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Fuente: Colaje imágenes Google

 A lo largo de nuestras colaboraciones durante años y finalmente mediante mails, el venerado Dick tuvo ocasión de lamentarse en varias ocasiones acerca de la ingenua pero arraigada idea de que los materiales parentales o roca madre sobre la que se forman los suelos, se atribuyeran tradicionalmente a la litología existente bajo el solum, salvo contadas excepciones. Como edafólogo norteamericano había visto en numerosas ocasiones los efectos de los huracanes, moviendo materiales edafológicos, a veces en su totalidad, y ser transportados por los vientos a otras localidades, incluso enterrando algunos territorios bajo varios metros de espesor. No olvidemos que hoy en día se han descubierto una plétora de ciudades del pasado sepultadas por sedimentos eólicos. Sin embargo, con el transcurso del tiempo, se fueron descubriendo evidencias de la enorme cantidad de materiales transportados por las corrientes atmosféricas. Y esto es especialmente cierto para los descarnados desiertos y en ambientes áridos y semiáridos.  Y adelantemos que a lluvias rojas, suelos rojos. ¿Sabéis que son los Iberulitos? Y así un largo etc. Como os comentaba en entregas precedentes, tal omisión por desconocimiento/ignorancia hubiera resuelto numerosas imprecisiones y dudas que albergábamos a cerca de la génesis de muchos suelos. En consecuencia, la noticia que os ofrecemos hoy será de gran relevancia también con vistas a poner sobre el tapete el genuino valor de las deposiciones atmosférica en lo concerniente a la génesis y evolución de los suelos, al margen de la fertilidad que aportan, condicionando la nutrición vegetal. Aunque resulta sorprendente, el Sahara, por ejemplo, exporta polvo que ayuda a mantener la fertilidad de las selvas tropicales de América, tras cruzar el atlántico, por citar un ejemplo.  Tampoco debemos soslayar que la degradación de tierras causada por el hombre, así como la prácticas agrarias que dejan gran parte del suelo desnudo, deben haber acrecentado las ya de por si más que ingentes cantidades que volaban en esta globalización natural que ha transcurrido durante eones. Debemos agradecer a esos maravillosos pero yermos paisajes su contribución a la dinámica de GAI, GEA, etc.  

Por todo ello, la noticia que os ofrecemos hoy debería considerarse como una buena nueva para todos los edafólogos. Como ya reza el titular de la nota de prensa que os mostramos abajo, La NASA a lanzado el instrumento EMIT con vistas a monitorizar: “recopilará más de mil millones de mediciones de composición de fuentes de polvo en todo el mundo en el transcurso de un año, y al hacerlo, avanzará significativamente en la comprensión de los científicos de la influencia del polvo en todo el sistema terrestre”, ¡Guau!, así, sí. Tal instrumento estimará colores y composición mineralógica como  seguramente también trayectorias. Obviamente la NASA no lanza sensores satelitales y otros instrumentos con vistas a colaborar en investigaciones relacionadas “directamente con las ciencias del suelo”, empero, aunque el objetivo se encuentra relacionado con el cambio climático, sequúas, etc., tendrá aplicaciones muy interesantes en otros ámbitos del conocimiento.

Ignoro si, adicionalmente, aportará información sobre las ingentes cantidades de partículas contaminantes que producen las sociedades contemporáneas que afectan dramáticamente a la salud del ser humano y de la biosfera en general.

Os dejo sin más con la noticia.

Juan José Ibáñez

Continúa…………

 Cinco cosas que debe saber sobre el nuevo detector de polvo mineral de la NASA 

por Esprit Smith, Equipo de Noticias de Ciencias de la Tierra de la NASA Pasadena CA (JPL) 02 de junio de 2022

Cada año, los fuertes vientos transportan más de mil millones de toneladas métricas, o el peso de 10,000 portaaviones, de polvo mineral de los desiertos de la Tierra y otras regiones secas a través de la atmósfera. Si bien los científicos saben que el polvo afecta el medio ambiente y el clima, no tienen suficientes datos para determinar, en detalle, cuáles son o pueden ser esos efectos en el futuro, al menos no todavía.

Lanzado a la Estación Espacial Internacional el 9 de junio, el instrumento de Investigación de La Fuente de Polvo Mineral de la Superficie terrestre (EMIT) de la NASA ayudará a llenar esos vacíos de conocimiento. El espectrómetro de imágenes de última generación de EMIT, desarrollado por el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la agencia en el sur de California, recopilará más de mil millones de mediciones de composición de fuentes de polvo en todo el mundo en el transcurso de un año, y al hacerlo, avanzará significativamente en la comprensión de los científicos de la influencia del polvo en todo el sistema terrestre.

Aquí hay cinco cosas que debe saber sobre EMIT

Identificará la composición del polvo mineral de las regiones áridas de la Tierra.

Las regiones desérticas producen la mayor parte del polvo mineral que se abre paso en la atmósfera. También son en gran parte remotos, lo que dificulta que los científicos recolecten muestras de suelo y polvo sobre estas vastas áreas a mano.

Desde su posición en la estación espacial, EMIT mapeará las regiones de origen de polvo mineral del mundo. El espectrómetro de imágenes también proporcionará información sobre el color y la composición de las fuentes de polvo a nivel mundial por primera vez. Estos datos ayudarán a los científicos a comprender qué tipos de polvo dominan cada región y avanzar en su comprensión del impacto del polvo en el clima y el sistema de la Tierra hoy y en el futuro.

Aclarará si el polvo mineral calienta o enfría el planeta.

En este momento, los científicos no saben si el polvo mineral tiene un efecto acumulativo de calentamiento o enfriamiento en el planeta. Esto se debe a que las partículas de polvo en la atmósfera tienen diferentes propiedades. Por ejemplo, algunas partículas pueden ser de color rojo oscuro, mientras que otras pueden ser blancas.

El color importa porque determina si el polvo absorberá la energía del Sol, como lo hacen los minerales de color oscuro, o lo reflejará, como lo hacen los minerales de color claro. Si más polvo absorbe la energía del Sol de lo que la refleja, calentará el planeta, y viceversa.

EMIT proporcionará una imagen detallada de la cantidad de polvo que proviene de minerales oscuros frente a los claros. Esa información permitirá a los científicos determinar si el polvo calienta o enfría el planeta en general, así como a nivel regional y local.

Ayudará a los científicos a comprender cómo el polvo afecta a diferentes procesos de la Tierra.

Las partículas de polvo mineral varían en color porque están hechas de diferentes sustancias. El polvo mineral de color rojo oscuro obtiene su color del hierro, por ejemplo. La composición de las partículas de polvo afecta la forma en que interactúan con muchos de los procesos naturales de la Tierra.

Por ejemplo, el polvo mineral juega un papel en la formación de nubes y la química atmosférica. Cuando el polvo mineral se deposita en el océano o los bosques, puede proporcionar nutrientes para el crecimiento, actuando como fertilizante. Cuando cae sobre nieve o hielo, el polvo acelera el derretimiento, lo que lleva a una mayor escorrentía de agua. Y para los humanos, el polvo mineral puede ser un peligro para la salud cuando se inhala.

EMIT recopilará información sobre 10 variedades de polvo importantes, incluidas las que contienen óxidos de hierro, arcillas y carbonatos. Con estos datos, los científicos podrán evaluar con precisión qué efectos tiene el polvo mineral en diferentes ecosistemas y procesos.

Sus datos mejorarán la precisión de los modelos climáticos.

En ausencia de datos más específicos, los científicos actualmente caracterizan el polvo mineral en los modelos climáticos como amarillo, un promedio general de oscuridad y luz. Debido a esto, los efectos que el polvo mineral puede tener en el clima, y que el clima puede tener en el polvo mineral, no están bien representados en los modelos informáticos.

La información de color y composición recopilada por EMIT cambiará eso. Cuando se incorporan los datos del instrumento, se espera que mejore la precisión de los modelos climáticos.

Ayudará a los científicos a predecir cómo los escenarios climáticos futuros afectarán el tipo y la cantidad de polvo en nuestra atmósfera.

A medida que aumentan las temperaturas globales, las regiones áridas pueden volverse aún más secas, lo que posiblemente resulte en desiertos más grandes (y polvorientos). Hasta qué punto esto podría suceder depende de varios factores, incluyendo cuánto aumentan las temperaturas, cómo cambia el uso de la tierra y cómo cambian las tendencias de las precipitaciones.

Al incorporar los datos de composición de la fuente de polvo global de EMIT en modelos y predicciones, los científicos obtendrán una mejor comprensión de cómo la cantidad y composición del polvo en las regiones áridas puede cambiar en diferentes escenarios climáticos y de uso de la tierra. También obtendrán una mejor comprensión de cómo estos cambios pueden afectar el clima en el futuro.

Diversos posts publicados en nuestra bitácora y relacionados con el tema

Materiales parentales de los suelos (roca madre) y sus propiedades: Global Heritage Stone

Roca Madre y Materiales Parentales: ¿El mismo concepto? (Conversaciones con Richard Arnold)

Biomas Desérticos: Una Fuente Casi Inagotable de Materiales Edáficos Sobre Vuela Nuestras Cabezas

Rocas y Materiales Parentales: Repercusiones sobre suelos, Vegetación y Erosión

Sistemas de labranza para mejorar la eficiencia y reducir la contaminación del nitrógeno añadido a los suelos

Las Teorías Clásicas sobre la Génesis de Suelos Refutadas (¿Y en los ecosistemas?)

Richard (Dick) Arnold: icono de Dos o Más Generaciones en Génesis de Suelos (Premio Guy Smith 2018)

Terra Rossa que cayó del Cielo

El Hombre como Factor Formador de los Suelos: la Antropoedafosfera

Suelos Someros y Conservación de la Naturaleza (Crítica a las Taxonomías Actuales de Suelos)

Dunas y Paisajes Arenosos (WRB 1998)

Megaedafología y Tectónica de Placas: ¿Cual es la Relación? (Geografía de los suelos del Mundo)

El Polvo Sahariano y los Suelos: El Misterio de los Iberulitos

Paleosuelos de las Islas Canarias y el Origen del Sahara

Biomas Desérticos: Una Fuente Casi Inagotable de Materiales Edáficos Sobre Vuela Nuestras Cabezas

La Fertilidad de los Bosques Tropicales Americanos y el Polvo del Sahara / Sahel (La Salud de la Población en EE.UU.)

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