En un post anterior ya os expusimos abundante información, en forma de una relación de post previos, sobre los “múltiples” conceptos y perspectivas que se defienden en la bibliografía acerca de cómo debe definirse un suelo. En el presente post, abundaremos sobre las expectativas futuras a las que va a enfrentarse la edafología. Soy de la opinión de que nuestra disciplina atesora un porvenir prometedor, pero, si y solo sí, estamos realmente preparados para afrontar tales retos. Durante las últimas décadas, los expertos en ciencia del suelo nos hemos venido lamentando acerca del escaso interés que despertaban nuestros estudios entre los responsables de financiar las investigaciones nacionales e internacionales, como también el seno de las comunidades de investigadores de ciencias afines. Echar la culpa a otros no es la mejor estrategia, aunque debo reconocer que, al principio, también caí en tal actitud. Sin embargo, a lo largo de mi trayectoria como blogger, he visto que tal desprecio ha ido paulatinamente transformándose en interés, al menos en las publicaciones científicas publicadas en las revistas de mayor prestigio. Sin embargo, resulta lamentable que muchos de los autores de estas últimas no fueran edafólogos. Dicho de otro modo, todo apunta a que no estamos reaccionando adecuadamente a las demandas de información de colegas, políticos y ciudadanos. ¿Estamos siendo excluidos o nos autoexcluimos? Defiendo que la última proposición se acerca más a la realidad que la primera. Tal hecho me genera una profunda consternación.   ¿Una nueva ciencia del suelo alternativa sin nuestra presencia?.

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Edafosfera. Fuente: Earth Sciences

 A lo largo de mi vida, he ido aprendiendo una lección difícil de digerir. Cuando las cosas se ponen feas, y se nos antoja que el mundo parece caerse encima de nosotros, todos tendemos a echar la culpa a los demás, o en el mejor de los casos a la diosa fortuna (contingencias adversas). Ciertamente, a menudo, podemos llevar “parte de razón”. Sin embargo, el otro lado de la moneda resulta ser más difícil de asumir. ¿Qué parte de responsabilidad devienen de nuestras propias actitudes y actos? Hace ya varios años que llegué a la conclusión de que primero debemos asumir nuestros propios errores, debilidades, puntos flacos, actitudes, etc., con vistas a corregirlos. Tal hecho allana parte del camino para salir exitoso de una determinada encrucijada. Solo después podemos encarar con un criterio más riguroso los problemas externos que nos han subsumido en un determinado dilema. Empero como colectivo “parece ser” que no hemos asumido esta última lección en el ámbito de la ciencia del suelo. Es tan solo una opinión muy personal, por supuesto. Sin embargo, la principal misión de una bitácora consiste en expresar nuestras opiniones personales sobre temas que nos conciernen.

 El hecho de obligarme a leer diariamente dos horas de noticias relacionadas con el medio ambiente, a lo largo de mis cinco años como blogger, me ha hecho comprender que, día a día, la comunidad científica internacional comienza a apreciar en su verdadera dimensión el problema global (que no sólo local o regional) generado por nuestro descuido en preservar el sistema suelo. Los numerosos artículos,  aparecidos en los últimos años en revistas como Science, Nature o PNAS que, de una manera u otra, descubrían la relevancia del universo de los suelos ha crecido sin cesar. Desde la bioprospección, hasta la edafomedicina, pasando por otros múltiples ámbitos del saber dan fe de ello. A pesar de todo, reitero que, en muchos de tales trabajos, no han intervenido expertos en ciencia del suelo, pudiendo haberse obtenido resultados mucho más interesantes de haberse dado la situación contraria. De hecho en algunos de ellos se vierten conclusiones un tanto disparatadas por falta de los conocimientos adecuados. ¿Cuál es mi conclusión? Intentaré explicarla mediante una metáfora.   

 Hoy en día, los ciudadanos españoles (así como la de otros muchos países) nos lamentamos del deplorable espectáculo que ofrece la clase política. Obsesionados por permanecer o alcanzar el poder, se olvidan de los intereses de los ciudadanos a los que representan subsumiéndose en vergonzantes batallas entre y dentro del seno de los propios partidos. Tal llega a ser su obsesión, que se han ido alejando de los intereses del pueblo a los que les deben “obediencia” (al menos en los países democráticos). En consecuencia, se han ido alejando de la realidad que a todos nos preocupa, tal autistas. Pues bien, me duele sopesar si en la comunidad de edafólogos estamos padeciendo tal mismo síndrome.

 La relación de post que os ofrecemos abajo, da cuenta de un manojo seleccionado (pero no exhaustivo), tanto de los problemas, como de las enormes posibilidades de que puede disfrutar la ciencia del suelo en el futuro. Obviamente, no hemos incluido muchísimos temas concretos que iré desgranando en otros post-compediums. Por ejemplo, ya hablaremos de las perspectivas que se ofrece a una subdisciplina tan denostada como la génesis de suelos, o del increíble futuro que podemos tocar con las manos en lo que respecta a la relación entre los suelos y la vida, conservación de la naturaleza, desarrollo sostenible, medicina, producción de energías limpias, sostenibilidad, etc.  Muchos de vosotros pensaréis que muchos de estos tópicos ya han sido abordados por los edafólogos.  Efectivamente así es. Tenéis razón, pero solo en parte. Hemos hecho uso de antiguos conceptos, esquemas conceptuales, herramientas e incluso nuevas tecnologías, con vistas a abordar problemas o indagaciones nuevos.  Empero, como ya hablamos en nuestro post sobre la “paradoja tecnológica de Burrough” la incorporación a nuestra praxis e instrumentaciones noveles, no resulta suficiente en modo alguno. Debemos cambiar de “chip”, analizar nuevas perspectivas y marcos teóricos, así como aprender a mostrar a los colegas de otras disciplinas que tenemos mucho que ofrecerles. ¡Sin embargo, tan compromiso no se ha alcanzado!. Valgan los siguientes post como botón de muestra. No debemos seguir lamentándonos. La pelota no se encuentra en tejado ajeno sino en el nuestro. Debemos saber jugar las bazas oportunas, abriendo nuestras mentes y leyendo material de otras disciplinas. Desde luego, jamás avanzaremos mientras sigamos observando día tras día nuestro propio ombligo y lamentándonos.  

 

Ampliando las Fronteras de la Edafología

El Reto de la Edafología como Ciencia Básica

El Futuro de las Ciencias del Suelo en 2500 palabras: I. Sobre el Progreso en el Conocimiento de la edafosfera

El Futuro de las Ciencias del Suelo en 2500 palabras. II. Sobre las Estrategias a Seguir

Sobre las Incongruencias de la Actividad Científica: La Biología del Suelo y del Regolito-1

¿Cuanto Mide un Metro Cuadrado de Suelo?

La Sorprendente Paradoja de la Medida

El Dilema de la Medida de la Superficie de Un Suelo y el Concepto de Capacidad de Carga

Aplicación de la teoría de Los sistemas jerárquicos: la edafosfera

Jerarquías en el Sistema Suelo: La teoría de Los sistemas jerárquicos y los problemas escalares

Leyes de la Naturaleza: Teoría de Sistemas, Escalas y Propiedades Emergentes

Redes y Sistemas Jerárquicos: Aspectos Funcionales

Concepto de Red y Sistema Jerárquico: Aspectos Estructurales

Nanomundos, Nanominerales, Ciencias de la Tierra, Biosfera, Suelos y Nanoedafología

La Zona Crítica Terrestre: El Nuevo Paradigma de la Edafología (13)

“La Zona Crítica Terrestre” ¿Un Nuevo Paradigma o un Paradigma Rescatado del Olvido? (13b)

De la Edafología a la Zona Crítica Terrestre: ¿Iniciativa Institucional o Cambio de Paradigma Científico? (13c)

Zona Crítica Terrestre: La UE apuesta fuerte y se asocia a EE.UU y China para crear una red global de zonas pilot (14d)

Slimes o la vida en las Profundidades del Suelo y de la Tierra

Suelos Sumergidos y Zonas Húmedas: La Perspectiva de la FAO (WRB 2006)

Suelos Flotantes sobre Ecosistemas Flotantes: Los Embalsados.

¿Deben Considerarse como Suelos los Sedimentos de los Fondos Oceánicos?

Los Sedimentos Marinos Sí Pueden Ser Considerados Suelos: Nueva Propuesta de la USDA Soil Taxonomy

Suelos de los Oceánicos y Sus Factores Formadores: Los Hidratos de Metano o Clatratos

Sapropeles y la Materia Orgánica de los Suelos Subacuáticos

Edafogénesis de Altos Vuelos

Suelos, Regolito, Geoderma y Biomanto: Un Gran Salto Hacia Adelante

Hidroedafología: Una Nueva Disciplina

Los Retos de la Hidroedafología

Suelos Hígricos y Suelos Sumergidos

Suelos Sumergidos y Zonas Húmedas: La Perspectiva de la FAO (WRB 2006)

Suelos Hídricos o Suelos de los Humedales según la Taxonomía Americana

Los Suelos de Marte y sus Horizontes: Ciclos Hidrológicos, y Cambio Climático

Concepto de Permafrost y Suelos Helados. ¿Cual es la Diferencia?

Procesos Edáficos y Procesos Relacionados con los Suelos

Concepto de Permafrost y Suelos Helados. ¿Cual es la Diferencia?

Megaedafología, Edafomas, Regiones de Suelos, Conceptos Científicos, Escalamiento y Números Mágicos

Edafología de los Desastres Naturales: Degradación y Pérdida de Suelos

Conectividad, Redes Sociales y Redes Ecológicas

De Los Mapas de Suelos a los Mapas de Recursos Edáficos

Civilizaciones Bajo el Suelo, o la Increíble Historia de los Hombres Termita (Ciudad Subterránea de Derinkuyu y Algo Más)

Figuras Legendarias de la Ciencia por los Suelos: 3. Latour Tirando por los Suelos la Sociología del Conocimiento

El Bosque y sus Suelos (Composición Florística y Microtopografía)

Juan José Ibáñez

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