Seredipidad o Serendipia y la Lógica de los Descubrimientos Científicos

Existe una corriente de pensamiento que defiende la importancia de la serendipidad o serendipia como un motor importante en el progreso de la ciencia. Este vocablo de origen incierto (posiblemente anglosajón) y poco usado en castellano, hace referencia a un descubriendo científico llevado a cabo por un investigador o investigadores de manera  casual o por “chiripa”. Y efectivamente tales sucesos ocurren con relativa frecuencia en ciencia. Sin embargo de ahí a pensar, como lo hacen algunos, que se trata de algo vital existe un abismo. Claro está que de este modo, sus defensores, no tienen que apelar a la filosofía de la ciencia para racionalizar su progreso. Postura tan cómoda como falaz, muestra la lógica de la investigación de forma confusa y confundente.     

 

 

 

Serendipidad; Fleming y la Penicilina (Wikipedia)

La serendipidad es un vocablo aún no aceptado por las Academia de la lengua, y que según algunos expertos parece proceder del inglés, comienza a usarse con relativa frecuencia en el mundo de la ciencia. Sin embargo origen del término “serendipidad” parece ser tan reciente como incierto. En cualquier caso, su uso entre los investigadores se ha extendido tanto que aparece más ligado a ella que a cualquier otra actividad humana, como lo demuestran tanto los artículos de la  Wikipedia en suahili como en la española, en donde se traduce como serendipia. En ambas, se presentan muchos ejemplos acontecimientos causales en la historia de la ciencia. También en este blog se relaciona serendipidad  e investigación, ilustrándola con otros tantos casos históricos.

 

A pesar de todo, de ser el caso, no haría falta poco talento para llegar a ser un investigador consagrado. Como decía Pasteur sobrelo que hoy denominamos serendipidad: el azar favorece sólo a las mentes preparadas. Esto diferencia al azar como oportunidad, de la buena suerte como la respuesta  adecuada. Se me antoja ridículo echar toda la carga del descubrimiento científico a la diosa fortuna. Sería como decir que un deportista dotado espacialmente no requiere de un tenaz y duro entrenamiento para estar en la élite. La intuición, por el contrario, es un arma de lujo para llegar a ser un buen investigador. Lo que nadie debe dudar es que una mente preparada (adiestrada) y un espíritu libre (creativo) capacitan para detectar hechos de relevancia en donde los demás colegas solo perciben basura.. ¿Dónde debemos trazarla línea entre el “eureka” científico y la serendipia? Todo este debate resulta un tanto ridículo, o como mínimo insustancial.

 

En mi modesta opinión, el rol que algunos atribuyen a la serendipia obedece en buena medida a la mitología inherente a la historia de la ciencia. Este sería por ejemplo el caso de: “Una buena siesta, una manzana y un investigador”. Hablamos de Newton. Y digo esto porque al buscar en la Web, he topado con varias páginas en donde se asociaba el reiterado vocablo al descubrimiento de la gravedad por este tan legendario como oscuro personaje. Vamos que si a “Don Isaac” no le interrumpe el maldito y puñetero fruto, tal ley hubiera tenido que esperar a ser propuesta decenios después. ¿Ustedes se lo creen? Otra cosa bien distinta es que estuviera dando vueltas a su cabezón cuando la manzana acertó en la diana y de pronto le vino el “eureka”. A mi hermana el otro día le cayó una naranja en Córdoba y me llamó para decirme que había aterrizado con mal pié en esa hermosa ciudad que tanto nos gusta.

 

Por el contrario, al leer biografías de los grandes héroes de la ciencia y la filosofía, no es extraño encontrar comentarios sobre que tal o cual genial idea les vino a la mente durmiendo, o mejor dicho, en esa frontera de ensoñación entre lo que llamamos estar despierto y dormido. Claro está que Descartes consideró en una ocasión que había venido a verle Dios y otros fueron más modestos. Tampoco ha sido infrecuente que ciertos intelectuales españoles cambiaran no hace mucho su manera de pensar tras aparecérseles la virgen (y lo digo muy en serio; tiren de la hemeroteca de los años 80).

 

Alexander Fleming descubrió la penicilina porque un acontecimiento casual le llamó la atención. Otros muchos no nos hubiéramos percatado. Digamos de paso que el descubrimiento de los antibióticos, en el lenguaje actual podría considerarse como una bioprospección afortunada del suelo, que es el hábitat natural del Penicillium.             

 

Tampoco debe extrañaros que en ciertas disciplinas exista más “chance” para la serendipia que en otras. Imaginémonos el caso de la Arqueología. Cuando un experto en el campo decide promover una campaña de prospección, lo hace porque tiene evidencias (y posiblemente en muchos casos intuiciones, aunque no suela decirse) de que allí puede encontrar un tesoro. No obstante, hasta que no se trabaja en ese punto concreto se desconoce a “ciencia cierta” que se va a encontrar. Obviamente a unos pocos les sonríe la fortuna y a otros muchos no. No dudo que los estudios previos y la mencionada intuición sean de gran ayuda pero (…..). Lo mismo puede decirse del descubrimiento de nuevas especies en lugares trillados por otros colegas. ¿Serendipidad, capacidad de observación, talento?  

 

Sin embargo, existen casos recientes muy pintorescos. El que más me ha llamado la atención es el del investigador coreano Hwang Woo-Suk. Como casi todos sabéis, se trata de un individuo que estudiaba la clonación humana y que fue descubierto en un fragante caso de fraude científico. Maniqueamente se la ha llegado a llamar el “Al Capone de la Ciencia. No obstante, poco después, algunos de sus colegas hablaban de “pionero por accidente”, aunque su descubrimiento no tuviera nada que ver con la mentada clonación. Vamos pura serendipia. ¿Y por que digo maniqueamente? Por la simple razón es que en la historia reciente de la investigación estadounidense abundan demasiado “ejemplares” parecidos, por lo que no debiéramos pensar que se trata, por desgracia, de algo excepcional.  César Nombrela que ha escrito mucho para el boletín de noticias MI+D sobre el surcoreano y la bioética. Debe tenerse en cuenta que este investigador español fue presidente de un comité de ética científica, que desconozco si todavía continua desempeñando sus funciones. No dudo de las buenas intenciones de Nombela.  Lo que no logro entender son las razones por las que tal comité no abordó la creación de Consejo puro y duro de ética, fraude y corrupción en ciencia, o porqué se fue tan tibio en el Senado a la hora de esclarecer lo sucedido con otro afamado investigador español de un centro de investigaciones cardiovasculares de Barcelona.

 

Sin embargo retornemos al asunto. La inmensa mayoría de los filósofos de la ciencia ni tan siquiera mentan la serendipia. No entiendo las razones por las que ahora que los “sacerdotes de la ciencia” hablan tanto de sus bondades, sale a colación el vocablo con entusiasmo. ¿quizás por que hace muy pocos años se estreno una película en España que se titulaba “Serendipity”?

 

En ciencia, como en casi cualquier actividad, la fortuna es un buen aliado pero de ahí a (…)

 

Juan José Ibáñez

 

Sumario de los post editados en “Curso Básico sobre Filosofía y Sociología de la Ciencia hasta este post (pinchar en los números para desplegar los post)

 

¿Qué es esa cosa llamada Ciencia?

El Método Científico

Curso Básico sobre Filosofía y Sociología de la Ciencia

Reduccionismo Epistemológico

Ciencia e Inducción [1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13,]

El Círculo de Viena y el Positivismo Lógico [41]

Filosofía de Karl Poper: El Falsacionismo [14, 15, 16, 19, 20, 21, 23, 24, 25, 26]

Filosofía de la Teoría de la Evolución y Sociedad   [17, 18],

Naturaleza y enseñanza de la Ciencia [22]

Las Teorías Científicas Como Estructuras Complejas

La Filosofía de Imre Lakatos  [28, 29, 30, 31, 32]

La Filosofía de Thomás Kuhn [33, 34, 35, 36, 37]

Filosofías Radicales de la Ciencia: Feyerabend y más  [38]

Filosofía de la Ciencia versus filosofías científicas [39]

¿Es la mente fractal? [40]

¿Filosofía Cuántica? [42]

Seredipidad o Serendipia y la Lógica de los Descubrimientos Científicos [43]

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5 comentarios

  1. Lo que se les puede decir a todos aquellos que hablan de ‘serenpidity’ es por qué a ellos ‘no se les aparece la virgen’ ??.

    Quizás es que ya viven con ella y no la necesitan !!. Me refiero

    a la virgen y sus derivados, por supuesto… Una vez más el pecado nacional llamado ‘jealousy’ acaba emergiendo. Este es el auténtico mal y origen de la insignificancia y de la irrelevancia de la ciencia española, el estar dominada y controlada por una peña de incapacitados mentales.

  2. Sostengo que la disciplina como producto del ejercicio de la investigación transforma la curiosidad en una elaboración mayor: sagacidad. Sólo las mentes predispuestas alcanzan la plenitud del conocimiento. De allí a su aplicación hay otro tramo difícil: utilidad y praticidad.

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