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Paisaje Agrario Fuente: Daily Norm

Ya os comenté en post anteriores que vengo colaborando con la Alianza Mundial por el Suelo (GSP) con vistas a elaborar la agenda que en materia de investigación deberá aprobar Grupo Técnico Intergubernamental de Suelos (GTIS). Se trata de la denominadas Task Forces (o a veces Working Groups: Grupos de Trabajo) del  Pilar III. Recordemos que el mentado (GTIS) se nutre de la información que le proporcionan cinco pilares.  Eso sí, es el Panel el que aprueba o rechaza tales informes antes de hacerlos suyos. Pues bien, ya han sido rechazados los dos primeros documentos que les remitimos y, con toda la razón. En mi modesta opinión, el primero adolecía de tantas carencias que no merece la pena hablar de él. Tras revisar el mismo, el GTIS creó una nueva Task Force, seleccionando tan solo a algunos expertos que participaron en la redacción del primero, añadiendo a otros, e indicando las virtudes y carencias del “documento” que se le caía de las manos. Y así, comenzamos la segunda redacción. El informe resultante atesoraba ya una mayor consistencia, pero tampoco logró alcanzar las expectativas del Panel, por lo que, al parecer, se avecina una tercera Task Force, reforzada por una especie de “comisión”  cuya misión devendría en revisar la calidad/idoneidad del informe que redacte la primera. Se me ha informado que seguramente forme parte de esta tercera tentativa. Esta empresa comienza a antojarse más a un campeonato deportivo por eliminatorias, en la que unos participantes caen y son sustituidos por otros. En estos términos se me antoja que me encuentro ubicado en uno de los denominados grupos de la muerte (los más difíciles). En cualquier caso, y a la espera de que se apruebe una agenda internacional de investigación por el reiterado GTIS, sigo estando de acuerdo con ellos de que los informes siguen sufriendo de sesgos, necesitándose una perspectiva más global de materias y necesidades. ¿Cuál es mi opinión de lo que está sucediendo? Sencillamente que al margen de participar en grupos de trabajo constituidos por expertos que defienden intereses muy distintos, el sesgo o paradigma agronómico de la edafología, de la que tanto me he quejado, sigue afectándonos como una enfermedad crónica. Debo recordar que hace ya dos o tres decenios que numerosos científicos de las ciencias del suelo se lamentaban de que el susodicho paradigma había propiciado la crisis de nuestra disciplina. No se trata de erradicarlo, sino de enriquecerlo. Sin embargo, también debe reconocerse que el principal objetivo de la  Alianza Mundial por el Suelo, estriba en garantizar la futura soberanía alimentaria mundial bajo unos  criterios sustentables. Sin embargo el Panel también demanda un enfoque más transdisciplinar que nos vincule con otras iniciativas ambientales relacionadas, con el cambio climático, la preservación de la biodiversidad etc. Y es aquí donde las dos  mentadas “task force” han fracasado, aunque existan otros problemas adicionales. Durante semanas, en ambas iniciativas, intenté esforzarme en ir añadiendo contenidos sobre estos ítems soslayados. Conforme yo los incluía otros miembros de las respectivas “task forcé” los suprimían, una y otra vez…….

Durante semanas, en ambas iniciativas, intenté esforzarme en ir añadiendo contenidos sobre estos ítems soslayados. Conforme yo los incluía otros miembros de las respectivas “task forcé” los suprimían, una y otra vez, como si los suelos tan solo fueran contemplados como un sustrato para el desarrollo vegetal, castrando, que no enriqueciendo nuestra perspectiva sobre la importancia de los recursos edáficos, como componente del sistema climático y la ecosfera. Y así, las escasísimas y breves referencias de las relaciones entre edafosfera al calentamiento de la atmósfera, biodiversidad y la estructura y dinámica de los ecosistemas devenían en argumentos meramente ornamentales. Eso sí, por todo el texto surgían los palabros funciones y la calidad del suelo, otorgando a sus contenidos ese maniqueo teleologismo que jamás debiera tener cabida en ciencia.      

Por lo tanto no es el Panel, sido los propios edafólogos los que, olvidando problemas pasados, “parece” que volvemos a renunciar a refundar una edafología como una ciencia de los recursos naturales. Muy al contrario, se persevera en anclarla casi exclusivamente a la investigación agronómica. Reitero que mi posición, como la de algunos otros edafólogos, no estriba en ningunear la importancia del estudio del medio edáfico en agricultura y ganadería (perspectiva insoslayable), sino en hacer comprender su vital importancia en la naturaleza (biosfera), ampliando que no recortando sus horizontes. Si deseamos seguir siendo auxiliares de otras ciencias no nos lamentemos luego que se nos trate como tales. Es lógico entender que en los países más desfavorecidos, para los cuales la producción de alimento deviene imperativamente en prioridad, defiendan tales puntos de vista. Sin embargo, resulta difícil asimilar que les acompañen los colegas de los Estados industrializados en donde la producción de alimentos viene siendo en gran medida reemplazada por la importación de los mismos, mientras la población está mucho más sensibilizada con la ecología, desertificación, cambio climático, etc. Dicho de otro modo, esos documentos soslayan la demanda de información de suelos que justamente solicita una buena parte de eses sociedades. Reiteramos que no se trata de temas mutuamente excluyentes, sino en ampliar las fronteras de la ciencia del suelo.

Han sido semanas frustrantes. ¿Qué sucederá en el futuro?. Obviamente lo desconozco. Ahora bien los síntomas del enfermo no me animan a ser optimista. En cualquier caso, dependiendo de mi devenir en esta aventura, os mantendré más o menos informados.

Juan José Ibáñez        

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Un comentario

  1. Juanjo creo que parte del problema es la sobre especialización. Recuerdo que en un examen profesional, un experto en fertilidad aceptaba que regaban las plantas en el experimento cada vez que se ponían marchitas. O sea para el un punto de marchitez temporal es igual al Punto de marchitez permanente. Aunque para el primero basta un día muy soleado o con mucho viento para observarlo. Muchas investigaciones aumentarían su utilidad si participaran, OJO NO DE MEMBRETE, aún en la edafología expertos en sus diferentes áreas. Juanjo muchas toneladas de paciencia.

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