Concepto y Clasificación de Suelos Endémicos y Suelos Minoritarios
Existen tipos de suelos que suelen cubrir muy escasas extensiones en el contexto de un espacio geográfico determinado, ya sea un continente, región biogeográfica bioma, etc. Difícilmente ocurre lo mismo a nivel global. La razón estriba en que las taxonomías de suelos, al contrario de las biológicas, desempeñan el papel de clasificar los edafotaxa con fines utilitaristas, prestando escasa atención a las rarezas, aunque atesoren un gran interés. Tal sesgo utilitarista deviene en obstáculo con vistas a identificar y catalogar las singularidades de la edafosfera. A pesar de todo, cuando se analiza, por ejemplo, un continente suelen detectarse bastantes suelos que cubren extensiones muy exiguas y, a menudo, geográficamente bien delimitadas. No obstante, a la hora llevar a cabo tales valoraciones-cuantificaciones, suele resultar inevitable tomar decisiones con un cierto grado de arbitrariedad. ¿Que se entiende por suelos minoritarios? Como cabe inferir por los vocablos empleados, se trata de aquellos edafotaxa cuya extensión en el área de estudio no supera un cierto umbral. Ahora bien, ¿Cuál?. Y aquí surge el primer problema; tal límite, con vistas a ser considerado como minoritario, viene condicionado por la extensión de la unidad geográfica estudiada. Del mismo modo, podemos hablar de suelos endémicos para aquellos edafotaxa que tan solo aparecen en espacios geográficos singulares, por las razones que sean. Sin embargo, estas últimas determinan cuales lo serán y cuales no. Como ya os he mentado en otro post, junto con Alfred Zinck estoy realizando un análisis de geografía cuantitativa de los suelos de Europa. Para ello, utilizamos como soporte geométrico las regiones biogeográficas de Europa. Desde esta perspectiva sí es permisible y viable estudiar cuales son los suelos minoritarios, así como los que resultan endémicos de alguna de tales unidades ambientales. ¿Y que decir entonces de los suelos minoritarios?. Simplemente adoptamos la decisión (siempre cuestionable) de que lo fueran aquellos que ocuparan una extensión menor de 25.000 Km2, lo cual, a nivel continental sí puede considerarseuna cobertura exigua. ¿Cuáles están siendo los resultados de estos análisis?. A nivel Europeo, utilizando el segundo nivel de la clasificación WRB-FAO de 1998, se presentan 142 pedotaxa, de los cuales 45 no sobrepasaban el umbral de corte de los 45.000 Km2. Ahora bien, ¿como clasificarlos en función de sus tipos de distribución?. Pues bien, detectamos cuatro tipos diferentes de suelos minoritarios, 20 de los cuales resultaron ser endémicos de alguna de sus regiones biogeográficas (exactamente nueve). Hoy os hablaremos de todo esto. Tan solo adelantar que la Región Biogeográfica Mediterránea era la más rica en endemismos, ubicándose la gran mayoría de ellos en la Península Ibérica. La siguiente área biogeográfica, (que no región) en atesorar un mayor número de endemismos se localiza en los alrededores de los montes Urales (cerca de la frontera con el continente asiático, que junto con Europa forma parte del megacontinente al que denominamos Eurasia). Veamos de qué hablo.
Montes Urales. Frontera entre Europa y Asia. Fuente: Fred Strebeigh
Intentando ser lo más conciso posibles, digamos que detectamos cuatro tipos de suelos minoritarios, a saber:
Suelos endémicos (de una determinada región biogeográfica), en total 20, de los cuales ocho acaecen en la Región Mediterránea.
Suelos endémicos de un espacio geográfico muy concreto y que se esparcen por extensiones muy exiguas, aunque que transgrediendo las fronteras de una región biogeográfica, pudiendo localizarse en dos, sin que ello se deba inferir que cubran mayores espacios, o se encuentren espacialmente más dispersos que los del tipo anterior. En Europa aparecen 10 edafotaxa de tales características. Parte considerable de los detectados lo son en la frontera de los Urales o entre el Caúcaso y los Urales.
Suelos minoritarios disjuntos, resultan ser los que se encuentran concentrados en dos o tres espacios geográficos de escasas dimensiones, pero muy distanciados entre sí a nivel continental. 4 edafotaxa cumplen tales requisitos.
Suelos minoritarios muy dispersos, son aquellos que dan cuenta de edafotaxa que, aun cubriendo una escasa superficie a nivel continental, se esparcen en el espacio en pequeños aunque muy diversos enclaves. En total Europa atesora 11 edafotaxa que pueden ser considerados como tales.
Las razones que subyacen a que unos edafotaxa sean minoritarios y algunos de ellos endémicos son complejas, debiendo analizarse caso por caso. Tal hecho análisis resulta ser no trivial, si tenemos en cuenta que sabemos muy poco de la cobertura edafológica de ciertas regiones del este de Europa, justamente como la que bordea la cadena montañosa de los Urales. En cualquier caso, los comentarios que realizaremos a renglón seguido sobre los suelos de los ambientes mediterráneos mostrarán tal complejidad.
La Región Biogeográfica Mediterránea atesora el mayor número de Suelos Endémicos, un total de ocho de los veinte que acaecen en Europa, lo cual es mucho, teniendo en cuenta en cuenta que, de acuerdo a la Agencia Europea de Medio Ambiente ha fragmentado el continente en 9 unidades de esta naturaleza, dos de las cuales no atesoran endemismo alguno. Ahora bien, ¿Por qué la Peninsula Ibérica concentra el mayor número de endemismos? Cierto es que, “en cierta medida”, el clima determina la presencia de tales singularidades. Sin embargo, en ningún caso da cuenta de ellas, por sí sola. La razón principal estriba en los paleoambientes del pasado y la historia paleogeográfica de esta Península (España y Portugal).
Se pueden discernir claramente dos tipos distintos de endemismos en la Península Ibérica. Por una parte, en su mitad occidental, persisten edafotaxa muy antiguos y evolucionados que no fueron erosionados o degradados por las glaciaciones cuaternarias. Se trata pues de suelos muy antiguos, lavados (ácidos) y evolucionados más propios de los ambientes subtropicales en los que se formaron que del clima actual. Por el contrario, en la mitad oriental, aparecen otra serie de endemismos típicos de loa ambientes áridos. Sin embargo, antes de sopesar la influencia de tales áreas de extrema aridez en la España oriental, cabe señalar que características climáticas similares acaecen en otras regiones de la Cuenca Mediterránea, así como en las estepas áridas y salinas del sureste del continente. Aquí también el factor paleogeográfico resulta determinante, como por ejemplo la afloración de grandes depósitos de yeso y margas yesíferas en el este de la Península, así como por unas condiciones fisiográficas que propician la génesis de pedotaxa salinos. Por tanto, se trata de edafotaxa de naturaleza diametralmente opuestas a las del Oeste previamente mentadas: suelos no lavados, ricos en bases, saturados por sales o sobre rocas madres frecuentemente yesíferas.
Todos estos estudios han sido realizados mediante análisis numéricos. Ahora bien, estos últimos no dan cuenta de las razones de la presencia/ausencia de la mayor parte de los suelos minoritarios. Como comprenderéis, nos resulta enormemente difícil detallar causas-efectos concretas, sin conocer previamente el terreno en el que se localizan los suelos minoritarios cercanos a esa frontera entre Europa y Asia que constituyen los Montes Urales, hábitat, por ejemplo de los últimos leopardos (sí leopardos, entre otros grandes mamíferos) que atesora el Continente Europeo. Obviamente la resolución y contenidos de la base de datos georeferenciada de los suelos de Europa de la UE, padece de serias limitaciones, por lo que estos resultados deben considerase como meras aproximaciones. Sin embargo, es todo lo que hay.
Juan José Ibáñez