluye aspectos esenciales de la ciencia, como la observación empírica y las pruebas rigurosas?
En última instancia, la ciencia es una empresa dinámica que progresa a través del fracaso. El fallecido historiador Stephen Jay Gould escribió: «¿Cuántos esfuerzos actuales, que ahora ordenan millones de dólares de investigación y la atención plena de muchas de nuestras mejores ciencias, se verán más adelante como fracasos completos basados en premisas falsas?«
La ciencia es una empresa multicultural que se beneficia y, de hecho, requiere puntos de vista opuestos. Las observaciones, perspectivas y valores indígenas enriquecen, no amenazan, nuestro conocimiento colectivo del mundo.

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