La Agricultura tecnológica descubre la superioridad de la tradicional de tipo agroforestal

Fuente: Colaje imágenes Google

En los inicios de la década de los años 90 del Siglo XX, acompañaba a mi añorada Choni García, por los Picos de Europa, en el norte de España. Ella había hecho la Tesis Doctoral entre España e Inglaterra y era experta en prados de siega naturales. Yo simplemente la asesoraba ocasionalmente en materia de suelos. En una de aquellas ocasiones, la acompañaron expertos ingleses, enloquecidos de alegría por la flora que analizaban. Le preguntaban a Choni por aquellos guiris entusiasmados. Ella fue bastante escueta. Vienen aquí para ver lo que han perdido. En la revolución industrial de los años 60, los setos (hedgerows) fueron paulatinamente arrancados de los paisajes ingleses y me imagino también que los bosques parque o aclarados (tipo Sabana o dehesa) o “Forest park”. Las promesas de la ciencia y la tecnología juraban que incrementarían los rendimientos de los cultivos y pastos al eliminar los setos, sembrar plantas pratenses de alto rendimiento, aplicar fertilizantes y pesticidas, así como utilizar los grandes aperos de labranza de la agricultura industrial (léase aquí maquinaria pesada). ¿Resultado? Perdida brutal de la biodiversidad de plantas de los prados, contaminación, erosión eólica en muchos casos y deterioro de las propiedades del suelo. Y unos 25 años después deambulaban los británicos intentando vislumbrar/rememorar un paraíso convertido en un monótono paisaje, como todos los que iban implementándose en aquellas décadas. Ahora resulta que mis amigos/enemigos del Cranfield University, en la que estado dos veces, pero con los que terminé a bofetadas en materia de política científica (y que conste que gané yo) nos dicen ahora: “Un informe examina cómo la agrosilvicultura puede contribuir a la naturaleza y al clima”.

Los Sistemas agrosilvopastorales o pastoriles (agricultura, pascicultura y madera) han sido, muy abundantes, al igual que los agropastorales (sin ganado) alrededor de todo el mundo. De hecho, a pesar de la insidiosa agricultura industrial, las mayores extensiones de paisajes agrarios permanecen arbolados. También por la década de los años 60 y 70 del siglo XX, Pedro Montserrat Recoder y la escuela de Jaca intentaban en España» hacer escuela», defendiendo justamente los valores de la agrosilvopascicultura Ibéricos, ante la imparable tendencia a dejar lo suelos desnudos que exigían las ¿revolucionarias tendencias agrarias? Es decir, nos proponen retornar al pasado (el de sus padres) para rescatar el futuro. Las Dehesas Mediterráneas o los bocages franceses eran antaño los equivalentes a los hedgerows británicos. Sin embargo, reitero que este tipo de gestión agraria, pascícola y forestal ha sido y aun es la dominante, a pesar de haber sido reducida “a lo bestia”.

Todo lo que estos autores nos narran al final de esta entradilla, ha sido redactado y defendido en cientos de post que ubicamos en nuestra categoría de Etnoedafología y Conocimiento Campesino. No diremos más que han descubierto la dinamita, eso sí, con datos que avalan sus conclusiones. Si hoy nos encontramos al borde del colapso económico cabría recordar también que en parte es debido a la codicia que se vislumbraba en los albores de la tecnociencia. Sus conclusiones son bastante acertadas, empero la originalidad del estudio es nula y si oportunista (COP 27). Artos estamos ya de que nos vendan vinos viejos bien embotellado y con tapones de corcho (por favor pinchar en este último enlace), pero también en Tetra Brik, elaborados con materiales no reciclables. Os dejo al final de esta entradilla, varios de los numerosos posts que hemos dedicado al tema, sin ser, ni mucho menos, exhaustivos.

Como anécdota, unas de las lideresas de la Globalización Económica, es decir Margaret Thatcher, dejó muchos centros de investigación británicos sin dinero. Tampoco deseaba que sus científicos perdieran el tiempo en investigación básica. Un día pregunté en Cranfield a un edafólogo que allí trabajaban, experto en la dinámica del hierro en el suelo, en que investigaba en esos momentos. Tras blasfemar contra la Dama de Hierro (como lo hacían casi todos), espeto “por obligación a evaluar la tracción/agarre de los Land Rover”. Así se escribe la tecnociencia con mayúsculas.

Juan José Ibáñez

Continúa………

NOVIEMBRE 4, 2022

Un informe examina cómo la agrosilvicultura puede contribuir a la naturaleza y al clima

porla Universidad de Cranfield

En un gráfico del colaje: Metodologías para medir el beneficio de la expansión de la agrosilvicultura. Crédito: Agricultura para el futuro: cómo la agrosilvicultura puede ofrecer beneficios para la naturaleza y el clima (2022).

La agrosilvicultura, la agricultura con árboles, podría ser fundamental para ayudar al sector agrícola a alcanzar el cero neto para 2050, según una nueva investigación llevada a cabo por la Universidad de Cranfield, que respalda un informe de Woodland Trust.

La investigación de Cranfield explica que la agricultura es responsable del 10% de las emisiones territoriales de gases de efecto invernadero del Reino Unido con el efecto neto del «uso de la tierra, el cambio de uso de la tierra y la silvicultura» responsable de otro 1%.

Para cumplir con los objetivos de cero emisiones netas para 2050, el informe dice que es esencial que las empresas agrícolas implementen prácticas para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, que generalmente pueden ascender a alrededor de dos a cuatro toneladas de dióxido de carbono equivalente por hectárea por año en granjas cultivables y de pastizales, respectivamente. En comparación, la emisión per cápita promedio de un ciudadano del Reino Unido es de aproximadamente ocho toneladas de CO.₂equivalente por año.

Una forma de compensar las emisiones de gases de efecto invernadero es aumentar el área de cobertura arbórea en las granjas que utilizan agrosilvicultura. Usando modelos y resultados experimentales, la investigación muestra que cultivar árboles junto con cultivos (conocidos como agrosilvicultura silvoarable) podría encerrar ocho toneladas de CO.₂equivalente por hectárea y año durante 30 años. Se predijo que un sistema silvopastoril, donde se plantaron 400 árboles por hectárea en pastizales, encerraría 16 toneladas de CO₂equivalente por año sobre 40 años.

Suponiendo que no haya otra reducción en las emisiones agrícolas, el establecimiento de agrosilvicultura en el 20 por ciento de la tierra cultivable y el 30 por ciento de los pastizales podría permitir que las emisiones relacionadas con la agricultura del Reino Unido alcancen el cero neto para 2050, manteniendo al mismo tiempo altos niveles de producción de alimentos. La integración de los árboles en los sistemas agrícolas también puede proporcionar beneficios para la vida silvestre, mejorar la salud del suelo y moderar la escorrentía y los flujos de agua. También puede conducir a la mejora de otros servicios ecosistémicos, incluido el control de plagas en sistemas orgánicos y la polinización.

Paul Burgess, profesor de Agricultura Sostenible y Agrosilvicultura en la Universidad de Cranfield, quien realizó la investigación con el Dr. Anil Graves, profesor titular de Sistemas de Uso de la Tierra, dijo: «Los consumidores y minoristas quieren cada vez más que sus alimentos se deriven de granjas con cero o emisiones negativas de gases de efecto invernadero y una mayor plantación de árboles. (agrosilvicultura) es una de las pocas formas en que las empresas agrícolas pueden mantener la producción de alimentos mientras alcanzan los objetivos de cero emisiones netas en los próximos 30 años. Debido a que el secuestro de carbono de los árboles recién plantados es inicialmente lento, la plantación debe ocurrir ahora para alcanzar los objetivos para 2050«.

El informe es oportuno dado que se prevé que el Gobierno esboce sus planes para el futuro de la política agrícola y de gestión de la tierra a principios de noviembre.

Abi Bunker, Director de Conservación y Asuntos Externos de Woodland Trust, dijo: «Esta nueva investigación muestra cuánto bien podría aportar tener más árboles dentro de nuestros paisajes cultivados, no solo en términos de hacer una contribución importante para abordar el cambio climático y ayudar a revertir la disminución de la biodiversidad, sino también para apoyar a las empresas agrícolas para que se adapten al cambio climático y sean más resistentes a los tipos de finanzas. choques sociales y ambientales que probablemente formarán parte del futuro».

Más información: Informe: www.woodlandtrust.org.uk/publi … Ming-for-the-future/

Operado por Cranfield University

Explora más

Aprovechar el potencial de la agrosilvicultura