Qué pregunten ellas

En estos días pasados he visto varias referencias en medios británicos sobre este estudio Scientific medical conferences can be easily modified to improve female inclusion: a prospective study, publicado el 29 de julio en The Lancet, por Victoria Salem, Jordan McDonagh, Elizabeth Avis, Pei Chia Eng, Sue Smith y Kevin G Murphy. Van aquí algunos comentarios sobre el estudio y la temática.

El estudio se refiere al ámbito de la mdicina, pero veremos que es extrapolable a la ciencia en general y a las matemáticas en particular. Comienza con estas frases muy elocuentes: “Las mujeres siguen estando claramente infrarrepresentadas en los puestos directivos del cuerpo médico, a pesar de representar la mitad de los estudiantes de medicina durante más tiempo del que debería haber sido necesario para corregir este desequilibrio.

El 35% de los especialistas de Endocrinología en el Reino Unido son mujeres, y la paridad de género se observa en los grados de formación (43% de mujeres, 57% de hombres), lo que la convierte en una especialidad adecuada para examinar la infrarrepresentación de las mujeres en la medicina.”

Este panorama es parecido al que se observa en matemáticas en nuestras facultades y el CSIC. Los congresos médicos y científicos son plataformas importantes para que los médicos y académicos aumenten su visibilidad profesional, así que los autores analizaron la participación femenina en la conferencia nacional anual de la Sociedad de Endocrinología del Reino Unido, y realizaron una serie de acciones para incrementar la participación de mujeres. A pesar de conseguir un equilibrio en las sesiones, constatron que las preguntas por parte de las asistentes mujeres fueron muchas menos que las de los hombres. Pero al presidir más mujeres las sesiones si se notó un aumento en 2018 respecto al mismo congreso en 2017; pudiera ser que esa presencia animara a las asistentes.

El estudio afirma que “las barreras para la progresión académica femenina son tanto intrínsecas (confianza, ambición, conciliación de la vida laboral y familiar) como extrínsecas (sexismo, cultura y lugar de trabajo). Los cambios organizativos que apoyan a las mujeres para que alcancen sus objetivos profesionales son tan importantes como animarlas a autopromocionarse.”

Y ahora llega el momento de comentar las lecciones que podemos aprender de este estudio, y como utilizar los congresos de matemáticas para acelerar la plena inclusión de las mujeres. En primer lugar, cuando se organiza un congreso hay dos Comités: el Comité Organizador (local) y el Comité Científico (internacional). Pongamos la primera piedra seleccionando en ambos una aceptable cantidad de mujeres competentes en la temática, que las hay. El segundo paso es la selección de conferenciantes invitados: procedamos de la misma manera. Me he visto personalmente en estas circunstancias, y en algún momento me ha tocado decir: ¿cómo que no hay investigadoras de primera fila en esta área? Mira esta, y esta, y esta otra. Los matemáticos del género masculino tenemos la tendencia de pensar primero en colegas masculinos, pensemos dos veces.

Sobre la propia dinámica del congreso, imitemos las acciones de nuestros colegas británicos: como chairs o presidentes de sesiones, busquemos mujeres, que ellas conduzcan la presentación del conferenciante y después el turno de preguntas. Y, previamente, animemos a las investigadoras jóvenes a que hagan preguntas y comentarios. Creemos así un clima favorable, ganaremos mucho.

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Manuel de León (CSIC, Fundador del ICMAT, Real Academia de Ciencias, Real Academia Canaria de Ciencias, Real Academia Galega de Ciencias).

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