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Go West or Go East?
El editor de periódicos y político estadounidense Horace Greeley (fundador y director del New-York Tribune) acuñó una frase que se hizo muy popular en la época, un grito de guerra a favor del asentamiento y la colonización del Oeste americano. La frase también encajaba con lo que se ha dado en llamar el sueño americano, una invitación a perseguir los propios sueños y la individualidad.

La frase y su significado fue después convertida en canción, primero por Village People en 1979, y más tarde, en 1992, versionada por Pet Shop Boys, y convirtiendo ambas versiones en canciones enormemente populares.
En esta reflexión queremos volver a su significado inicial, cuando irse al Oeste tenía el valor de buscar mejores lugares donde construir nuestros sueños. Para los matemáticos (y los científicos en general) irse a los Estados Unidos perseguía aumentar nuestra formación con grupos de investigadores y laboratorios de excelencia. Pero estos días nos llegan noticias desoladoras de lo que allí está poniendo en marcha la administración Trump.
En medios tan prestigiosos como Los Ángeles Times o The New York Times encontramos estos terribles datos, solo en lo que se refiere a la Universidad de California en Los Angeles (UCLA):
- 280 proyectos suspendidos por un total de 189 millones de dólares
- 25 millones de dólares eliminados para el Instituto de Matemáticas Puras y Aplicadas
- 1,8 millones de dólares eliminados para la Instalación de Ciencias Básicas del Plasma
- 43 becas CAREER suspendidas (los ERC Starting Grants de EEUU)
- 90 becas de investigación en colaboración suspendidas
- Solo por la NSF, el 26,7% de los recortes corresponden a ciencias matemáticas y físicas, seguido de un 22,8% a ciencias de la información e ingeniería informática y un 19,3% a geociencias.
En efecto, un correo electrónico interno de la NSF dice: «Se nos ha ordenado suspender todas las subvenciones activas a UCLA con efecto inmediato y no conceder más subvenciones a la institución hasta que se haya resuelto el problema».
Julio Frenk,rector de UCLA ha hecho público un comunicado en el que sobre la contribución de UCLA a la sociedad de clara: “Este progreso procede de una idea exclusivamente estadounidense: que las universidades públicas de investigación, respaldadas por el apoyo federal, pueden hacer avanzar a nuestra nación y a toda la civilización.” Y finaliza con una promesa: “Fiat Lux (el motto de UCLA) no es sólo una frase en nuestro sello. Es una promesa: seguir iluminando donde más se necesita.” Por cierto, el problema era una falsa acusación del Presidente Trump sobre el antisemitismo en los campus, acusación que refuta con datos el rector.

Este es el caso de UCLA, pero no es la única universidad afectada, también lo están Brown, Columbia, Pensilvania, y muchas otras. Y algo parecido está ocurriendo en las National Academies, que representan internacionalmente a los Estados Unidos en las redes académicas internacionales; se le quiere retirar ese papel para que pase a la NSF y controlarlo directamente desde la Casa Blanca.
Así que, si nos ponemos otra vez en la tesitura de ir al Oeste o no, quizás los matemáticos y otros científicos comenzaremos a buscar un camino al Este, donde China está ofreciendo excelentes oportunidades de colaboración. Los próximos años van a ser cruciales para la ciencia estadounidense, y de rebote, para la del resto de países. Y si en los años 30 del siglo pasado las universidades norteamericanas se nutrieron de los científicos que huían de la barbarie nazi (GO West) ahora sus sucesores pueden pensar en el camino inverso (Go East).
Y para rematar esta entrada que solo quiere ser un grito de atención ante tanta locura y estulticia, recordar que Go West comparte muchas similitudes musicales con el himno de la antigua Unión Soviética. Ya saben, los extremos se tocan.
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Manuel de León (CSIC, Fundador del ICMAT, Real Academia de Ciencias, Real Academia Canaria de Ciencias, Real Academia Galega de Ciencias).
Esta columna destaca el devastador impacto de los recortes de financiación y la interferencia política de la administración Trump en las universidades estadounidenses, ejemplificado por UCLA. Sugiere que el camino para los científicos podría cambiar de «Go West» a «Go East» en busca de mejores oportunidades.