Sobre las buenas prácticas en las publicaciones matemáticas I

La proliferación de revistas que publican de manera rápida, en Open Access y con altos costes de publicación es un fenómeno reciente que ha alterado de manera notable las costumbres tradicionales de las publicaciones matemáticas.

En efecto, las matemáticas tienen sus propios ritmos; un artículo matemático que llega a una redacción contiene teoremas que deben ser revisados especialmente si suponen avances relevantes, y esto lleva su tiempo. Pero también llegan artículos que suelen estar en las fronteras con otras disciplinas o más aplicados, que requieren un tratamiento más rápido que el habitual en matemáticas básicas. Por otra parte, el uso de Latex y Overleaf junto con la cada vez mayor colaboración internacional, ha llevado a que el número de publicaciones matemáticas se haya disparado. Aunque ya es normal que cuando terminamos un artículo lo enviemos a arXiv a la vez que lo sometemos a una revista, y esto da visibilidad a nuestros resultados, necesitamos la evaluación por pares en una revista que les proporcione una etiqueta de calidad.

Pero como queremos saber a dónde llegan nuestros resultados, debemos conocer las citas de los mismos. Quién los usa y cuántos lo hacen. Y esto ha llevado, en nuestras ansias de medir, a crear los factores de impacto, el índice h, etc., pensando que así tendríamos medidas objetivas.

Y cuando aparecen “oportunidades de negocio”, siempre hay gentes dispuestas a ocupar estos nichos. Así que, además de las editoriales habituales y conocidas por todos como Springer, John Wiley, World Scientific, De Gruyter, por citar algunas, y las basadas en sociedades matemáticas como la AMS, EMS, o SIAM, han surgido muchas otras tratando de poner soluciones a los problemas de rapidez en la publicación. Una de las causas de los largos periodos de evaluación es que los evaluadores están inundados de artículos, así que etas nuevas editoriales dan un período muy corto para enviar la evaluación y si no me contesta X, tengo a Y y Z a continuación. La consecuencia de esto ha sido evaluaciones poco rigurosas, y una inflación de artículos, muchos sin ningún recorrido y que hubieran estado mejor sin duda si nunca hubieran sido publicados.

Y esta es la situación en la que nos encontramos ahora. Nos mesamos los cabellos, demonizamos a algunas editoriales olvidando que también hay malas praxis en las tradicionales, y confundimos las malas artes de algunos que se aprovechan de esta situación con la totalidad. Conviene por tanto conocer donde estamos y cómo podemos reconducir la situación. En las próximas entradas comentaremos la aparición de dos importantes artículos con recomendaciones conjuntas de la IMU y la ICIAM (con la participación del académico de la RAC Luis Vega) – Fraudulent Publishing in the Mathematical Sciences y How to Fight Fraudulent Publishing in the Mathematical Sciences: Joint Recommendations of the IMU and the ICIAM– así como una muy oportuna carta a la AMS – On the Burden of Peer Review in Mathematics– de la también académica de la RAC, Pilar Bayer. Y hablaremos también de la alternativa COARA para la evaluación (que es a fin de cuentas la madre del cordero).

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Manuel de León (CSIC, Fundador del ICMAT, Real Academia de Ciencias, Real Academia Canaria de Ciencias, Real Academia Galega de Ciencias, Presidente del ICM2006 Madrid y miembro del Comité Ejecutivo de IOMU (2007-2024) y del Comité Ejecutivo del ISC (2014-2018).