Confesionario breve y provechoso así para el penitente como para el confesor
El P. Pablo Garrido Herrero fallecía en el otoño de 2015, cuando este libro se encontraba en su última fase de preparación. Hubiese recogido este nuevo fruto de su fértil labor con la humildad que le caracterizó, con la alegría que le acompañaba en su quehacer y era capaz de contagiar. Sirvan estas líneas como pequeño homenaje desde esta colección a la que apoyó en sus primeros pasos y tuvo el privilegio de contar con su participación.
La obra que se presenta, cuya transcripción, edición y notas se deben a la autoría del P. Garrido, puede ser muy útil para el lector interesado por tratarse de la primer escrita en castellano por el teólogo carmelita P. Miguel Alfonso de Carranza. Desde que viese la luz en Valencia en 1527, sus sólida formación religiosa e intelectual le llevó a desempeñar insignes cargos de responsabilidad y gobierno dentro de la orden. Como se nos señala en el estudio preliminar, este manuscrito que el P. Carranza dejó incompleto, tenía como finalidad principal la enseñanza del modo correcto de confesarse. La redacción precedía en pocos años a la convocatoria de la tercera etapa del Concilio de Trento, que tanta incidencia tuvo en la transmisión de la doctrina a través de los catecismo. Sin duda, el P. Garrido nos presenta a un pionero en este aspecto, cuyas alusiones localistas incrementan el interés sobre su escrito.
Redondea el libro la valiosa aportación del profesor Marciano Vidal, CSsR, que desde la teología moral nos hace una presentación de la tradición carmelitana en esta disciplina desde el siglo XVI, así como una valoración del escrito del P. Carranza como género literario y una aproximación a la singularidad del texto que ahora publicamos, contextualizando históricamente la situación de la teología y la praxis del sacramento de la Penitencia a mediados de la citada centuria.