Clasificacion-de-ecosistemas-IUCN

Fuente: Colaje imágenes Google

Por mucho que la tecnociencia se empecine en despreciar las tareas de la taxonomía, estas son los pilares de numerosas disciplinas y como no, de las Ciencias de la Tierra y de la Vida. La UICN se ha lamentado en numerosas ocasiones, de que la elaboración de listas rojas de especies en peligro y otras actividades destinadas a la preservación de la biodiversidad resulta desesperante, debido a los cambios y reorganizaciones que continuamente se producen en la clasificación de las especies y más aún cuando existen escuelas dispares, cuyas taxonomías no coinciden, a la par que el “publica o perece” obliga a la publicación desde nuevas perspectivas, como las especies crípticas. En mi opinión, llevan toda la razón, empero tal hecho acaece en casi todos los constructos taxonómicos. Un dilema muy difícil de solucionar.

Estoy en absoluto descuerdo de que las taxonomías de base estrictamente científica deban ser inexcusablemente útiles para legisladores y usuarios, ya que desvirtualizan el progreso de la ciencia e introducen una banalización innecesaria. A la postre, partiendo de taxonomías rigurosas, siempre es posible reagrupaciones que den lugar a clasificaciones aptas para tales fines.

En cualquier caso, esta segunda versión (desconocía que hubiera una anterior, y la propaganda mediática no daba alugar a pensarlo) de la clasificación de los ecosistemas del mundo se me antoja, más que una tarea de titanes, resulta en ir en a la busqueda del Santo Grial. No realizo este último comentario con desdén, sino con pena. Las dificultades que tienen por delante van a ser “como mínimo” más que formidables. Para empezar, ya el concepto de ecosistema en sí mismo deberá ser absolutamente arbitrario, ya que no existe consenso universal alguno. ¡Mal comienzo!

Ya os hablamos en los posts dedicados a la geodiversidad que combinar varios recursos naturales diferentes en un único esquema clasificatorio, resulta ser un trabajo, esta vez sí, para titanes.  Sin embargo, ante los gravísimos problemas ambientales, la continua pérdida de biodiversidad en un mundo cambiante, etc., no es de extrañar que los responsables de la gobernanza mundial presionen con vistas a obtener las mejores herramientas posibles a la hora de tomar decisiones. Y así topamos con este dilema que, en mi opinión, se encuentra a la espera de solución hasta que surja un genio descomunal que ilumine tal oscuridad.  Ya hemos hablado de estos temas, por lo que no insistiré en ello. Podéis encontrar abundante material en la categoría “Taxonomías y Clasificaciones”, pero recordar que la racionalidad exige que se lea primero el más antiguo y no el más reciente, como aparecen en el listado de abajo (año 2005) a arriba (año 2022).

La IUCN y algunos de los miembros que han colaborado en esta nueva clasificación acaban de publicar un estudio en la Revista Nature, así como un libreto en el que abundan en más detalles. Ambos se encuentran en acceso abierto, por lo que podéis adquirirlos en formato electrónico sin coste alguno.

Abajo os reproduzco pequeños fragmentos de ambos. Francamente, no me gustan los criterios, empero debo suponer que lo mismo les ocurrirá a muchos ecólogos. Sin embargo, esto es lo que hay y no desmerece el esfuerzo de estos “locos científicos”.

La Estructura de la Clasificación y los Números Mágicos

Al analizar someramente la nueva taxonomía de ecosistema, he estado muy atento a la estructura de la jerarquía. Cuando terminé, pude comprobar que habían corroborado mi hipótesis de los números mágicos, ya publicada en varios artículos científicos y este libro “Magic Numbers: A Meta-Analysis for Enlarging the Scope of a Universal Soil Classification System”. Estas estructuras taxonómicas, cuando de encuentren bien desarrolladas demostrarán ser fractales o multifractales, como indiqué en otras publicaciones. Tales constructos han mostrado ser los más eficientes a la hora de transmitir la información en esquemas jerárquicos. Pues bien, la tesis de los números mágicos se ve corroborada por los seis niveles jerárquicos más uno (el nodo) y las mentadas estructuras fractales se insinúan al final, cuando veáis el número de subtaxa por taxa. El que esta clasificación cumpla con la hipótesis de los números mágicos (regla o Ley de Miller), implica que nuestro aparato cognitivo, no desea elaborar más niveles jerárquicos “inconscientemente” Sopena de violar esta ley formulada en la piscología experimental. Casi todas las taxonomías son conformes con tal regla o Ley. Lamentablemente, y por las comprensibles razones que apuntan los autores, los niveles inferiores de la jerarquía no están completados y el anidamiento es incompleto. No se trata de una crítica, sino del hecho que aun se encuentra en vías de construcción.

Entiendo que probablemente sea “un viaje a ninguna parte” ya que clasificar unidades tan complejas, ambigua y esquivas como los ecosistemas y que aún no comprendemos más que someramente, se me antoja casi una temeridad. Pero los autores se han visto obligados a llevar a cabo tal tarea.  De cualquier modo, de estos esfuerzos siempre se extraen conclusiones y reflexiones ricas que servirán para no recaer en los mismos errores o elaborar en el futuro otros constructos más eficientes.

Os dejo ya con fragmentos de ambos documentos traducidos electrónicamente pero que aportan la información necesaria para entender la racionalidad de este modelo jerárquico.

Juan José Ibañez

Continúa………

Los ecosistemas de todo el planeta clasificados por primera vez: estudio
realizado por escritores de plantilla Sydney, Australia (SPX) Oct 17, 2022

Un equipo global interdisciplinario de científicos dirigido por investigadores de UNSW Sydney ha desarrollado la primera clasificación integral de los ecosistemas del mundo en tierra, ríos, humedales y mares. La tipología del ecosistema permitirá una conservación más coordinada y efectiva de la biodiversidad, crítica para el bienestar humano.

La amplia colaboración incluye la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que comprende alrededor de 1400 organizaciones miembros, incluidos países; la Comisión de Gestión de Ecosistemas de la UICN; PLuS Alliance – Arizona State University, King’s College London y UNSW Sydney; y más de 100 científicos especializados en ecosistemas de todo el mundo.

El estudio, publicado en Nature, explora la ciencia que sustenta la tipología, así como la forma en que puede ayudar a lograr los objetivos en la política global que fluyen a los países individuales. Con el apoyo de UNSW, la UICN lanzó la primera versión pública de la tipología en 2020 y, desde entonces, los investigadores la han refinado y actualizado.

El equipo de investigación fue dirigido por el profesor David Keith con el profesor Richard Kingsford del Centro de Ciencia de Ecosistemas de la UNSW, y la profesora Emily Nicholson de la Universidad de Deakin.

«Por primera vez, tenemos una plataforma común que identifica, define y describe el conjunto completo de ecosistemas de todo el planeta«, dijo el profesor Keith.

«Puede parecer bastante extraño que no hayamos tenido esto antes, pero históricamente los científicos han forjado avances trabajando de manera algo separada en ecosistemas marinos, de agua dulce y terrestres. Esta es la primera vez que todo este conocimiento detallado se ha reunido en un solo marco aprovechando la teoría común en todas las disciplinas».

La tipología nos permite comprender patrones globales amplios, incluida la transformación de los ecosistemas por parte de las personas. El diez por ciento de los ecosistemas son creados y mantenidos artificialmente por humanos, pero ocupan más del 30 por ciento de la superficie terrestre de la Tierra, lo que queda es el hogar del 94 por ciento de las especies amenazadas en la Lista Roja de la UICN.

A nivel de políticas, esta es la primera vez que tenemos este tipo de visión general, dijo el profesor Kingsford.

«Es muy difícil ver el panorama general en un rompecabezas hasta que tienes todas las piezas en su lugar, y eso es lo que tenemos ahora. Tenemos una base mucho más sustancial para avanzar con una nueva era de políticas de conservación y gestión de ecosistemas».

A un nivel más general, la visión general permite a los responsables políticos y a la industria planificar sus iniciativas en su contexto completo. Para los gobiernos y las organizaciones no gubernamentales (ONG) que trabajan en una variedad de países, la visión general puede informar las decisiones sobre cómo los esfuerzos de protección y restauración de los ecosistemas pueden lograr el máximo beneficio de conservación, y dónde la infraestructura de desarrollo está mejor situada para minimizar el impacto.

«Los esfuerzos en la conservación de la biodiversidad se han centrado en gran medida a nivel de especie, porque se considera que es más tangible», dijo el profesor Keith. «Pero un enfoque más amplio tanto en los ecosistemas como en las especies es más probable que tenga éxito en la conservación de todas las plantas y animales, así como los servicios esenciales que la naturaleza proporciona a las personas«.

A nivel mundial, los países coordinan sus esfuerzos bajo el paraguas del Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica (CDB), que se renovará a fines de 2022. Delegados de 193 países se reunirán en diciembre en la 15ª Conferencia de las Partes en Montreal, Canadá, para acordar la agenda post-2020 para el CDB. Los preparativos para esa reunión indican un mayor énfasis en la conservación y gestión de los ecosistemas en las próximas décadas.

«La tipología de ecosistema global permitirá dar cuenta del cambio continuo de los ecosistemas, identificar los tipos de ecosistemas amenazados y planificar mejores medidas preventivas y restauración bajo una agenda renovada para el CDB», dijo el profesor Nicholson.

Esta tipología marca un gran avance para la gestión sostenible de los ecosistemas del mundo, dijo la Dra. Angela Andrade, Presidenta de la Comisión de Gestión de Ecosistemas de la UICN y una de las autoras.

«Permitirá un progreso real en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y la Contabilidad Ambiental, y debería ayudar a colocar a los ecosistemas a la vanguardia de la agenda post-2020 de las Naciones Unidas para conservar la diversidad biológica».

Para que eso sea una realidad, necesitamos un conjunto completo de mapas de alta calidad para todos los principales tipos de ecosistemas, dijo el profesor Keith.

«Ya estamos en ese camino, pero necesitamos ayuda para superar los considerables desafíos explotando los avances recientes en tecnología informática y satelital, junto con redes globales de científicos ciudadanos».

La tipología del ecosistema 

Los ecosistemas proporcionan hogares y soporte vital para todas las plantas y animales, y suministran servicios ecosistémicos esenciales que sostienen los negocios, la cultura y el bienestar humano. Esos servicios, como el suministro de aire y agua limpios, el secuestro de carbono, la reducción de los riesgos de desastres y las oportunidades recreativas al aire libre que sostienen la salud mental, a veces se consideran gratuitos, pero la degradación de los ecosistemas incurre en costos para aprovechar los recursos alternativos, el socorro en casos de desastre y la reconstrucción, y para los presupuestos de salud.

Todos los ecosistemas del mundo muestran características de influencia humana, y muchos están bajo graves riesgos de colapso, con consecuencias para los hábitats de las especies, la diversidad genética, los servicios ecosistémicos, el desarrollo sostenible y el bienestar humano.

La tipología de ecosistemas globales describe la diversidad de bosques tropicales, grandes ríos, arrecifes de coral y otros ecosistemas que típicamente han sido el foco de atención pública. Pero también incluye ecosistemas poco conocidos de fosas oceánicas profundas, montes submarinos, lagos debajo de las capas de hielo y ecosistemas microscópicos dentro de las rocas.

«No pensamos a menudo en lo que hay en los océanos profundos, por ejemplo», dijo el profesor Keith. «Hay una tremenda variedad de vida allí abajo y está organizada en una serie de ecosistemas diferentes. Y esos ecosistemas están empezando a sentir el impacto de la expansión humana.

«Las profundas trincheras en el océano se están llenando de microplásticos, y estamos empezando a buscar minerales en los respiraderos volcánicos de la minería. Necesitamos tomar decisiones sobre ese tipo de entornos, al igual que lo hacemos con los arrecifes de coral y las selvas tropicales».

Una estructura

jerárquica La nueva tipología tiene una estructura jerárquica con seis niveles. El nivel superior divide el planeta en reinos principales, incluidos los ecosistemas terrestres, de agua dulce, marinos y subterráneos. El segundo y tercer nivel incluyen 25 biomas y 110 grupos funcionales de ecosistemas, basados en los procesos ecológicos que dan forma a los diferentes ecosistemas y las funciones que realizan sus componentes clave. Estos grupos funcionales elaborarán planes para la gestión sostenible de los ecosistemas.

Los niveles inferiores de la jerarquía se basan en características más finas del ecosistema y permiten la integración de las clasificaciones nacionales existentes. Estas clasificaciones y mapas nacionales de ecosistemas se benefician de observaciones científicas detalladas y de una inversión considerable durante muchos años. Son fundamentales para la conservación porque muchos países han construido su gobernanza ambiental y regulaciones en torno a ellos, así como sus redes de áreas protegidas. Por primera vez, una tipología acordada a nivel mundial permite que estos muchos sistemas diferentes se concilien a través de las fronteras nacionales, al tiempo que respalda su uso continuo en cada país.

¿Cuáles son los próximos pasos?

La próxima frontera importante para mejorar la gestión de los ecosistemas es establecer mapas y monitoreo globales, dijo el profesor Keith.

«Aunque muchos de los 110 tipos de ecosistemas del mundo ya están equipados con mapas de alta calidad actualizables con tecnología satelital, los datos para algunos otros tipos aún son rudimentarios.

«No podemos planificar de manera efectiva dónde proteger los ecosistemas o cómo gestionarlos de manera sostenible a menos que tengamos mapas confiables para toda la gama de tipos de ecosistemas e integrarlos en la toma de decisiones y los sistemas de monitoreo», dijo.

Informe de investigación: Una tipología basada en funciones para los ecosistemas
de la Tierra

Una tipología basada en funciones para los ecosistemas de la Tierra

Nature volume 610, pages513–518 (2022)Citar este artículo

Abstracto

A medida que las Naciones Unidas desarrollan un marco mundial de biodiversidad posterior a 2020 para el Convenio sobre la Diversidad Biológica, la atención se centra en cómo los nuevos objetivos y metas para la conservación de los ecosistemas podrían servir a su visión de «vivir en armonía con la naturaleza».1,2. Promover los imperativos duales para conservar la biodiversidad y mantener los servicios de los ecosistemas requiere generalizaciones y predicciones confiables y resilientes sobre las respuestas de los ecosistemas al cambio y la gestión ambiental.3. Los ecosistemas varían en su biota4, prestación de servicios5 y exposición relativa a riesgos6, sin embargo, no existe una clasificación coherente a nivel mundial de los ecosistemas que refleje las respuestas funcionales al cambio y la gestión. Esto dificulta el progreso en el desarrollo de objetivos de conservación y objetivos de sostenibilidad. Aquí presentamos la Tipología Global de Ecosistemas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), un enfoque conceptualmente robusto, escalable y espacialmente explícito para generalizaciones y predicciones sobre funciones, biota, riesgos y remedios de gestión en toda la biosfera. El resultado de una importante colaboración interdisciplinaria, este novedoso marco coloca a todos los ecosistemas de la Tierra en un contexto teórico unificador para guiar la transformación de la política y la gestión de los ecosistemas de escala global a local. Esta nueva infraestructura de información apoyará la transferencia de conocimientos para la gestión y restauración específicas de los ecosistemas, las evaluaciones de riesgos de los ecosistemas estandarizadas a nivel mundial, la contabilidad del capital natural y el progreso en el marco mundial de diversidad biológica posterior a 2020.

Principal

El mantenimiento de las funciones y servicios de los ecosistemas requiere una comprensión de los procesos y mecanismos ecológicos que impulsan el cambio de los ecosistemas.6. El funcionamiento de los ecosistemas no solo sustenta la producción de biomasa, sino que también depende y regula las reservas y los flujos de recursos, energía y biota.7. Estas funciones, junto con los procesos ecológicos y los rasgos de las especies, denominados colectivamente «propiedades de los ecosistemas» (véase Información complementaria, Glosario), definen y mantienen la identidad del ecosistema y dan forma a las respuestas de los ecosistemas al cambio ambiental, incluidos los cambios antropogénicos.8. Los ecosistemas con diferentes composiciones de especies pueden mostrar convergencia funcional si su biota comparte rasgos similares y contribuye a procesos ecológicos similares (por ejemplo, en ref. 9). Junto con la función del ecosistema, la identidad de la biota constituyente es fundamental para los conceptos de biodiversidad, los objetivos de conservación y los valores humanos.10. Aunque las funciones de los ecosistemas y los procesos ecológicos apoyan tanto la diversidad de la biota como el bienestar humano, las evaluaciones globales de los ecosistemas11,12 Siguen dependiendo en gran medida de las métricas de especies o de proxies simplistas de la cubierta terrestre que transmiten información limitada sobre los propios ecosistemas. Esto limita nuestra capacidad para diagnosticar tendencias y diseñar y asignar recursos a soluciones de gestión y políticas sobre el terreno para frenar y revertir las disminuciones actuales en la biodiversidad y los servicios de los ecosistemas.

Para satisfacer las necesidades duales de mantener los servicios de los ecosistemas y conservar la diversidad biológica, las evaluaciones de los ecosistemas requieren una tipología mundial para enmarcar las comparaciones y estandarizar la agregación de datos para analizar las tendencias de los ecosistemas y diagnosticar sus causas. Para apoyar las aplicaciones en los diversos ecosistemas, usuarios y escalas de análisis de la Tierra, esta tipología debe encapsular: (1) funciones de los ecosistemas y procesos ecológicos; 2) su biota característica; (3) consistencia conceptual en toda la biosfera; (4) una estructura escalable; (5) unidades espacialmente explícitas; y (6) detalle descriptivo y complejidad mínima (véase la información complementaria, el apéndice 1 y la tabla complementaria 1.1 para la justificación). (….)

Estructura tipológica

Nuestra tipología de ecosistemas, adoptada por la UICN en el Congreso Mundial de la Naturaleza 202022,23 tiene seis niveles jerárquicos, lo que permite aplicaciones en diferentes escalas temáticas (Métodos y Fig. 3.1 suplementaria). Tres niveles superiores (Tabla suplementaria 3.1) diferencian las agrupaciones funcionales y tres niveles inferiores (Métodos e Información Suplementaria, Apéndice 3, páginas 19 y 20) acomodan las diferencias en la composición biótica entre ecosistemas funcionalmente convergentes. La estructura jerárquica escalable (Tabla suplementaria 1.1, principio 4) y la descripción explícita de propiedades y controladores permiten mapear unidades en cualquier nivel temático a diferentes escalas espaciales. Estas unidades pueden rastrearse a través de diferentes escalas temporales de acuerdo con las necesidades de aplicaciones específicas y las limitaciones derivadas de la resolución de los datos disponibles.

Las unidades de nivel 3 de la tipología (grupos funcionales de ecosistemas, descritos en Información suplementaria, Apéndice 4, páginas 52-186 y resumidos en las Tablas de datos extendidos 1-4) son fundamentales para generalizaciones y predicciones sobre ecosistemas con propiedades funcionales similares y, por lo tanto, tienen un papel clave en la síntesis global y la transferencia de conocimientos para los ecosistemas. Su distribución a través de paisajes terrestres y marinos (Fig. 2) se rige por la expresión de impulsores ecológicos a lo largo de gradientes multidimensionales temporalmente variables.24,25 (Fig. 3). Las interacciones entre los impulsores que operan a diferentes escalas espaciales en este espacio multidimensional determinan los filtros dominantes y las presiones evolutivas que dan forma a las propiedades de los ecosistemas en diferentes partes de la biosfera (ver Métodos, ‘Niveles jerárquicos’ e Información complementaria, Apéndice 3 para los impulsores clave que diferencian los grupos funcionales de los ecosistemas a lo largo de los gradientes del paisaje y el paisaje marino visualizados en las Figs. 2 y 3).

(…..)

Evaluamos 23 clasificaciones ecológicas existentes con cobertura global de ambientes terrestres, de agua dulce y/o marinos en relación con estos principios para determinar su idoneidad para el propósito de la UICN (Información complementaria, Apéndice 1). Estos incluyen clasificaciones generales de tierra, agua o bioclima, así como clasificaciones de unidades que se ajustan a la definición de ecosistemas adoptada en el Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica.45 o una definición equivalente en la Lista Roja de Ecosistemas de la UICN30. Se revisó la documentación sobre métodos de derivación, descripciones de unidades de clasificación y mapas para evaluar cada clasificación según los seis principios de diseño (Tabla suplementaria 1.2 para más detalles).

(….)

La nueva Tipología Mundial de Ecosistemas de la UICN

La Tipología Global de Ecosistemas de la UICN comprende seis niveles jerárquicos, con los tres niveles superiores desarrollados en este sitio web, que permiten la navegación desde escalas globales a locales. Los tres niveles superiores (reinos, biomas funcionales y grupos funcionales de ecosistemas) clasifican los ecosistemas en función de sus características funcionales (como los roles estructurales de las especies de fundación, el régimen hídrico, el régimen climático o la estructura de la red alimentaria), en lugar de basarse en qué especies viven en ellos.

Los tres niveles inferiores de clasificación (ecotipos biogeográficos, tipos de ecosistemas mundiales y tipos de ecosistemas submundiales) a menudo ya están en uso e incorporados a la infraestructura de políticas a nivel nacional y pueden vincularse a estos niveles superiores. Esto es crucial, ya que se adoptan importantes medidas de conservación a nivel local, donde reside la mayoría de los conocimientos y datos específicos de los ecosistemas.

Definiciones

  1. Reino: Uno de los cinco componentes principales de la biosfera que difieren fundamentalmente en la organización y función del ecosistema: terrestre, de agua dulce, marino, subterráneo, atmosférico y combinaciones de estos (reinos de transición). Debido a que la variación en la naturaleza es continua, también incluimos reinos de transición, donde los reinos se encuentran y tienen su propia organización y función únicas.
  2. Bioma: Un componente de un reino unido por características amplias de la estructura del ecosistema y uno o unos pocos impulsores ecológicos principales comunes que regulan las principales funciones ecológicas, derivadas de la subdivisión de reinos de arriba hacia abajo (nivel 1).
  3. Grupo Funcional del Ecosistema: Un grupo de ecosistemas relacionados dentro de un bioma que comparten impulsores ecológicos comunes, que a su vez promueven rasgos bióticos similares que caracterizan al grupo. Derivado de la subdivisión de biomas de arriba hacia abajo.

Niveles inferiores (4-6) más allá del alcance de este sitio web:

Estos tres niveles son a menudo clasificaciones ya establecidas, a veces organizadas como una subjerarquía de múltiples niveles, derivadas directamente de las observaciones terrestres.

Los ecotipos biogeográficos (nivel 4) son expresiones ecorregionales de un grupo funcional de ecosistemas (nivel 3). Son proxies para variantes geográficas composicionalmente distintivas que ocupan diferentes áreas dentro de la distribución global de un grupo funcional. Los tipos de ecosistemas globales (nivel 5) son complejos de organismos, con procesos ecológicos similares y su entorno físico asociado dentro de un área ocupada por un grupo funcional de ecosistemas, pero con diferencias sustanciales en la composición de los organismos. Se derivan de la base ascendente (nacional o regional), ya sea directamente de las observaciones terrestres o agregando el nivel más bajo, los tipos de ecosistemas submundiales (nivel 6). Estas son subunidades o grupos anidados de subunidades dentro de un tipo de ecosistema global, con más semejanza compositiva entre sí, que otros tipos de ecosistemas globales.

 

La Tipología Global de Ecosistemas de la UICN comprende seis niveles jerárquicos, con los tres niveles superiores desarrollados en este sitio web, que permiten la navegación desde escalas globales a locales. Los tres niveles superiores (reinos, biomas funcionales y grupos funcionales de ecosistemas) clasifican los ecosistemas en función de sus características funcionales (como los roles estructurales de las especies de fundación, el régimen hídrico, el régimen climático o la estructura de la red alimentaria), en lugar de basarse en qué especies viven en ellos.

Los tres niveles inferiores de clasificación (ecotipos biogeográficos, tipos de ecosistemas mundiales y tipos de ecosistemas submundiales) a menudo ya están en uso e incorporados a la infraestructura de políticas a nivel nacional y pueden vincularse a estos niveles superiores. Esto es crucial, ya que se adoptan importantes medidas de conservación a nivel local, donde reside la mayoría de los conocimientos y datos específicos de los ecosistemas.

Estructura jerárquica de los primeros niveles

Reinos Principales

Terrestre       7 biomas        34 Grupos funcionales

Marino           4 Biomas        24 Grupos funcionales

Agua Dulce     3 Biomas        22 Grupos funcionales

Subterráneos 2 Biomas        3 Grupos funcionales

 

Reinos en Transición       

Marino Terrestre                 3 biomas        7 Grupos funcionales

Subterráneo-Agua Dulce     2 biomas        4 Grupos funcionales

Agua Dulce- Marina              1 biomas        3 Grupos funcionales

Marino-Agua Dulce terrestre 1 biomas     3 Grupos funcionales

Subterráneo Marino            1 biomas        3 Grupos funcionales

Terrestre Agua Dulce           1 biomas        7Grupos funcionales

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