Entomocultura

Fuente: Colaje imágenes Google

En este post hablaremos de un tema que tenía tan pendiente como mi propia ignorancia. En realidad no se trata de un tema nuevo ni extravagante ya que, como se puede leer en una de las tres noticias que os reproducimos abajo: La FAO aseguró hace 9 años que unas 2.000 millones de personas completaban su alimentación con insectos. Tampoco sería deseable que se convirtiera en una moda pasajera. Hablamos de lo que podría ser una seria alternativa/complemento a la alimentación humana en todo el mundo. Fáciles de criar y con valores nutritivos y calidad nutricional notables, va más allá de poder considerarlo un mero suplemento o curiosidad. Como ahora comienza a lanzarse lo hace con los palabros de moda tales como sustentabilidad y economía circular, ya que el ingenio no abunda. Abajo podréis obtener más información. Incluso en Internet he visto anunciados cursos sobre su cultivo. Acerca de su sabor, también se habla debajo de “aves”, si bien colegas que los han catado me comentaron el del “marisco”.  Debo suponer que dependiendo del insecto y modo de cocinar el sabor será distinto. Eso sí, el precio de criarlos es más que razonable y además puede hacerse sin dificultad en granjas verticales.  

Dado que no se necesita mucho espacio y la cría no es compleja, animaría a que algunos de los granjeros probarais esta aventura.  Probar con insectos del suelo, ya que estamos en una bitácora sobre edafología e información en Internet.

Lamentablemente, como también se menta en otra noticia que podréis leer seguidamente: “En occidente hay un arraigado tabú con el consumo de insectos, pero aclara que no es necesario que se tengan que comer con la forma que presentan”. Los tabús se erradican con una adecuada propaganda o promoción institucional, hasta que las empresas obtengan los suficientes beneficios como para publicar sus marcas y productos. mientras que para la presentación debemos usar la imaginación de los chefs contemporáneos. Ya se cultivan y comercializan para el consumo animal, y nosotros somos animales, ¿o no? Reitero que los que me hablaban del sabor marisco, alegaban que habían disfrutado. Empero reitero que atesorarán muchos gustos, según el animal y la forma de prepararlos.

Sin embargo, suele ser usual, que a falta de imaginación terminemos criando unas pocas especies, cuando hay cientos de miles alrededor del mundo. Del mismo modo, en los países menos favorecidos su cultivo será más viable que el del ganado que actualmente consumimos. Así mismo, como los campesinos los han criado en diversas partes del mundo, un inventario de especies nutritivas y un libro de las gastronomías tradicionales, podría servir para que no terminemos consumiendo siempre “más de lo mismo”.

Reitero que no se trata de una curiosidad, sino que barrunto que será una necesidad con vistas a paliar la soberanía alimentaria. Y para empezar………. Insectos comestibles: sabores para descubrir y precauciones para tomar

Buen apetito.

Juan José Ibáñez

Continua…………

Así funciona la ganadería de insectos en España: «Es parecido a la cría de un pollo y es más sostenible»

La ganadería de insectos se está convirtiendo en un incipiente negocio, con una importante aspiración para dinamizar las economías rurales y, sobre todo, como una nueva vía de alimentación ante un posible futuro con escasos recursos alimentarios

Alejandro Becerraabecerrad: Cadena SERAyer – 21:52 h CEST

Madrid

Al principio el sonido es insoportable. Después uno se acostumbra. Es la conclusión a la que llega José Vidal, CEO de Nutrinsect, una de las poquísimas empresas en España que se dedica a la cría de grillo doméstico. Imagínese. Tener a miles de grillos estabulados en sendas cajas para insectos. La Unión Europea aprobó hace unos meses el consumo de insectos para humanos, aunque no todos. Actualmente, hay tres clases de bichos que se pueden comercializar y consumir: el gusano de la harina, la langosta migratoria y el grillo doméstico. Este mismo mes se ha añadido uno más: la larva de escarabajo.

Así funciona la ganadería de insectos en España: «Es parecido a la cría de un pollo, pero más sostenible»

Aunque en España no está en absoluto incorporado a nuestra dieta, el insecto tiene una extraordinaria capacidad de aportar nutrientes y calorías. La FAO aseguró hace 9 años que unas 2.000 millones de personas completaban su alimentación con insectos. Esto no quiere decir que sea la solución para el hambre, que cada vez más y de forma más virulenta sufren los países del sur global.

«No deja de ser ganadería. De hecho, es bastante parecido a la cría de un pollo. Los escarabajos, que son los reproductores, ponen huevos y cuando eclosionan se alimentan hasta que estén en estado óptimo. Se suelen comercializar en bandejas de plástico alimentario, también la ganadería es vertical. Se ahorra espacio«, explica Rubén Recamán, uno de los fundadores de Galinsect, una empresa gallega que se dedica a la ganadería de ‘tenebrio molitor’. «El insecto tiene distintas fases, huevo, larva y en su etapa de metamorfosis a escarabajo tiene una fase de pupa, que dura una semana. Tenemos nuestros propios reproductores», señala. «Básicamente comen cereales», añade.

Nutrinsect se dedica a la cría de grillo doméstico y está orientada a la alimentación humana, aunque también producen comida para mascotas. «El grillo es más ‘gamberro’ que el ‘tenebrio’, come sobre todo cereales. Hemos diseñado una dieta para que sea homogénea. El insecto canibaliza entre ellos, por eso hay que alimentarlos bien», dice José Vidal. Aunque sea parecido a la ganadería tradicional, la tasa de conversión de un insecto es radicalmente diferente. Es decir, la cantidad de alimento necesario para producir un kilo de insectos es muy inferior a la de un producto derivado de la ganadería tradicional.

Alberto López es propietario de ‘Insectum’, una tienda de Valencia que vende insectos comestibles. Él vende de todo: desde gusano búfalo hasta langostas. «Se vende mucho para cenas muy concretas, Navidad, Nochevieja, la gente lo lleva como curiosidad«, reconoce. Lo cierto es que en España se pueden vender insectos comestibles, pero no se pueden producir para consumo humano directamente. Las pocas empresas que hay están en vías de recibir la autorización final. «Yo siempre recomiendo el grillo y el gusano de la harina. Tienen un sabor a fruto seco, muy similar. Además recomiendo comerlos naturales porque si están sazonados no saben a insecto«, explica López.

Aportes nutricionales

Beatriz Robles, tecnóloga de alimentos y divulgadora, explica que «el aporte nutricional es variable», pero en general tienen «un buen aporte de energía, no tienen apenas ácidos grasos saturados y son interesantes por la cantidad de minerales y vitaminas, pero sobre todo porque son un aporte muy importante de proteína«. A esto, Robles añade que «aportan fibra» y eso no se puede decir de cualquier alimento con origen animal. «Nutricionalmente hay que ponerles un diez, sabiendo además que son muy sostenibles y que el factor de conversión es muy superior», sentencia.

Granjas de insectos para anticiparse al futuro

El dombenitense José Luis Sánchez es el fundador de Entosur, una empresa dedicada a la cría de alimento vivo para animales exóticos

JAIME PANADERO Viernes, 4 octubre 2019, 14:09

La sostenibilidad del planeta está en riesgo. Numerosas entidades han advertido ya que la población mundial se verá obligada a cambiar sus hábitos alimenticios porque la producción que llevan a cabo las explotaciones ganaderas actuales es insostenible a largo plazo. El déficit de recursos y materias primas será cada vez más notable y el cambio climático ya acecha en el horizonte. Y la solución a este problema podría encontrarse en los insectos. La propia ONU lanzó un informe en 2013 en el que recomendaba a los países occidentales incorporarlos como alimento por sus enormes beneficios a nivel nutricional, económico y de sostenibilidad medioambiental.

Ese comunicado de las Naciones Unidas fue el que llevó a José Luis Sánchez a emprender creando su propia granja de insectos. «Vi ahí un nicho de mercado interesante y decidí lanzarme a por él», asegura. Nacido en Don Benito, se marchó de Extremadura a los 17 años para estudiar los ciclos formativos de Técnico Forestal en Cuenca y, más tarde, el Grado de Ciencias Ambientales en la UAL (Universidad de Almería). Fue en la ciudad almeriense, una vez finalizó su carrera universitaria, donde creó Entosur, una granja de insectos que comercializa alimento vivo para animales exóticos en cautividad.

Hay cinco tipos de insectos que se pueden vender actualmente en el mercado como alimentación animal: grillos, moscas, cucarachas y dos especies de gusano, conocidos como el gusano rey y el gusano de la harina. «Nosotros empezamos criando todos, pero nuestra estrategia nos ha llevado a quedarnos solo con dos: la cucaracha Blaptica Dubia, que movemos sobre todo por el mercado europeo en venta al por mayor; y la mosca Hermetia Illucens o mosca soldado negra, una especie de larva que tenemos guardada para futuros proyectos, aunque también le damos una salida mercantil actualmente», indica.

Ya hay cerca de una decena de criaderos de este tipo en España, pero ninguno aún en Extremadura

Sus principales clientes, en el caso de la cucaracha, son zoológicos y criadores profesionales de animales. La larva de mosca, en cambio, está más enfocada al procesado y la creación de harinas para sectores como la acuicultura, por ejemplo, donde se presenta como una alternativa sostenible a la harina de pescado.

El extremeño quiere que su empresa siga creciendo y ya tiene varios proyectos a corto plazo en mente: «Queremos implementar también la transformación de insectos en alimento para animales domésticos», adelanta. De hecho, ya están llevando a cabo algunos experimentos a través del procesamiento de las larvas de mosca, pero por ahora solo comercializan el alimento vivo.

José Luis Sánchez trabajando en las instalaciones de su empresa, Entosur. / HOY

En estos momentos, solo existen alrededor de una decena de criaderos de este tipo en España. El ser uno de los pioneros en este sector le acarrea muchas ventajas, pero también algún inconveniente en su trabajo diario. «No hay investigaciones ni artículos científicos sobre esto, ni ninguna experiencia previa. Es un trabajo muy personal en el que tienes que ir probando todo a base de ensayo y error. Nosotros estamos abriendo el camino, pero es verdad, por otro lado, que cuando el sector empiece a crecer, nosotros vamos a estar mejor posicionados que los que se sumen después», explica.

Los insectos cuentan con numerosos beneficios a nivel nutricional y medioambiental

Ninguna en la región

En Extremadura aún no se ha creado ninguna granja de insectos, pero el dombenitense cree que es «una oportunidad de negocio muy atractiva» para cualquiera que quiera emprender en este sector en la región. «Además, es una tierra muy ganadera que cuenta con una buena logística y mucha experiencia en esta industria. Y supongo que habrá más ayudas que en Andalucía. No podemos olvidar que la cría de insectos ya está catalogada como nueva ganadería», afirma Sánchez.

La única pega que le ve a la instalación de un criadero de este tipo en Extremadura sería el clima. «A los insectos les viene mejor unas temperaturas más suaves, tanto en invierno como en verano, pero es algo que se soluciona fácilmente con unas instalaciones adecuadas. Ya hay granjas repartidas por toda España y funcionan sin ningún problema», reitera.

Para aquellos interesados en emprender en este sector, José Luis Sánchez recomienda contactar con alguna entidad que pueda asesorarles acerca de los primeros pasos a dar. En Entosur también se encargan de ello: ofrecen una transferencia de conocimientos a quienes deseen crear su propia granja de insectos desde cero. «Otra opción es como hemos empezado muchos: de forma autodidacta, leyendo, informándose y experimentando mucho», manifiesta.

«Es una oportunidad de negocio muy interesante para aquellos que quieran emprender en este sector»

El extremeño no tiene dudas acerca del enorme potencial que tiene la cría de insectos. «El sector tiene muchísimo futuro, porque las necesidades ambientales a escala planetaria exigen este tipo de iniciativas», asegura el joven empresario.

Numerosas ventajas

Las ventajas de los insectos con respecto a otros alimentos se fundamentan en cifras. El grillo, por ejemplo, tiene casi el triple de proteínas que la carne convencional, además de una mayor cantidad de otros nutrientes beneficiosos para la salud. A nivel medioambiental, la cría de insectos es también más sostenible que la del resto de industrias pecuarias: posee una mayor conversión de alimento -necesitan dos kilos de comida para engordar uno, mientras que la ternera requiere de cerca de doce-, precisan de menos agua y terreno para criarse, y producen una cantidad de gases invernadero apenas inexistente en relación a los del ganado tradicional.

«El que crea que dentro de 40 años va a poder comer ternera como la comemos hoy en día está muy equivocado. Esto es insostenible y nos vamos a tener que acostumbrar a otro tipo de alimentos. Será volver también a una nutrición mucho más natural», opina Sánchez.

 

Reconoce que en Occidente hay un arraigado tabú con el consumo de insectos, pero aclara que no es necesario que se tengan que comer con la forma que presentan: «Los insectos pasarían por un proceso de secado y de molienda como se hace con otros productos, y esa harina resultante se podría utilizar para hacer pan, magdalenas o cualquier otra cosa. De todas formas, hay insectos que no saben mal; en los Países Bajos, está considerado toda una delicatesen comer una especie de gusano con vino blanco, por ejemplo».

La legislación española, sin embargo, no está actualizada en este sentido. La UE autorizó la venta de insectos para consumo humano a partir del 1 de enero de 2018. Algunos países, como Francia, Reino Unido o Bélgica, ya contaban con una legislación previa a esa fecha que regulaba la cría de insectos. «A España esto le ha pillado un poco de sopetón, porque no tiene ninguna ley al respecto que regule el tema en cuestiones de reproducción, seguridad alimentaria, procesado… Por eso ahora mismo está permitido el consumo de insectos por el ser humano, porque lo autoriza la UE, pero no criarlos en España con ese fin. Los insectos de los supermercados y restaurantes tienen que ser importados de esos otros países, porque aquí por ahora solo se pueden criar insectos para la alimentación de animales», explica.

La legislación española todavía no permite la cría de insectos para el consumo humano

No obstante, el dombenitense augura que la legislación española no tardará mucho tiempo en ser modificada para asemejarse a los países europeos más avanzados en este aspecto. Cuando eso ocurra, se abrirá un nuevo campo infinito de posibilidades en este sector que ya forma parte de la industria de las ‘nuevas ganaderías’.

Los insectos están cada vez más extendidos en supermercados y restaurantes como una alternativa más en la dieta humana. Sin ir más lejos, en Cáceres hay una taquería mexicana, Los Plebes, que incorpora en sus platos grillos, alacranes, escarabajos o saltamontes, aunque tengan que comprarlos en Noruega y México. Y aseguran que cada día son más los clientes que se animan a probarlos.

En definitiva, estos ‘bichos’ empiezan a ser ya una realidad como parte de la alimentación humana y animal, y se prevé que su demanda no pare de crecer exponencialmente en los próximos años. Aún hay tiempo de coger los mejores asientos en un tren que está a punto de partir.

ExtremaduraDon Benito

Revista chilena de nutrición

versión On-line ISSN 0717-7518

Rev. chil. nutr. vol.47 no.6 Santiago dic. 2020

http://dx.doi.org/10.4067/S0717-75182020000601029 

ARTÍCULO DE REVISIÓN: Insectos: son realmente una alternativa para la alimentación de animales y humanos

Constanza Avendaño: Manuel Sánchez;Carolina Valenzuela

Departamento de Fomento de la Producción Animal, Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias, Universidad de Chile, Santiago, Chile.

 RESUMEN

En los últimos años se han propuesto a los insectos como el alimento del futuro, sin embargo, surge la siguiente pregunta: ¿realmente se podrían usar como una alternativa de alimentación en la actualidad? Así el objetivo de la presente revisión fue analizar si los distintos tipos de productos en base a insectos son una buena opción para la alimentación humana y animal. En el mundo hay más de 1.900 especies de insectos comestibles, sin embargo, los más utilizados en la producción de alimentos para humanos son grillos (Acheta domesticus), larvas de mosca soldado negra (Hermetia illucens) y gusanos de la harina (Tenebrio molitor). Para alimentación animal generalmente son los dos últimos mencionados; por tanto, esta revisión se centra en éstos. Para humanos existe una gran cantidad de alimentos que contienen insectos como: barras de cereal, pastas, bebidas, cervezas, hamburguesas, golosinas para niños, “snacks” y también insectos deshidratados. Los cuales son producidos en países de Europa, Australia, Sudáfrica y Estados Unidos y también se pueden adquirir por internet. Para animales hay harina de insecto, alimentos concentrados y larvas deshidratadas o vivas. Los estudios en animales se han centrado en la alimentación de peces, pero también en otras especies (perros, gatos, cerdos, aves, animales exóticos, etc.). En varios países de Europa, Australia, Sudáfrica, Estados Unidos e incluso en Chile existen industrias que procesan y comercializan harinas. Los insectos están constituidos principalmente por proteínas y grasa, son inocuos, y algunos presentan propiedades funcionales, como péptidos antimicrobianos, lo que los hace ser una alternativa viable para la alimentación de humanos y animales.

Palabras clave: Alimentación; Animales; Entomofagia; Humanos; Insectos

Algunos enlaces aleatoriamente tomados de Internet, ya que abundan.

La insecticultura – La cría / producción de insectos – InsectEAT

Insecticultura y Economía Circular – AINIA

En 2030 aumentará el valor de la industria de insecticultura

Aproinsecta – Asociación Profesional de insecticultura en …

ENTOMOCULTURA – Temas en boletinagrario.com

Entomocultivo – frwiki.wiki

 

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