Micromecenazgo Científico (a la Latina)

Aunque este post se encuentra dedicado al drama que sufre la política científica española, merece la pena que se lea desde Latinoamérica, por cuanto en este asunto (entre otros muchos) padecemos del mismo cáncer: “una clase Política que no acaba de entender en que consiste el progreso del conocimiento”, si bien no para de hablar del mismo, al parecer, sin conocimiento de causa. La palabrería encubre una soberana ignorancia. Empero siempre incluyen tal materia en sus discursos (…..). Nos basaremos en una nota de prensa y en el post que editó Antonio Figueras, autor de la magnífica bitácora “Ciencia Marina y Otros Asuntos”. Antonio y yo, a pesar de pertenecer a la misma institución (CSIC), nos conocimos por asuntos relacionados con este sistema de blogs. Hace meses fue nombrado vicepresidente de la Institución. Lo que generalmente debería dar lugar a que le enviáramos todo tipo de felicitaciones y parabienes. Sin embargo en esta ocasión (….) uno no sabe si sería oportuno. Viví al lado de las autoridades del CSIC una experiencia similar en la década de los años noventa del siglo pasado, si bien no alcanzo tanto dramatismo como el actual: “las repercusiones de las crisis económicas sobre la financiación de la ciencia”, No obstante aquello fue un seísmo mediano comparado con las dimensiones del actual «cataclismo». Se el dolor que se sufre. En este sentido, entre los investigadores no suelen existir diferencias en función de su ideología. De hecho vi llorar de impotencia, en su despacho, a otro vicepresidente por la brutalidad de aquellos recortes.  La tragedia actual del CSIC está siendo simplemente descomunal. Y con vistas a “no meter la pata”, omitiré los detalles que me envían a diario amigos de la Institución Científica más importante del Estado Español.  Empero da igual. La cuestión estriba en una clase política que sigue sin entender que, en materia de ciencia, recortar “brutalmente” los gastos deviene en desmantelar un sistema de ciencia y tecnología o retrotráelo décadas atrás. Lo mismo podría decirse de otros sectores, pero nos centraremos en este tema en concreto.  La noticia de marras lleva por título “El 37% pc de los españoles donaría dinero de su bolsillo para programas científicos”. Y a partir de esta “buena nueva”, la autora, recogiendo palabras de otros, anima a impulsar tal tipo de Micromecenazgo. Con tal propósito se recogen las siguientes palabras de otra autoridad ministerial “Queremos que la gente se involucre y el micromecenazgo es una de las mejores vías», ha declarado describiendo ejemplos de países como Reino Unido y Estados Unidos, donde en años anteriores las carteras de presupuesto destinadas al sector sufrieron grandes recortes pero gracias a esta inversión ciudadana y privada los proyectos no decayeron”. Me parece una buena medida en el momento y lugar oportunos. Ahora bien, recordemos que en EE.UU. y los países mentados, el Macromecezango adquiere un papel capital en los sistemas de ciencia y tecnología, mientras que en “Latinolandiabrilla por su ausencia. Es decir, los multimillonarios Latinos prefieren gastárselo en obras de arte, o esconderlo en esos paraísos fiscales que debieran estar prohibidos por decreto “ley”, pese a quien pese. Por desgracia, el Caribe, tras varios siglos, sigue siendo un refugio de piratas de todo el mundo, esta vez de naturaleza “financiera”. Así se empobrecen los países. Reitero que lo “micro” podría colaborar con lo “macro”, pero jamás remplazarlo. Digamos de paso, que la caída en el nivel de ingresos de las familias suele ser tan brutal en tiempos de crisis, que demandar al ciudadano, que apenas llega a final de mes (para alimentarse y pagar su alojamiento), una inversión generosa de su «gran capital» en ciencia se me antoja una desiderata lamentablemente desafortunada. Si diéramos ejemplo, si acatáramos tales directrices, nuestros nobles actos devendrían en un “elogio a la tontuna”. Las razones son simples: (a) tras tener que aumentar los gastos de las familias para financiar parte de la sanidad y la educación (como muy bien saben los sufridos ciudadanos chilenos), cuando ya lo hacíamos con nuestros impuestos, nuestros gobernantes seguirían imponiéndonos otros tipos de dispendios a los cándidos e ingenuos defensores del micromezanazgo”, hasta que cayéramos en el canibalismo para que algunos pudieran sobrevivir acosta de engullirse a otros; (b) resulta inmoral que los que menos tienen sufraguen también la ciencia, mientras los adinerados se llevan, lo poco que aun quedaba en nuestros países (fuga de capitales = fraude fiscal), a otros lares, empobreciendo las arcas del Estado y como corolario poniendo aun más en riesgo el futuro de la sanidad, las pensiones de los jubilados y un largo etc. Empero el tema no queda aquí, ni mucho menos.

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La ciencia en Alejandría. Fuente:

http://www.dipity.com/elprofedeinfo/personal/

Cuando comenzó la crisis económica, la clase científica comenzó a ladrar desesperadamente que “la ciencia española no necesita tijeras”. Completamente de acuerdo. Sin embargo no paraba de sonreír socarronamente. ¿Se nos había olvidado a todos lo ocurrido durante las crisis anteriores, esas que no alcanzaron la magnitud de la presente?. Por otro lado, me resultaba cansino que lideraran esta carrera los de siempre, es decir la mayor parte de nuestros presuntos “sacerdotes de la ciencia” a los que no les interesa un bledo el sistema de I+D+i español, sino sus propios intereses personales o gremiales. Como personalmente investigo en un ámbito despreciado por estos prebostes, que a la postre forman parte de aquellos que dictan la política científica del país, “de algún modo”, no me pareció mal que bramaran un poco y entendieran lo que sufrimos otros desde hace décadas y a menudo por su causa (edafólogos, taxónomos, geomorfólogos, etc., etc.). Como presuponía, pronto terminaron sus lamentaciones, ya que en boca cerrada no entran moscas. Ya os narré que en España estos “personajes ¿ilustres? confunden mejorar un sistema de ciencia y tecnología con dotarlo de más y más dinero. Tal perspectiva, a demás de egoísta, ni que decir tiene que resulta ser torpe y ramplona. En cualquier caso, os dejo con algunos post (entre otros muchos) en los que denunciaba mi malestar por tanta hipocresía:

 La Investigación en España en Tiempos de Crisis: La Hora de la Verdad

Los Científicos Españoles ante los Recortes Presupuestarios de 2010: ¿Inocencia o Rabieta?

La Ciencia Española No Necesita Tijeras: pero sí Articulación y Coherencia: ¡Así No Salimos del Pozo!

Mecenazgo Científico a la Española

Sin embargo, tampoco me anime a ser de aquellos que, con toda su buena intención, reclamaron: “miles de personas piden al ministro de Hacienda que destine el 0,7% del IRPF a la ciencia”. ¿Razón? Tan solo veo reclamar que se resuelvan las injusticias, que sufre cada colectivo por sus propios afectados. ¿Y los que más sufren? Silencio (….): ni voz ni voto. Sin embargo, no puedo más que protestar por una desafortunada frase que muestro en la nota de prensa que proporciono abajo. Una alta autoridad del ministerio aduce que esta última iniciativa no fue contemplada debido a que no había razón para quitárselo a unos y dárselo a otros. Y ese no mentado capítulo no dejaba de ser otro que proporcionar parte de nuestros impuestos a la Iglesia católica. O personalmente ando muy perdido o “en teoría” vivimos en una estado democrático y a confesional. Es decir, el dinero de los contribuyentes no está parar para paliar las necesidades pecuniarias de una determinada. Aclaremos que, si bien en España, buena parte de sus ciudadanos son católicos “de nacimiento”, unos se declaran ateos, otros  agnósticos y otros profesantes de la citada religión. Ahora bien, dentro de estos últimos, una elevada proporción lo es de corazón, pero no sigue los dictados al dedillo que emanan de la jerarquía eclesiástica. En un Estado aconfesional, resulta lógico que los creyentes sufraguen los gastos de su fe, pero no los demás.

Entiendo que esta desiderata puede ser malinterpretada. Disto mucho de ser anticlerical. Sin embargo, os recuerdo que, cuando parte de la comunidad científica alegaba que un buen investigador debe ser necesariamente ateo, salí en defensa  de mis colegas “creyentes”. Entiendo que no se pueden mezclar churras con merinas o el agua con el aceite. Se trata de dos cuestiones completamente diferentes. Por lo tanto, cuando los políticos defienden que ciencia, tecnología e innovación, son las claves de nuestra prosperidad futura, las argumentaciones ofrecidas por la mentada autoridad ministerial se me antojan, una vez más, lamentablemente desafortunadas.  Se trata de ser coherentes tanto con el espíritu de la constitución que tanto defienden, como con sus propias palabras. Así es latinolandia, y si no que se lo pregunten a los chilenos, entre otros muchos.

 ¿Micromecenazgo a la española?. Así, aquí y ahora: ¡no gracias!

Espero que no se malinterpreten mis palabras. Espero seguir viviendo en un Estado democrático. ¿O no?.

 sociedad-democratica-fuente-yes-we-post

Sociedad democrática Fuente Yes We Post

Juan José Ibáñez

¡Animo antonio!

 El 37% pc de los españoles donaría dinero de su bolsillo para programas científicos

El 36,7% de los españoles está dispuesto a donar dinero de su propio bolsillo de manera altruista a proyectos destinados a la ciencia. Esto se desprende de los datos obtenidos en la VI Encuesta de Percepción Social de la Ciencia y la Tecnología 2012.

FUENTE | ABC Periódico Electrónico S.A. 25/10/2012

Sin embargo, hay un exacto porcentaje de ciudadanos (36,7%) que no donaría dinero a la ciencia, y otro 20,4% que sí estaría dispuesto pero que no tiene posibilidades de materializar ese hecho. A pesar de que los españoles están dispuestos a ser altruistas con el sector científico, también consideran que el gobierno debe poner más por su parte y apoyar más la financiación. De hecho, un 82,8% considera que el Gobierno Central debe mantener o invertir más.

La secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación, Carmen Vela, ha señalado durante la presentación de este estudio que está de acuerdo con la opinión de los españoles. «Si hay alguien que quiere que aumenten los presupuestos está en esta sala (Ministerio), pero han sido muy rotundos con los presupuestos. Ya sabemos cómo está la situación económica, aunque puedo decir que este año la secretaría de I+D ha salido ‘bien parada’. Sin embargo, es muy importante que los ciudadanos reconozcan que se debe invertir en ciencia. Este año tenemos más presupuesto para la innovación empresarial», ha apuntado Vela.

Vela apuntó que no solamente el Estado tiene la responsabilidad de invertir en este sector sino que también lo deben hacer las empresas privadas, aunque reconoció que ante el panorama económico es consciente de que la misión es cuesta arriba.

MICROMECENAZGO

Ante la disposición de ese 37% de españoles de donar dinero a la ciencia, la secretaria de Investigación se muestra contenta y apunta que no ha planteado al ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, colocar una casilla en la declaración de la renta en el que el ciudadano puede destinar un porcentaje de sus impuestos al sector de la ciencia, como sí pasa con los fines sociales o la Iglesia.

«La casilla no la hemos propuesto porque no queremos retraer los fondos a otros. Queremos que la gente se involucre y el micromecenazgo es una de las mejores vías», ha declarado describiendo ejemplos de países como Reino Unido y Estados Unidos, donde en años anteriores las carteras de presupuesto destinadas al sector sufrieron grandes recortes pero gracias a esta inversión ciudadana y privada los proyectos no decayeron.

La encuesta también revela que un 88,6% de los ciudadanos de España considera el progreso en el campo de la ciencia y la tecnología aporta ventajas a «la calidad de vida en la sociedad» y otro 87,1% lo relaciona con el desarrollo económico.

POCO CONOCIMIENTO

Sin embargo, un 41,9% de la población reconoce que su nivel de educación científica es bajo o muy bajo, mientras que otro 25,9% está poco interesado en el sector ya que o no despierta su interés (29,7%) o no lo entiende (24,9%).

Para la secretaria Vela esto es un problema que arrastra España desde hace años ya que no se le ha dado importancia al sector a nivel educativo si se compara con otras áreas del conocimiento. «Las personas, por ejemplo quieren conocer aunque sea un poco de cultura literaria, pero hay mucha gente que no se plantea aprender nada de la cultura científica, como física. No es una tarea fácil pero tampoco la vamos a abandonar», relató Vela.

Esto se relaciona con los datos de un estudio publicado por Fundación BBVA en el que la mitad de los españoles no podía recordar el nombre de un solo científico y ubicaba a los ciudadanos a la cola de Europa en conocimientos científicos.

La encuesta se realizó a través de entrevistas personales a 7.784 personas en todas las comunidades autónomas entre el 21 de febrero y el 18 de abril de 2012 y fue coordinada por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT).

Autor: A. Fernández S.

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 ADVERTENCIA DE SU PRESIDENTE A finales de 2012 el CSIC no podrá compensar el déficit con recursos propios

Publicado por Antonio Figueras el 25 octubre, 2012

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En mi opinión no se le ha prestado suficiente atención a esta noticia del 15 de octubre publicada a partir de una conferencia pronunciada por el Presidente del CSIC. Es necesario señalar que el CSIC es el mayor organismo de investigación en España, con 14.000 investigadores y 126 centros.

El presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Emilio Lora-Tamayo, ha advertido de que a finales de 2012 la bolsa de recursos propios que el organismo ha acumulado en los últimos años “no va a tener más capacidad y ya no se podrá compensar el déficit que desde 2008 presentan los presupuestos del CSIC”.

“Lora-Tamayo ha apuntado, durante un desayuno informativo de Foro España Innova, que la capacidad financiera del organismo es “muy delicada” para gastos de puro funcionamiento “porque los gastos vienen siendo superiores a las transferencias que se reciben anualmente”.

Así, ha recordado que para 2013 el CSIC tiene unos presupuestos inferiores en un 9,9 por ciento a los de 2012, teniendo en cuenta que el organismo “ya lleva 4 años haciendo sacrificios”, ha apuntado. Según Lora-Tamayo, son 500 millones de euros los que se han dejado de recibir desde 2008, una cifra que han compensado “con recursos propios y la bolsa acumulada durante muchos años” y que, a partir de este año, “no va a tener más capacidad”.

Del mismo modo, ha aclarado que los rumores de falta de liquidez para pagar las nóminas del organismo, que saltó a los medios en julio de 2012, fue consecuencia de un “hecho puntual” derivado de la baja continua de los presupuestos que provocó que la institución tuviera que echar mano de sus fondos permanentes que tiene. “Esta situación se mantuvo cinco días, mientras no se produjeron las transferencias de los presupuestos, pero no duró más allá”, ha señalado, para añadir que “las nóminas de los trabajadores del CSIC están aseguradas”.

Durante su intervención, el presidente del CSIC ha apuntado que la Secretaría de Estado de I+D+i “conoce este problema y trabaja en las posibles soluciones” que, según ha apuntado, “todos esperan que se completen a finales de año”. En la misma línea ha señalado que desde su posición espera “que se pueda salvar la situación con la ayuda del Ministerio“, con el fin de “garantizar el soporte necesario para la investigación, de manera que se pueda apoyar el cambio de modelo productivo que necesita el país”.

“Si queremos cambiar el modelo productivo el secreto está en la innovación y en la competitividad, y la ciencia, en todas sus dimensiones, es el punto de apoyo que necesitamos y que España estaba empezando a potenciar”, ha declarado Lora-Tamayo, que ha añadido que “ahora no se puede renunciar a este futuro”.

FALTA DE FLEXIBILIDAD EN LA GESTIÓN

Por otra parte, el presidente del CSIC ha denunciado la falta de flexibilidad en la gestión del organismo. A su juicio, “los actuales mecanismos son obsoletos y constituyen rémoras asfixiantes que impiden aprovechar la inversión” que necesita el CSIC.

Según ha apuntado, el organismo lleva 15 años alertando sobre este problema pero, aunque en 2004 se inició un borrador de anteproyecto de ley de creación de la entidad de derecho público CSIC, al final “no tuvo continuidad”.

En este sentido, ha apuntado que “llama la atención que instancias que promueven la incorporación de investigadores al sistema de I+D, financiadas desde los presupuestos públicos, puedan disponer instrumentos de gestión flexible y no lo pueda hacer el mayor organismos público de investigación de España”.

“Reclamo el derecho del CSIC para poder incorporar a investigadores por la vía contractual a través del modelo ‘tenure-track”, ha apuntado Lora-Tamayo, quien también ha defendido “la figura del funcionario del CSIC que es atípico porque tiene que buscarse el dinero para trabajar”.

Según la Wikipedia: “La frase en inglés too big to fail (en castellano, “demasiado grande para caer”) es un concepto económico que describe la situación de un banco o de cualquier otra institución financiera cuya quiebra tendría consecuencias sistémicas desastrosas sobre la economía y que por consecuencia es necesario rescatar por los poderes públicos para evitar que ese riesgo de quiebra se realice.”

Sin embargo, es sabido que Lehman Brothers, que algunos opinan es la causa de la crisis financiera actual, era demasiado grande para caer y lo hizo.

En Abril del 2012, el Presidente del CSIC ya alertó de que, con las cuentas de este año sobre la mesa, al organismo le faltaban 173 millones de euros para cubrir sus gastos previstos.

En Julio del 2012 el CSIC envió un correo electrónico dirigido a todos sus centros en el que comunicaba la decisión de “paralizar, o al menos retrasar, los pagos” para hacer frente a la retribución “de las obligaciones ineludibles de esta agencia (nómina del personal, seguridad social, tributos, devoluciones a Tesoro e intereses de demora)”. Esta situación se solventó cinco días después pero la alarma sigue encendida.

Muchas Universidades se encuentran en la situación del CSIC. Sin ser exhaustivo podemos citar a la Universidad Complutense, las universidades catalanas, las andaluzas…

La respuesta deberíamos conocerla en pocos días o tal vez, por desgracia, esté en el viento.

Acabo de leer en esmateria.com que “La crisis económica y las dificultades para mantener la inversión pública en I+D han obligado al Gobierno a explorar nuevas vías para financiar la ciencia en España. Una de ellas es solicitar la colaboración económica directa de los ciudadanos a través del crowdfunding, una técnica que en español se traduce como micromecenazgo y que sustenta diversos proyectos con las contribuciones económicas de personas anónimas. Ante la tormenta de recortes que afronta el sistema científico español, el Ministerio de Economía ha encargado el estudio de nuevas vías de financiación para proyectos de I+D, incluidos proyectos de crowdfunding destinados a “amigos de la ciencia”.

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