Día Mundial del Suelo 5 de diciembre de 2023. Reflexiones críticas a los expertos en Ciencias del Suelo
Fuente: Colaje imágenes Google
Un año más se celebra el día mundial o internacional de los suelos, aprobados oficialmente en 2013 y que comenzaron en 2014. Ya sabemos que la mayor parte de estas “celebraciones”, suelen homenajear problemáticas de calado, graves y tristes que afectan a todas las temáticas que uno pueda imaginar. Y si no me creen, compruébenlo pinchando aquí: “Calendario días Internacionales y Mundiales (diainternacionalde.com)”. Usados para concienciar a la ciudadanía y la enseñanza en general, personalmente fui uno de los edafólogos que ayudé, en la medida de lo posible, a que fuera realidad desde una posición no institucional, como podéis por ejemplo constatar aquí: (“Alianza Global por el Suelo (The Global Soil Partnership). Un Acuerdo Imprescindible para Alcanzar el Desarrollo Sustentable en el Planeta” (05/07/2011) Autores Juan José Ibáñez, Ronald Job Vargas Rojas y Luca Montanarella. Es decir, junto a sus dos principales lideres de la EU y ONU, así como el de la FAO. Nadie me va a decir lo que nos constó a muchos, bastantes de ellos actualmente olvidados, como suele ser costumbre, si no ostentas un cargo Institucional.
Pero a lo que vamos, redacto este post un año más y me encuentro con más de lo mismo a excepción de las novedades inducidas por los avances derivados de las tecnologías digitales y satelitales. Desde el punto de vista de un hispano parlante, si lamento que en materia de tal divulgación, los organismos internacionales añadan escasísimo material en nuestro idioma primando la lengua del imperio, como si todos los ciudadanos y criaturitas lo utilizaran como lengua materna. Empero parte de la culpa también es nuestra, ya que la tarea de traducir textos sin remuneración e impronta en nuestros documentos curriculares ofrece escasas o nulas posibilidades en nuestra promoción profesional. Debemos ser un poco más altruistas: ¿no? Lamento mucho más que muchas de las sociedades nacionales y centros de investigación realicen más aportaciones en suajili que en español-castellano (¿les da más caché?).
Ahora bien, independientemente de que no tengamos mucho que celebrar “sensu stricto”, si hecho en falta reflexiones y documentos críticos que nos hagan recapacitar acerca de los logros alcanzados, las lagunas que permanecen por rellenar, que directrices de futuro tendríamos que seguir a la hora de progresar en el conocimiento de ese ente natural al que llamamos suelos y autocríticas estimulantes. No se trata de presentar ponencias en Congresos Internacionales, o esperar eventos como el Centenario de la IUSS, con sus extensísimas actas miles de contribuciones, pero en general de muy pocas páginas, como la “Celebración del Centenario y Congreso de la Unión Internacional de Ciencias del Suelo (Florencia, Italia 19 – 21 mayo 2024)” al cual he sido invitado a impartir una ponencia, pero que he declinado, ya que mi salud no lo aconseja y estoy harto de tanta “Celebración”.
Lo que realmente echo en falta son análisis crítico, de los progresos en nuestro conocimiento profundo de que es un suelo y como mejorarlo. Y cuando se han realizado algunos progresos suelen atribuirse a las posibilidades que ofrecen los progresos tecnológicos desde 2014, con vistas a resolver las mentadas lagunas y las potenciales desviaciones inducidas en el tránsito de la ciencia a la tecnociencia, entre otros temas. Repito que las nuevas tecnologías proporcionan grandes oportunidades si no son exclusivamente aplicadas con vistas a resolver viejos problemas, sino a no volver a incurrir en la paradoja tecnológica de Burrough, como en el pasado. Tan solo os pongo un ejemplo.
Se dispone hoy de sensores remotos (sobre el terreno, aéreos, satelitales, mediante drones, etc.) con vistas a abrir nuevos horizontes como una estratigrafía de suelos, cuya cartografía ofrece nuevas posibilidades, no tan solo para una mayor comprensión de la geografía de suelos o resolver problemas prácticos, sino también de una nueva forma se clasificar (taxonomía) los suelos tridimensionalmente, soslayando el anclaje que tenemos en base a generalizar a partir de los tradicionales perfiles, pediones, polipediones, isopediones, etc. ¿Qué nos puede reportar? Obviamente existen muchas posibilidades, de las que esta es exclusivamente un ejemplo. ¿Podemos mejorar el concepto de suelos? Se trata tan solo de un ejemplo.
Dudo mucho que el nuevo auge la edafología, tras un periodo de profunda crisis, obedezca tan solo a las declaraciones y acciones llevadas a cabo por la FAO, la ONU, etc. Ha sido tambienproducto del calentamiento de la atmosfera y el paulatino reconocimiento de la importancia la cobertura edáfica en la estructura y dinámica del sistema climático. Leo así muchos artículos científicos” publicados en revistas de prestigio que por su desconocimiento de la edafología son tan pobres que al visitar en internet sus currículos, te percatas que de suelos saben poco o nada. Empero son colegas de otros ámbitos enganchados a temáticas actuales que se cruzan con ellos, alcanzando más popularidad y financiamiento, pero una ciencia muy pobre. ¡Las indagaciones de advenedizos y oportunistas!.
Tan solo os dejo esta entradilla como materia de reflexión. El progreso de una disciplina no se realiza a golpe de directrices políticas y oportunismos (celebraciones y márquetin). La buena ciencia es transgresiva. Y eso si lo “celebraré”.
Materia de reflexión
Juan José Ibáñez
Continua…………..
Día mundial del suelo, 5 de diciembre de 2023 (FAO)
Día internacional del suelo 5 de diciembre de 2023 (ONU)
Día Mundial del Suelo 5 de diciembre (Tema del Año: Suelos, donde comienza la alimentación)
Día Mundial del Suelo (Wikipedia)
Año Internacional de los Suelos (Wikipedia)
Día internacional del suelo 5 de diciembre de 2023 (ONU)
El suelo y el agua, fuente de vida
La supervivencia de nuestro planeta depende del precioso vínculo entre el suelo y el agua. Más del 95% de nuestros alimentos proviene de estos dos recursos fundamentales.
El agua del suelo, vital para que las plantas absorban los nutrientes, une nuestros ecosistemas y consolida una relación simbiótica que es la base de nuestros sistemas agrícolas.
Sin embargo, debido al cambio climático y la actividad humana, nuestros suelos se están degradando, lo que ejerce una presión excesiva sobre nuestros recursos hídricos. La erosión altera el equilibrio natural, reduciendo la infiltración de agua y su disponibilidad para todas las formas de vida.
Las prácticas sostenibles de gestión del suelo, como la labranza mínima, la rotación de cultivos, la adición de materia orgánica y los cultivos de cobertura, mejoran la salud del suelo, reducen la erosión y la contaminación y mejoran la infiltración y el almacenamiento del agua. Estas prácticas también preservan la biodiversidad del suelo, mejoran la fertilidad y contribuyen a la retención de carbono, desempeñando un papel crucial en la lucha contra el cambio climático.
El Día Mundial del Suelo 2023 y su campaña tienen como objetivo concienciar sobre la importancia y la relación entre el suelo y el agua para lograr sistemas agroalimentarios sostenibles y resilientes. Celebremos la importancia de nuestros suelos e involucrémonos para mejorar la salud de los mismos.
Póster oficial del Día Mundial del Suelo 2023 con una gran gota de agua sobre tierra húmeda
¡Transmite el mensaje!
Para que nosotros podamos aportar también nuestro granito de arena, la FAO ha preparado una web llena de iniciativas y material disponible en español para concienciar y difundir en diferentes plataformas, a la vez que se han organizado multitud de eventos relacionados con la importancia de mantener la salud de nuestros suelos.
El origen del día internacional
El Día Mundial del Suelo (WSD) se celebra anualmente cada 5 de diciembre desde 2014, año en el que la ONU designó esta fecha a propuesta de la FAO un año atrás. Se decidió el 5 de diciembre porque coincidía con el cumpleaños del Rey de Tailandia Bhumibol Adulyadej, querido monarca fallecido en 2016 y uno de los grandes promotores de esta idea.
Pero sus orígenes se remontan a 2002 gracias al impulso de la Unión Internacional de Ciencias del Suelo (IUSS), la cual propuso este evento en el marco de la Alianza Mundial por el Suelo, un foro colaborativo surgido ante la necesidad de compartir experiencias sostenibles para recuperar un suelo que pensábamos era un recurso infinito.
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