¿Por qué los inventarios de secuestro de carbono por los suelos subestiman enormemente sus contenidos?
Fuente Colaje imágenes Google
Personalmente no encuentro la razón. Los datos son pertinazmente contundentes. No podemos hablar pues de “falsos tópicos imprimantes” ya que las evidencias son abrumadoras. El problema reside en que solo se muestrean los cm superficiales del medio edáfico, que no el perfil del suelo hasta que alcanza los materiales parentales. Empero, aunque en la capa superficial, efectivamente acumula una gran parte del carbono en el suelo, si sumamos el que se deposita entre un metro y varios metros de profundidad, generan subestimas que descalifican las estrategias actuales de inventario y monitorización del secuestro de carbono. No se trata de un tema nuevo, ni mucho menos, y lo hemos criticado amargamente desde 2006 en esta bitácora, mostrando pruebas contundentes. El otro día, me llegó una alerta acerca de un estudio publicado en la revista Catena acerca de un “paper” en el que los chinos muestrearon hasta 5 metros de profundidad (ver tabla abajo). Tras leer este volví a buscar en Internet y encontré otros nuevos que lo confirman en diferentes lugares del Globo. Fijaros la estulticia de algunas denuncias, como la que en la revista Nature critica esta actitud hablando que se debe muestrear algo más de los 30 centímetros ¿¿??.
Somos edafólogos y, por tanto, enormemente conscientes de las dificultades que entraña muestrear hasta varios metros de profundidad en “algunas ocasiones”, así como el serio encarecimiento de los trabajos de campo. Sin embargo, cabe preguntarse ¿Son mejores los malos inventarios y monitoreos que no tener ninguno? Y la pregunta no resulta ser retórica. Padecer una enorme preocupación por al cambio climático, es natural y lógico. Obsesionarse por esa “ciencia de datos” que aglutina diversos protocolos y ninguno bueno, es reconocer que nos hemos vuelto paranoicos.
No estoy en contra de protocolos de muestreo que solo consideren los análisis del suelo hasta una profundidad dada. El problema estriba en que hay que reconocerlo y no elaborar generalizaciones a gran escala acerca de las fuerzas que favorecen, limitan o impidan el secuestro de carbono por la edafosfera. Las razones son muy simples, por un lado, son subestimaciones y por otro que, conforme profundizamos en el suelo los factores ambientales que condicionan los contenidos en materia orgánica cambian. Y así, mientras cerca de la superficie el clima, la vegetación y los usos del suelo tienden a ser de capital importancia, resulta que al profundizar, los agentes citados son reemplazados por las propiedades del suelo de cada horizonte edáfico. Por lo tanto, no debemos generalizar ni las causas, ni la gestión del suelo, so pena de que, como ya se apunta en algunas de las noticas que os reproduzco abajo, las conclusiones que se publican serán, en muchos casos erróneas, ganado lugar a propuestas de manejo de los suelos con vistas a alcanzar la sustentabilidad. Este tema también se lo he advertido a la UE, FAO y grupos de trabajo de los COP. Pero no hay más sordo que el que no quiere escuchar. ni más ciego que el que no quiere ver, ni más analfabeto que el que no desea leer. Un triunfo de la tecnociencia sobre la ciencia, para nuestra desgracia. Fíjense que el decrecimiento de materia orgánica, en la mayoría de los casos, se ajusta a una “Distribución de Colas Largas”, por lo que en principio sugiere un patrón de los denominados fractales blandos. Y si existiera realmente una ley estadística, hablaríamos ya de temas muy serios.
No puedo aceptar, porque sería falso, que mis colegas sean unos borricos, por lo que las causas deban buscarse en otros factores. “La política del publica o perece” y la necesidad continua de fondos económicos para mantener proyectos y becarios, puede inducir al “Toma el dinero y Corre”. Por otro lado, aquellos ambientalistas que desde diversas disciplinas que han ignorado cuando no denostado la edafología durante décadas, acudan a este tipo de convocatorias, sin tener la menor idea de lo que es realmente un suelo y como corolario “Toman el dinero y Corren”, porque si no publican: perecen.
Pero ya. el hecho de que nadie se ponga de acuerdo de a que profundades debe muestrearse, con independencia incluso de excluir “todo el solum” constata que así la ciencia del cambio climático despilfarra el dinero para obtener datos confusos y confundentes. Todo esto me recuerda a una hermosa canción llamada (“My way” o “A mi manera”). Si leen su letra se percatarán de que la pueden cantar juntos un fascista, un demócrata y un comunista, ya que realmente no dice nada, no le puedes extraer más sustancia que la emoción que genera escuchar tal vacuidad. Y mientras tanto los suelos nos imploran susurrando con otra nostálgica de una bella canción, como lo es “el día que me quieras”.
¿Ven ustedes racionalidad científica por algún lado?
Abajo os dejo tres o cuatro testimonios, así como una selección rápida de post entre los más de 80 que he escrito llamando la atención ante tanto dislate. Pero hay más ya que lo mismo acaece a la hora de inventariar y monitorizar la biodiversidad de los suelos.
Juan José Ibáñez
Continúa………
Regional spatial variability of soil organic carbon in 0–5 m depth and its dominant factors
Variabilidad espacial regional del carbono orgánico del suelo a una profundidad de 0 a 5 m y sus factores dominantes
Jingxiong Zhou, Yunqiang Wang, Yongping Tong, SolHui, Yali Zhao, Pingping Zhang
https://doi.org/10.1016/j.catena.2023.107326Obtener derechos y contenido
Se detectó una profundidad crítica (180 cm), por encima de la cual el SOC difería significativamente entre los usos del suelo.
El bajo contenido de SOC en el área central de la meseta de Loess del norte de China correspondió al área de arena eólica de Ordos.
Textura del suelo y temperatura controlada SOC a lo largo del perfil de suelo de 0 a 500 cm.
Las variaciones espaciales y los factores de forzamiento de SOC dependían de la profundidad.
Abstracto
El carbono orgánico del suelo (SOC) almacenado en suelos más profundos se está volviendo cada vez más importante en la gestión del carbono y el ciclo del carbono, especialmente frente a las alteraciones del clima y el uso de la tierra. Sin embargo, la variabilidad espacial del SOC profundo a escala regional y sus factores dominantes relacionados rara vez se investigan. Para determinar la distribución vertical y las variaciones espaciales regionales en el contenido de SOC del suelo profundo, se recolectaron 1648 muestras de suelo de 67 sitios en la meseta china de Loess (CLP) a una profundidad de 500 cm. Los resultados mostraron que el contenido medio de SOC de tres tipos de uso de la tierra se registró de la siguiente manera: tierras de cultivo (2,93 ± 0,29 g kg−1) > bosque (2,56 ± 0,24 g kg−1) > pastizales (2,39 ± 0,29 g kg−1), y la distribución vertical del perfil del suelo de 0 a 500 cm fue similar. Además, se observó una alteración significativa en el contenido de SOC en la capa de suelo de 0-180 cm entre los tres tipos de uso de la tierra (p < 0,05). Los mapas de distribución espacial del contenido de SOC indicaron que había una región central del CLP norte con bajo contenido de SOC, que corresponde al área de arena eólica en Ordos. Se encontró que tanto las variaciones espaciales como los factores influyentes del contenido de SOC dependían de la profundidad, pero la textura y la temperatura del suelo se identificaron como los factores dominantes que afectan el perfil de suelo de 0 a 500 cm del CLP. Aclarar esta información es útil para comprender el nivel de contenido y la variación del SOC profundo, que puede proporcionar una referencia para el secuestro de carbono en suelos profundos y desarrollar una gestión sostenible del SOC para el CLP y otras regiones ecológicas relacionadas.
Tabla. Características estadísticas de la composición de partículas del suelo, el contenido de agua del suelo (SWC) y el contenido de carbono orgánico del suelo (SOC) en la profundidad del suelo de 0-500 cm de la meseta china de Loess.Notas a la Tabla: DE: desviación estándar; CV: coeficiente de variación; SWC: contenido de agua del suelo. Distribución del contenido de SOC en el perfil de suelo de 0 a 500 cm.
Como tendencia general, el contenido medio de SOC disminuyó a medida que aumentaba la profundidad vertical del suelo. Como se muestra en la Figura, se encontró que el contenido medio de SOC era el mayor en la capa de suelo de 0-20 cm, luego experimentó una fuerte disminución en la capa de 20-40 cm y disminuyó significativamente de 4.08 g kg−1 hasta 2,58 g kg−1 en la capa de 40–200 cm. En la capa de suelo de 200-500 cm, el contenido de SOC cambió ligeramente, se mantuvo relativamente estable entre 2,21 y 2,33 g kg−1 . La variación del coeficiente (CV) del contenido medio de SOC en la profundidad del suelo de 0-500 cm fue del 48,7%. El mayor cambio ocurrió en la capa de suelo de 0-20 cm, seguido de una fuerte disminución en la capa de suelo de 20-40 cm y fluctuaciones irregulares en las capas de suelo de 250-350 cm. El CV global del contenido de SOC varió de 42,5% a 83,0%, lo que indica un nivel moderado de variación. Además, CV disminuyó con la profundidad, lo que significa que la variabilidad espacial del contenido SOC también disminuyó con la profundidad.
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Figura 3 (ver el colaje de entrada). Distribución vertical y coeficiente de la variación del contenido medio de carbono orgánico del suelo (SOC) en la profundidad del suelo de 0-500 cm de la meseta de Loess china (la línea horizontal es la desviación estándar).
Deep Soil Horizons: Contribution and Importance to Soil Carbon Pools and in Assessing Whole-Ecosystem Response to Management and
Robert B. Harrison, Paul W. Footen, and Brian D. Strahm
Resumen:
La mayor parte del C en los ecosistemas terrestres se encuentra en el suelo. Aunque los cálculos de C indican que los suelos son más importantes que las plantas como reservorios de C, el suelo rara vez recibe la atención que se le da a los componentes del ecosistema sobre el suelo cuando se calculan los balances de C. Cuando se cuantifican los depósitos de suelo, normalmente se toman muestras a profundidades relativamente poco profundas. El muestreo de suelos poco profundos en la investigación incluye estudios que estiman las reservas de C y nutrientes y estudios que evalúan la respuesta de los ecosistemas terrestres (es decir, bosques, pastizales y campos agrícolas) a los tratamientos de gestión. Aunque muchos suelos tienen una sola que es sustancialmente más profunda que 20 cm y el C se acumula muy por debajo de estas profundidades en muchos suelos, la mayoría de los estudios de muestras de C del suelo a profundidades de 20 cm o menos, generalmente debido a la dificultad y el costo de muestrear el suelo. perfil más profundo. El muestreo de suelo poco profundo a menudo se justifica asumiendo que los horizontes de suelo más profundos son estables y no cambiarán con el tiempo, aunque algunos estudios a mediano y largo plazo no respaldan esta suposición. El muestreo superficial del suelo puede resultar tanto en una subestimación importante del C del suelo presente en el perfil del suelo como en la incapacidad de medir adecuadamente los impactos de ambos tratamientos para objetivos específicos (es decir, labranza, fertilización y manejo de la vegetación) u otros cambios (es decir, cambios globales). cambios e insumos atmosféricos) a lo largo del tiempo en estudios de ecosistemas completos. Evaluamos el potencial de los suelos poco profundos muestreo para subestimar el C en el perfil del suelo, así como para cambiar las conclusiones de los estudios de tratamientos de manejo en el C del suelo. Los resultados mostraron que donde los suelos fueron muestreados a una profundidad de al menos 80 cm o más, se encontró 27–77% de C del suelo mineral 20 cm de profundidad. Además, el análisis de los resultados de 105 estudios diferentes de fertilización con N en bosques y fertilización con N o conversión a pasto varilla en estudios agrícolas muestra que un muestreo más profundo puede cambiar las conclusiones de los resultados de algunos estudios de investigación sobre la acumulación o pérdida neta de C. Los investigadores que deseen cuantificar las reservas de C del suelo o medir Se advierte que los cambios de C del suelo a lo largo del tiempo toman muestras de los perfiles del suelo lo más profundamente posible y no asumen que los horizontes del suelo más profundos no son una parte crítica del análisis adecuado del ecosistema. PARA. SCI. 57(1):67–76
José L. Rolando, José C. B. Dubeux, Toni C. de Souza, Cheryl Mackowiak, David Wright, Sheeja George, Tatiana Pires, Erick Santos; Primera publicación: 25 enero 2021; https://doi.org/10.1002/agg2.20135
Abstracto
Los suelos son la piscina C terrestre más grande de la Tierra. Sin embargo, la mayoría de los estudios solo investigaron el almacenamiento de carbono orgánico (SOC) en las capas superficiales del suelo. Esto ha resultado en una falta de conocimiento sobre la dinámica de SOC en capas profundas del suelo a pesar del hecho de que contienen una parte significativa del C orgánico almacenado. Este estudio evaluó cómo los usos contrastantes de la tierra y las prácticas agronómicas afectan las poblaciones de SOC hasta una profundidad de 5 metros, e investigó la concentración superficial de SOC y el fraccionamiento de partículas y densidad en un estudio de caso en las llanuras del sureste de los Estados Unidos. En promedio, el SOC profundo (90-500 cm) representó el 80% del C orgánico total en los sistemas de uso de la tierra investigados. Una estrecha relación entre la concentración de SOC y la concentración de Al y Fe extraíble de Mehlich-3 en muestras de suelo profundo sugirió que los metales no cristalinos desempeñan un papel clave en la estabilización del SOC profundo en este sistema. El uso de la tierra tuvo un efecto significativo solo en la concentración superficial de SOC y C orgánico ligero, pesado y mineral asociado dentro de micro y macroagregados. Los suelos de vegetación nativa y las parcelas de rotación basadas en césped no irrigadas mostraron mayores concentraciones de SOC en casi todas las fracciones de micro y macroagregados evaluadas, mientras que las de la rotación de cultivos convencionales y las parcelas de rotación basadas en césped irrigadas mostraron una menor concentración de SOC en todas las fracciones evaluadas.
El carbono orgánico del suelo (SOC) en el subsuelo por debajo de 0,3 m representa la mayor parte del SOC total y puede ser tan sensible al cambio climático como el SOC de la capa superficial del suelo. Aquí mapeamos los tiempos globales de rotación de SOC (τ) en la capa del subsuelo a una resolución de 1 km utilizando bases de datos observacionales. Se estima que τ media global es 1015141472910157291414 año (media con intervalo de confianza del 95%), y los desiertos y la tundra muestran los más cortos (146188114146114188 año) y más largo (385456222651385426515622 yr) τ respectivamente. En todo el mundo, la media τ oscila entre 9 (el cuantil del 5%) y 6332 años (el cuantil del 95%). La temperatura es el factor más importante que afecta negativamente a τ, pero el efecto general del clima (incluida la temperatura y la precipitación) es secundario en comparación con el efecto general de las propiedades del suelo evaluadas (por ejemplo, la textura del suelo y el pH). El mapeo de alta resolución de τ y la cuantificación de sus controles proporcionan un punto de referencia para diagnosticar la dinámica del SOC del subsuelo bajo el cambio climático.
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