Suelos, Incendios Forestales y Cambio Climático (¿reforestación o pastizales?)
En los ambientes mediterráneos muchas especies de coníferas son extremadamente pirofíticas o pirófilas (amantes del fuego). Obsérvese una plantación de algarrobos intacta entre una masa arbolada de pinos quemada a su alrededor. Incendio forestal (Comarca de los Serranos, Valencia, España) Foto: Juan José Ibáñez
Todos los veranos, en los biomas y ambientes cuya estación seca coincide con el verano, los incendios forestales son comunes. Hablamos pues de paisajes mediterráneos y semiáridos, en general. En los últimos años este fenómeno parece recrudecerse, al aumentar las temperaturas, posiblemente como resultado del calentamiento climático. Es usual que la prensa alarme al público sobre “fuegos que se avecinan, con más virulencia y frecuencia”. Con toda sinceridad, yo no tengo tan claro que el cambio climático sea el principal responsable de lo que “actualmente” sucede, ya que ha sido demostrado hasta la saciedad que el viento por un lado, la matorralizaciíon de cultivos abandonados, la pauperrima gestión por parte de las administraciones, así como la mala planificación urbanística deben ineludiblemente incluirse en la ecuación. Tampoco olvidemos los incendios accidentales e intencionales , ya sean debidos a especulaciones urbanísticas o a insensatos pirómanos. La falta de limpieza del monte que tradicionalmente era llevada a cabo por los campesinos, ahora depende en muchos casos de los gobiernos, cuya dejadez en tiempos de crisis es palmaria, como se ha demostrado en el sur de Europa, pero también en los países nórdicos (incendios veraniegos de 2018). ¡Más madera a la hoguera! Tampoco se trata de mezclar ese calorcito adicional generado por la alteración del clima, con un fenómeno recurrente en la historia de la Tierra desde que el hombre descubrió el fuego. Pero hay más. Las especies de crecimiento rápido, como las coníferas y eucaliptus, junto a matorrales pirofíticos (amantes del fuego) son fácilmente presa de las llamas, al contrario que los bosques de angiospermas. En 2018, los expertos sospechan que gran parte de los incendios en Europa fueron debidos a la falta de planificación territorial, y/o a las “manazas” del hombre y/o a la dejadez de los gestores político-ambientales. Seguimos sin diseñar una silvicultura adaptada a este tipo de ambientes.
Sin embargo, existe otro aspecto que suele pasarse por alto. Las reforestaciones con fines madereros deben considerarse monocultivos para el aprovechamiento humano. Desde este punto de vista, resulta materia de reflexión el incluir parte de lo que denominamos selvicultura en una genuina agricultura para la obtención de madera o materiales lignocelulósicos. No es lo mismo aprovechar el monte natural que plantar árboles para el consumo humano. A veces las especies replantadas se naturalizan generando una desorganización de los ecosistemas y agrosistemas colindantes quede, este modo, a menudo, son más inflamables y aptos para la propagación del fuego.
Con demasiada frecuencia, la reforestación obedece más a la necesidad de madera y celulosa que a la restauración del medio natural, ya que de otro modo, se plantarían especies de crecimiento lento más resistentes al fuego, que las plantas que medran con tal fenómeno natural. Pero la sociedad necesita madera y más madera. Otra cuestión es que, a la postre nuestras autoridades escondan/omitan este pequeño detalle, cuando son principalmente las áreas cubiertas por especies pirofíticas (o pirófilas) las que terminan siendo pasto de las llamas. De aquí que los resultados del estudio que os presentamos hoy deban entenderse con cautela.
Ya sabéis que en durante los últimos años los incendios forestales se encuentran causando estragos en California, que disfruta de clima mediterráneo. Y así, ha llegado a mis manos este estudio, cuyos resultados no dejan de ser triviales o, como mínimo, esperables: las áreas cubiertas por pastos pierden menos carbono que las forestales. La razón es obvia. Gran parte de la biomasa y necromasa de los pastizales se encuentran bajo el suelo, y este las protege, en gran medida, de su combustión. No se debe confundir al ciudadano entre lo natural y lo artificial.
En consecuencia los autores de este estudio sopesan la posibilidad de implantar pastos en lugar de reforestar, como medida para evitar las emisiones y fomentar las reservas de carbono en el suelo. No es mala cosa que lo recordemos o aprendamos. Sin embargo, mutar de hermosas áreas arboladas en yermos pastizales estivales no creo que sea del agrado de casi nadie, tanto más cuando existen otras soluciones que ya han sido esbozadas en este blog, quizás algo más costosas que mantener un bosque (perdón masa arbolada) tal como lo hacen hoy en día nuestras autoridades, pero enormemente económicas si se tienen en cuenta los efectos sobre las mentadas emisiones, procesos erosivos, económicos y humanos de los incendios forestales: paisajes mosaicistas, repoblar con especies apropiadas y limpiar los cortafuegos mediante la acción de la carga ganadera (ella trabaja por nosotros limpiando el monte, creando pastos, suministrando carne y leche y a veces productos para confeccionar tejidos), al estilo de las propuestas de mi entrañable amigo José Luis González Rebollar. Y como diría este investigador con “mayúsculas”: una cosa es crear o implantar un pasto y otra bien distinta mantenerlo, para lo cual suele ser necesaria la implantación de una carga ganadera adecuada, como también ocurre en la limpieza de los cortafuegos a los que obliga su metodología. Por lo tanto, transformar bosques o monocultivos en áreas arboladas y/o mantener cortafuegos acarrea mucho más que una mera siembra de especies herbáceas: escoger las especies pascícolas adecuadas, sembrar las plantas comestibles pertinentes y adaptadas al ambiente, escoger el ganado adecuado, incentivar la llegada de los pastores, etc., etc. De no hacerlo, los pastos darán lugar a matorrales y bosques, que serán inflamables o no, en función que de las especies que naturalmente los colonicen sean pirofíticas (amantes del fuego muy frecuentes, como mínimo, en los ambientes mediterráneos) o no. Como veis, la ingenua o ignorante perspectiva de la investigación llevada a cabo en USA adolece de una miopía aguda. Lo que realmente se necesita es una selvicultura preventiva en la que intervenga una ganadería extensiva sustentable.
Y podríamos seguir y seguir……. Es moneda de uso corriente en la ecología del cambio climático este tipo de estudios que, por su ramplonería, omotiré en abundar este texto con más “calificativos descalificativos”. Os dejo pues con la nota de prensa y el significado de pirofítico o pirófilo.
Juan José Ibáñez
Continua………
Sobre plantas pirófilas pinchar aquí en Wikipedia que ofrece una clara descripción del término y mucho más: https://es.wikipedia.org/wiki/Planta_pirófila
In wildfire prone areas, grasslands better than trees for carbon storage
by Brooks Hays
Washington (UPI) Jul 11, 2018
En áreas propensas a incendios forestales, los pastizales son mejores que los árboles para el almacenamiento de carbono
In places like California, increasingly prone to drought and wildfire, new research suggests grasslands –not trees — provide the most reliable carbon storage.
En lugares como California, cada vez más propensos a la sequía y los incendios forestales, una nueva investigación sugiere que los pastizales -no los árboles- proporcionan el almacenamiento de carbono más confiable.
The findings, published this week in the journal Environmental Research Letters, suggest grasslands and rangelands should be prioritized by conservation and cap-and-trade programs, especially in semi-arid regions.
Los hallazgos, publicados esta semana en la revista Environmental Research Letters, sugieren que los pastizales y pastizales deberían ser priorizados por los programas de conservación y tope y comercio, especialmente en las regiones semiáridas.
«Looking ahead, our model simulations show that grasslands store more carbon than forests because they are impacted less by droughts and wildfires,» Pawlok Dass, a postdoctoral scholar at the University of California, Davis, said in a news release. «This doesn’t even include the potential benefits of good land management to help boost soil health and increase carbon stocks in rangelands.»
«De cara al futuro, nuestras simulaciones modelo muestran que las praderas almacenan más carbono que los bosques porque se ven menos afectados por las sequías y los incendios forestales», dijo en un comunicado de prensa Pawlok Dass, un investigador postdoctoral de la Universidad de California, Davis. «Esto ni siquiera incluye los beneficios potenciales de un buen manejo de la tierra para ayudar a mejorar la salud del suelo y aumentar las reservas de carbono en los pastizales«.
Whereas trees store carbon in their trunk, branches and leaves, grassland plants store most of their carbon underground. When fire spreads across grasslands, most of the carbon remains in the ground.
Mientras que los árboles almacenan carbono en su tronco, ramas y hojas, las plantas de pastizales almacenan la mayor parte de su carbono bajo tierra. Cuando el fuego se propaga a través de las praderas, la mayor parte del carbono permanece en el suelo.
«In a stable climate, trees store more carbon than grasslands,» said Benjamin Houlton, director of the John Muir Institute of the Environment at UC Davis. «But in a vulnerable, warming, drought-likely future, we could lose some of the most productive carbon sinks on the planet.»
«En un clima estable, los árboles almacenan más carbono que las praderas«, dijo Benjamin Houlton, director del Instituto de Medio Ambiente John Muir en UC Davis. «Pero en un futuro vulnerable, cálido y propenso a la sequía, podríamos perder algunos de los sumideros de carbono más productivos del planeta».
Researchers simulated carbon storage systems under a variety of climate scenarios. In the first scenario, carbon emissions were stopped and warming was limited to 3 degrees Fahrenheit by 2100. In another, business-as-usual emissions pushed temperatures significantly higher. The third scenario featured periodic drought intervals, while a fourth hosted a megadrought lasting at least several decades.
Los investigadores simularon sistemas de almacenamiento de carbono en una variedad de escenarios climáticos. En el primer escenario, las emisiones de carbono se detuvieron y el calentamiento se limitó a 3 grados Fahrenheit para el año 2100. En otro, las emisiones sin cambios empujaron las temperaturas significativamente más. El tercer escenario presentaba intervalos periódicos de sequía, mientras que el cuarto presentaba una mega-sequía que duraba al menos varias décadas.
Grasslands provided superior carbon storage in all scenarios but the first, a scenario that would require even more aggressive emissions reductions than targeted by the Paris Agreement to become a reality.
Las Praderas y tierras de pasto proporcionaron un almacenamiento de carbono superior en todos los escenarios, pero el primero, un escenario que requeriría reducciones de emisiones aún más agresivas que las previstas por el Acuerdo de París para convertirse en una realidad.
Researchers say their work is not intended to downplay the environmental and ecological important of forests and trees.
«Trees and forests in California are a national treasure and an ecological necessity,» Houlton said. «But when you put them in assuming they’re carbon sinks and trading them for pollution credits while they’re not behaving as carbon sinks, emissions may not decrease as much as we hope.»
Los investigadores dicen que su trabajo no tiene la intención de restar importancia a la importancia ambiental y ecológica de los bosques y los árboles.
«Los árboles y los bosques en California son un tesoro nacional y una necesidad ecológica«, dijo Houlton. «Pero cuando se reforestan asumiendo que son sumideros de carbono para cambiarlos por créditos de contaminación mientras no se comportan como sumideros de carbono, las emisiones pueden no disminuir tanto como esperamos».
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