La humanidad y sus futuros distópicos
Fuente: Colaje imágenes Google
“Distopía” es un concepto que cada día que pasa aparece más y más en las noticias de la prensa. Sin embargo, nuestra pasión por la distopía viene de muy lejos, mientras casi nadie habla ya del concepto de “Utopía”, que es el que realmente nos debiera interesar a ciudadanos y políticos, pero no siguiendo las directrices de Platón, por cuanto reprimen las libertades. “Distopía” es según la RAE: “Representación ficticia de una sociedad futura de características negativas causantes de la alienación humana”, es decir todo lo contrario que “Utopía”. Y generalmente casi siempre la ciencia y la tecnociencia andan por medio, cuando se habla de distopía. Obviamente soslayo los rotativos de prensa, ya que se nos seduce con un presente agradable e ilusiona con un futuro mejor bajo el gran hermano de la tecnociencia.
Durante el tórrido verano de 2023 Madrid, un sábado cualquiera me dispuse a redactar estas líneas por cuanto sigo muy preocupado, demasiado, por el destino de la humanidad. No necesito leer casi nada, ni apoyar mis argumentos en ninguno precedente. Eso sí, se ha escribo muchísimo sobre el tema. Por lo cual lo que escriba no será en parte original. Los enlaces los tengo ya grabados en la mente desde que redacté el post “Inteligencia Artificial: A Gritos en la Oscuridad (atrapados y sin salida)”. Aquello fue muy impactante.
Desde niño he sido un acérrimo consumidor de las películas de ciencia ficción. También he leído libros, como: “El Gran hermano descrito por George Orwell en su novela 1984”, entre otros muchos. 1984 me dejó también impactado, yo estaba aún saliendo de la pubertad. En la página de Wikipedia; “Ficción utópica y distópica” se nos dice, por ejemplo, que en cinematografía se usa ya sea la utopía o la distopía sin precisar que las segundas ganan por goleada a las primeras. Y es justamente este hecho que me tiene preocupado. Como gran consumidor de las películas de ciencia ficción, he repetido recientemente el visionado de las mejores de ellas, en mi opinión (soslayando las de animación) y efectivamente recordaba perfectamente uno de sus principales mensajes: “Fututos distócicos”. Y estos mejoran en calidad (reflejos de la ciencia) a partir de finales de los 80. Cuantas películas conoce usted de Ciencia Ficción” que aborden un futuro “utópico”. Y no me refiero a los finales felices, sino a la cultura en la que hipotéticamente vivían, así como la condición de sus ciudadanos”. ¿Cuantas? He pensado la razón de este hecho y solo puedo llegar a la conclusión de que no serían entretenidas, e incluso ni me las puedo imaginar.
¿Estamos preparados los seres humanos para disfrutar un mundo feliz? Personalmente tengo la impresión de que desgraciadamente no es el caso. En la mayoría de ellas y arropados por la tecnociencia, el futuro es aterrador.
Resulta que los progresos tecnológicos nos son vendidos, incluso por los científicos, ofreciendo grandes expectativas para el futuro de la humanidad. Por el contrario, los filmes de ciencia ficción relativamente antiguos aciertan bastante más con los frutos de nuestras portentosas tecnologías visionarias que muchos de los propios científicos también nos venden ¿Será posible, por qué? Quizás no estemos preparados ni cognitiva ni psicológicamente. Y al parecer tampoco socialmente. Probablemente sean tanto los genes como los memes, empero desde luego tengo la impresión de que no estamos preparados para alcanzar un mundo feliz y sostenible, sino todo lo contrario. Por otro lado, la ciencia y la tecnociencia parecen no tienen moral, sino que sus productos pueden ser utilizados para el bien o para el mal, según en manos de quien caigan, por lo que como corolario son proclives a conducirnos hacia un futuro distópico ante nuestra indiferencia e incluso anuencia. ¡Mal asunto!: ¡muy malo! La ciencia y la tecnociencia no pueden guiar nuestros pasos de hacia una nueva gobernanza mundial, con libertades y sustentable. Necesitamos principios morales y éticos, que guían nuestros pasos. ¿Cuántos países violan La Declaración Universal de los Derechos Humanos? Yo aseguraría que todos, y muchos de ellos simplemente los pisotean incansable e inmisericordemente. Este debería ser prioritario con vistas a alcanzar un futuro utópico, que no la tecnociencia.
Pongamos un ejemplo sencillo como el de los drones, Cuando los tecnocientíficos comenzaron a vender sus bondades, nos hablaban de salvar vidas en desastres naturales, y otras muchas necesidades de beneficiar a los ciudadanos. Realmente considero que son útiles por supuesto. Sin embargo, con el tiempo, los medios de comunicación dan cuenta de que se han convertido en armas de destrucción y peor aun “Low cost”. Es decir, ahora es más económico “el arte de la guerra”. Lo mismo podríamos mentar, a menudo, de la robótica, y su afán (al margen de ayudar en otros ámbitos y por supuesto, y de paso vaticinar la perdida de millones y millones de puestos de trabajo) en preparar (quizás ya lo estén) los sodados robóticos. Es decir, hablamos de la tecnología de la destrucción. Por supuesto la IA será su guía.
Aunque sea un espejismo, todo parece apuntar a que, una vez la idea se encuentra en las cabezas de algunos visionarios, los guionistas de los filmes realizan, mejor o peor su trabajo, para ofrecernos futuros distópicos. Resulta curioso, por no decir enloquecedor que, con el tiempo, sus mensajes se aproximen más a la realizad que las predicciones espetadas por las mentes de los científicos. Sería algo así como si viéramos esas películas y luego, con nuestras capacidades e iniciativas, quisiéramos hacerlas posibles, “reales”. ¿Somos como niños?, y si no esperen a ver abajo las declaraciones de Sam Altman: el millonario creador de ChatGPT. Siguiendo por ese camino llegamos fácilmente a Matrix, o mucho antes a la Fuga de Logan (1976), entre otras numerosas películas de ese género . Cuando decimos preocuparnos por temas de acuciantes y crudas realidades, como el cambio climático y el reciclado de nutrientes, debemos como mínimo remontarnos a 1973 y visionar “Cuando el destino nos alcance” y jamás creer en las declaraciones de políticos, científicos y ciudadanos. ¿Cuántos COP llevamos?, y en este gravísimo asunto climático, la humanidad camina hacia atrás como los cangrejos. ¡Hemos comenzado ya en la distopía sobre la que han versado diversos filmes de ficción! Todo apunta a que nos dirigimos inexorablemente hacia tales futuros distópicos. Y es que somos como niños, no ya traviesos sino perversos, cuya utopía resulta ser la distopía. Y como corolario quizás desde muy jóvenes intentamos hacer realidad esas epopeyas cinematográficas.
Pongamos el ejemplo candente de la Inteligencia Artificial en 2023, con el procesamiento de lenguajes naturales. Hablamos más concretamente del “ChatGPT” y algunos de sus creadores. El lio mediático que ha suscitado el surgimiento de este producto desde finales de 2022 ha sido descomunal y divergente creando de paso una enorme preocupación. “Diversos expertos y organismos internacionales han advertido sobre el potencial drama de la extinción da la humanidad por las IA”, por lo que se exigen legislaciones y regulaciones. Del mismo modo para “Geoffrey Hinton: “Si hay alguna forma de controlar la inteligencia artificial, debemos descubrirla antes de que sea tarde”. De hecho, en un principio, “los principales creadores de la IA alertaban sobre el “peligro de extinción” que supone esta tecnología para la humanidad”. Sin embargo, como el negocio debe ir por delante, vivos o muertos, se ha generado una carrera comercial impresionante que ha dado “nueva vida de los gigantes tecnológicos con la IA”, como ustedes saben ya por los softwares que llegan a nuestros PC: Empero el ínclito Sam dijo poco después que una “regulación pesada», ahora, podría bloquear el progreso”. Mejor pues dejarlo para cuando ya pudiera ser demasiado tarde.
Y mientras muchos organismos internacionales, nacionales y propios expertos en el tema advertían hasta del riesgo de la extinción de la humanidad, como pueden observar, es una llamada de atención que al parecer no incumbe a las multinacionales ni ya a muchos ciudadanos. El principio de precaución es algo que no van a cumplir jamás. Pero “Quién es Sam Altman: millonario creador de ChatGPT, gurú de ‘startups’ y profeta apocalíptico”?. En esta última noticia puede leerse “Tiene una confianza exagerada en esa inteligencia artificial general, que es algo que no sabemos siquiera si es posible. Y confía en que sucederá, tanto en sus esperanzas como en sus temores: “El caso positivo es tan increíblemente bueno que pareces un loco hablando de ello. El peor acontecimiento posible es que todos la palmemos”, escribió en Twitter. Altman habla de estas profecías apocalípticas con la calma de quien toma una cerveza con amigos; lleva, de hecho, años haciéndolo. En 2015 escribió: “Tema de debate popular entre mis amigos: ¿el fin del mundo será por biología sintética, IA o escasez de energía/guerra?”. Sam comenzó con estos juegos ya a los 19 años. Francamente este tipo me da miedo, como otros muchos. Divertirse con las distopías para luego ponerlas en práctica se me antoja un posible comportamiento psicopático, como también pudiera ser el de Elon Musk, si leen esta otra noticia; “El ex ejecutivo de Twitter dice que un Musk gobierna por ‘instinto’ (léanla por favor). No era ninguna broma, posiblemente existan muchos empresarios poderosos así, ya que ““Las tendencias psicopáticas ayudan a algunas personas a tener éxito en los negocios”. Todos sabemos que, en el ámbito de las tecnologías digitales, fueron fundamentalmente jóvenes los que desarrollaron los productos más disruptivos, volviéndose multimillonarios a los que nunca les parecía ser suficiente. Dejemos para otro día comentar la ludida por Sam: “Biología sintética” “y sus inherentes riesgos” que los tiene, y muchos. Finlmente el ínclito Musk ha llegado al poder y sus políticas pueden er apocalipticas. ¡Ya vremos!.
Repasen ustedes los temas esencialmente tratados por las películas de ciencia ficción y sus futuros distópicos con sus genéticas, robóticas, inteligencias artificiales, armamentos nucleares y cambio climático. Seguidamente, busquen ustedes las declaraciones de los científicos que las vendían en du día como productos para alcanzar futuros utópicos y compárenlas. Nos encontramos en una civilización amenazada por futuros distópicos, justamente los que anticiparon los filmes de ciencia ficción.
Posiblemente, Sam, Elon y otros crecieron visionando filmes, como los aludidos, y añoraron levar a cabo tales ensoñaciones. Eran listos, ambiciosos y desinteresados de cualquier futuro utópico. El caldo de cultivo estaba preparado: la ciencia como instrumento, la tecnociencia como modo fe vida, y las ansias de poder como meta a alcanzar.
Existen una enormidad de listas como estas sobre películas de ciencia ficción distópicas. Obviamente, “cada uno tiene sus gustos”. Sin embargo, casi todas me parecen incompletas. Nos queda la literatura, pero por hoy basta. “distopías y literatura: cuando la profecía toma cuerpo; y la profecía se hizo realidad”.
Abajo os dejo material sobre los conceptos de utopía y distopía. Así como la relación de otros posts previos relacionados con el tema.
Juan José Ibáñez
Continúa……..
“ChatGPT”
“Distopía” según la RAE: “Representación ficticia de una sociedad futura de características negativas causantes de la alienación humana”.
“Distopía” según Wikipedia: “Una distopíaNota 1 o antiutopía es una sociedad ficticia indeseable en sí misma.1 El término, procedente del griego, fue creado como antónimo directo de utopía, término que a su vez fue acuñado por santo Tomás Moro y figura como el título de su obra más conocida, publicada en 1516, donde describe un modelo para una sociedad ideal con niveles mínimos de crimen, violencia y pobreza (….).Las distopías a menudo se caracterizan por la deshumanización,2 los gobiernos tiránicos, posguerras de conflictos de grandes dimensiones (como una guerra nuclear), los desastres ambientales3 u otras características asociadas con un declive cataclísmico en la sociedad. Las sociedades distópicas aparecen en muchas obras de ficción y representaciones artísticas, particularmente en historias ambientadas en el futuro. Algunos de los ejemplos más famosos son 1984 de George Orwell, Un mundo feliz de Aldous Huxley y Fahrenheit 451 de Ray Bradbury. Las sociedades distópicas aparecen en muchos subgéneros de ficción y a menudo se utilizan para llamar la atención sobre la sociedad, el medio ambiente, la política y la economía, religión, psicología, ética, ciencia o tecnología. Algunos autores usan el término para referirse a sociedades existentes, muchas de l
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