Entrega de los Premios Nacionales de Investigación

En el día de hoy se han entregado los premios Nacionales de Investigación en el Palacio Real de Madrid por su Majestad, el Rey Don Juan Carlos I a las 12:30 h a los siguientes investigadores:

Juan Ignacio CIRAC SASTURAIN
PREMIO NACIONAL DE INVESTIGACIÓN “BLAS CABRERA”, en Ciencias físicas, de los materiales y de la Tierra

Luis A. ORO GIRAL
PREMIO NACIONAL DE INVESTIGACIÓN “ENRIQUE MOLES”, en Ciencia y tecnología químicas

Carlos M. DUARTE QUESADA

PREMIO NACIONAL DE INVESTIGACIÓN “ALEJANDRO MALASPINA”, en Ciencias y tecnologías de los recursos naturales

Enrique ZUAZUA IRIONDO
PREMIO NACIONAL DE INVESTIGACIÓN “JULIO REY PASTOR”, en Matemáticas y tecnologías de la información y las comunicaciones

Daniel RAMÓN VIDAL
PREMIO NACIONAL DE INVESTIGACIÓN “JUAN DE LA CIERVA”, en Transferencia de tecnología

Los premiados han agradecido su galardón a través del siguiente discurso pronunciado por el Prof. Luis A. Oro:

Majestades,                                       
Me cabe el altísimo honor de dirigir unas breves palabras en nombre de los cinco galardonados con los Premios Nacionales 2007.

En primer lugar quisiéramos agradecer el cariño con que la Familia Real apoya permanentemente el desarrollo de la Ciencia en España. Asimismo vaya nuestro profundo agradecimiento al Ministerio de Educación y Ciencia, a las instituciones y colegas que han presentado y apoyado nuestras candidaturas, así como a los miembros de los respectivos jurados, que han destacado nuestros méritos de entre el conjunto de candidaturas, muchas de ellas merecedoras de este premio.

Se nos han concedido estas preciadas distinciones en un año muy especial, un año que ha sido declarado por el Gobierno año de la Ciencia. Pero a la importancia de esta efemérides se suman otras razones de júbilo, como son la constatación estadística de que España ha iniciado en los últimos años una senda de crecientes inversiones en I+D, así como el progresivo prestigio de la ciencia española. De hecho los últimos veinticinco años, han conocido un espectacular aumento de nuestra visibilidad científica que nos ha permitido pasar de una contribución mundial del  1,2% al porcentaje actual, que es superior al 3%, situando a España en décimo lugar mundial, y en quinto lugar europeo.

Estos datos son, en si mismos, una promesa de bienestar. Pues la presencia y actividad de una comunidad de investigadores competitivos en la sociedad española, es garantía de progreso. Por tanto, nuestra sociedad debe de ser capaz de asimilar a la brillante generación de jóvenes científicos españoles que se ha formado en los mejores centros de investigación del mundo. Los cinco galardonados en esta edición hemos tenido la fortuna de poder realizar estancias científicas en laboratorios de gran prestigio internacional, inicialmente para completar nuestra formación, y posteriormente como profesores visitantes. En particular, uno de nosotros, Ignacio Cirac, desarrolla su actividad profesional en Alemania. Creemos positivo que científicos españoles ocupen posiciones de máximo prestigio en Europa, y contemplamos esperanzados la creciente incorporación de científicos extranjeros a laboratorios españoles, una tendencia que debiéramos estimular. Nuestro país necesita hacer un esfuerzo importante para resultar más atractivo a investigadores internacionales de excelencia. Aunque la ciencia no tiene fronteras, es indudable que son los países que acogen los mejores científicos los mejor situados para impulsar el progreso de sus sociedades.

Valoramos positivamente el nuevo Plan Nacional de I+D, la creación de Agencias Nacionales de Investigación, que permitirán optimizar recursos, así como la gran apuesta de inversión que se está realizando, pero parece necesario seguir esforzándonos para que nuestro país no ceje en ese progreso. El mundo de la ciencia y la investigación es particularmente sensible, ya que para desarrollarse necesita de una atención constante y de un esfuerzo prolongado y sin altibajos, tanto en recursos materiales y humanos, como en herramientas de gestión apropiadas.

La Sociedad demanda cada vez mas a la Ciencia, no solo respuesta a los problemas actuales, sino también anticipación ante los problemas futuros. Se le pide a la ciencia que busque soluciones que hagan posible acomodar una población creciente en un planeta con recursos finitos. Y esas posibles soluciones solo pueden venir de una utilización inteligente y armoniosa de la investigación básica, la aplicada y la innovación. Decía el poeta Fernando Pessoa “El binomio de Newton es tan bello como la Venus de Milo. Lo que hay es poca gente que se de cuenta de ello“. Ese es nuestro reto: contribuir a una adecuada formación científico-técnica de los ciudadanos, y en este aspecto quisiéramos animar a las administraciones públicas a estimular de forma especial los estudios de Ciencias. Una sólida formación en Matemáticas, Física, Química y Biología es una contribución necesaria para  la síntesis del ciudadano culto, que hoy día, se encuentra inmerso en un contexto inevitablemente científico, en el que sus decisiones cotidianas tienen consecuencias de escala planetaria. Para ejercer como ciudadanos responsables, es necesario poseer cierta cultura científica. Sin esa cultura, algunos debates, como la investigación con células troncales embrionarias o el empleo de transgénicos en alimentación, pueden causar confusión al ciudadano y dar lugar a rechazos infundados a las nuevas aplicaciones de la ciencia. Los investigadores que aquí comparecemos estamos comprometidos con la persecución de la excelencia científica para, desde ésta, contribuir a incrementar la cultura científica de nuestra sociedad, una deuda que los premios que hoy recibimos incrementa aún mas.

En esta concesión del Premio Nacional de Investigación, es también deuda nuestra, que cumplimos con sumo agrado, expresar nuestro profundo agradecimiento a nuestros colaboradores con los que hemos compartido muchas horas e inquietudes. Son precisamente ellos, ese numeroso y excepcional grupo de colaboradores que hemos tenido a lo largo de nuestra vida profesional los que han hecho posible que nuestra investigación haya adquirido un cierto prestigio. Sin ellos, el camino andado no hubiera sido el mismo. Porque hoy día, el progreso en ciencia y tecnología no es fruto de personalidades aisladas, sino más bien del esfuerzo colectivo de un equipo, y un entorno adecuado como el que se está generando en nuestra sistema de ciencia y tecnología.

Asimismo quisiéramos dar las gracias a nuestras familias: a nuestros padres que nos inculcaron la pasión por aprender y el amor por el conocimiento; y a nuestras esposas e hijos que nos han apoyado en todo momento, a pesar de detraer parte del tiempo que les pertenecía.

Reiterando nuestro agradecimiento al Ministerio de Educación y Ciencia por esta distinción, quisiéramos agradecer, Majestades, vuestra presencia, y el positivo papel de la Corona en la promoción de la Ciencia para el bien de España. Estamos seguros de que desempeñaréis una función crucial para que este siglo que acabamos de iniciar sea un siglo brillante para la ciencia española y para el futuro de nuestro país.
Muchas gracias.

Luís A. Oro Giral
Ignacio Cirac Saturain
Carlos Duarte Quesada
Enrique Zuazua Iriondo
Daniel Ramón Vidal

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