bioestimulantes-agricultura

Fuente: Colaje imágenes Google

¿Economía circular?. Una nueva cantinela que brota tal mala hierba por doquier, especialmente como reciente modelo de negocio, y con vistas a alcanzar la sostenibilidad y paliar el cambio climático. ¿Porqué? Sencillamente debido a que nos encontramos un a años luz de alcanzar “algo parecido”.  Y aprovechando la popularidad del concepto, aparecen empresas de todo tipo vendiendo productos con tal etiqueta. Permítanme que empiece con un ejemplo que visione con asombro en la televisión. En el reportaje sobre una empresa holandesa, se nos “vendía”, explicaba el proceso para confeccionar pantalones vaqueros/tejanos, completamente elaborados a partir restos de otros ya usados (reciclado). Cuando se les preguntó por el precio, espetaron que saldrían al mercado por unos 1.200 euros. ¿Cuánto cuestan unos vaqueros de uso común?; aproximadamente tres o cuatro veces menos. Es decir que la economía circular resulta ser tan solo una delicatesen tan solo accsible a los más ricos, ya que ni las clases medias pueden permitirse estos lujos. Resumiendo, como en la pirámide de poder adquisitivo, unos pocos acaudalados dirán que ellos abogan por tal etiqueta circular, mientras que a la inmensa mayoría de los mortales nos achacarán de ser poco solidarios con el medio ambiente o sencillamente sucios.  Es decir que, de circular, circular, tan solo el dinero. Y siempre en la misma dirección.

La Economía circular resulta ser un buen concepto. Empero las empresas hacen uso de los vocablos de moda para vendernos vino viejo en nuevas botellas, o se inventan productos en los que nos dan gato por liebre y a precios desorbitados.

Pues bien, en Europa, por ejemplo, las restricciones con vistas a reducir drásticamente los fertilizantes y herbicidas de la insustentable agricultura industrial, ha dado lugar al desasosiego de muchos agricultores que, incluso se han movilizado colectivamente usando su maquinaria agrícola en algunas grandes capitales.  ¿Y cómo van a crecer ahora nuestros cultivos? Mutatis mutandis, se abre una nueva oportunidad para la economía circularmente oportunista y advenediza. Por ejemplo, con la venta de los denominados bioestimulantes. Cabe a adelantar que existen fertilizantes orgánicos tanto o más útiles que los agroquímicos industriales y que a la par reciclan los desechos agrarios y agroindustriales, como exige la economía circular. Se necesita tiempo con vistas a ajustar la agricultura de mercado, con vistas a que surjan nuevas innovaciones genuinas, etc.

Cuando uno busca en Internet el vocablo bioestimulantes, surgen miles de páginas, empero la mayoría de las cuales son de empresas que tan solo muestran los efectos milagrosos de los productos que ofrecen. ¿Cuáles son? Se me antoja que innumerables. ¿Y sus propiedades: ¿responden a las expectativas?. Según estudios científicos, en la mayoría de los casos ¡no!.  La normativa de la Unión Europea comienza a aclararse y volverse estricta en este sentido, lo cual, como era de esperar, no es del agrado de las empresas, como veréis abajo en unos comentarios vertidos en la revista Phytoma. Se trata de una interesante publicación en la que escriben autores desde todas las perspectivas. Y entre ellos, como no, los que defienden el punto de vista empresarial.   La lista de sustancias con la etiqueta en su propaganda que he podido leer someramente en Internet es enormemente superior a los enumerados en los enlaces que os añado abajo, como podréis comprobar vosotros mismos si hacéis el experimento.  

La aprobación por la UE de nuevos bioestimulantes exige unas normas estrictas y deben pasar finalmente por demostraciones de campo detalladas que deben adjuntarse a las peticiones a la hora de aprobar su comercialización. Como era de esperar, esto no suele gustar a los lobbies empresariales. ¿Cómo explicar lo que son los bioestimulantes? Lo intentaré.

Las plantas, como los animales, somos organismos que para sobrevivir necesitamos una serie de nutrientes y condicionales ambientales.  Los padres, por ejemplo, a veces creen observar que la estatura de su hijo es inferior a la normal, o que la criatura es inapetente. Van al médico pra explicar los síntomas y suelen recetarle vitaminas y algunas que otras sustancias. A menudo, el problema no es tal, sino que los padres se preocupan demasiado o simplemente les gustaría que su descendencia fuera más fuerte, corpulenta, viril, hermosa y poderosa. No debemos confundir los deseos con la realidad. Mis padres eran de baja estatura y yo nací como….. cabría esperar. Ahora van a los médicos y reclaman otros ¿estándares?, a la carta. Como me ha comentado varios médicos, gran parte de las vitaminas y otros oligoelementos de la misma guisa son muy poco asimilables por nuestros organismos. No son eficaces. Empero si se consumen uno se queda tranquilo de que, al menos, ha hecho todo lo posible. Mientras tanto, muchas empresas se hacen de oro.  Obviamente a menudo, existen deficiencias minerales y de otras sustancias, para lo cual numerosos galenos recomiendan la ingesta de alimentos naturales ricos en ellos, ya que estos sí suelen ser asimilables, al contrario que la mayoría de los químicos comerciales ofertados por la farmaindustria. Lo mismo ocurre con las producciones de nuestras cosechas. Un buen abono orgánico adaptado al cultivo y a veces algún aditamento concreto en «circunstancias específicas», son la solución. Desde esta perspectiva algunos bioestimulantes, adaptados al problema del cultivo, tras un buen diagnóstico, pueden ser recomendables. 

No existen soluciones milagrosas, por lo que un buen manejo de los suelos y plantas, junto a un abonado correcto y diagnósticos adecuados son la solución. Sin embargo, las situaciones preventivas…… Me explico. A la hora de escribir este post, observo la publicidad de diversos productos comerciales que “dicen” que las plantas se adaptarán mejor a la sequía, las altas temperaturas, etc. Ya es demasiado tarde, empero serán numerosos los granjeros que los adquieran, aunque sea para su aplicación el próximo año. ¿Y si las condiciones ambientales son más húmedas y frías en año próximo? Podría ser que el remedio, a priori, pudiera ser peor que la enfermedad a posteriori. ¡A saber!

No soy un “negacionista” de los bioestimulantes, ya que en algunas ocasiones pueden ser muy útiles, no lo dudo. Sin embargo, el problema reside en la invasión de publicidad, el gasto innecesario y el fraude que existe tras todo este negocio. Si no vendemos agroquímicos tradicionales, venderemos bioestimulantes   “a cualquier precio”.

Abajo os dejo una relación de post previos, que hablan de bioestimulación. Sin embargo fijaros en la narración de Wikipedia y en las protestas de una autora en una publicación de Phytoma. Sacar vosotros vuestras propias conclusiones, o leer este artículo: “Los productos bioestimulantes. ¿Qué hay detrás?”. Vivimos en un mundo de economía circular, que en este caso responde a la Ley de san Mateo.

Juan Jose Ibáñez

¿Os ha perecido bioestimulante?

Continua………

Post previos que abordan directa o colateralmente el tema de la bioestimulación.

Microorganismos Eficientes o Efectivos (EM) y Rehabilitación de Suelos

Microorganismos del suelo y biofertilización (libro de libre acceso en Internet)

La Atmosfera microbiana y sus microrganismos eficientes (Cantando bajo la lluvia)

La respiración de los microorganismos del suelo y el cambio climático

¿Mejoran la calidad del suelo los fertilizantes biológicos?

Las bacterias del Suelo y la salud de las plantas (¿juntas o por separado?)

El microbioma de las semillas y sus posibles beneficios

La Nueva Revolución Verde del Siglo XXI. Todo Preparado

Agricultura de Fusión o Granjas de Fusión

Sustratos y Micorrizas

Cuba: Ejemplo Mundial de Desarrollo Sostenible (Materia para la Reflexión)

 

Un análisis mucho más crítico sobre la mala praxis y otros factores que ponen en duda  la eficacia de numerosos bioestimulantes comerciales puede encontrarse por ejemplo en este interesante artículo

Según Wikipedia: Biorregulación Es el proceso de manipular un evento fisiológico de una planta, a que este se sobreexprese o bien se inhiba. Los compuestos biorreguladores son aquellos que en su formulación contienen moléculas protagónicas para la expresión o bien inhibición de un cierto proceso, estas moléculas generalmente son fitohormonas (idénticos a los compuestos naturales) o bien compuestos de efecto tipo hormonal (sintetizados en un laboratorio).

El conocimiento actual sobre la formación y función de compuestos hormonales en las plantas ha permitido explicar diversos procesos fisiológicos sobre cómo se regula el crecimiento y reproducción de los cultivos: auxinasgiberelinas. citocininasetileno, etc. (…) la regulación de la expresión de eventos fisiológicos en las plantas está en función de la cantidad y tipo de hormonas presentes, o sea el balance hormonal que debe darse en el lugar y momento indicado.

El conocimiento de lo anterior es lo que ha orientado a la industria agroquímica a desarrollar compuestos hormonales naturales y/o sintéticos, y de ahí surgió el concepto de los biorreguladores (reguladores de crecimiento, fitohormonas, etc.) Cuando se toma la decisión de aplicar biorreguladores en la agricultura es importante tener definido para qué se pretende utilizarlos, ya que pueden ser para: (..) Proveer a la planta de un suplemento adicional de hormonas u otros compuestos para auxiliar su metabolismo general y (ii) Regular o manipular un evento o proceso fisiológico específico (crecimiento de planta, amarre de fruto, crecimiento de fruto, maduración de fruto, caída de hoja, caída de fruto, etc.). Es crítico utilizar la formulación más indicada, en cuanto a qué hormona(s) contiene, qué tipo o «potencia» de hormonas tiene, qué concentración de éstas hay que utilizar, y en qué momento es lo más indicado para aplicarla.

Bioestimulantes

Son formulaciones a base de varios compuestos compuestos químicos incluyendo hormonasaminoácidosvitaminasenzimas yelementos minerales, y son los más conocidos y de uso común en la agricultura

Por sus características de múltiples hormonas en baja cantidad, así como por las dosis recomendadas, la aplicación de un bioestimulante difícilmente puede regular o manipular un proceso. Por lo tanto el uso de un bioestimulante sólo puede servir como complemento auxiliar en el mantenimiento fisiológico de la planta aplicada, lo cual puede ser importante en condiciones limitantes del cultivo por mal climasequía, ataque de patógenos, etc. En términos generales un cultivo con un buen desarrollo y productividad no responde significativamente a los bioestimulantes.

Bioreguladores: Son formulaciones a base de uno o dos compuestos hormonales, cuya acción fisiológica está muy definida y la recomendación de su aplicación tiene un objetivo muy específico: regular o manipular un determinado proceso. (….) De los biorreguladores específicos simples con un solo ingrediente, el más conocido es el ácido giberélico (GA3) cianamida de hidrógeno (paclobutrazol, ácido indolbutírico, (CCPU), etc. También hay biorreguladores específicos que contienen dos hormonas para ejercer un efecto fisiológico sinergístico (amplificado); Recientemente se ha definido otro grupo de biorreguladores específicos complejos, el cual es la mezcla de una hormona base con otros ingredientes menores para equilibrar la respuesta fisiológica.

La elección de qué biorregulador utilizar, está en función del objetivo. Si se desea auxiliar al cultivo en términos generales para que tenga un desarrollo normal más eficiente, la utilización de un bioestimulante es lo indicado. Pero, si se desea manipular o regular un proceso o evento específico, entonces es mejor hacer uso de un biorregulador específico para ese evento y así asegurar una respuesta efectiva y consistente. (…) Es importante indicar que en ciertos casos puede ser necesario la aplicación de ambos tipos, y con ello lograr todo un paquete de efectos benéficos para mejor y mayor producción y calidad.

Manipulación Hormonal:

En la manipulación hormonal vía biorreguladores siempre hay que tener en cuenta 4 factores críticos: (i) Usar la herramienta adecuada; (ii) Usar la concentración adecuada (iii) Estar en la etapa sensible del evento a regular y (iv) Llegar al órgano objetivo.

Y en esta otra página Web se dice:

La inmensa mayoría de las categorías conocidas como bioestimulantes (ácidos húmicos y fúlvicos, aminoácidos, extractos de algas, entre otros) pueden presentar hoy una batería de ensayos in vitro, al aire libre y –crecientemente- análisis molecular de su impacto en las plantas que demuestran que ayudan a las plantas a combatir estrés abiótico y biótico. Hay ensayos multianuales en ácidos húmicos que demuestran su eficacia, y hay trabajos de diferentes extractos de algas diseñados para combatir estrés abiótico (sequías o heladas, por ejemplo)

Y en esta Pagina Web se señala que:

Tipos de bioestimulantes agrícolas

El nuevo reglamento clasifica los preparados con propiedades bioestimulantes en las denominadas categorías funcionales de productos (CFP). Así, diferencia dos tipos:

Aquellos constituidos por microorganismos. Aunque con una clara limitación, ya que solo son aceptados los hongos micorrícicos y tres especies de bacterias beneficiosas.

Los no microbianos. Su origen y su composición son muy amplios y variados. Pueden proceder de extractos de plantas y de algas, también extractos naturales a partir de hidrolizados, compost, subproductos de la industria alimentaria y polímeros de nutrientes.

En la revista Phytoma alerta 15 Julio 2028

El Reglamento Europeo de Fertilizantes abre una nueva etapa para los bioestimulantes  15 Julio 2022

La aplicación completa, a partir del 16 de julio, del Reglamento Europeo de Productos Fertilizantes aclara el encaje normativo de los bioestimulantes de plantas, aunque no despeja todas las dudas en torno a la comercialización de la considerada cuarta pata de la agricultura sostenible, junto a semillas mejoradas, fitosanitarios y fertilizantes.

Para Estefanía Hinarejos, enlace nacional  de EBIC (European Biostimulant Industry Council), que representa a los fabricantes europeos de productos bioestimulantes de plantas, el avance fundamental del Reglamento UE 2019/1009 radica en que las empresas pueden acogerse a una única normativa armonizada que permite la comercialización de los productos en el mercado comunitario. Hasta 2019, había 27 normativas para comercializar bioestimulantes de plantas en la UE, “lo que aumentaba el coste de comercializar productos y desincentivaba el suministro de productos a países con menor potencial de mercado”. En cualquier caso, la armonización es opcional, ya que los fabricantes se pueden seguir acogiendo a las normativas nacionales.

Hinarejos participó, junto a Irene Sobrado, también enlace nacional de EBIC, en una jornada organizada por la Asociación Española de Fabricantes de Agronutrientes (AEFA) en el Instituto de la Ingeniería de España, en Madrid, para abordar “las problemáticas e indefiniciones a las que se enfrentan los fabricantes de fertilizantes y bioestimulantes que quieran poner sus productos en el mercado de acuerdo con el nuevo marcado europeo”. Allí se desgranó el reglamento, que define al bioestimulante como producto fertilizante cuya función consiste en estimular los procesos de nutrición de las plantas con independencia del contenido de nutrientes del producto, con el único objetivo de mejorar una o varias de las siguientes características de las plantas y su rizosfera: la eficiencia en el uso de nutrientes, la tolerancia al estrés abiótico, las características de calidad o la disponibilidad de nutrientes inmovilizados en el suelo o la rizosfera. “Delimita fronteras entre los bioestimulantes de plantas, los productos fitosanitarios y los fertilizantes”, subraya Hinarejos.

Una de las novedades legales más importantes es que los fabricantes que quieran comercializar sus productos como bioestimulantes de plantas y lucir la etiqueta correspondiente deberán pasar un procedimiento de evaluación de la conformidad. Cuando se haya demostrado que el producto fertilizante cumple los requisitos del reglamento, lo que incluye una demostración de la función bioestimulante mediante ensayos de eficacia, los fabricantes elaborarán una declaración de conformidad y podrán colocar el marcado CE. El problema es que solo tres entidades han obtenido hasta la fecha la acreditación para ser organismos notificados y evaluar la conformidad de esos productos. EBIC estima que miles de productos requerirán la evaluación de conformidad, por lo que Hinarejos augura “cuellos de botellas y retrasos para obtener el marcado CE”. Entidades como CAAE, que ya ha solicitado la acreditación para ser organismo notificado, podrían aliviar esa congestión en el registro de productos.

Otro problema señalado por EBIC es la escasa variedad de microorganismos que reconoce el reglamento como componentes de bioestimulantes microbianos. Básicamente, cuatro tiposAzotobacter spp., hongos micorrícicos, Rhizobium spp. y Azospirillum spp. El artículo 42 establece criterios para ampliar la lista, pero no el procedimiento a seguir. En diciembre de 2021, la asociación, en respuesta a una consulta de la Comisión Europea, envió una lista de todos los microorganismos con efecto bioestimulante que podrían incluirse y propuso la creación de un subgrupo de expertos para evaluar la inclusión de dichos microorganismos en el reglamento. Sin embargo, la Comisión ha cambiado el procedimiento desde entonces, y prevé lanzar una consulta a nivel europeo para que cualquier fabricante pueda solicitar la inclusión de un nuevo material o microorganismo en el reglamento aportando los datos pertinentes de eficacia agronómica, seguridad y potencial de mercado. Dichas propuestas serán evaluadas por un contratista externo entre 2023 y 2025, lo que probablemente retrasará su comercialización varios años. “Estamos atascados en la parte microbiana”, reconoce Hinarejos.

EBIC defiende que las empresas están invirtiendo en innovación en el sector de los bioestimulantes microbianos y necesitan tener acceso al mercado comunitario para aportar soluciones a los agricultores europeos. De hecho, muchos bioestimulantes microbianos llevan años comercializándose bajo leyes nacionales y han demostrado su potencial comercial, eficacia agronómica y seguridad. Por ello, ha propuesto que se valore la inclusión “acelerada” de los microorganismos que forman parte de bioestimulantes microbianos que ya están en el mercado bajo leyes nacionales y han demostrado su potencial comercial, eficacia agronómica y seguridad, mientras se lleva a cabo el estudio basado en la consulta europea.

Otro punto polémico del reglamento es que impide la puesta en el mercado comunitario de bioestimulantes que contengan fosfitos, “pese a las evidencias científicas sobre sus efectos bioestimulantes en determinadas condiciones de uso”. Es, de hecho, el único componente de uso múltiple que ha sido específicamente excluido del reglamento.

Muchos subproductos de origen animal no podrán utilizarse como componentes de bioestimulantes de plantas cuando se aplique el nuevo reglamento, a pesar de su uso habitual y seguro bajo las normas nacionales y su importancia para promover la economía circular. Aunque el texto legal prevé el uso de este tipo de subproductos, indica que es necesario definir previamente los puntos finales de la cadena de fabricación. (…) En marzo de 2022, doce asociaciones, entre ellas EBIC, publicaron una nota en la que lamentaban que “la incineración y el descarte de subproductos de origen animal, en vez de su revalorización como componentes de productos fertilizantes, es una oportunidad perdida para la economía circular”.

La misión de EBIC, creada en 2011 y del que forman parte actualmente 66 empresas asociadas, es que las tecnologías bioestimulantes se valoren como una parte integral de la agricultura sostenible y cuenten con un marco regulatorio favorable.

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