investigacion-participativa-agricultura

Fuente: Colaje imágenes Google

Resulta desconcertante que revistas de la Editorial Nature publiquen noticias como esta, en lugar de otras novedosas. La  Investigación participativa en agricultura es realmente antigua. Existen magníficos expertos que, incluso han desistido de mejorar su prestigio profesional, al dejar como marginales las publicaciones denominadas de excelencia por trabajar esencialmente para aprender y mejorar el conocimiento campesino. Ya halamos de los casos, por ejemplo, de Antonio Bello Pérez y Alberto Ruíz Solorio, entre otros muchos. Muchas veces, sus instituciones o los gobiernos regionales fueron contra ellos, al considerar que estos colegas comprometidos atentaban contra sus intereses ¿?. Si no se publica, y mucho, en revistas indexadas eres por definición un científico de segunda categoría. El caso de Antonio Bello, lo conozco en mayor profundidad, pero el esfuerzo del grupo de Ruiz Solorio también se me antoja impresionante (Mapas de Tierra Campesinas) con sus cartografías de acuerdo a la mentalidad de los indígenas Mayas. Y más de 20 años después aparecen expertos insistiendo en más de lo mismo, como si aportaran alguna novedad. ¡Falso!. A menudo, por su naturaleza, así como por el ridículo rigor que exigen estas revistas, tales indagaciones eran (y aun lo son) difíciles de publicar. La FAO también suele hacer uso de este tipo de estudios desde hace décadas.

No obstante, no se trata tan solo de enseñar, sino también de aprender de las culturas campesinas, actuales y pasadas. Nosotros lo hemos intentado, redactando un número muy considerable de post que ahora se encuentran almacenados en la categoría  “etnoedafología y conocimiento campesino”, de nuestro blog.

Empero en este artículo, cuyo resumen os muestro abajo, introducen un nuevo elemento ajeno a la investigación participativa, como lo es olvidarse o limitar el uso de parcelas experimentales para trabajar a la escala de campo. Los datos obtenidos a partir de pequeños “plots” experimentales, suelen dar lugar a obtener resultados equívocos, cuando se constata lo que ocurre realmente a nivel de predio, ladera, etc. Saturnino de Alba y colaboradores,  por ejemplo, constaron como a partir de parcelas de erosión tipo USLE los resultados obtenidos no corresponden con lo que realmente acaece, al menos en ambientes mediterráneos, semiáridos y áridos. Sin embargo, son estos últimos los que hasta ahora ha utilizado la Política Agraria Común de la UE (PAC) con vistas a regularizar sus políticas. ¿Resultado?. Se incentiva un modelo de laboreo que fomenta la erosión en lugar de prevenirla. Sin embargo, los campesinos no son tan estúpidos como a veces  lo somos los investigadores científicos, cuyos falaces resultados son publicados con mayor facilidad. Todo lamentable.

Si nuestras indagaciones no ofrecen resultados de interés ni para la ciencia básica, ni para la aplicada….. ¿entonces?. Cuanto más participan los afectados, tanto más se involucran, y hacen suyas las prácticas más sustentables y productivas. Y viceversa, si nosotros analizaremos las labores de las culturas campesinas ancestrales, muy posiblemente, la tan ansiada sostenibilidad estaría más cerca de ser alcanzada, como ya mostré en esta publicación entre otras.  Los conocimientos que debieran ser considerados “patrimonio cultural de la humanidad”, son palmariamente despreciados por la mayor parte de los expertos en investigación agronómica. Obviamente existen algunas honorables excepciones.

¿Novedad?. ¡Ninguna!. ¿Oportunismo o amiguismo ¿?

Juan José Ibáñez

Continúa……

Transformando la agricultura con la experimentación dirigida por agricultores

por staff writers; Ben Guerir, Marruecos (SPX) 13 de enero de 2022

Los científicos agrícolas están cambiando la forma en que piensan sobre cómo y por qué hacen investigación de campo. Un artículo reciente publicado en Nature Food sugiere que una motivación clave para este cambio es la creciente evidencia que destaca los límites de la investigación convencional de parcelas pequeñas. Históricamente, la investigación de campo convencional ha carecido de aplicabilidad a escala.

Los críticos también sugieren que la investigación ha sido propensa a generar información que es menos procesable, y está estructurada de modo que las recomendaciones tienden a filtrarse a partir de análisis inaccesibles y publicaciones revisadas por pares (indexadas).

En todo el mundo, los agricultores se enfrentan regularmente a una combinación de desafíos económicos, ambientales y sociales. Estas presiones impulsan la demanda de soluciones a medida que respondan al cambio. Al mismo tiempo, los agricultores a menudo se ven obstaculizados por la disminución del acceso incluso a los sistemas de apoyo básicos. Son los usuarios finales finales de la información y las recomendaciones generadas a través de la investigación. Sin embargo, los agricultores han sido en gran medida alejados del proceso de descubrimiento científico.

La participación de los agricultores es clave. En su artículo titulado «Experimentación en la granja para transformar la agricultura global», el equipo de científicos se describe como una red de instituciones internacionales con los objetivos compartidos de «formalizar el campo científico emergente de la investigación OFE» y encabezar el movimiento hacia el desarrollo de OFE como una forma más generalizada de realizar investigación de campo.

En esencia, el enfoque depende de un ciclo continuo de participación, evaluación, retroalimentación y mejora en la granja. Similar al concepto de enriquecimiento de productos a través de una cadena de valor, la innovación científica idealmente gana efectividad a medida que avanza a través de un proceso científico. De los argumentos presentados se desprende que OFE asocia firmemente una filosofía centrada en el agricultor como ingrediente clave para un programa de investigación de campo sensible al agricultor.

La comunidad practicante de OFE está ocupada evolucionando y adaptando la ciencia a través de una variedad de escalas. El artículo presenta 11 ejemplos de OFE que actualmente operan en todo el mundo, todos evaluando tratamientos que están integrados en toda la operación de la granja y están sujetos a la orientación de la consulta regular de los agricultores.

El interés y el impulso actuales en OFE pueden vincularse con el crecimiento y la inversión actuales en tecnología digital (AD) en la agricultura. Una mejor accesibilidad a la A.D. está ampliando las capacidades de la investigación sobre el terreno y cambiando cada vez más su enfoque hacia abordar los problemas a los que se enfrentan los agricultores a escalas más pertinentes.

Informe de investigación: «Experimentación en la granja para transformar la agricultura global»

Compartir:

Deja un comentario