Como ya hemos comentado en alguna ocasión, muchas noticias científicas atesoran información de suelos subliminalmente, pasando inadvertidas incluso a los propios edafólogos. Del mismo modo, se muestran megaproyectos, aparentemente inofensivos, cuyos impactos medioambientales pueden ser notables o dramáticos, incluso cuando se hace mención de tecnologías limpias y renovables. Este es el caso del gran sueño de desertec (entre los que se encuentra la empresa Española Abengoa) y la fundación que lleva tal nombre. Podéis encontrar información adicional en un capítulo de Wikipedia sobre desertec. Sin embargo, padecemos la falaz impresión de que los desiertos a penas atesoran valor ecológico e incluso estético. En consecuencia, ciudadanos y científicos no suelen soliviantarse ante noticias como la que hoy ofrecemos. En Europa se ha extendido el gran sueño colonialista de sembrar los paisajes áridos de África de paneles solares con vistas a obtener allí una energía que a la postre sería exportada al viejo continente, liberándose así (al menos parcialmente) de su dependencia petrolífera.  En post anteriores hemos explicado como el Continente Africano sufre la codicia del capitalismo de los modos más variopintos, piratas y dañinos que nos podamos imaginar. Explotamos sus valiosos recursos mineros mediante la intervención de multinacionales de la peor calaña, llevamos allí nuestras basuras tóxicas y electrónicas, compramos o arrendamos sus tierras por cuatro perras para  satisfacer nuestras demandas alimentarias. La farmaindustria ensaya allí sus productos en criaturas inocentes, etc., etc.  mientas bramamos en contra de la experimentación en primates.  Pues bien, este nuevo brote verde, de sembrar silíceo impactará sobre unos ecosistemas enormemente ricos en biodiversidad y los hermosos paisajes que los cobijan. Sin embargo, los ambientes áridos resultan ser más vulnerables o menos resilientes que los que se ubican en otras partes del mundo. Del mismo modo, sus suelos también atesoran unas características tan idiosincráticas como para que se segreguen del resto de la edafosfera planetaria, siendo muchos de ellos denominados Aridisoles, según la USDA Soil Taxonomy. De hecho, existen revistas especializadas en la investigación y gestión de los mismos, como, por ejemplo: “Arid Land Research and Management. Es razonable entender la búsqueda de nuevas fuentes energéticas, no lo dudo. Ahora bien, energías renovables y limpias no implican ausencia de impacto ambiental. Se trata de una enorme falacia que debemos denunciar. La instalación y funcionamiento de extensísimas granjas solares puede inducir una degradación ambiental enorme en ecosistemas y suelos tan singulares. Tan solo hace falta pensar, a demás de las infraestructuras necesarias para su creación, en las del transporte de la energía así obtenida en el medio ambiente, suelos y atmósfera (a pocos metros sobre tierra). Seguramente, nos percatemos de que a la larga la degradación de su biosfera y edafosfera pueda ser tan seria como la que generamos en los trópicos húmedos para otros fines (minería, extracciones petrolíferas, etc.,).

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Desierto de Namibia Fuente: Travel News Nanibia

Pues bien, de llevarse a cabo megaproyectos como el que hoy se encuentra frenado, demandaría estudios serios de impacto ambiental en las zonas afectadas. Ni todos los ecosistemas desérticos son iguales, ni tan poco sus suelos. Las costras biológicas en ellos son esenciales para su estructura y dinámica. Pisar estas estructuras, suplemente con nuestros pies, ya genera daños que tardan años en recuperarse. La aparentemente piadosa Europa debería tener en cuenta todo ello antes de comenzar iniciativas que no descarto, empero que deben ser valoradas con sumo cuidado. Queda finalmente el beneficio que deberían obtener sus legítimos propietarios. En este sentido, los gobiernos corruptos y a menudo criminales que mantienen de diversos modos los países ricos en este continente olvidado de la mano de Dios, no serían los legítimos interlocutores. Como en casos que afectan a otros ambientes y continentes, son los pueblos indígenas que allí moran, generalmente trashumando con sus ganados los que debieran ser consultados y beneficiados. Acabemos ya con la idea falaz que lo verde es más interesantemente biodiverso que lo árido. Por ejemplo, las selvas ecuatoriales resultan ser  enormemente ricas en especies de plantas vasculares y otros taxa. Sin embargo, si hablamos de mamíferos, por poner un caso, la cosa cambia. Para que abunden especies de estos últimos, se requieren ambientes algo más áridos (subtrópicos sabanoides, etc.). Todos los biomas y ecosistemas atesoran una vital importancia en la biosfera. El ciudadano debe ser consciente de ello, con vistas a entender las iniciativas que sus países llevan a cabo a costa de los pueblos más desheredados. Por tanto insistimos una vez más: los ecosistemas desérticos atesoran una valiosa biodiversidad como a continuación puede constatarse.

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Degradando los Ecosistemas desérticos: Desertec Fuente Spiegel Online International

 Juan José Ibáñez

 Por ejemplo según Nature Conservancy: Los desiertos y las zonas áridas cubren más del 30% de la superficie de la Tierra y albergan más de mil millones de personas. Sólo los bosques tropicales, cobijan una mayor variedad de plantas y animales. Los desiertos se encuentran entre los paisajes más frágiles de la Tierra. La vegetación crece lentamente aquí y algunas amenazas tales como el cambio climático, el desarrollo urbano y la agricultura están avanzando sobre la frontera del desierto. Con el apoyo de una gran red de colaboradores y aliados, TNC está trabajando para conservar los desiertos y las tierras áridas alrededor del planeta.

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Suelo desértico con pavimento pedregoso Fuente: Desert Research Institute

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El sueño de los ricos sobre obtener energías limpias en otros países. Fuente: El Economista

 Nubes sobre el gran plan solar

La decisión de Siemens de dejar el negocio termosolar arroja dudas sobre el gran proyecto impulsado desde Alemania: sembrar el desierto con centrales solares para abastecer Europa

Rafael Méndez Madrid 1 NOV 2012 – 00:00 CET57

Desertec, el gran plan para abastecer Europa con centrales solares instaladas en el Sáhara, brilla cada vez menos. La decisión de Siemens, uno de las empresas implicadas, de vender su negocio termosolar y fotovoltaico, arroja dudas sobre una idea brillante sobre el papel pero llena de inconvenientes prácticos y económicos.

El plan Desertec es tan sugerente en lo general como complicado en los detalles. Consiste en instalar enormes centrales termosolares —que concentran mediante espejos la luz del sol y así calientan un aceite, que a su vez calienta el agua y cuyo vapor mueve una turbina— desde arabia a Marruecos. Allí, como la radiación solar es mucho mayor, el coste por kilowatiohora producido es mucho menor que en Europa. Mediante un sistema de líneas eléctricas de alta tensión la electricidad iría hacia Europa, que podría así cumplir sus objetivos de renovables y complementar la variable electricidad eólica del Mar del Norte.

El problema surge al bajar al terreno. Basta con ver lo que ocurre bajo el Estrecho de Gibraltar, en los dos cables eléctricos que unen la Península y Marruecos, para ver que algo chirría. En 2011, España exportó electricidad a Marruecos 4.500 gigavatioshora, un 15,1 % más que el año anterior, según la memoria de Red Eléctrica de España (REE). El aumento respecto a 2010 es del 60%.

Es Marruecos quien necesita electricidad para cubrir su creciente demanda, mientras que en España están paradas las centrales de gas y sobra potencia instalada debido al hundimiento de la demanda por la crisis. Desde Tarifa se ven las luces del nuevo puerto de Tánger-Med y es fácil imaginar la necesidad de potencia firme y de constante que necesita Marruecos (que estaría deseando tener un tercer cable, según fuentes del sector).

Además hay otra pega: las líneas eléctricas. Aunque los cables submarinos suscitan menos rechazo social que los tendidos aéreos, la experiencia demuestra que las grandes conexiones internacionales no son sencillas. España y Francia, dos países amigos, construyen ahora la primera línea de alta tensión desde 1982 por el corredor Mediterráneo. Ha generado tanto rechazo en la zona que el coste de la obra ha pasado de 80 millones a 700 (el sobrecoste de soterrarla durante ocho kilómetros). Valeriano Ruiz, catedrático de Termodinámica de la Universidad de Sevilla y ex presidente de la patronal Protermosolar, explicó que “el principal hándicap son las líneas eléctricas”.

“Siemens continúa viendo Desertec como un plan visionario, muy flexible y técnicamente posible. Podemos seguir como socio tecnológico incluso sin la parte solar, ya que tenemos tecnología, por ejemplo, para reducir pérdidas en el transporte”, señaló un portavoz de Siemens.

Paul van Son, responsable del consorcio que promueve Desertec, ha declarado a la sección de noticias de Nature que no es grave: “No nos afectará demasiado”, ya que hay decenas de socios.

Sin embargo, si Desertec no arranca eso no implica que la energía solar no tenga un brillante futuro en el norte de África. En septiembre, la Autoridad Marroquí para la Energía Solar (MASEN) comunicó que un consorcio liderado por la compañía de origen saudí Acwa Power —y en el que participaban las españolas Acciona, Sener, TSK y Aries— construiría una planta de 160 megavatios en Ouarzazate (al sur del país). El proyecto cuenta con financiación del Banco Mundial y el Banco de DEsarrollo Africano.

El coste del kilovatiohora producido allí es muy bajo por varios motivos: la radiación es mayor, la planta triplica el tamaño máximo autorizado en España, el avance de la tecnología y un concurso ajustado en el que la empresa saudí bajó los precios por intereses geopolíticos, según fuentes del sector, y probablemente primas demasiado elevadas en España. Pero esa es otra historia.

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2 comentarios

  1. El problema fundamental sigue siendo la imposibilidad de crecer de forma infinita en un planeta finito. Nuestro modelo económico necesita de un consumo CRECIENTE de energía, las energías renovables solo pueden darnos energía de forma estacionaria. Es por eso que el pico del petróleo determina el principio del fin de nuestro modelo. Es uno de los factores limitantes del crecimiento económico.
    Pero supongo que optaremos por el colapso antes que por una transición sensata. ¡Antes muertos que sencillos!

  2. muy interesantes las cuestiones señaladas en el post. solemos pensar en los desiertos como zonas muertas pero no es asi

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