Bosques-europeos-en-la-antiguedad

Fuente: Colaje imágenes Google

La noticia que os mostramos hoy, en diferentes versiones de las notas de prensa, se me antoja interesante, pero no por sus hallazgos, sino por ser otra muestra de la, a menudo, irracionalidad de la racionalidad científica.  Más concretamente uno de los títulos nos informa de este gran descubrimiento “Estudio revela que Europa no tenía densos bosques antes de la llegada de humanos modernos”. ¡aleluya!, ya era hora de que se reconociera lo que para mí,y seguramente otros muchos, era más que evidente con las pruebas que se tenían con anterioridad. Hace ya casi 20 años que ya dudábamos de las afirmaciones banales, leyendas y falsos tópicos impregnantes que se han incrustado en la literatura científica. Me refiero concretamente a este post de 2006: “Biodiversidad y Geodiversidad de los Paisajes Mediterráneos: Comentarios Generales (2006)

  “En repetidas ocasiones hemos insistido en la falta de credibilidad de los argumentos que esgrimían aquellos que afirmaban que antes de los humanos modernos el continente europeo se encontraba cubierto por una masa forestal casi continua por dos razones:  Se ha constatado en multitud de ocasiones que han existido muchas especies de mamíferos que viajan en grandes manadas en esta masa continental, en aquel periodo. Estos datos son incompatible con la presencia de paisajes de bosques densos. Necesitan espacios abiertos o de tipo sabanoide (dehesa, sbana) con abundante alimento herbáceo. Del mismo modo, las evidencias arqueológicas de los estudios de arqueobotánica, suelen coincidir en paisajes abiertos, ricos en gramíneas. Los datos no daban lugar pues a afirmación alguna en lo concerniente a la dominancia de bosques continuos, que era lo que realmente debía demostrarse. No olvidemos de paso que antes del Homo Sapiens, vivieron Neandertales, por ejemplo, que hacían uso del fuego e ingerían mucha carne (aunque menos de las que creía la ciencia hasta hace un par de años) y dominaban como utilizarlo, por lo que debían hacer uso de este con vistas a incrementar la carga ganadera “salvaje”.  

El increíble caso de la Península Ibérica

Se atribuye a Plinio o Estrabón la idea de que en Hispania una ardilla podía viajar desde las costas del sur a los Pirineos, de árbol en árbol, sin posar en el suelo. Empero al parecer, ninguno de los dos realizó comentario alguno. Fuera por error o no, un afamado divulgador y naturalista en este país, en alguno(s) de sus programas televisivos realizó tal afirmación, que quedó incrustada en la imaginería popular, nadie o casi nadie, debió verificar tal afirmación y finalmente muchos colegas la dieron por válida. Abajo os dejo enlaces para que verifiquéis lo hasta aquí dicho. Los autores del estudio que os presentamos hoy, finalmente, con pruebas en la mano, afirman el papel de los grandes mamíferos en la configuración del paisaje, más bien heterogéneo y con comunidades cuya composición en especies vegetales y fisonomía era muy variada, de muchos tipos. Es realmente serio que estos tópicos impregnantes que van contra la lógica, perduren en la bibliografía durante tantos decenios.

Para Finalizar tan solo comentar las enormes diferencias e las propiedades de los suelos en todos los sentidos, incluyendo su génesis y clasificación, gnerados para sostener pastizales y sabanas frente bosques densos primigenios. ¡mama mía!.

Juan José Ibáñez

Continúa…….

Un estudio revela que Europa no tenía densos bosques antes de la llegada de los humanos modernos

 

CIENCIA INVESTIGACIÓN

Zaragoza, 23 nov (EFE).- Un estudio internacional en el que participa el Instituto Pirenaico de Ecología (IPE) desmiente la teoría de que el continente europeo estaba cubierto de densos bosques antes de la llegada y asentamiento de los primeros seres humanos modernos (homo sapiens).

AGENCIAS; 23/11/2023 15:55

Zaragoza, 23 nov (EFE).- Un estudio internacional en el que participa el Instituto Pirenaico de Ecología (IPE) desmiente la teoría de que el continente europeo estaba cubierto de densos bosques antes de la llegada y asentamiento de los primeros seres humanos modernos (homo sapiens).

Según informa este organismo científico de investigación, los libros tradicionales sobre biología y silvicultura explicaban que los primeros pobladores del continente talaron los bosques, drenaron los humedales y cultivaron paisajes abiertos artificialmente, creando las praderas, matorrales y pastos característicos del paisaje antes del advenimiento de la agricultura moderna.

Sin embargo, una investigación liderada por la Universidad de Aarhus de Dinamarca en la que colabora el IPE, centro perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Aragón, y que ha contado con un total de 37 investigadores de catorce países ha llegado a una conclusión distinta, que se ha publicado en la revista Science Advances.

Penélope González-Sampériz, investigadora científica del IPE en Zaragoza y única española participante en el estudio, ha explicado que el mismo plantea a escala europea una dinámica evolutiva del paisaje vegetal que ya se había demostrado en la península ibérica desde hace varios años.

Según ha explicado, “parecía que la Iberia continental iba a contracorriente del resto de Europa, registrando siempre mosaicos de vegetación y paisajes parcheados incluso en los interglaciales –periodo de temperaturas más cálidas entre glaciaciones-, y no densos bosques por doquier, pero finalmente resulta que no éramos la excepción, sino el reflejo de una realidad compleja y diversa”.

Las muestras de polen fósil analizadas en numerosos registros por toda Europa son las que han permitido al equipo de investigación identificar qué plantas crecieron hace más de 100.000 años en el último período interglacial.

La aportación española al estudio ha sido la de una secuencia muy particular localizada en el Cañizar de Villarquemado (Teruel) y que recoge los últimos 135.000 años de historia de la vegetación en la Cuenca del Jiloca.

“Nunca antes se había obtenido información de este periodo tan largo en una zona del interior continental de Iberia ni del interior continental del sur de Europa, por lo que su aportación ha sido muy relevante”, apunta González-Sampériz.

Según ha explicado, con este nuevo trabajo, en el que se aplican factores de corrección a los estudios existentes a escala europea, los datos aragoneses ya no resultan inverosímiles, sino en consonancia con una realidad compleja y un paisaje tipo mosaico extensible a buena parte del continente en el que las plantas que no prosperan en bosques densos.

Reevaluar la visión de la naturaleza europea

Por su parte, la bióloga de la Universidad de Aarhus y autora principal del estudio, Elena Pierce, asegura en la publicación que la idea de que el paisaje estaba cubierto por densos bosques en la mayor parte del continente definitivamente no es correcta.

“Nuestros resultados muestran que necesitamos reevaluar nuestra visión de lo que es la naturaleza europea», asegura en el escrito, mientras que su colega y coautor, el profesor Jens-Christian Svenning, defiende que la naturaleza durante el último periodo interglacial –un período con un clima templado similar al actual, pero antes de la llegada de los humanos modernos– “estaba llena de variaciones”.

“Es importante destacar que los paisajes albergaban grandes cantidades de vegetación abierta y semiabierta con arbustos, árboles y hierbas que demandaban luz junto con rodales de árboles de sombra de alto crecimiento”, añade este investigador.

Según este estudio, «no solo es necesario reescribir los libros de biología, sino que los nuevos hallazgos proporcionan nuevos datos que deben considerarse en planes de conservación, gestión y restauración de ecosistemas, resultados, además, que respaldan el hecho de que los animales tienen un papel esencial que desempeñar para mantener y fomentar la biodiversidad.

«Ahora sabemos que hubo una gran variación en el paisaje, y muchos indicios sugieren que esta variación, en buena medida, surgió debido a que los grandes mamíferos afectaron la estructura de la vegetación», asegura la investigadora líder del estudio, quien añade que a pesar de que muchos animales del periodo interglacial están extintos, «todavía tenemos bisontes, caballos y bueyes”. EFE

Europa no tenía densos bosques antes de la llegada de los humanos modernos

Un estudio internacional en el que participa el Instituto Pirenaico de Ecología (IPE) desmiente la teoría de que el continente europeo estaba cubierto de densos bosques antes de la llegada y asentamiento de los primeros seres humanos modernos (homo sapiens).

Según informa este organismo científico español de investigación, los libros tradicionales sobre biología y silvicultura explicaban que los primeros pobladores del continente talaron los bosques, drenaron los humedales y cultivaron paisajes abiertos artificialmente, creando las praderas, matorrales y pastos característicos del paisaje antes del advenimiento de la agricultura moderna.

Sin embargo, una investigación liderada por la Universidad de Aarhus de Dinamarca en la que colabora el IPE, centro perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Aragón (noreste de España), y que contó con un total de 37 investigadores de catorce países llegó a una conclusión distinta, que se publica en la revista Science Advances.

La española Penélope González-Sampériz, investigadora científica del IPE en Zaragoza, explica que el estudio plantea a escala europea una dinámica evolutiva del paisaje vegetal que ya se había demostrado en la península ibérica desde hace varios años.

Según comenta, «parecía que la Iberia continental iba a contracorriente del resto de Europa, registrando siempre mosaicos de vegetación y paisajes parcheados incluso en los interglaciales –periodo de temperaturas más cálidas entre glaciaciones-, y no densos bosques por doquier, pero finalmente resulta que no éramos la excepción, sino el reflejo de una realidad compleja y diversa”.

Las muestras de polen fósil analizadas en numerosos registros por toda Europa son las que permitieron al equipo de investigación identificar qué plantas crecieron hace más de 100.000 años en el último período interglacial.

«Nunca antes se había obtenido información de este periodo tan largo en una zona del interior continental de Iberia ni del interior continental del sur de Europa, por lo que su aportación ha sido muy relevante”, apunta González-Sampériz.

Reevaluar la visión de la naturaleza europea

Por su parte, la bióloga de la Universidad de Aarhus y autora principal del estudio, Elena Pierce, asegura en la publicación que la idea de que el paisaje estaba cubierto por densos bosques en la mayor parte del continente definitivamente no es correcta.

«Nuestros resultados muestran que necesitamos reevaluar nuestra visión de lo que es la naturaleza europea», dice en el escrito, mientras que su colega y coautor, el profesor Jens-Christian Svenning, defiende que la naturaleza durante el último periodo interglacial –un período con un clima templado similar al actual, pero antes de la llegada de los humanos modernos– «estaba llena de variaciones”.

«Es importante destacar que los paisajes albergaban grandes cantidades de vegetación abierta y semiabierta con arbustos, árboles y hierbas que demandaban luz junto con rodales de árboles de sombra de alto crecimiento”, añade este investigador.

Según este estudio, «no solo es necesario reescribir los libros de biología, sino que los nuevos hallazgos proporcionan nuevos datos que deben considerarse en planes de conservación, gestión y restauración de ecosistemas, resultados, además, que respaldan el hecho de que los animales tienen un papel esencial que desempeñar para mantener y fomentar la biodiversidad.

(efe, Science Advances)

El sombroso caso de la Península Ibérica y los comentarios falsamente atribuidos a Plinio y Estrabón.

Félix Rodríguez de la Fuente

LA ARDILLA DE LA HISPANIA SELVATICA, MASCOTA DE PLINIO O ESTRABÓN

Con el mayor de los respetos me atrevo a distraer vuestra reflexiva existencia espoleado por una interrogante a la que no accede mi raquitismo intelectual: La cita figurativa de la ardilla que podía cruzar Hispania arboreamente no la localizo en la Historia Natural de Plinio ni en la Geografia de Estrabón.

La ardilla que atravesó España sin pisar el suelo

Este tema es, en puridad, una leyenda apócrifa. En efecto, suele atribuirse el tema de la ardilla que podía atravesar la península ibérica desde Gibraltar al Pirineo sin necesidad de pisar el suelo a Estrabón (y en ocasiones también a Plinio); sin embargo, ni en la Geografía del primero, ni en la Historia natural del segundo se hace mención alguna a este tema (las fuentes clásicas discrepan incluso sobre la naturaleza eminentemente boscosa de nuestra península).

Según se desprende de la información recogida en http://www.celtiberia.net/es/conocimientos/?idp=4258 o http://www.cookingideas.es/derribando-mitos-10-esa-ardilla-que-recorria-espana-de-rama-en-rama-20100730.html

la «leyenda» fue popularizada por Félix Rodríguez de la Fuente, el cual, en los primeros minutos del primer capítulo de su memorable serie El hombre y la Tierra («Prisioneros del bosque»), decía:

En tiempos históricos España fue un paraíso forestal. Un águila imperial, la reina de las aves de nuestros bosques, hubiera podido sobrevolar la península ibérica sin dejar de sobrevolar un infinito manto verde. Hubiera viajado sobre pinares, sobre encinares, robledales, sobre bosques de coníferas, mediterráneos o caducifolios. Hoy, las últimas masas de nuestros bosques, en la cordillera pirenaica y cantábrica, permiten que las águilas puedan aún sobrevivir en un paisaje que debió constituir la generalidad de la Península Ibérica”.

Los montes en la Hispania del siglo I (a la luz de Plinio, Estrabón y Mela)

Félix Rodríguez de la Fuente

LA ARDILLA DE LA HISPANIA SELVATICA, MASCOTA DE PLINIO O ESTRABÓN

Con el mayor de los respetos me atrevo a distraer vuestra reflexiva existencia espoleado por una interrogante a la que no accede mi raquitismo intelectual: La cita figurativa de la ardilla que podía cruzar Hispania arboreamente no la localizo en la Historia Natural de Plinio ni en la Geografia de Estrabón.

La ardilla que atravesó España sin pisar el suelo

Este tema es, en puridad, una leyenda apócrifa. En efecto, suele atribuirse el tema de la ardilla que podía atravesar la península ibérica desde Gibraltar al Pirineo sin necesidad de pisar el suelo a Estrabón (y en ocasiones también a Plinio); sin embargo, ni en la Geografía del primero, ni en la Historia natural del segundo se hace mención alguna a este tema (las fuentes clásicas discrepan incluso sobre la naturaleza eminentemente boscosa de nuestra península).

Según se desprende de la información recogida en http://www.celtiberia.net/es/conocimientos/?idp=4258 o http://www.cookingideas.es/derribando-mitos-10-esa-ardilla-que-recorria-espana-de-rama-en-rama-20100730.html , la «leyenda» fue popularizada por Félix Rodríguez de la Fuente, el cual, en los primeros minutos del primer capítulo de su memorable serie El hombre y la Tierra («Prisioneros del bosque»), decía:

“En tiempos históricos España fue un paraíso forestal. Un águila imperial, la reina de las aves de nuestros bosques, hubiera podido sobrevolar la península ibérica sin dejar de sobrevolar un infinito manto verde. Hubiera viajado sobre pinares, sobre encinares, robledales, sobre bosques de coníferas, mediterráneos o caducifolios. Hoy, las últimas masas de nuestros bosques, en la cordillera pirenaica y cantábrica, permiten que las águilas puedan aún sobrevivir en un paisaje que debió constituir la generalidad de la Península Ibérica”.

Los montes en la Hispania del siglo I (a la luz de Plinio, Estrabón y Mela)

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