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Madrid+Natural:  huertos urbanos y periurbanos

Como vimos en nuestros dos post anteriores, en la Ciudad de Madrid se ha propuesto un programa (Madrid+Natural), cuyo objetivo estriba en reverdecer la ciudad, con vistas a que esta sea más sostenible ambientalmente e ir adaptándola al futuro y “previsible” calentamiento climático que posiblemente nos espere. No obstante los contenidos de esta serie de post pretende ser igualmente útil para las grandes ciudades del mundo en general, teniendo presente que en muchos países en vías de desarrollo, hoy por hoy existen necesidades mucho más apremiantes para el bienestar de sus moradores. Ya hemos explicado en que consisten las fachadas ajardinadas, así como los problemas para su implementación práctica, en esta entrega, y hoy abordaremos el también espinoso tema de los huertos urbanos, que no periurbanos, a pesar de lo cual lo dicho aquí también les concierne, como podremos ver a continuación. Sin embargo, antes de comenzar y con vistas a que el lector entienda nuestras intenciones, reproducimos uno de los párrafos con el que comenzamos esta serie de post acerca de las ciudades verdes. Los que leyeron aquél post iniciático pueden omitir su lectura:

Manuela Carmena, la alcaldesa de la Ciudad de Madrid, junto a su equipo municipal ha presentado públicamente un ambicioso plan denominado Madrid+Natural, cuyo objetivo reside en que esta urbe llegue a convertirse, en la medida de lo posible, en una ciudad verde, proponiendo diversas iniciativas al respecto como lo pudieran ser las fachadas ajardinadascubiertas sostenibles, urbanismo resiliente,azoteas frescas, infraestructuras verdes, vegetación en las calles, restauración de riberas, superficies permeables, huertos urbanos, vegetación adaptada, revegetación de solares, bosques urbanos, sombreados estacionales, microclimas con agua, áreas inundables, drenaje sostenible. Los contenidos de cada una de estas iniciativas pueden descargarse ponchando en sus respectivos enlaces o conjuntamente. Incluso se ha colgado de la Web del ayuntamiento una versión en inglés.

Tal programa me parece “en teoría” magnífico y desearía que pudiera convertirse en realidad. Sin embargo como ya mostramos en el post sobre «Fachadas verdes y fachadas ajardinadas a gran escala Urbisuelos» en lo que respecta a las fachadas verdes, resulta imperativo reflexionar cerca de sus pros, contras y dificultades. Si bien varias de las tareas mentadas no ofrecen excesivos inconvenientes a la hora de llevarse a buen puerto, en otros casos debemos preguntarnos: ¿resultan viables?, e incluso en el algunas de las propuestas concretas, ¿Cabe la posibilidad de que para nuestra sorpresa sean contraproducentes?. Sobre este tema todavía tendremos que redactar algunos post más. A menudo lo que sobre el papel parece una maravilla, en la práctica no. Reiteramos que lo aquí expuesto debería ser también materia de reflexión para iniciativas similares en abundantes mega-urbes del globo. No obstante, por mucho que una persona pretenda ser objetiva, siempre surgen sesgos geográficos. Intentamos pues plantear algunos temas que, con toda seguridad, no han sido materia de reflexión por los diseñadores del programa. Del mismo modo, Intentamos hacer ver al lector que no es oro todo lo que reluce, o que incluso algunas propuestas terminen siendo una pesadilla de llevarse a caboNo hablamos ya de este programa denominado Madrid+Natural, sino de otras muchas iniciativas (algunas ya en curso) que proliferan en estos monstruos de asfalto y cemento que salpican el Planeta. Siempre se nos venden programas sugestivos, aunque en realidad quizás no lo sean. Recoger la antorcha para actuar como abogado del diablo no es de mi agrado, ya que a mí personalmente, como a la mayoría de vosotros, me encantaría hablar en una ciudad sustentable, sana y esplendorosamente verde. Con tal motivo haré uso del material colgado en los «palabros hipervinculados» previamente. No he encontrado una vía fácil  usando la página Web del Ayuntamiento de Madrid. ni la del Área de Gobierno de Medio Ambiente y Movilidad. Una buena síntesis de la idea original ha sido editada en un post del magnífico blog de Javier Dufour, denominado Energía y Sostenibilidad, si bien en este caso concreto fue redactado por Raquel Portela. Excelente narrativa, por cierto.

 Pero vallamos ya al caso de los denominados huertos o agricultura urbana y periurbana. Debe quedar bien claro que en ciudades pequeñas y poco contaminadas, tanto los huertos urbanos como periurbanos (también es aplicable a la ganadería) en una iniciativa recomendable y aconsejada por la FAO para países en vías de desarrolloEl problema más preocupante en estos últimos, cuando se ubican en Estados en vías de desarrollo, estriba en que se fertilicen con aguas residuales no depuradas, lo cual ocurre y acarrea graves problemas de salud, ya se trate de ciudades grandes o pequeñas. Empero por su carga en sustancias tóxicas y contaminantes (químicos y biológicos) las urbes de gran tamaño suelen sufrir con mucha mayor gravedad el problema mentado. Tampoco resulta recomendable que tales huertos se encuentren cerca de redes viarias de tráfico intenso, e industrias contaminantes, ya que las emisiones de los vehículos y fábricas (en estas últimas también deben tenerse en cuenta los  efluentes líquidos) contaminan los suelos y, como corolario, lo que sobre ellos crece y toda la cadena trófica. Este problema es igual de serio en los Estados ricos y pobres.

 En lo que respecta a los huertos urbanos, la iniciativa Madrid+Natural comenta:

 Huertos urbanos

En respuesta a la preocupación por problemas globales como el agotamiento de los recursos naturales, el comercio mundial de alimentos, la escasez de espacio en las ciudades, y el cambio climático, los sistemas de producción de alimentos podrían incrementar su capacidad de producción transformándose en elementos integrados en el entorno urbano. La agricultura urbana puede aplicarse prácticamente en cualquier lugar, desde los espacios entre los edificios hasta en los tejados, optimizando así el uso de espacios públicos y edificios. Ésta práctica puede ayudar a crear un sentido de comunidad y pertenencia, e incentiva el consumo de alimentos locales. Adicionalmente, su inclusión en las escuelas locales y residencias de mayores podría usarse con fines educativos y terapéuticos.

 Seguidamente muestra los dos siguientes ejemplos de naturaleza muy dispar: 

 Urb.ag Urban Farming Assistance App: Con la agricultura urbana volviéndose cada vez más popular, las ciudades están desarrollando nuevos marcos normativos para la supervisión de estas prácticas. El cúmulo de requisitos legales puede ser desalentador para los ciudadanos, por lo que hay municipios que están desarrollando iniciativas para simplificar el proceso burocrático para instalar un huerto urbano. En esta línea, el municipio de Boston (USA) lanzó en 2014 la versión inicial de una aplicación que proporciona asistencia a las personas interesadas en desarrollar huertos urbanos, conectando a los usuarios a una dirección en la que pueden explorar qué tipo de agricultura está permitida en esa ubicación. La aplicación describe la normativa vigente, permisos necesarios y la legislación que aplicaría al proyecto.

Dalston Eastern Curve Garden: «Dalston Eastern Curve Garden» es un espacio público construido en 2010 en el Este de Londres. Este espacio ocupado en el pasado por las líneas de ferrocarril estaba abandonado y ahora se ha recuperado en forma de jardín público como parte de una iniciativa promovida por el Ayuntamiento. El jardín está plantado con una amplia gama de árboles que lo estructuran, tales como abedules, alisos, avellano y cerezo silvestre. Hierbas, hortalizas y árboles frutales completan el diseño y son atendidas por voluntarios y utilizadas en la cafetería del jardín. El jardín se usa también por la comunidad local para realizar eventos y otras iniciativas.

Opinión de este bloguero:

¡QUE CUAL ES MI OPINIÓN: reitero que sobre el papel todo es muy bonito. Ahora bien surgen diversos inconvenientes, no aludidos en el texto y que deben valorarse con suma precaución, so pena que la alegría de paso a las lagrimas. Entremos puyes ya en materia……….

Nada que objetar, sino todo lo contrario, si se trata de construir jardines y/o sembrar/plantar flores y arboles ornamentales no alergógenos. Sin embargo cuando hablamos de vegetales consumibles el asunto puede ser mucho más conflictivo y problemático. Por un lado debe hacerse uso de agua depurada, es decir lo más libre de contaminantes que sea posible. De no ser así, los alimentos acumularán contaminantes e incluso organismos patógenos, poniendo en riesgo la salud pública de sus consumidores. Reiteramos, no puede hace uso pues de ningún modo de aguas residuales o escasamente depuradas y prudencia con las que contienen muchas sales disueltas.

Por otro lado, los suelos y/o sustratos deben cumplir las condiciones mencionadas, es decir no estar contaminados, pero también que posean el balance de nutrientes adecuados (contenido de materia orgánica, fósforo, nitrógeno, potasio, oligoelementos, etc.).  Se ha demostrado que los suelos de nuestros jardines actuales se encuentran con harta frecuencia muy contaminados, pero también polucionados por exceso de otros elementos como el nitrógeno.  Estos problemas pueden soslayarse en jardinería si no daña el crecimiento vegetal, pero lo mismo no es cierto para el consumo humano. En consecuencia, los suelos y/o sustratos deben ser debidamente analizados para evitar estos problemas. Con vistas a que la producción sea eficiente, la física de los suelos (su drenaje, textura, estructura) deben ser adecuados, por lo que se necesita el asesoramiento de expertos en la ciencia del suelo, no solo de jardinerías. En el caso concreto de la ciudad de Madrid, habría que formar a profesionales (escasísimos a día de hoy) y adiestrar a los ciudadanos.  Pero el problema no termina llegados a este punto.

Mantener unos huertos urbanos sanos, requiere además contar con la calidad del aíre. En ciudades como Madrid, México D.F., etc. etc., la deposición de contaminantes del aíre en un serio problema, por lo que al menos en el  primer caso se ha comenzado a restringir el tráfico. Pues bien, parte de esas sustancias nocivas en forma de finísimas partículas en suspensión se depositan en los suelos (PM10, PM 2,5, etc.), contaminándolos, no siendo recomendable el consumo de los alimentos que crecen sobre ellos a partir de ciertos umbrales. En consecuencia los niveles de contaminación de los suelos deben ser monitorizados para estimar su contaminación periódicamente, tanto más cuando su ubicación dé lugar a pensar que sufren más riesgos.

No se trata pues tan solo de agilizar trámites burocráticos y asesorar sobre cultivos potenciales, sino que debe valorarse y cuidarse por expertos en la materia la calidad de las aguas y el aire.  Obviamente, las plantas ornamentales no demandan, ni mucho menos tantos requerimientos y cuidados.

Estos comentarios enriquecen, que no desautorizan los contenidos ya expuestos en la iniciativa de la iniciativa Madrid+Natural. Y recodar que cuidados semejantes deben aplicarse a la agricultura periurbana ya sea encontrarse cercana a redes viales o a industrias con emisiones de aguas y/o aire contaminados por  sustancias tóxicas y/o excesivamente cargada en nutrientes. Para finalizar, recordar que la agricultura ecológica es siempre preferible a la que hace uso de fertilizantes químicos y pesticidas. El manejo de los últimos mentados por una población no  adentrada es sumamente peligroso.

Juan José Ibáñez

Post previos redactados sobre el tema

Ciudades Verdes: Fachadas verdes y fachadas ajardinadas a gran escala Urbisuelos

Ciudades Verdes y Jardines Urbanos: Carta Abierta a Manuela Carmena

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