Colaboración científica internacional: vital pero vulnerable

Reproducimos traducido el comunicado que el International Science Council (ISC) ha hecho sobre la importancia de la colaboración internacional en ciencia, hoy en grave peligro. En esta declaración, la Junta Directiva del Consejo Internacional de Ciencias subraya la urgente necesidad de proteger y fortalecer la cooperación global en materia de ciencia, esencial no solo para el avance del conocimiento y la innovación, sino también para salvaguardar el bienestar de las personas y del planeta.

 

La ciencia es una forma especial de conocimiento compartido a nivel mundial que el mundo necesita más que nunca para abordar los retos a los que todos nos enfrentamos. La colaboración internacional que constituye su esencia se ha forjado a lo largo de muchas décadas, pero ahora se encuentra vulnerable y frágil.  Dada la enorme importancia de la ciencia para el bienestar nacional y mundial, el Consejo Internacional de la Ciencia hace un llamamiento a todos los responsables de la toma de decisiones para que garanticen la protección de los principios de la ciencia y sus instituciones, y que se mantenga y, en lo posible, se refuerce la cooperación científica internacional.

Durante los últimos 200 años, la ciencia ha desempeñado un papel fundamental en la mejora de la calidad de vida humana, el fomento del crecimiento económico y la profundización de una comprensión más amplia de la naturaleza y la sociedad. Todas las naciones utilizan la ciencia para promover sus intereses, a través de la salud, el progreso social y el desarrollo económico. Gran parte de este beneficio nacional se logra mediante importantes inversiones en investigación, incluidas las del sector privado y las organizaciones filantrópicas, y a través de colaboraciones dentro de la comunidad científica mundial, ya que el conocimiento trasciende las fronteras nacionales. Este enfoque colectivo se ha vuelto más crítico dada las amenazas existenciales para la salud planetaria y social a las que nos enfrentamos actualmente.

La ciencia también desempeña un papel importante en el avance de los objetivos económicos, de seguridad y geoestratégicos de las naciones. El mantra político cada vez más utilizado de que la ciencia debe ser «tan abierta como sea posible y tan cerrada como sea necesario» no debe extenderse más allá de las necesidades legítimas. 

La ciencia ha contribuido a poner de manifiesto los problemas derivados del impacto de los seres humanos y sus tecnologías en el planeta a todos los niveles, desde el local hasta el global. Durante las últimas décadas, las naciones y sus científicos han colaborado para identificar, mitigar y adaptarse a estos riesgos. Esa colaboración ha trascendido a menudo las tensiones geoestratégicas, ya que a todas las naciones les interesa proteger el patrimonio común mundial. 

Lo que sustenta todas las ciencias es un conjunto de principios basados en el empirismo, la transparencia, la garantía de calidad y la apertura, que permiten que la ciencia sea un sistema universal de conocimiento. Sin embargo, la aplicación del conocimiento científico la determinan legítimamente las sociedades en las que se inscribe. Las comunidades científicas tienen razón al preocuparse por las fuerzas que las desafían. La colaboración científica internacional debe continuar; la responsabilidad de mantener la investigación debe compartirse de manera más equitativa, no solo para salvaguardar los resultados científicos, sino porque las naciones que invierten y apoyan la ciencia también se benefician de sus múltiples ventajas. Ignorar la ciencia aumenta los riesgos para los bienes comunes globales. La cooperación científica promueve el diálogo pacífico entre los países.

Por su parte, la comunidad científica debe permanecer fiel a sus principios fundamentales, pero debe estar más estrechamente y significativamente conectada con la sociedad. El contrato entre la ciencia y la sociedad debe renovarse continuamente para permitir que la ciencia realice contribuciones esenciales a la paz, la seguridad y el bienestar.

Como ONG mundial compuesta principalmente por uniones, asociaciones y academias científicas, el ISC está comprometido con nuestra visión de la ciencia como un bien público mundial. Hacemos un llamamiento a todos los sectores de la sociedad para que reconozcan que la práctica libre y responsable de la ciencia es un esfuerzo comunitario crucial para el avance de toda la humanidad.

 

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Manuel de León (CSIC, Fundador del ICMAT, Real Academia de Ciencias, Real Academia Canaria de Ciencias, Real Academia Galega de Ciencias).

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