sequia-extrema

Fuente: Colaje imágenes Google.

El calentamiento climático comienza a causar los estragos que personalmente presuponía ya en 1992/1994, cuando forme parte de los redactores del Primer Programa Nacional del Clima y después de la Primera Comisión del Clima en España. El pensamiento lineal ya imperaba, mientras personalmente defendía, que el denominado sistema climático no era lineal, sino complejo, por lo que las predicciones al uso no se cumplirían, excepto en lo concerniente al calentamiento a “nivel global del Planeta” (que no necesariamente por regiones). Insistí e insistí hasta lograr que se añadiera el incremento en magnitud y frecuencia de las sequías e inundaciones. Empero a nivel internacional nada cambió. Décadas después, ya algunos expertos reconocen la no-linealidad del sistema, su impredecibilidad en michos sentidos.  Y a la vista está. Sufrimos sus efectos no lineales.

Po su localizacón en la geosfera, los biomas mediterráneos del mundo se encuentran en una posición extremadamente delicada en la estructura de la circulación atmosférica. El modelo conceptual simplificado de la circulación atmosférica terrestre muestra tres grandes células convectivas de circulación (la de Hadley, la de Ferrel y la Polar) en cada hemisferio, lo que permite comprender cómo se comporta la atmósfera a una escala planetaria. Pues bien, los biomas mediterráneos se encentran precisamente en la frontera entre la primera y la segunda célula mentadas. Un desplazamiento hacia el norte de la célula de Hadley daría lugar a una expansión de los ambientes subtropicales, generalmente secos o semiáridos. Se trata de un esquema muy ramplón, pero que como estructura de grano grueso es útil, especialmente para principiantes y temas didácticos.

Como se muestra en al mapa que da pie a esta entradilla, los climas mediterráneos se sitúan en las mismas latitudes de los continentes y justamente en sus fachadas oeste.  Tengamos también presente que en Sudáfrica y Chile su extensión es muy pequeña, pero los efectos de las sequías comenzaron hace años. En Australia, la ola de calor y las sequias comenzaron ya hace algunos años, causando estragos sin precedentes. Poco puede añadirse, pues se sitúa al sur del gran desierto del Outback.

Mención aparte merecen América del Norte (California) y Europa, ya que sus bioclimas fronterizos son más variados y hacia el norte también más húmedos (clima templado). Pues bien, los desastres comenzaron un poco después que, en Australia, aunque la sequía se prolongaba durante los años precedentes. Empero súbitamente se extendió hacia el norte a enclaves antaño inimaginables (Francia, reino Unido, Alemania, Holanda, etc.). Hemos tenido que esperar un poco para que ocurra lo mismo en Europa, con consecuencias similares: gran cantidad de incendios, sequía, y terribles olas de calor en situaciones norteña, antaño insospechadas también. Este para mí es un síntoma inequívoco del cambio climático, sí el que ya predije en los primeros años de la última década del siglo pasado. Tal hecho no significa que en el próximo verano ocurra o se supere tal situación de calor y déficit hídrico , ya que reitero que la no-linealidad implica saltos bruscos que se unen de por sí a la consabida variabilidad climática interanual mediterránea. Es de suponer que poco a poco progrese, pero yo no juego a proponer escenarios que no suelen cumplirse. 

Cuanto más seco es el clima, la precipitación tiende a caer de forma más concentrada y tormentosa, existiendo estudios que muestran el ajuste a una ley potencial, provocando amenudo inundaciones. Por lo tanto, ya tenemos una primera variable a tener en cuenta. Las sequías abundan (y con ello los incendios forestales), pero los episodios de torrencialidad también. Van juntos de la mano. Se trata de algo natural al aridificarse el clima, con independencia de las causas.

Ouadi-Juanjo

Fuente: Juan José Ibáñez

La noticia que os ofrecemos hoy no deja de ser más que publicidad de un megaproyecto europeo sobre desertificación.  Se trata de algo típico de la tecnociencia. Acaecen episodios dramáticos para la sociedad y, aprovechando que trabajas en algo parecido, lanzas publicaciones inmediatamente, a ráfagas de metralleta: Los pistoleros de la tecnociencia en busca de fama y gloria. ¿Resultado?: Tropecientas publicaciones de baja calidad.

En el proyecto anuncian que han encontrado una cuenca muy, pero que muy especial, con vistas a analizar la ecología y biodiversidad de los cauces, cuando los curos fluviales se van secando

Cabria recordar a estos doctos expertos en desertificación que en la Península Ibérica (no me atrevo a incluir Italia y Grecia, ya que no las conozco adecuadamente) existe un gradiente en la vertiente mediterránea, de norte a sur que comienza siendo muy húmedo y termina en un genuino deserto en Almería, el de Tabernas, del que ya os he hablado. El termino gradiente significa aquí que, grosso modo, van a encontrar todo tipo de cuencas cuyos caudales disminuyen y la torrencialidad tiende a aumentar. Y así, de los ríos de caudal permanente, pasamos a los estacionales, ramblas, rieras y como en el desierto de Tabernas, podemos hablar de Uadi. Se han realizado ya estudios al respecto que podrían abrir camino a los participantes en el mentado proyecto, que publicita la noticia de hoy y cuya fuente es la propia Unión Europea que les patrocina.  Esta área dispone de tales cuencas con dispares tamaños, litologías, vegetación, suelos, etc., como para proporcionar un abanico de posibilidades enormes.  Más aun, monitorizar ahora un río francés (que no lo censuro, por supuesto) apenas aportará información, más aún cuando la aridez suele ir asociada a una gran variabilidad climática/precipitacional interanual. Se necesitarían más cuenca geográficamente bien distribuidas y un largo periodo de monitorización con vistas a obtener resultados.

Pues bien, en los siguientes posts y basado en publicaciones “denominadas de excelencia” ya ofrecemos pistas de la estructura y dinámica de tales gradientes con especial énfasis en el estado final, es decir los Uadis. Adelantémosles a estos chicos algo de trabajo, ya que millones de euros tienen, pero ideas…… Tampoco hay que regañarles mucho, ya que posiblemente el Proyecto se financiara con anterioridad al verano de 2022. En cualquier caso, reitero que estas noticias son márquetin que no ciencia. No merecen la pena.

¿Cuál sería el desenlace? Algo parecido a la segunda imagen. El agua aparece eventualmente, pero varia con la cantidad de precipitación de la estación y año. A veces corre y se hunde en el subsuelo, es decir desaparece, posteriormente puede retornar a aflorar como un manantial o en forma de charcas. La vegetación ligada a la humedad del suelo adquiere gran diversidad, mientras que la fauna acuática es reemplazada por la típica de los suelos, como ya os expliqué. Empero cada año, en función de la sequía/humedad el paisaje vegetal y la fauna del suelo que, bordea el curso varían. Hablamos de lechos convertidos en genuinos suelos emergidos, aunque se inunden “de vez en cuando”.

Posts previos relacionados con el tema.

Los Suelos de los Lechos Fluviales: Las Ramblas y los Uadi y su Biodiversidad de Plantas Vasculares

Emisiones de CO2 de los lechos pedregosos de los Ouadi y Ramblas y cauces efímeros en los ambientes desérticos, Áridos y Semiáridos.

Adiós Humedales Adiós (… y suelos hídricos)

Calentamiento climático: ¿más agua en los desiertos?

Paisajes Desérticos, Áridos y Semiáridos (Fisiografía y Suelos)

Usos del Suelo, Cambio Climático y el Caudal de los Ríos

Las plantas también absorben agua debajo del suelo, si la necesitan (resistencia a los periodos de sequía)

Erosión Fluvial de los Suelos. Cuantificación a Escalas de Paisaje

Juan José Ibáñez

Continúa…………

Big lessons about biodiversity loss from a little French river

Grandes lecciones sobre la pérdida de biodiversidad de un pequeño río francés

por Sarah Wild, Horizon: The EU Research & Innovation Magazine

A pesar de que la sequía está llevando a muchos de los ríos de Europa a mínimos históricos y dañando la biodiversidad, la amenaza de inundaciones catastróficas después de un período seco acecha en el fondo.

Algunos de los ríos más famosos de Europa, como el Rin, el Danubio y el Po, han sido noticia gracias a las sequías de verano. Con los niveles de agua cayendo en picado a mínimos históricos y los ríos secándose, muchos tipos de actividades económicas, desde el transporte marítimo hasta la agricultura, se han visto interrumpidas.

Pero un pequeño río en Europa que ha evitado la atención de los medios de comunicación puede ofrecer valiosas lecciones sobre el empeoramiento de los efectos del calentamiento global. Se trata del Albarine, situado en el sureste de Francia y es el foco de un proyecto de investigación respaldado por la UE sobre los efectos de la sequía en los ecosistemas fluviales.

En todo el mundo, los ríos están bajo estrés por el cambio climático. La investigación ayudará a los conservacionistas a comprender las formas en que la sequía conduce a la pérdida de biodiversidad y responder adecuadamente.

Elevándose cerca de la tranquila ciudad francesa de Brénod, cerca de las montañas del Jura, el Albarine fluye casi 60 kilómetros antes de que sus aguas cristalinas se unan al río Ain al noreste de Lyon. Sin embargo, hay una serie de puntos durante su curso en los que el río Albarine corre seco. Esto es algo que probablemente le suceda a más vías fluviales a medida que se intensifique el calentamiento global.

Evento extremo

«El secado es un evento y la sequía es un evento extremo», dijo Romain Sarremejane, ecólogo de agua dulce e investigador postdoctoral Marie Skłodowska-Curie Actions (MSCA) en el Instituto Nacional francés de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (INRAE).

«Necesitas entender el secado para entender la sequía. El problema podría ser en el futuro que, si tienes grandes sequías, perderás todos los refugios donde las especies podrían sobrevivir durante un evento de secado«.

El sarremejano es parte del proyecto de investigación MetaDryNet, que está evaluando cómo el secado afecta a los organismos en el Albarine y su capacidad para consumir materia orgánica rica en carbono. En sus exuberantes cabeceras cerca de Brénod, muchas hojas caen en el Albarine, y esta hojarasca proporciona alimentos y nutrientes a lo largo de la longitud del río.

Secado en todas partes

Los insectos y otras criaturas los mordisquean, y «poco a poco se descomponen a medida que avanzas río abajo y luego son partículas muy pequeñas las que terminan en el mar», dijo Sarremejane. «Pero cuando hay secado en todas partes de la red, tienes estas hojas que se acumulan en el lecho seco del río y no se procesan».

Esta acumulación de hojas podría resultar en que las criaturas río abajo pasen hambre y el río procese menos carbono.

Sarremejane y sus colegas se propusieron investigar lo que sucede en los parches secos del Albarine. Tomaron muestras de 20 sitios, cada uno de unos 100 metros de largo, para ver cuánta materia orgánica pasó, qué tan rápido se descompuso, cuánto carbono y metano emitió cada sitio, y la diversidad de invertebrados, bacterias y hongos presentes.

La mitad de los sitios estaban en áreas donde el río a veces se seca y el resto estaban en lugares donde el río fluye durante todo el año.

A medida que más lugares están secos durante más tiempo, esto también podría comprometer la capacidad de las criaturas para moverse entre partes del río, lo que en última instancia podría conducir a una disminución de la biodiversidad, así como a la extinción.

Alrededor del 60% de los ríos en todo el mundo son intermitentes, lo que significa que están secos durante al menos un día al año, y esa proporción aumentará, según Sarremejane. Muchas de estas vías fluviales generalmente fluyen durante seis a ocho meses del año y luego se secan durante el verano.

El río Albarine en Saint-Rambert-en-Bugey, Francia. Crédito: © Chabe01, CC BY-SA 4.0, vía Wikimedia Commons

Intermitencia

«Esta intermitencia se está volviendo cada vez más común, y se extiende en el tiempo y el espacio«, dijo.

Si los parches secos de un río aumentan y se expanden durante períodos de tiempo más largos, estos oasis en el río donde la vida resiste el secado también pueden desaparecer. «Hay un gran punto de inflexión en el que podrías perder mucha diversidad», dijo.

Su investigación futura se centrará en cómo los fenómenos meteorológicos extremos afectan a las comunidades de criaturas y su diversidad en los ríos de Europa, y si es posible cuantificar estos puntos de inflexión.

Fuertes lluvias

A pesar de todas las dificultades provocadas por las sequías, la lluvia en sí misma plantea desafíos. Cuando las áreas afectadas por la sequía finalmente reciben lluvia, tiende a ser más pesada y más difícil de absorber, lo que lleva a inundaciones, que es uno de los efectos más catastróficos del cambio climático en las ciudades europeas.

Benjamin Renard, investigador principal del proyecto Hydrologic Extremes at the Global Scale (HEGS), está tratando de comprender qué significa más precipitación para los sistemas fluviales y si conduce a más inundaciones.

Las inundaciones fluviales se encuentran entre los eventos climáticos extremos más dañinos en Europasegún la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA). Si las emisiones de carbono continúan aumentando, el cambio climático podría triplicar los daños directos de las inundaciones fluviales.

En las ciudades, más lluvia provoca inundaciones en las calles, pero con los ríos no es tan simple.

«Tienes cuencas fluviales, que actúan como un filtro fuerte, por lo que podrían suceder muchas cosas», dijo Renard. «Las inundaciones no son una traducción directa de lo que está sucediendo en términos de precipitación«.

Él y sus colaboradores crearon un marco estadístico para evaluar la probabilidad de inundaciones en un área. Utilizando datos de unas 2 000 estaciones hidrométricas y de pluviómetros, que miden el caudal de los ríos, su marco puede determinar la probabilidad de una inundación en una región determinada. Los datos, tomados de estaciones de todo el mundo, abarcan los últimos cien años.

«Los conjuntos de datos que utilizamos tanto para la precipitación como para las inundaciones son de todos los continentes, excepto la Antártida», dijo.

El marco vincula las variables climáticas, como la temperatura, la presión atmosférica y la velocidad del viento, con la probabilidad de eventos climáticos extremos, incluidas las fuertes lluvias o las inundaciones.

Precipitaciones más intensas

«Confirmamos, de hecho, que las precipitaciones se estaban volviendo más fuertes en todo el mundo, pero para las inundaciones la señal es mucho más complicada», dijo Renard. «Tienes algunas áreas geográficas donde no ves muchos cambios, algunas áreas donde ves un aumento de las inundaciones y otras donde ves una disminución de las inundaciones».

Renard planea usar el marco para el pronóstico estacional o incluso para diferentes eventos climáticos extremos.

«No hay nada en el marco que sea específico de las inundaciones», dijo. Los investigadores podrían configurar el marco para otros eventos como olas de calor, sequías e incendios forestales.

En cualquier caso, su despliegue para la predicción estacional formaría parte de un útil sistema de alerta temprana. Esto permitiría a las personas prepararse, por ejemplo, para las inundaciones de los ríos cercanos y ayudaría a prevenir la pérdida de vidas y la destrucción de propiedades.

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El cambio climático está empeorando las inundaciones: 3 razones por las que el mundo está viendo más diluvios récord

Proporcionado por Horizon: The EU Research & Innovation Magazine 

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